Ucrania: ¿La manzana de la discordia de la postmodernidad agonizante?
Es de la mayor importancia tratar de entender lo mejor posible los acontecimientos que iniciaron el pasado 24 de febrero con la invasión rusa a Ucrania desde una perspectiva menos “horizontal”, en especial porque, abordarlo desde la óptica política, económica o peor aun, geopolítica, sería perderse en un laberinto de subjetividades de todo tipo, según los intereses involucrados, sin mencionar que estamos en medio de una campaña demagógica noticiosa por todos lados, así como del campo de batalla dialéctico para esos necios de los “atlantistas” y los “euroasianístas”, tratando de hacer ver a un bando u otro como el bueno o el malo.
Situándonos primero en que estamos en la fase terminal de la Era del Hierro o Kali Yuga, en la cual la decrépita postmodernidad campea casi en solitario por todo el mundo y en todas las instancias, es decir, una visión del mundo y de la vida que solo la valora de manera materialista, hedonista y fugaz, ¿cómo puede entenderse este conflicto en Ucrania?
¿Es una simple competencia entre dos bloques de conveniencia relativamente definidos, Rusia-China vs EUA-UE por una oportunidad de influencia económica-política en una región límite entre ambos, o se trata de algo mas? ¿En verdad Putin es tan senil y oxidado -tal vez- que optó por arriesgar todo por la supuesta seguridad de Rusia vs. la “amenaza” expansionista de la OTAN? Y el mundo Occidental, ¿en serio vamos a creerle al país maestro en las mentiras, EUA y su apéndice, la UE, que les importa tanto Ucrania para enfrascase, al menos por ahora, en una total guerra económica contra Rusia, y que ya quieren ampliar a China? Están quemando casi todos los puentes, muy rápido. ¿Quieren matar a la gallina de los huevos de oro (los negocios globalizados para una élite que lo controla casi todo) por Ucrania? ¡Por favor!
Al parecer se trata de algo mas, pues en apenas un par de semanas, el reloj político económico del mundo retrocedió 40 años, a la época de R. Reagan en EUA (que calificaba a la URSS de “Imperio del Mal”. -El burro hablando de orejas entonces y ahora también-) y de los últimos Secretarios Generales del Partido Comunista, Yuri Andrópov y Konstantin Chernenko, es decir justo antes de la llegada de Mijail Gorbachov, y el deshielo de la Guerra Fría, lo que abrió paso a la Era del Paria.
Más allá de señalar el cinismo de los gobiernos involucrados, ruso, ucraniano y de EUA y la UE, estos dos últimos imponiendo sanciones como si tuvieran la mas mínima autoridad moral en nada, cuando sus países han hecho lo mismo que ahora Rusia, solo que mienten y manejan la propaganda mucho mejor. Y si no, por qué no dicen nada de lo que pasa en Yemen, o lo que hace Arabía Saudita, o lo que EUA hizo en Irak, o Afganistán, Somalia, Vietnam, Corea, Cuba, Nicaragua, o lo que hace Israel con Palestina o e Líbano, Irán, y un larguísimo etc., y lo mismo para Europa que hasta la fecha sigue explotando países y regiones de África, y desde luego Rusia no se queda atrás, o la taimada China, que arrasó con el Tíbet al inicio de los años 50’s, o actualmente con los uigures en el noroeste de ese país. Incluso el actual gobierno ucraniano y los que le precedieron al menos en lo que va del S. XXI tampoco están libres de culpa, actuaron por intereses particulares y torpemente, ¿en serio creen que a Occidente le importa un céntimo su futuro? Son solo un medio para un fin. Solo hay que referirnos a la historia, Rusia y los EUA nunca se enfrentan directamente, siempre encuentran a algún despistado al cual manipular para resolver en su terreno sus diferencias.
Lo peor de la postmodernidad lo estamos viendo en este conflicto, que está mostrando sus dos caras Rusia y la de EUA-UE, o deberíamos decir 3, para ver quién lleva la batuta en lo que queda del S. XXI, pues China se mantiene calculadoramente en un complicado equilibrio (que puede decidir aprovechar en cualquier momento), y es la síntesis de lo peor de los otros dos, un comunismo que funciona hacia adentro, y un capitalismo salvaje hacia afuera, que también explota a su gente y todo al que puede para beneficio de unos pocos.
Algo que puede parecer una motivación, al menos en parte, es que la muy valorada economía globalizada que lleva casi 15 años en crisis, y los últimos 2 se agravaron mucho mas por la pandemia. Si solo se tratara de “redefinir” cuestiones económicas, se podía recurrir a muchas otras alternativas para arreglarlo, vamos, ni siquiera el hecho de que las empresas armamentistas gringas están de plácemes con este conflicto, explica el asunto actual. Tampoco lo hace las diferencias o desavenencias entre el expansionismo de la OTAN y el argumento ruso de defender su “patio trasero”. Igual, se pudo haber llegado a un entendimiento sin este conflicto, no ahora, sino hace tiempo atrás.
La triste verdad es que muchos de los gobernantes del mundo, además de ser dignos representantes de lo peor de la postmodernidad, también están o muy cercanos a <<influencias>> de lo mas bajas y siniestras o forman parte integral de esas <<influencias>>, que poco o nada tienen que ver con cuestiones económicas, políticas o geográficas ordinarias, o con el ámbito estrictamente humano. Y al parecer esas influencias, están actuando de forma muy decidida para lograr sus objetivos, que no se limitan a las reducidas y vulgares aspiraciones postmodernas.
A diferencia de la Crisis de los Misiles de hace 60 años, donde los dos gobernantes involucrados pelearon en la 2da GM, y eran muy recientes en la memoria las bombas atómicas lanzadas en Japón, los líderes actuales (entre los baby boomers y los milenials) no tienen ninguna experiencia ni sensibilidad de este tipo, lo cual hace mas peligroso estar tensando tanto la cuerda por ambos lados.
Se trata de algo mucho mas serio y de mayor alcance, que poco o nada tiene que ver con economía o seguridad, y Ucrania, solo es el primer eslabón en una cadena de eventos que estarán desarrollándose en las próximas semanas y meses y que, dependiendo de quiénes y qué están buscando realmente, podría escalar este conflicto a niveles muy peligrosos, sin mencionar que posibles errores en este conflicto, podrían tener el mismo efecto.
Francisco Galarza
Marzo de 2022.
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