jueves, 24 de noviembre de 2016

RAMÍREZ: SETENTA MIL PIOJOS ULULANTES: UNA MANIFESTACIÓN DE AMAZONISMO

SETENTA MIL PIOJOS ULULANTES: UNA MANIFESTACIÓN DE AMAZONISMO




Entre los días 9 y 11 de octubre pasado se realizó en la ciudad argentina de Rosario un nuevo Encuentro Nacional de Mujeres. Entre las asistentes, fáciles de identificar por las pancartas y banderas que portaban, y por sus cánticos, predominaban las militantes de partidos marxistas, neomarxistas, progresistas, movimientos feministas, desviadas sexuales, prostitutas y otras yerbas.

Reclamaban igualdad de derechos con el hombre, por el libre aborto, contra el machismo, contra el feminicidio y consignas contra la Iglesia Católica. Recibieron el apoyo de conocidos políticos como el ex candidato a presidente por el peronismo, Daniel Scioli, y de la CTA, una de las ramas del sindicalismo.

Como es habitual en estos encuentros - realizados en años pasados en otras ciudades - menudearon toda clase de incidentes: agresiones, bombas "molotov", destrucción de vehículos, pero lo más llamativo fueron militantes marxistas que en "topless" bailaron frente a la Catedral Católica, en la que se intentó penetrar - imagínese el lector con qué fines, con toda seguridad no sería para rezar. Hubo represión para evitar tan edificantes propósitos con una treintena de heridos. De haber ocurrido hechos similares en una país islámico y frente a una mezquita, hubiera habido algunas lapidadas. El gobierno argentino del presidente oligárquico-liberal Ing. Macri guardó silencio y los medios no se ocuparon mucho del tema.

Analicemos ahora la cuestión desde el punto de vista tradicional que es el nuestro. Las sagas, leyendas y mitologías nos aportan elementos fundamentales, suprahistóricos para entender la historia y el desarrollo de acntecimientos presentes. El mito de las amazonas, presente en antiquísimas civilizaciones se refiere a mujeres guerreras que en momentos en que había decaído la civilización varonil, viril y guerrera por un lado, y por el otro perdía presencia la espiritualidad lunar, telúrica y femínea propia de la naturaleza de la mujer, emergían como fuerzas elementales y obscuras, violentas y caóticas, renunciando a su propia naturaleza y pretendiendo ocupar espacios propios de la naturaleza viril. En términos extremo-orientales, la caída del "yang"- principio masculino - provoca el avance del "yin" - principio femenino -, pero este "yin" ya no es propiamente el "yin" sino que es una deformación caótica y desequilibrada que conduce a la confusión y al desorden. Es un río que se desmadró.

Esto es lo que nos presentan los actuales movimientos feministas y de igualdad de género: mujeres fuera de su propia naturaleza no tienen otro camino que el caos y el desorden en lucha contra los vestigios de una civilización tradicional por un lado, y por el otro, el odio hacia la religión, hoy representada por una Iglesia Católica, cuya espiritualidad lunar se va apagando en medio de lloros y lamentaciones.

Nuestra posición crítica frente a la Iglesia Católica la hemos expuesto muchas veces, pero frente a estas manifestaciones de verdadero odio teológico y antirreligioso tenemos que sostener que la religión, como dice Julius Evola, "por lo menos es algo" y es necesaria para los que creen, constituyendo un fundamento "sine qua non" de toda civilización y sin la cual toda construcción social es imposible.

De toda esta situación no son responsables las mujeres sino los hombres, que ya no siendo verdaderos varones han renunciado a su virilidad espiritual, y dejando la fortaleza abierta pemiten cualquier intrusión y, acoquinados, aceptan ser machistas opresores de mujeres, volviéndose cada dia más femíneos.

¿ Y cuál fué el destino de las míticas amazonas? Según nos relata la mitología fueron aniquiladas por los héroes semidioses Aquiles, Teseo y Hércules, que en la edad de los héroes, antecedente inmediato de la edad del hierro o Kaliyuga, restablecieron parcialmente la edad primigenia.

Y esta es la tarea que nos cabe aquí y ahora: recuperar la naturaleza espiritual, viril, heroica y guerrera. Cuando algunos hombres lo hagan organizados en una Orden, la mujer automáticamente recuperará su naturaleza y se acabará el amazonismo.



San Carlos de Bariloche, 17 de octubre del 2016.

JULIÁN RAMÍREZ





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