martes, 18 de agosto de 2020

LA MUERTE DE UN JUEZ SERVIL

LA MUERTE DE UN JUEZ SERVIL





En Argielandia se lo recordará como el juez que lo puso preso a Menem, luego de que, previamente a ello, fuese imputado por corrupto e integrante de la famosa 'servilleta' por el ministro Cavallo en testimonio de su carácter venal y servil. Pero para la Argentina profunda y verdadera se lo recordará como aquel juez que procesó al director del El Fortín por denuncia del embajador de Israel en ocasión de que se quería dar con los ideólogos locales del atentado a la AMIA. Los peritos sionistas nombrados ad hoc para 'investigar' la comisión del delito discriminatorio no pudieron hallar absolutamente nada en sus minuciosas lecturas de la publicación, salvo su objeción a que se hubiese reclamado por la extradición de Priebke, un soldado alemán que cumplió con el deber de defender a su patria durante una guerra. Se comparaba en ese entonces la hipérbole de que bajo el régimen colonial menemista no se hubiese efectuado una acción similar con la entonces viva princesa Diana en visita a la Argentina en representación de un país que había cometido un genocidio mayor a nuestro respecto masacrando a más de 400 compatriotas de un crucero que navegaba fuera de la zona de exclusión en la guerra de Malvinas. Se alegó entonces que si bien manifestar tal cosa no podía significar un acto discriminatorio, es decir violatorio de una ley, sí en cambio era un severo prejuicio comparar la muerte de algunos judíos con la de algunos argentinos. El procesamiento respecto de un delito no tipificado en nuestro código penal, dictado por el hoy fallecido juez Urso, no prosperó pero no por tal motivo, sino por exceder el período de prescripción. De este modo el aludido pudo así cumplir la función para la que había sido elegido con el consentimiento explícito de aquella colectividad que nos gobernaba. Gracias al mismo en lo sucesivo un incondicional enemigo de tal ideología siniestra pudo ser imputado con impunidad por un periodista que lo acusó de que con su prédica estimulaba la violación de tumbas hebreas y más tarde con argumentos similares se intentó impedír su ingreso al Perú ya que habría sido absuelto por un mero tecnicismo jurídico.
Celebramos que en plena pandemia se haya ido al otro mundo este juez servil y que Dios lo perdone por los graves pecados cometidos.

Después del Covid-19, ¿nueva edad de progreso postmoderna?, Por Francisco Galarza

Después del Covid-19, ¿nueva edad de progreso postmoderna?


Covid-19, virus y coronavirus: nuestra dura y difícil relación con ...

Nos ha llamado significativamente la atención que en las últimas semanas, historiadores, sociólogos, intelectuales, desde luego políticos y economistas, de diferentes partes del mundo, en especial de los países mas desarrollados económicamente, hagan declaraciones y pronósticos sumamente positivos respecto al futuro después de la actual pandemia. Incluso, en los llamados “canales culturales” de televisión, ya se han transmitido programas con este enfoque optimista, y quisiéramos hacer algunas observaciones al respecto.

Sintetizando los diferentes argumentos expuestos por todos estos optimistas “eruditos” postmodernos, afirman que esta pandemia será algo así como el detonante de un nuevo Renacimiento, haciendo un paralelismo demasiado simplista y superficial entre lo que ocurrió en Europa en el Siglo XIV con la peste, y que en parte, aceleró o facilitó el surgimiento del Renacimiento, que es visto por el “oficialismo histórico” como el inicio decidido y grandioso de la Modernidad que nos acompaña hasta la actualidad.

Esta pandemia, dicen todos estos entusiastas defensores de la postmodernidad, está permitiendo que se hagan o se logren, mayores avances en la ciencia y la tecnología, desde luego empezando con vacunas que protejan ante cualquier virus similar, trabajar mas eficientemente desde casa, mejores comunicaciones, sistemas de seguridad ambiental en los transportes, especialmente aviones, etc. En pocas palabras, la pandemia es vista como la causa eficiente para que la postmodernidad sea motivada a alcanzar nuevos niveles de progreso, eficiencia, riqueza, generando una renovación integral de todo nuestro mundo contemporáneo.

