A PROPÓSITO DE LAS ELECCIONES EN LA ARGENTINA
No es un tema que nos preocupe mayormente pues no somos democráticos. Sin embargo ello no nos impide efectuar un análisis del evento desde otra perspectiva diferente de la habitual.
Está claro a todas luces que éste es un país en donde, de manera más evidente que en cualquier otro, el sionismo representa la fuerza metapolítica principal, con una influencia moral que ni siquiera poseía hasta hace poco la iglesia católica (salvo en estos momentos en que tenemos un papa argentino). Recordemos al respecto que mientras que Bergoglio era reprendido públicamente cuando insinuaba críticas al kirchnerismo, el sionismo en cambio, incluso hasta ahora mismo, puede retar hasta a la misma Cristina sin que ésta se atreva a contestarle.
Debido a esta impresionante influencia, el ballotage por lo tanto se resume en una interna entre las dos principales corrientes del sionismo. El Likud, que lo tiene al rabino Bergman, a Kovadloff y a otros por un lado y por el otro el Partido Laborista, con Spolzky, Kiciloff, Timmerman, etc. La diferencia entre ambos sectores es respecto de la manera como resolver el problema internacional y en última instancia la política interna de Israel. El dilema se resume así en lo siguiente: ¿Qué es lo que conviene hacer para que dicho Estado siga existiendo rodeado por todas partes de enemigos? La primera respuesta es que tratemos de dividirlos pues lo peor es tenerlos a todos en contra al mismo tiempo. Por eso se acuerda con Irán y se pone en la mira solamente al Isis y a Al Qaeda. El Likud ante este mismo problema piensa en cambio que si hacemos tal cosa estamos dando signos de debilidad y alentamos a nuestro enemigo a dar un paso más. Por ello no acepta la existencia de los dos Estados (el palestino y el judío) pues 'si les damos una manga pedirán luego la camisa'. De allí la gran pugna existente por el caso Amia, los acuerdos con Irán y la muerte del fiscal Nisman. Ante este problema esencial, la Iglesia de Bergoglio (el papa peronista) se ha volcado abiertamente del lado del kirchnerismo y tácitamente también lo hacen los laderos 'nacionalistas' güelfos que hoy se encuentran, de la misma manera que tal movimiento, en connubio con Irán y con Moscú. Todo lo demás es show mediático, promesas de ocasión que nunca se habrán de cumplir, en fin nada que interese mayormente. Cualquiera que gane será lo peor. Se reiterará el dicho de Irazusta de que el mal de la política argentina es que todo gobierno nuevo será peor que el anterior.
Está claro a todas luces que éste es un país en donde, de manera más evidente que en cualquier otro, el sionismo representa la fuerza metapolítica principal, con una influencia moral que ni siquiera poseía hasta hace poco la iglesia católica (salvo en estos momentos en que tenemos un papa argentino). Recordemos al respecto que mientras que Bergoglio era reprendido públicamente cuando insinuaba críticas al kirchnerismo, el sionismo en cambio, incluso hasta ahora mismo, puede retar hasta a la misma Cristina sin que ésta se atreva a contestarle.
Debido a esta impresionante influencia, el ballotage por lo tanto se resume en una interna entre las dos principales corrientes del sionismo. El Likud, que lo tiene al rabino Bergman, a Kovadloff y a otros por un lado y por el otro el Partido Laborista, con Spolzky, Kiciloff, Timmerman, etc. La diferencia entre ambos sectores es respecto de la manera como resolver el problema internacional y en última instancia la política interna de Israel. El dilema se resume así en lo siguiente: ¿Qué es lo que conviene hacer para que dicho Estado siga existiendo rodeado por todas partes de enemigos? La primera respuesta es que tratemos de dividirlos pues lo peor es tenerlos a todos en contra al mismo tiempo. Por eso se acuerda con Irán y se pone en la mira solamente al Isis y a Al Qaeda. El Likud ante este mismo problema piensa en cambio que si hacemos tal cosa estamos dando signos de debilidad y alentamos a nuestro enemigo a dar un paso más. Por ello no acepta la existencia de los dos Estados (el palestino y el judío) pues 'si les damos una manga pedirán luego la camisa'. De allí la gran pugna existente por el caso Amia, los acuerdos con Irán y la muerte del fiscal Nisman. Ante este problema esencial, la Iglesia de Bergoglio (el papa peronista) se ha volcado abiertamente del lado del kirchnerismo y tácitamente también lo hacen los laderos 'nacionalistas' güelfos que hoy se encuentran, de la misma manera que tal movimiento, en connubio con Irán y con Moscú. Todo lo demás es show mediático, promesas de ocasión que nunca se habrán de cumplir, en fin nada que interese mayormente. Cualquiera que gane será lo peor. Se reiterará el dicho de Irazusta de que el mal de la política argentina es que todo gobierno nuevo será peor que el anterior.
5 comentarios:
Sr. Ghio: disculpe si mi pregunta no corresponde exactamente al tema de esta entrada, pero tengo en mis manos el núm. 61 (diciembre 2001) de la revista Ciudad de los Césares (que tengo entendido es una publicación sería, más allá de que se compartan sus puntos de vista), la cual reproduce una entrevista a Osama Bin Laden que, afirman, fue soslayada por los medios de Occidente. Allí el líder de Al Qaeda niega toda relación con el atentado del 11S y dice que los culpables hay que buscarlos en el judaísmo, destacando el hecho de que él como musulmán tiene la mentira como falta grave y jamás propiciaría la muerte de inocentes del pueblo norteamericano.
Si la entrevista es verdadera (y todo indicaría que lo es), ¿no sería una confirmación de lo que por lo que vi ud. llama "teoría montajista"?.
Agustinus
Sabía de esa entrevista pero tenga en cuenta que la misma fue efectuada entes de la invasión a Afganistán y en ese momento Bin Laden no quería darle argumentos a Bush para invadir tal país. Una vez que eso aconteció dejó de utilizar tal argumento y procedió a reconocer la autoría del hecho.
¿Pero esa negativa primera no sería un reconocimiento implìcito de que, como dicen algunos, hizo el papel de "tonto ùtil" dando a los norteamericanos el "Perl Harbour" que necesitaban para invadir Irak?.
La negativa sólo tenía que ver con no darles argumentos a los norteamericanos para invadir afganistán, pero una vez que eso sucedió no había razón alguna para negarlo.
Esa entrevista fue inventada por la inteligencia pakistani para frenar la admiración en el mundo musulmán hacia Bin Laden, existen muchas declaraciones en Video y escritas del mismo Bin Laden donde se adjudica tal atentado, solo es que las busque.
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