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lunes, 23 de julio de 2012
EL FORTÍN Nº 64 (Junio-Julio 2012)
EDITORIAL
Este nuevo número de El Fortín se edita acompañado de un conjunto de novedades importantes. La Agencia de Noticias Kali-yuga que en colaboración con el Centro Evoliano de América brinda información sobre la actual guerra de civilizaciones ha inaugurado una emisora radial por internet la que se emite semanalmente pudiendo hallarse toda la programación en vivo. (radiokaliyuga.ivoox.com)
Asimismo contamos esta vez con dos colaboraciones especiales. Por un lado nuevamente nuestro secretario general en Brasil, el Dr. Waldemar Abrantes, nos brinda un importante texto doctrinario, esta vez sobre el heroísmo en el pensamiento evoliano.
En segundo lugar contamos con la importante colaboración de un referente español de nuestro Centro que por primera vez escribe en esta página brindándonos en exclusividad un impactante informe de más de 60 páginas sobre la pretendida derecha sionista, sea norteamericana como europea. El informe es demoledor por la información contundente que nos brinda que pone al descubierto la trama no tan secreta de los grupos identitarios estrechamente ligados a los intereses del sionismo de manera vergonzante. Hace notar cómo las campañas antiislámicas emprendidas por la misma traicionan una antigua tradición de la derecha europea que por el contrario siempre vio con simpatía al fenómeno islamista. Este fundamental texto debería a su vez completarse con las reflexiones ya efectuadas sobre un fenómeno similar y también de pretendida derecha que acontece con nuestro catolicismo güelfo también en estrecha y confesa hermandad con el judaísmo sionista y con la derecha conservadora de los EEUU, así como con la mafia rusa del excéntrico magnate Putin. Nos sentimos sumamente orgullosos de presentar estos trabajos y aprovechamos para informar también que en la primera semana de septiembre se efectuará una nueva jornada evoliana en el Brasil sobre la cual informaremos en el próximo número.
LA CLAVA
(Columna de combate doctrinario)
A LA DIESTRA DE SIÓN
por Ferran C. Vidal
LA MASACRE DE AURORA
UN HOLMES QUE NO ERA SHERLOK
LAS CONFESIONES DE VIDELA
PERONISMO Y PETRÓLEO
MALVINAS
A 30 AÑOS DE UNA VERGONZOSA DERROTA
REPORTES DE LA AGENCIA DE NOTICIAS KALI-YUGA (por Walter Preziosi)
LA CRISIS TERMINAL DEL MUNDO MODERNO
OBAMA, EL ASESINO SERIAL
LA VISITA DE PUTIN A ISRAEL
DOCTRINARIA
A Metafísica do Heroísmo
(en Portugués)
por Valdemar Abrantes
domingo, 1 de julio de 2012
LAS CONFESIONES DE VIDELA
Días
pasados se revelaron una serie de diálogos que el ex presidente militar de la Argentina y principal
imputado en las causas sobre violación de derechos humanos, Rafael Videla,
sostuviera con un periodista que lo interrogara en la prisión durante sucesivos
reportajes que duraron más de 24 horas en su totalidad. Más allá del discutido
tema respecto del reconocimiento de su responsabilidad en la desaparición de entre
8000 y 9000 personas, cosa que luego desmintió haber afirmado en semejante
cantidad, creemos nosotros que hay algunos argumentos relevantes que, en tanto
no han sido desmentidos por Videla, suponemos que tienen plena validez. Y es el
relativo a la explicación esbozada por éste respecto de los motivos por los cuales
tuvo que acudir a procedimientos ilegales, tales como la desaparición física de
personas, en vez de utilizar los que le brindaba la ley, tal como hubiera
correspondido.