Hay un viejo refrán que dice que no hay mas ciego que el que no quiere ver. Y se aplica perfecto a este enfoque optimista sobre lo que serán las consecuencias después de la pandemia. Y que por cierto, ni ha terminado, ni hay vacuna alguna probada debidamente a esta fecha.

Primero que nada, habría que señalar que como siempre ocurre la visión de lo Moderno, es exactamente opuesta a la visión de la Tradición. En este caso específico, el Mundo Actual quiere ver, con su muy reducido y superficial entendimiento de las cosas, que después de todo, esto no es mas que un inconveniente en el camino, y que será superado ampliamente, y después todo seguirá mejor. La visión Tradicional es justo lo opuesto, la pandemia no es un pequeño inconveniente en el camino, es una clara señal, mundial, de la total falta de viabilidad de esta anomalía que ha llegado a extremos absurdos y peligrosos, es un llamado de atención a cambiar de paradigmas de inmediato. La Guerra de Civilizaciones era el anterior llamado a cambiar, y continua, pero tampoco la postmodernidad ha hecho caso, solo ha combatido tratando de eliminarla.

Segundo. Casi no hay ninguna relación,mas allá de la biológica, entre las generaciones del S. XIV y las del S. XXI como para poder afirmar alegremente que hay un paralelismo equivalente entre el fin de la Edad Media Europea (la última etapa tradicional en Occidente) y el Renacimiento, que desde luego no fue un avance ni cultural, ni religioso, ni nada, fue todo lo opuesto, el rompimiento definitivo con las formas tradicionales y el surgimiento de eso que tanto valora, y por lo que tanto se identifica con ese momento el hombre postmoderno, el surgimiento del Individuo, cada vez mas atomizado y masificado, deslizándose desde lo que quedaba de una civilización orgánica a una mecánica, de una civilización jerarquizada y orientada a lo trascendentea una horizontalizada y que cada vez se hunde mas en las profundidades de lo infrahumano.

Lo mas grave del asunto es que, era, como señalamos en alguna ocasión anterior, previsible esta reacción, pues viviendo en un mundo de masas humanas que no conocen otra cosa y no saben hacer otra cosa, que vivir una vida de consumo horizontal de 360°, solo quieran regresar a lo mismo, pero ahora “vacunados” para no volver a sufrir algo tan “terrible” como un confinamiento.

Como se ha señalado muchas veces en la Agencia Kali Yuga, en artículos y programas, esta pandemia y la cuarentena son una oportunidad, una oportunidad amable que tenemos, para ver al interior de cada uno, reflexionar y descubrir que lo importante de la vida no está afuera, sino en nuestro interior, para fortalecer el alma y reconectarnos con lo Divino. El ser humano es una creación extraordinaria de Dios, que no requiere mucho para su vida exterior, y no importa cuánto se afane, nunca nada de lo que logre de posesiones, riquezas y placeres en el exterior saciarán su apetito Real, que es por lo Absoluto y lo Infinito (la Verdad y el Bien), La Divinidad, que solo puede encontrar en su interior. Desde luego no decimos que sea fácil, en especial en el mundo como está, pero debe hacerse el esfuerzo, para eso estamos aquí, para eso es la vida, para alcanzar la Supra-vida, y no para caer por debajo de lo humano. En términos musulmanes se trata de la Gran Yihad, la lucha con uno mismo, que es la mas difícil de todas, vencer el ego y todas sus tendencias centrífugas que lo alejan de la Verdad y el Bien.

Si la humanidad no hace caso, quizás el siguiente “llamado de atención” no sea tan amable.



