EJES ESTRATÉGICOS
DE LA TERCERA
GUERRA MUNDIAL
Han sido el Centro Evoliano
de América, la Agencia Informativa Kaliyuga y la publicación El Fortín los
primeros en Occidente y desde el 11-9-01 en referirse al tema de la tercera
guerra mundial, guerra que enfrenta dos concepciones antitéticas del mundo y de
la vida, al espíritu tradicional contra el mundo moderno. Desde entonces y
paulatinamente otras voces, como por ejemplo la del Papa Francisco, también se han alzado para hablar de la
tercera guerra mundial, pero lo han hecho sin claridad, sin referirse a los
contendientes en lucha y menos aún en qué bando se ubican los opinantes, aunque
sospechamos y con razón que lo hacen del lado de los defensores de la podrida democracia,
de la civilización en desintegración, de los falsos derechos humanos y en
contra de lo que llaman la “barbarie y del medievalismo”. Los aspectos
doctrinarios de esta guerra han sido ya tratados varias veces en estas páginas
y audiciones, por lo que ahora queremos referirnos a los ejes estratégicos. La
estrategia, como se sabe, son los medios que se aplican para ganar la guerra.
En primer lugar están las
acciones en los distintos frentes de guerra en Asia y África en los cuales el
fundamentalismo islámico ha obtenido notables éxitos que ya los medios de
comunicación no pueden ocultar, mal que les pese a las legiones de publicistas
y periodistas venales y corruptos.
En segundo lugar está el tema
de llevar la guerra al territorio enemigo. EE.UU. y otras potencias bombardean
mediante bárbaros ataques aéreos poblaciones civiles, sostienen gobiernos
títeres y tratan de organizar ejércitos mercenarios. ¿Por qué entonces el
fundamentalismo no tiene derecho a contraatacar en el territorio enemigo
mediante acciones de guerra mal llamadas terrorismo? A esto apunta el reciente
llamado de Ayman Al-Zawahiri de solicitar a los “lobos solitarios” que efectúen
ataques en EE.UU. y en los países agresores.
En tercer lugar, formaría
parte de una estrategia global la cuestión de las migraciones hacia Europa.
Esto puede constituir una formidable arma contra el enemigo moderno. No nos
detendremos en la cuestión humanitaria, que tantos lloros hipócritas provoca en
todo el mundo, y en donde vemos que los mismos que dicen que van a acoger refugiados
bombardean poblaciones civiles en Siria
e Irak. Consideraremos la cuestión en forma fría y desde la “realpolitik”.
Esas masas inmigratorias, en
virtud de su religión y cultura, contribuirán sin quererlo a la desintegración
europea, continente que ya carece de religión, según lo expresó el entonces
papa Ratzinger. Los grupos identitarios que pululan en Europa recibirán un duro
golpe, lo mismo que los que intentan recrear una religión neopagana. Europa se
ha manifestada enemiga del fundamentalismo islámico de manera que lo que causa
daño a ese enemigo es un arma estratégica en esta tercera guerra mundial.
Algunas mentes lúcidas de ese enemigo lo han dicho con claridad. Así el
ministro de RR.EE. de Francia, Laurent Fabius, expresó hace pocos días: “Si
todos estos refugiados vienen a Europa o a otros países, el Estado Islámico
habrá ganado la partida.” Por su parte el ministro alemán de RR.EE. dijo:”El
tema nos produce dolores de cabeza…tenemos la preocupación de si va a durar si
las cifras son como en este momento.” No lo dude Sr. Ministro, esto va a durar
y se incrementará.
Finalmente como otro eje
estratégico digamos que el Estado Islámico en Libia ha clausurado los bancos
hasta tanto se adapten a la “sharia”-ley religiosa - e invitado a sus trabajadores a que los
viernes concurran a las mezquitas a pedir perdón por trabajar con intereses, es
decir con la usura. Frente a Libia, del otro lado del Mediterráneo, Grecia cae
sometida por los usureros. La lucha contra la usura es una bandera mundial
válida no solamente para los musulmanes sino también para quienes no lo somos,
y ahí tenemos una preciosa arma para utilizar en nuestros países
íberoamericanos todos ellos de rodillas ante el poder financiero internacional
y nacional.
San Carlos de Bariloche, 14 de septiembre del 2015.
JULIÁN RAMÍREZ
La ultima columna la va a publicar? La de los profetas.
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