CENTRO EVOLIANO DE AMÉRICA
TÉCNICAS DE GUERRA OCULTA
LAS ESCUPIDAS DEL VIEJO VIZCACHA
El viejo Vizcacha es un personaje famoso del Martín Fierro, el poema nacional de la Argentina, y representa a un
anciano pícaro quien, en una circunstancia, para quedarse con un asado que
efectuaban unos paisanos en el campo, lo escupe, convirtiéndolo así en
incomestible para éstos, aunque no para sí mismo.
Pensamos al respecto que con seguridad los frustrados comensales de tal
afrenta, si bien no lo dice el Martín Fierro, luego de este hecho lamentable,
no volvieron nunca más a invitar al aludido a asado alguno. Pero esto, que
pertenece al sentido común, no es en cambio lo que acontece hoy en día en la
realidad en donde presenciamos paradojalmente cómo el procedimiento del viejo
Vizcacha es una táctica usual empleada en forma recurrente por aquella entidad
promotora del orden moderno en el cual nos encontramos viviendo, por lo cual
cualquier hecho o causa noble e interesante, en tanto es escupida por éste, se
convierte sin más en una cosa descartable como el mal habido asado de los
paisanos del campo, aunque lo más grave y absurdo del caso es que, a diferencia
de éstos, la mayoría, luego de haber descartado el asado, vuelve a invitarlo
nuevamente a un evento similar permitiéndole así volver a escupir siempre de
manera habitual y consuetudinaria.
Los ejemplos de ello son abundantes. Sin ir demasiado lejos en el tiempo recordemos cómo, luego de haberse
producido un atentado exitoso un famoso 11 de septiembre, que puso por primera
vez en jaque la seguridad de los habitantes del tal sistema en sus principales
ciudades, de manera casi inmediata se produjo la escupida por parte de éste en
el momento en que se sembró la famosa doctrina del montaje consistente en
convencernos de que el mismo había sido inducido con la finalidad de ocupar el
mundo entero y someterlo a un régimen de tremendos controles, puesto que, así
como nadie más puede comerse el asado que ha sido escupido, no existe en el
planeta poder alguno que le pueda producir nunca daño de importancia. En modo
tal que aun hoy en día, luego de que se produjeran derrotas resonantes por
parte de ese poder en Irak y Afganistán, en tanto se cree todavía en la famosa
escupida de Vizcacha, se piensa que, en tanto el asado efectuado por los
talibanes o por los militantes de Al Qaeda se ha convertido en incomestible, no
estaríamos entonces dispuestos a consumirlo como los antes aludidos paisanos.
Y esto también lo vemos en la guerra civil en Siria. ¿De qué manera se
puede favorecer a un bando y perjudicar a otro? En este caso Vizcacha, que
pueden ser aquí tanto EEUU como Israel, produce su letal escupida denostando a
aquel a quien en el fondo estima y por el contrario simulando un apoyo al que
en cambio pretende perjudicar. EEUU nunca condenó formalmente a los rebeldes,
sino que por el contrario simuló apoyarlos y hasta los invitó a lanzarse al
combate, pero sin brindarle otra ayuda que no fuera la verbal, en cambio el
bando denostado recibió todas los auxilios posibles en el campo militar. Y
aparte, para convertirlo en ‘antiimperialista’, lo amenazó con incesantes
ataques y bombardeos que nunca ha
efectuado. Y la misma cosa sucedió con Irán al que por 20 años amenazaron con
invadir, pero hoy ya se sabe que ello no va a suceder luego de que se han hecho
públicas las negociaciones, que antes fueran secretas, entre los gobernantes.
La escupida dio nuevamente resultado en este caso pues los ‘antisistema’, así
como antes se la pasaron exhibiendo sagacidades respecto de los montajes habidos
un 11S, ahora en cambio lo hicieron alertando todo el tiempo sobre eventuales
bombardeos e invasiones a Siria e Irán, las que, en tanto no fueron nunca ni
son los verdaderos enemigos, nunca sucedieron y en cambio hicieron un silencio
absoluto respecto de los bombardeos e invasiones reales que se efectúan a
diario en otros países en contra de la organización que verdaderamente los
combate, como en Pakistán, Yemen, Somalia, Malí, etc. y hasta han llegado a
atribuirle a ésta los motes más descalificadores como ‘mercenarios’ o ‘agentes’
del mismo enemigo que los combate y asesina. Tal como vemos, en este mundo del
nuevo Martín Fierro, Vizcacha puede seguir consumiendo todos los asados que
desee.