Francisco Galarza

Agosto 17, de 2020

martes, 11 de agosto de 2020

FORNICAR EN LUGAR DE REINAR


FORNICAR EN LUGAR DE REINAR









Inglaterra, a diferencia de España, con la que disfruta por igual de ese verdadero fraude llamado 'monarquía' constitucional, tuvo por mucho tiempo las cosas en claro: el rey y su familia eran algo así como una telenovela morbosa para consumo de la chusma a fin de que, con tal constante exhibición, tuviera presente siempre que su patología e imperfección representaba en cambio un estado de normalidad y salud para lo cual el que estaba en la cima multiplicaba hasta la hipérbole los vicios del 'soberano'. Así pues eran comidilla de la prensa común escándalos tales como los de la princesa Diana, de Camila, del amante árabe, todo lo cual inspiró incluso una importante serie televisiva. España en cambio había mantenido por mucho tiempo en silencio y discreción tal morbosa costumbre ya que la prensa, o por recato o presión, no solía ocuparse de tales cosas, hasta que años atrás, tras haberse quebrado la cadera cazando un elefante a pesar de calificarse de ecologista, saltó el escándalo del soberano con la amante alemana. Sucesivas investigaciones mostraron también que le había 'regalado' la módica suma de 65 millones de euros así como que se trataba de un notorio traficante de divisas, todo ello disfrutando del peculio que le entregaba el pueblo español. Ha quedado en claro al respecto que su apoyo fervoroso a la democracia efectuado en 1981 para coartar un golpe de estado en contra de este sistema perverso, se hizo a cambio de una libertad esencial para su persona consistente en poder fornicar a su antojo y a lo loco. Investigaciones sucesivas manifiestan que en sus años de actuación pública tuvo cerca de 5000 amantes, es decir un promedio de más 100 por año, indudablemente una personalidad enfermiza, solidaria y sustentada por un Estado también enfermo. Que esta excrescencia haya ocupado el lugar de Isabel y Fernando o Carlos V es una vergüenza a reparar.

jueves, 6 de agosto de 2020

MASA Y CUARENTENA (A PROPÓSITO DE UNA RECIENTE OBRA DEL FILÓSOFO HENRI-LEVY)

MASA Y CUARENTENA (A PROPÓSITO DE UNA RECIENTE OBRA DEL FILÓSOFO HENRI-LEVY)






También el filósofo sionista se manifiesta en contra de la cuarentena, del mismo modo que nuestros protestarios alternativos de pseudo derecha o como se los quiera llamar. Sus argumentos son diferentes. Sensatamente no incurre en calenturientas teorías conspirativas de Soros, Gates y los chinos, sino que piensa y con razón que el incremento de la cuarentena atenta contra la democracia pues conspira contra la naturaleza social del hombre al constituir una verdadera y propia generación de ermitaños y por lo tanto de nuevos filósofos y escritores propios de un mundo diferente en el cual, en vez de exaltarse los procesos masificadores producidos por la ciencia y la técnica moderna, se ponga el acento en cambio en el despliegue del hombre hacia la interioridad del Yo en el cual mora el Espíritu Santo.
Se abre pues un debate interesante. Estábamos cansados de tener que discutir idioteces, y obviedades. Lo peor que puede suceder es no tener el contradictor adecuado.
II

