sábado, 24 de marzo de 2018

EL OCASO DEL NACIONALISMO

EL OCASO DEL NACIONALISMO



Suponer que el nacionalismo pueda ser una alternativa para algo es vivir en el reino de la caperucita roja. El nacionalismo tuvo algún sentido en el siglo XIX y parte del XX cuando una ideología foránea, el liberalismo, con sus diferentes secuelas posteriores socialistas y marxistas, quiso modificar nuestra idiosincrasia heredada con la colonización española haciéndonos participar en cambio de los ideales oprobiosos emanados de la revolución francesa. A tal respecto los liberales de otrora intentaron hacerlo a través del procedimiento del despotismo ilustrado, es decir utilizando el instrumento del Estado para transformar a la nación. Desde tal perspectiva resultaba sumamente justo y oportuno sostener la soberanía nacional en contra de la del Estado usurpado por una pandilla de ideólogos contrarios a nuestra tradición. Pero las cosas fueron cambiando con sucesivas acciones demoledoras que el liberalismo, ayudado por agentes extranjeros, fue efectuando con el tiempo a nuestra nación modificando en diferentes golpes de mano nuestra idiosincrasia por lo cual hoy la nación argentina ha dejado de ser un ente con algún viso de tradición para convertirse en cambio en un organismo abiertamente liberal y democrático, en especial con el movimiento acelarativo acontecido a partir de 1983 cuando, tras la victoria británica, la democracia pasó de ser una mera forma de gobierno para convertirse en forma de vida. Ante esta situación de hecho con un pueblo en donde la democracia lo ha penetrado absolutamente todo, desde la escuela hasta la familia y las demás instituciones, lo que debe aplicarse ahora es el mismo procedimiento que usaron antes los liberales cuando, estando en minoría, se lanzaron a la conquista del Estado para desde allí modificar a la nación. No tenemos pues nada que reivindicar actualmente de la nación argentina pues no hay nada en ella que rescatar de su presente. Lo que en cambio deben sustentarse son principios tradicionales y jerárquicos como alternativos a los que existen en la actualidad.

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