VESTIGIOS DE LA
TRADICIÓN ENTRE
LOS INDÍGENAS
Como bien lo señala Julius Evola, en las poblaciones que la soberbia
moderna llama “primitivas” subsisten
residuos de categorías del espíritu tradicional. En nuestras tierras de la
Patagonia nos encontramos con el pueblo mapuche con el cual en parte
convivimos.
En
esta breve nota nos referiremos a algunos aspectos de ese remanente o vestigio
de tradición que se encuentra presente en nuestros días.
El
pueblo mapuche, como tantos otros, no tiene historia hasta el momento de la
llegada de los españoles. La historia en Occidente comienza entre los siglos
VIII a VI A.C.; antes de esas fechas es muy difícil encontrar testimonios
históricos fehacientes y con fecha cierta salvo algunas excepciones. La
aparición de la historia nos está indicando el comienzo de los tiempos modernos
en que el hombre ya comienza a ser atrapado por el constante cambio y por el
fluir.
Los
pueblos llamados primitivos en realidad son el residuo de antiquísimos ciclos
de civilizaciones quizás pertenecientes a anteriores manvantaras.
Entre esos residuos nos encontramos con la vigencia de categorías del
espíritu tradicional en la organización política. Así vemos como la autoridad máxima de la
comunidad mapuche es un único jefe, el lonco, en quién reside el mando supremo
asistido por un consejo de ancianos, y la aplicación, dentro de los límites que
permite la modernidad, de normas de derecho consuetudinarias.
Toda la organización social está fundada en la familia y en el correcto
reconocimiento de las naturalezas propias del hombre y de la mujer.
A estas
consideraciones agreguemos la concepción cíclica del mundo y de la vida
contraria a la visión rectilínea de la historia vigente en Occidente. Los
mapuches celebran el 24 de junio el “ wiñoy xipantu” que no es el Año Nuevo
como equivocadamente creen los occidentales y cristianos, sino el inicio de un
nuevo ciclo. Nótese que es el inicio del solsticio de invierno en el hemisferio
sur, en una fecha totalmente opuesta a la de la navidad cristiana en el
hemisferio norte que es en diciembre. Pero también aclaremos que se trata de
una religión telúrica y no solar, pero por tal se tiene también un sumo respeto
por el medio natural lo que conlleva a la defensa del medio ambiente y su
vinculación con movimientos ecologistas-
Finalmente planteemos un interrogante. ¿En qué medida esta visión del
mundo y de la vida, estos residuos de categorías tradicionales pueden
integrarse en una perspectiva de un frente de religiones?
La
respuesta es difícil. Pero también consideremos que lo que se dijo de los
mapuches puede extenderse a muchísimas poblaciones indígenas de nuestra Iberoamérica
y plantear así una unidad superior alejada de los esquemas ideológicos
eurocéntricos que en estos tiempos es lo mismo que decir modernos.
San Carlos de Bariloche, 16 de septiembre del
2014.
Julián
Ramírez
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