Afganistán: 2, Superpotencias: 0

No quisimos dejar pasar la oportunidad de expresar un par de ideas relativas a la victoria de Afganistán después de casi 20 años de guerra contra EEUU y sus aliados. En lugar de enfocarnos en aspectos políticos, militares, o de otra índole, que muchos otros estarán haciendo por largo tiempo, quisiéramos resaltar el valor de “signo” de los tiempos que tiene este evento.

Primero la antigua URSS se enfrascó en una guerra contra Afganistán, entre 1979 y 1989, lo que se tradujo muy poco después en la caída de aquel imperialismo, y ahora, la otra gran superpotencia militar, EUA, también es derrotada, después de pasar el doble de tiempo tratando de imponer su visión del mundo y su pseudo valores.

¿Cómo fue posible que un pequeño país, que es para todo efecto práctico, lo opuesto exacto de esas dos versiones complementarias de la post(modernidad), la URSS/Rusia-EUA, lograra vencer?

Nos parece que por la misma razón profunda que la post(modernidad) por mas que lo ha intentado y lo sigue intentando, tratar de imponer su visión del mundo y del hombre a todos en todas partes, no podrá hacerlo, porque finalmente, por mucho que avance la descomposición y se profundice la caída, el mundo del devenir no puede imponerse a la Realidad Espiritual.

Que ambas superpotencias militares, hayan sido derrotadas por el mismo adversario, expresa con claridad que el mundo espiritual está fuera del alcance del mundo materialista, no importa cuantos recursos, ni cuanto tiempo se empeñe en alcanzar ese propósito.

Es una enseñanza muy valiosa para todos los que en ocasiones se sienten atrapados por este mundo contemporáneo tecnificado y deshumanizado en extremo y que a veces parece no dejar espacio alguno a otras alternativas.

Es un ejemplo de lucha exitosa contra la adversidad que es válido tanto a nivel de los países, como a nivel de grupos sociales y de individuos. Nunca se debe renunciar a lo superior en favor de lo inferior. Parece que esa es la lección mas valiosa aquí.

Por nuestra parte, esperamos que por fin dejen en paz a Afganistán para que ellos y solo ellos decidan su futuro y la forma de vivirlo.

El mundo postmoderno es mejor que ponga atención en esta lección, empeñó mucho tiempo y recursos económicos y materiales (los que más aprecia), y no alcanzó su objetivo, y su castillo de naipes alcanza un nuevo nivel de crisis. Ya es tiempo de que voltee a ver hacia esa realidad superior que tanto se ha empeñado en negar y suprimir… que ahí está y siempre lo estará para el que luche por ella.

Además de que Afganistán en lo particular tiene mucho que celebrar de aquí al próximo 11 de septiembre, el Islam tendrá una celebración el próximo año por los 1400 años de la Hégira, que será realzada por esta victoria.



Francisco Galarza

Agosto 25, de 2021