LO ESPERA
VLADIMIR
Tras salir del quirófano y despertar de la anestesia, se
me acercó la enfermera para decirme que había terminado la operación y que me
esperaba Vladimir.
‘No conozco a ningún Vladimir’, fue mi respuesta.
Más tarde ya en la habitación, tras haber cruzado un
largo corredor arrastrado a través de una camilla, me encontré a solas con una
silueta muy conocida desde uno de cuyos bolsillos emanaba una vodkita.
‘Ahora entiendo, has traído contigo el polonio’.
Con una carcajada me contestó: “Eso es sólo para los
enemigos”.
‘No soy tu amigo. ¿Pero a qué has venido? Tengo poco
tiempo y aun no he terminado de debatir con mi bazo. Te concedo diez minutos y
que no sean más. Tu presencia no me resulta grata’.
Valdimir, siempre sonriente, exclamó entonces fervoroso: ‘¡Ganamos!’
‘¿Cómo es eso? Tus victorias son derrotas para mí y
viceversa.’
‘¿Pero no queríamos ambos que ganara Trump?’
‘Es verdad, pero desde puntos de vista contrapuestos’.
‘Claro, pero los hechos son los hechos’.
‘A ver, explícate mejor. Antes de entrar al quirófano, es
decir hace ocho horas, Trump iba perdiendo por once puntos. Ya estaba definida
la elección. ¿Y ahora me vas a decir que todo cambió en tan corto tiempo?’
‘Bueno, en eso mismo estábamos rompiéndonos los sesos con
mi experto Popov, para ver cómo podíamos hacer para cambiar el rumbo de las
cosas. ‘Si Trump sigue abriendo la boca, me consignaba Popov, vamos a pasar la
barrera del no retorno, que es cuando se llega al 12% de ventaja en las encuestas.
Y ya estamos en el 11.' Me quedé pensando un largo rato para ver cómo era
posible revertir este proceso. Y me acordé entonces en lo que habías dicho
respecto del cambio operado en la mentalidad del norteamericano que ha dejado
ya de ser cow boy para convertirse en hippie. Que en vez de hacer la guerra quiere
en cambio dedicar su tiempo al amor y a la paz vacuna. Entonces me pregunté.
¿No puede llegar a ser ventajoso en algún momento que el votante norteamericano
perciba la simpatía que Trump y yo nos tenemos? Este es mi plan. Voy a empezar
a convertirme en el malo de la cuadra, en el incorregible que pone en riesgo la
seguridad y la vida en el planeta. Suspenderé los acuerdos nucleares, volveré a
poner bases militares de alto riesgo. Bombardearé Aleppo hasta el ras del
suelo. Me haré de Crimea y me adentraré en plena Ucrania. Pondré en riesgo y
nerviosismo a la seguridad de las fronteras europeas. Mis houthis lanzarán
algún misil contra los barcos norteamericanos en Yemen. Y cuando todo parece
aun poco, o como un nuevo tigre de zoológico cazado previa anestesia, acudiré a
los servicios del impagable Zirinovky. Éste se encargará de asustarnos a los
rusos respecto de la inminencia de una guerra atómica si gana Hillary y no
Trump. La población ya está haciendo acopio de alimentos ante un inminente colapso
nuclear. ¿Y qué pasará entonces con las votantes norteamericanas, es decir con
la gran mayoría que decidirá el futuro del planeta? Bueno quizás comprendan que
es preferible renunciar a tener a una de ellas al frente del Estado, como antes
pasara con un negro. Al fin y al cabo dirán que Trump las acusó de putas, pero
que les garantiza la vida por la amistad que tiene con el guapo de la cuadra. ‘Mejor
putas antes que muertas’ va a ser la consigna del momento. Trump será vulgar y
grosero, pero nos garantiza la paz en vez de la guerra.’
‘Excelente jugada, pero no te fíes demasiado de los
tigres del zoológico que pueden llegar a arañar. Y por más que Trump te
proponga una estampida conjunta contra el ISIS, te puede salir muy mal. Bueno,
el tiempo ya se ha terminado, se han cumplido en exceso los diez minutos
concedidos. Lo único que te pido a cambio es si me puedes contestar al menos a
una de estas dos preguntas. ¿Cuáles son los negocios que te asocian a Trump? Y
la segunda. Como constato una vez más que a Uds de la KGB les enseñan muy bien
el castellano. Y esto recuerdo que me lo hizo notar tu emisario Aleksander en
Curitiba cuando me propuso que lo representara como exponente de una nueva
derecha, ahora que ya no había más comunistas stalinianos para hacerlo en el
planeta. Todo esto dicho en un excelente castellano que aun no ha dejado de
asombrarme. ¿Pero por qué con Cristina usaste un intérprete cuando te reuniste?’
‘¿Quién dijo que hablé con Cristina?’
‘Gracias por las respuestas’.
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