En el día de ayer comentamos una nota aparecida en el diario El País en la cual Bernard Henri Levy arremete, en un libro reciente, en contra de aquellos que como nosotros estamos a favor de la cuarentena concebida como el modo por el cual el hombre de la tradición, en un mundo en ruinas, encuentra un vehículo adecuado para cabalgar el tigre. El aludido tiene la ventaja de ser un pensador que habla con claridad y contundencia en sus afirmaciones disociándose en esto del estilo confuso y farragoso de otros de su misma postura, como el surcoreano germánico o el hebreo italiano, que dicen en cambio muy poco al respecto. Se preocupa sobremanera porque una medida tal en sus diferentes grados de aplicación atente contra la tradición de Occidente que él equipara a la modernidad, por la cual el hombre que concibiera Aristóteles como animal político quedaría reducido a aquello que el positivismo redujera a la mera condición de sociabilidad por la que el conglomerado humano se convertiría en un verdadero y propio hormiguero de sujetos promíscuos o en la figura del hombre masa que nos pintara genialmente Ortega y Gasset. Por lo cual ante el peligro de que tal cosa pueda dejar de ser por la existencia de una cuarentena prolongada, propone que la misma sea vivida de manera asqueante como una cosa que se padece por necesidad y en contra de la propia voluntad y a fin de abandonarla lo más pronto posible. Nosotros al respecto opinamos exactamente al revés. La cuarentena no sólo es necesaria para contrastar contra el virus covid, sino también y principalmente para hacerlo en contra de ese virus esencial que es el mundo moderno defendido por tal pensador. La cuarentena disocia al hombre del hormiguero humano y permite establecer una jerarquía entre personas capaces de bastarse por sí mismas y no necesitadas de contactos y relaciones sociales con la mera masa promíscua que rechaza y elude con espanto el mundo del espíritu. Antes de la anomalía moderna en una sociedad humana (el politicón de Aristóteles) la élite vivía en permanente cuarentena en tanto la cualidad de gobernar estribaba en la autosuficiencia y en la capacidad casi absoluta de prescindir de los demás. No casualmente el emperador vivía segregado y en una ciudad oculta. Mientras que la materia es dependencia respecto de otro, espíritu es tener en sí mismo el propio principio. Y la humanidad es un todo jerárquico en donde las personas se diferencian por el grado de libertad que posean en tanto capacidad de gobernarse a sí mismos sin depender de los demás. En tal entidad política el que más podía prescindir de otros, el que era capaz de vivir por lo tanto en permanente cuarentena, era el que debía gobernar y tal circunstancia era no sólo reconocida sino exigida casi como una necesidad por los seres carentes y más vinculados con la materia. En el mundo del revés vivir aislado y en concentración en sí mismo es eludido y combatido con pavor, tal como vemos en el caso del aludido 'filósofo' al cual reconocemos el mérito de reconocerlo.


https://elpais.com/revista-de-verano/2020-08-03/bernard-henri-levy-las-medidas-excepcionales-por-el-coronavirus-son-peligrosas.html?fbclid=IwAR0VDZyodZbEUMIBjgBuE7GVANIA2pw4jq9kpLuLXp_7RZIQ21Emp4Pa0G8

sábado, 1 de agosto de 2020

CUARENTENA Y TRADICIÓN

CUARENTENA Y TRADICIÓN

PROVERBIO CHINO "El que cabalga en un tigre, no puede bajarse de ...

Quizás donde mejor pueda percibirse el caos en que hoy vive el mundo moderno en sus fases terminales lo sea al analizarse el fenómeno de la cuarentena. A tal respeco hay una serie de equívocos producidos por la propaganda del sistema consistentes en hacernos creer que la misma es querida por éste como una forma de controlarnos o de obtener otros fines similares. Esto es una mentira total. Primeramente porque el sistema ya controla adecuadamente al hombre moderno (no ha existido en la historia una humanidad menos libre y más contralada que ésta) y aun a muchos que se autocalifican como tradicionales y en realidad no lo son. Segundo porque la misma desde el punto de vista que se la mire resulta inconveniente para todos, gobernantes y hombres modernos comunes. Curiosamente están en contra de ella y se sublevan tanto católicos integristas que reclaman por recibir la comunión en la boca como jóvenes rockeados que hacen fiestas para contagiarse. De acuerdo al concepto vertido por Evola en exclusividad y que lo distingue del resto de los pretendidos tradicionalismos, el procedimiento a aplicar en los tiempos terminales del kaliyuga es el de cabalgar el tigre consistente en convertir el veneno en remedio. En este caso la cuarentena tan denostada puede ser usada como medio de desmasificación, de autoaislamiento de desintoxicación respecto de todos los trivios de la modernidad obteniendo así efectos diferentes de los formulados por quienes la han promovido. Esto sea dicho teniendo en cuenta que no necesariamente conlleva a que todos los que acudan al mismo arriben forzosamente a una conversión en la perspectiva tradicional.