sábado, 7 de noviembre de 2015

GHIO: DECLARACIONES DE KAZANZEW

A PROPÓSITO DE LAS DECLARACIONES DEL SR. KAZANZEW


Nicolás Kazanzew es un notorio periodista quien se hiciera famoso tiempo atrás por la cobertura efectuada en la guerra de Malvinas y cuya importante y digna tarea se eclipsó luego con el advenimiento de la democracia. Sus contactos y manejos de la lengua rusa, siendo ciudadano argentino descendiente de tal etnía, convierten a su testimonio sobre el Sr. Putin en una pieza de sumo valor que debe ser tenida ampliamente en cuenta.
Sin embargo hay otro elemento de su conferencia que es de destacar aquí. En la misma el autor muestra su asombro respecto de que la exaltación del notorio bolchevique Putin sea efectuada por sectores nacionalistas güelfos, vinculados por lo tanto a la Iglesia católica en su sector más conservador. Tal hecho le hace recordar una circunstancia similar acontecida allá por la década del 70 del pasado siglo cuando varios elementos de tal sector respaldaron e impulsaron el Movimiento Montonero de notoria filiación marxista y castrista de estilo violento. Habría que agregar en los dos casos otras coincidencias y similitudes. Así como hoy la nueva deserción neobolchevique de la Iglesia lo tiene como a uno de sus principales mentores al padre Sáenz, acompañado a su vez de otras figuras del güelfismo, como el ex teniente coronel Alonso de la publicación Patria Argentina entre otros, en la deserción Montonera también fue notoria la presencia de un sacerdote de una de las iglesias más paquetas de Buenos Aires desde cuyo colegio se organizó incluso el rapto y posterior asesinato del general Aramburu que fuera el bautismo de fuego de tal organización. Me refiero expresamente al padre Carbone, asesor espiritual de la guerrilla marxista, entre otros curas presentes en tal movimiento guerrillero.
Le falta sin embargo al trabajo de Kazanzew recabar las consecuencias principales que surgen de tal constatación. Que no resulta casual la presencia de la Iglesia en todos los movimientos subversivos y modernos que se hayan gestado sea en el país como en el mundo entero. En la Argentina, con su presencia masiva en la Revolución de Mayo, en las subversiones en contra de Rosas, en su labor de impulso del marxismo y de su secuela natural el peronismo (avalado por la misma Iglesia a pesar de que fuera en su momento perseguida por tal régimen), en su labor derrotista en la guerra de Malvinas, en su consolidación de la democracia y de todos los gobiernos corruptos que hemos tenido y ahora con esta nueva perla consistente en apoyar a la figura de Putin en curiosa coincidencia con todas las ramas del peronismo, desde este mismo gobierno, notorio defensor de todas sus acciones en palabras directas de la presidente, pasando por su sector disidente, pues recordemos que el principal ideólogo de Putin, el también KGB Dugin, expusiera en su visita al país en el local de la CGT, la rama sindicalista del peronismo opositor, y acompañado por notorios exponentes del güelfismo vernáculo. Nunca habrá una revolución en serio hasta que no liberemos al catolicismo primero y al mundo luego de esta verdadera lacra que es la iglesia güelfa mucho peor que la masonería y el sionismo pues es el lobo disfrazado de cordero.

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