PANDEMIA Y CUENTO CHINO
PANDEMIA Y CUENTO CHINO
El summum de la decadencia, que se motoriza en especial en momentos terminales y pandémicos en los cuales resulta posible establecer grandes distancias, está representado por la aparición de 'filósofos' que reflexionan sobre esta realidad nueva que nos toca vivir. Tal el caso del surcoreano naturalizado alemán Byung-chul-han que ha pasado a estar de moda. Extractemos algunos pasajes de sus últimas reflexiones. Según el aludido 'la muerte no es democrática' ya que la pandemia arrecia más entre los pobres que entre los ricos que poseen mayores defensas a su respecto. En realidad habría que decir que no hay nada más democrático que la muerte pues es la condición normal de toda vida y no en cambio su antítesis, tal como formula en cambio el aludido. Que a alguno lo sorprenda antes o después, ello no modifica en nada la situación aquí descripta, sino que la aristocracia estriba en el hecho no de que se prolongue ilimitadamente la vida, sino en que se haya sido capaz o no de trascenderla. A tal respecto queda claro que para el aludido no existe la dimensión de la trascendencia y llega incluso en algunos momentos a calificar como metafísico al mundo virtual y cibernético. Es decir, como buen materialista que en el fondo es, no puede pensar en un un mundo en el que no haya imágenes. En su reflexión sobre la pandemia su preocupación principal es que el coronavirus "no imponga regímenes de vigilancia y cuarentenas biopolíticas, pérdida de libertad, fin del buen vivir o una falta de humanidad generada por la histeria y el miedo colectivo".
En una exacta antítesis, para nosotros esto es en última instancia lo bueno de esta enfermedad, de acuerdo al dicho de que no hay mal que por bien no venga. Que se le ponga freno por la fuerza misma de las cosas a una humanidad hedonista y a sus libertades propias de marioneta drogada y compulsiva es para nosotros justamente lo rescatable que tiene esta pandemia y su consecuente cuarentena. Será posible a través de ella que pueda surgir como contraste una humanidad nueva, una élite verdadera capaz de prescindir del 'buen vivir' que reclama el asiático occidentalizado (en la versión más sórdida del occidente degenerado), que mire a la muerte de frente como la condición normal de la vida y respecto de la cual lo que es más que ella resulte ser lo esencial.
https://www.pagina12.com.ar/266458-byung-chul-han-y-el-coronavirus-la-muerte-no-es-democratica
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