lunes, 16 de junio de 2014

RAMÍREZ: EL CAMPEONATO MUNDIAL DE FÚTBOL: CIRCO MODERNO

EL  CAMPEONATO  MUNDIAL  DE FÚTBOL:  CIRCO  MODERNO

    

   Con el correr de los días ha ido aumentando el ruido y la baraúnda en torno al campeonato mundial de fútbol que se celebrará en Brasil a partir del 12 de junio. Frente a este hecho no hay nada mejor que desde el punto de vista de la Tradición analizar su significado. Julios Evola en su magna obra “Rebelión contra el mundo moderno” en el capítulo XVIII, primera parte, titulado “Juegos y victoria”, analiza el significado de las justas deportivas en las sociedades tradicionales, y nos dice: “En la antigüedad clásica los juegos tuvieron en parte un carácter sagrado, de modo tal de hacer de ellos expresiones de la Tradición de la acción.”
     A continuación se refiere a los juegos en las antiguas Roma y Grecia señalando que se realizaban en honor de los dioses, con intervención sacerdotal y también en los funerales de un héroe como lo podemos leer en la Ilíada en ocasión de la muerte de Patroclo. Como detalle podemos agregar que las mujeres no podían concurrir a ellos dado el carácter exclusivamente viril de los juegos.
     En la cita que hemos hecho más arriba de Evola, éste se refiere a la “Tradición de la acción”. La Tradición tiene dos vías, la de la acción y la de la contemplación. La acción en sentido tradicional lo es sin esperar de ella ningún beneficio personal o material, sin búsqueda de beneficios, es la acción pura y trascendente. Y esa era la acción en los juegos de la antigüedad, un sucedáneo de la guerra santa.
     Vayamos ahora al mundo moderno y veamos en qué se ha transformado el deporte en la actualidad. Se nos presenta una actividad puramente comercial y financiera en la cual los deportistas son máquinas que buscan beneficios materiales a  través de una actividad corporal de fuerza, vigor, habilidad y velocidad, alentados o denostados por multitudes aullantes, con los comentarios de cronistas deportivos que son una calamidad dentro de la calamidad que es el periodismo. Y todo esto fomentado por los medios de comunicación a través de una propaganda persistente, abusiva y estridente, como si fuera lo más importante en el mundo, y como si se quisiera idiotizar a las masas, aún más de lo que están.
     En las sociedades tradicionales se reverenciaba al héroe, al santo, al mártir; en el mundo moderno se ofrecen al culto del populacho a unos ignorantes que lo único que saben es correr atrás de una pelota y que reciben por ello suculentos ingresos, compartidos por cierto con dirigentes y financistas de oscuro proceder.
     Entretanto los gobiernos hacen de ello una vacua retórica nacionalista esperando obtener de ello un prestigio, incapaces de lograrlo en otros aspectos.
     Nos encontramos frente a una alienación colectiva de nivel mundial, un notable signo de los tiempos como diría René Guénon.
     Y todo esto se hace a la vista y paciencia de toda opinión pública y como si fuera lo más normal y agravado por el hecho que lo de Brasil no es solamente un encuentro deportivo sino también resultará un centro para la drogadicción, la prostitución, la homosexualidad,  el juego y la delincuencia.
     La sociedad moderna ha perdido ya toda capacidad de reacción y vuelven los tiempos de Sodoma y Babilonia, esta vez amplificados.

San Carlos de Bariloche, 10 de junio del 2014.

JULIÁN  RAMÍREZ
    




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