Pero hoy, si bien ya resulta demasiado notorio este procedimiento,
todavía hay muchos que continúan actuando con una ingenuidad peor que la de los
aludidos paisanos del relato. Y esto lo hallamos en un hecho similar respecto
de un tema tan sustancial como el ecológico. La ecología bien sabemos que es
una ciencia que ha surgido y tomado impulso a partir de un hecho real e
irrebatible cual ha sido los tremendos daños producidos al medio ambiente por
parte de un mundo totalmente volcado hacia el consumo y la producción ilimitada
de bienes. Demás está resaltar aquí el estado de verdadera hecatombe que
estamos viviendo y que con seguridad, de no hacerse nada al respecto, como en
verdad se percibe a diario, nuestras generaciones subsiguientes y en un lapso
bastante breve, sufrirán las consecuencias de todo ello. Desde el punto de
vista de un pensamiento alternativo y tradicional, las banderas del ecologismo
son absolutamente rescatables y deberían ser parte esencial de nuestro bagaje
de consignas programáticas. Si bien podamos no compartir muchas de las posturas de ciertos movimientos
ecologistas que pretenden solamente subsanar los efectos y no remontarse a las
causas reales del problema, para nosotros sería suficiente aquí con decir que
el planeta se derrumba porque es el sistema moderno el que lo está haciendo.
Que un orden que lo ha basado todo en la economía y la materia no puede en
manera alguna resolver ni siquiera esta dimensión inferior, pues negando la
trascendencia y lo espiritual, todo se convierte en caótico e inhabitable.
Desde tal perspectiva todas las protestas que hoy realizan grupos del estilo de
Greenpeace u otros que han sufrido represiones reales por parte del sistema,
como el caso de los activistas hoy presos en Rusia por haber pretendido invadir
una plataforma petrolífera que contaminaba las aguas del Ártico, que es uno de
los principales reservorios de agua dulce del planeta, deben recibir nuestro más absoluto apoyo, brindando además las
orientaciones adecuadas demostrando que todo este mal que se vive es la
consecuencia de un mundo decadente y consumista cuyas causas reales vienen de
lejos. Pero henos aquí que ni siquiera en esto Vizcacha se queda quieto, a
sabiendas una vez más de que hay paisanos lo suficientemente cándidos capaces
de dejarse escupir siempre el asado. Ha bastado con que la empresa Rockefeller
o algún otro gran capitalista financiara a los movimientos ecologistas, o que
esto le sucediera a Rusia, que según los montajistas escupidos sería el
tremendo enemigo que tienen los EEUU, el cual contamina por igual el planeta,
para que enseguida esta causa pasara a convertirse sin más en una cosa
descartable y hasta repudiable como el famoso asado del pícaro anciano. Y para
esto y no abundar demasiado en detalles remito al respecto al ‘debate’ surgido
en el diario Clarín de Buenos Aires http://www.clarin.com/sociedad/Rusia-preventiva-Camila-Speziale-Greenpeace_0_1000100345.html en
ocasión de haberme atrevido a manifestar mi apoyo a los activistas hoy presos y
enjaulados en Rusia por el aludido hecho. No faltó al respecto quien alegara un
pretendido pasado o presente nazi por parte de mi persona, lo cual si bien no
es cierto, por lo menos puede servir como un anticipo de lo que puede llegar a
venir. Así como el Sr. Putin ha acusado de fascistas a los fundamentalistas
islámicos por el simple hecho de querer un mundo fundado en Dios y no en la
economía, no sería de extrañar que en poco tiempo también se recuerde el
componente ecologista que tenía el nazismo en donde su principal líder, además
de vegetariano, era amante de la naturaleza y de los animales. En fin, tal como
vemos, es una característica actual de nuestros tiempos el tener que estar padeciendo
los efluvios interminables de las escupidas del viejo Vizcacha.
Marcos Ghio
30/08/13
Brilhante!
ResponderEliminarBrilhante!
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