viernes, 11 de septiembre de 2015

14 AÑOS DE GUERRA DE CIVILIZACIONES

14 AÑOS DE GUERRA DE CIVILIZACIONES
























El siglo XXI comenzó con un movimiento de reversión respecto del rumbo impreso a la humanidad a partir de la revolución francesa. Luego de dos siglos de secularismo y de negación metafísica, caracterizados por la destrucción de los imperios para ser sustituidos por democracias y de la imagen divina del hombre para emparentarlo en cambio con un chimpancé, un 11 de septiembre de 2001 un grupo pequeño de mártires demostró la gran parodia en que se cimentaba el mundo moderno. Que en tanto no era cierto que la realidad física se tratara de lo único existente, tampoco lo era que la modernidad fuese un régimen invulnerable y omnipotente pues era posible causarle grandes daños con una insignificante organización en tanto que Dios lo era todo; es decir que el hombre era superior a la máquina y al animal pues a diferencia de éstos era capaz de producir héroes en su seno.
Más tarde y luego de 14 años de guerra provocada, la situación ha sido la siguiente. El imperio oriental o califato disuelto por las democracias a partir del tratado Skypes-Pikot de 1916 ya ha comenzado a reconstituirse. Poco a poco van desapareciendo allí las republiquetas masónicas creadas a similitud de lo acontecido en el continente americano y en los Balcanes. Libia, Siria, Túnez, Marruecos, Argelia, Yemen, Irak, Afganistán, poco a poco comienzan a disolverse para reagruparse bajo la forma superior de Estado en donde Dios y no el pueblo sean la fuente de la soberanía. Frente a tal proceso regresivo la modernidad reacciona, pero a través de sus valores caducos. En tanto para ésta la vida representa el valor supremo y tras haber experimentado en carne propia lo que significa morir en la guerra, hoy acude para defenderse al empleo de sus armas sofisticadas creyendo una vez más que son superiores al hombre. De allí que en esta guerra acuda a bombardeos masivos,de la misma manera que lo hiciera en la Segunda guerra mundial, aunque esta vez se topa con un enemigo para el cual la supravida lo es todo y la muerte heroica una gracia recibida en tanto es el camino para ingresar al Cielo. El segundo procedimiento es la guerra psicológica a través de la propaganda modeladora. Del mismo modo que para explicarnos nuestro pretendido origen animal acuden a 'pruebas' que refutarían nuestra dimensión trascendente, las diferentes tesis montajistas elaboradas por la modernidad tienen por fin explicarnos también con 'pruebas' que del mismo modo que Dios no existe tampoco hay héroes capaces de destruirla, sino simples operadores o agentes de la única realidad existente. Pero tal como dijera el maestro Evola, así como los fósiles encontrados pueden servir para explicar el origen animal del hombre, también pueden hacerlo con su tesis contraria, es decir para explicarnos la decadencia y caída acontecida respecto de un origen divino y superior en relación al cual la modernidad es su secuela. De la misma manera todas las 'pruebas' que hoy se esgrimen y producen sirven también para mostrarnos la desesperación que les genera conocer la realidad que los atormenta tanto: que Dios existe pues hay héroes que lo testimonian.
Los hechos últimos son los siguientes. El mundo moderno se desespera para evitar la reconstitución de los imperios pero se encuentra en desventaja respecto de tal lucha en tanto que Dios a través de la figura de los héroes no está de su lado y Rusia y Norteamérica, en tanto fueron derrotados en Afganistán e Irak, tienen que acudir por igual solamente a bombardeos para sobrevivir. No encuentran a esta altura del partido a figuras serviles que hagan la guerra por ellos como en otros tiempos entusiasmándolas con la democracia, los derechos humanos o  la utopía comunista.

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