Es
de destacar que, en especial desde sectores vinculados al catolicismo de
derecha, sea nacionalistas católicos como de grupos del estilo del opus dei,
uno de los argumentos más esgrimidos para enjuiciar el accionar de Videla ha
sido que éste en vez de haber hecho como Franco en la guerra civil que, aplicando
el rigor de la ley en juicios sumarísimos, hizo ejecutar a centenares y hasta
miles de personas, evitando de esta manera el posterior estigma de los
desaparecidos, el argentino en cambio no se habría animado a hacer tal cosa. A
lo cual Videla en tal reportaje contestó con tino y en manera muy convincente que
en realidad la época en que le tocó actuar era muy diferente que en el período
de 1936-39. Recordó que mientras que durante la guerra civil española había Estados
e instituciones internacionales que respaldaban el accionar de Franco en modo
tal de no aislarlo internacionalmente por aplicar la condena a muerte, las
cosas eran muy diferentes cuarenta años más tarde, período durante el cual se
desencadenó lo más duro de la guerra civil en nuestro país. Allí hizo notar que
era tan fuerte la presión de la izquierda en el mundo entero, aun con la protección
del mismo gobierno norteamericano en apariencias tan sólo de derecha, que incluso
Franco que aun estaba en el poder en esa misma época apenas pudo aplicar trabajosamente
una sola pena de muerte, la que suscitó mayores repudios internacionales que
todas las que llevara a cabo durante la época de la guerra civil.
Ese
argumento es correcto desde cualquier punto de vista que se lo esgrima. En ese
entonces ningún Estado que buscara actuar en el concierto de las naciones,
salvo que quisiese ser convertido en un paria y condenado incluso a la posibilidad
de expediciones correctivas en su contra por parte de las potencias imperiales
de la tierra podía acudir a medidas tan drásticas para combatir en su seno el
problema de la subversión.
Pero
entonces ¿hizo bien Videla en hacer desaparecer a los guerrilleros y personas
que colaboraban con su estructura militar? Aquí habría que contestar que, amén
de que en realidad no se hizo desaparecer como se piensa a los principales
dirigentes e ideólogos de tal fuerza, el error principal estribó en haber considerado
que la batalla en contra de la subversión tenía que desarrollarse
principalmente en un terreno militar y no donde realmente se tenía que haber
desencadenado prioritariamente que era en el plano de las ideas. Y de este modo
las consecuencias fueron las siguientes. Cuando la Junta militar abrazó la
ideología liberal y democrática para hacer frente al marxismo, considerando que
este último era el producto de una degradación del sistema que solamente podía
manifestarse en personas que por una cierta patología o resentimiento no querían
encuadrarse en el mismo, en realidad en esa decisión fue donde se inició el
verdadero camino de la derrota. De acuerdo al pensamiento tradicional, el que
obviamente no era el que sostenía ninguno de los sectores que en ese entonces
sea del lado liberal como güelfo, expresaban la derecha, el socialismo no es lo
opuesto, sino una consecuencia del capitalismo. Lo que este último sostiene
como un principio, el aumento desaforado de la producción y el consumo para la
humanidad toda a fin de que no sobrevengan las crisis y los parates en el
sistema económico, el socialismo lo completa manifestando que esa producción y
consumismo universal debe ser para todos
y con mayor ‘justicia social’ y no sólo el patrimonio de algunos privilegiados.
No fue casual al respecto que los principales ideólogos del marxismo, tales
como los mismos Marx y Lenin, simultáneamente con la exposición de sus ideas
demostraron siempre una relación de admiración y odio sea hacia Inglaterra como
hacia los EEUU de acuerdo a las circunstancias en que vivieron.
Distinto
totalmente de todo esto es lo que sostiene el pensamiento tradicional. Para éste
no es el incremento de la producción la meta de un Estado, sino por el
contrario la desintoxicación del hombre respecto de todas las necesidades de consumo
superfluas y la apertura cada vez mayor de espacios espirituales a fin de que
el alma, en vez de estar atosigada de consumismo y de estados de ansiedad por
las cosas que no se tienen y alienación hacia las que en cambio se poseen y de
las que se depende como un objeto, pueda vivir una esfera superior de libertad.
Solamente de esta manera era posible derrotar al marxismo y no hacerlo como la
dirigencia de ese entonces, civil, militar y religiosa, apegada a los mitos del
mundo moderno, respecto de los cuales el marxismo no es la superación sino la
consecuencia necesaria. En cambio se hizo todo lo contrario de esto. Al
marxismo se lo combatió con sus mismas armas y con la ideología respecto de al
cual éste era su consecuencia. De este modo además se lo victimizó dándosele
incluso justificaciones a sus afanes posteriores de revancha y permitiéndosele
construir sus utopías en el estado de demagogia y degradación en que hoy se
encuentra sumida nuestra nación.
Marcos Ghio