domingo, 31 de julio de 2011

A PROPÓSITO DE LA MASACRE DE NORUEGA

(De pluma ajena)
La pesadilla es vuestra
-Pietrangelo Buttafuoco- 26 de Julio de 2011

En Il Foglio publicación italiana anticonformista

Poneos de acuerdo con vuestras pesadillas, queridos liberales de Occidente. Un masón admirador de Churchill que mata a ochenta y cuatro chicos en Noruega –y estamos hablando de un loco que habla la lengua de quien teme a Eurabia, afortunado eslogan de la llorada Oriana Fallaci –es cosa bien distinta de Osama bin Laden o de Rudolph Hess, dos a los que habéis borrado la tumba justo para hacer todavía más poderosos sus fantasmas, para mayor ganancia del parque de horror que gestionáis.


No vale acercar las fotografías del jeque armado con su kalashnikov a las del rubio biónico igualmente armado. Las dos imágenes no son especulares. Debéis poneros de acuerdo sobre con qué asustar y de qué asustaros porque cada fobia tiene su catálogo, no una misma fenomenología y si os habéis quedado sin el nazi-islam por la evidencia del reo confeso (qué ridícula de hecho todo esa repetición de mullahs de los periódicos liberales, específicamente de derechas, mientras las agencias emitían las noticias de la matanza que se estaba consumando) si entonces no tenéis al musulmán con el cual preparar la persecución, no podéis ahora salir del paso con el nazi-killer porque la sustancia es otra.


Sólo para empezar, ese, el noruego, sus trabajos de logia se los fabrica –o más bien, se los techa – con la Biblia en la mano que es vuestro libro, ¿no? E incluso ese guiño al white power no es la nación aria del Walhalla, no se trata de Thule ni del Carro de Krsna, sino de una variante del KKK, es decir, el racismo biológico de derivación protestante que es cosa cristianísima (incluida la cruz en llamas), óptimo para el folclore americano pero que no tiene nada que ver –en cuestión de filología y de historia –con todas las figurillas de las Legiones SS evocadas sin cuento porque, estas legiones habrán sido incluso el Mal Absoluto, pero eran tropas de asalto de un ejército transnacional compuesto por bosnios, indios, árabes, obviamente alemanes pero también turcomanos, tayikos, chinos, italianos, belgas, españoles, rusos, magiares, rumanos, mongoles, chechenos e incluso chamanes, una unidad de los cuales estaba compuesta por pieles rojas, con los cuales probablemente se habría creado el infierno sobre la tierra pero difícilmente una “nación blanca”.


Poneos de acuerdo entonces, especialmente vosotros, queridos liberales de derivación derechosa, para competir con vuestros exorcismos y resignaos a un hecho evidente: a fuerza de evocar los fundamentalismos, especialmente los inventados artificialmente, os nacen en casa fundamentalismos auténticos. Y con raíces ideológicas generadas por abortos monstruosos como es, antes de nada, la xenofobia. La xenofobia de los viñetistas del Profeta, la de quienes queman el Santo Corán, la de los miserables negocios electorales a los que siempre dais una palmadita afectuosa también vosotros, colegas periodistas de la opinión liberalcapitalista, por el servicial encargo que os hacen quienes luego se convierten en diputados, ministros y administradores del resplandeciente occidente: el de tener lejos a los sarracenos con vuestras fiestas del odio. Era de manual el editorial de Magdi Allam en el Giornale. Explicaba que la culpa de la masacre acaecida tenía que buscarse en la extrema liberalidad de Noruega, demasiado tolerante con los musulmanes y, por tanto, terreno de cultivo de los inquietos incapaces de sostener tanta multietnicidad. ¡Cuando se habla del Abad Vella! (cfr. “Il Consiglio d’Egitto”, Leonardo Sciascia).


Y mientras os ponéis de acuerdo con vuestras propias pesadillas, sin embargo, una cosa: no os equivoquéis hablando, nos soltéis ligerezas como la de colorear la biografía de este loco armado con Odín, con las divinidades nórdicas en general, con el panteón sacrísimo de hielo y luz, porque, precisamente –unicuique suum –Anders Behing Breivik, de hecho, por su parte, había escogido para sí la Biblia. Aquí no se quiere hacer la raposería de pagar con la misma moneda pero que no se venga hablando de citas equivocadas del killer sólo porque no os encaja la pesadilla con el fantasma. Por lo que a nosotros respecta, aquí se trata de poner un freno en nombre de y por la Tradición: el caso de Odín y de las runas no puede por tanto ser considerado como el escroto, casi una cubierta útil para tapar el mal allí donde faltan los utilísimos musulmanes a quienes adjudicar un exterminio. La Tradición, en definitiva, no se plantea nunca el bíblico problema de enderezar la madera torcida de la humanidad. Eso es asunto vuestro. La Tradición, precisamente, no es bíblica y sobre todo no admira a Churchill. Más bien contempla el Sol. Y el Carro de Krsna.

1 comentario:

edipaz dijo...

Es muy vigorizante leer un articulo como este, porque afirma que la Tradición aún subsiste,está viva y susbsistirá Viva y permanecerá aún después de que el último grito destemplado del Yuga actual sea dado con la convicción de su falsa victória.