NAZISMO Y NACIONAL SOCIALISMO

NAZISMO Y NACIONAL SOCIALISMO

Hace poco fuimos invitados a participar de un grupo de facebook, titulado La Nueva Derecha pero del que nos hemos tenido que ir debido a que fuera invadido por una avalancha de personas (aunque afortunadamente muy pocas) que se reivindicaban nacional socialistas y que nos criticaban con palabras no muy amistosos entre otras cosas por el uso que hacíamos del término nazi para referirnos a ellos. Yo quiero aprovechar aquí la circunstancia para explicar primeramente la diferencia entre los dos términos y por qué considero que es correcto referirse a determinadas personas como nazis. El nacional socialismo es una doctrina política como cualquier otra con la cual se puede concordar o no y que tiene diferentes puntos que lo emparentan sea con el socialismo como con el nacionalismo así como también con el pensamiento tradicional, aunque no pueda ser encuadrada propiamente como tal. El nazismo es en cambio más que una ideología política, una forma religiosa que uno de sus cultores hoy fallecidos identificó acertadamente con el hitlerismo. Como toda religión el culto a Hitler, en este caso el antes aludido nazismo, otorga a las personas que lo practican una serie de consuelos. Así como para algunas el paraíso en el cielo puede ser reputado como un alivio ante el infierno padecido en esta tierra, el hitlerismo representa en este caso la explicación política respecto de los sucesivos fracasos que se han tenido y del hecho de ser convertidos en una eterna minoría segregada por el resto de la sociedad. Acotemos además que el culto a Hitler, como toda religión, tiene también su correlato contrario en una figura maléfica encargada de obstaculizar sus fines, y así como en una religión trascendente la misma está representada por el demonio, un ángel caído que asedia el accionar del buen cristiano; en este caso tal tarea es llevada a cabo por el Judío, el cual suele no sólo tener un éxito notorio similar al del Belzebú de aquella religión, sino que también es el encargado de brindar explicaciones respecto de los fracasos padecidos así como de por qué es conveniente no hacer nada y solamente despotricar ante hechos que a uno lo superan. Así pues en tanto poseedor de poderes excepcionales el Judío no solamente habría ganado la guerra engañando a la humanidad entera sobre sus fines (menos a ellos por supuesto), sino que aun ahora lo seguiría haciendo manejando a su antojo a la totalidad del planeta, efectuandose autoatentados por lo que permite explicar también bajo la forma de un consuelo por qué es imposible que pueda existir alguien afuera de su contexto que los pueda perjudicar.
Yo lamento informarles a los cultores de tal religión que no solamente Hitler no fue un dios, sino que se trató de un político fracasado que no escuchó los consejos que años antes brindaba Nietzsche a los antisemitas de su tiempo de que no había que convertir en víctima al judío pues de este modo se lo favorecía consolidando así la posibilidad de que por reacción pudiese constituir un Estado propio. Es decir que lo que el judío no logró en dos mil años, gracias a Hitler y a sus persecuciones infantiles, hoy es realidad. Teodoro Hertzl, el fundador del sionismo, entendió a Nietzsche mucho mejor que Hitler. En una famosa carta dirigida a un jefe antisemita de Alemania le enfatizaba en la necesidad de que continuaran persiguiéndolos. “Nosotros reconocemos ser antisociales debido a los 2000 años de diáspora y de gueto padecidos, pero si no existe alguien que como Uds nos aguijonea y recuerda el hecho de ser judíos, en dos generaciones vamos a terminar asimilándonos al mundo occidental, por eso es indispensable vuestra persecución para mantenernos vivos y despiertos”. Hitler cumplió a las mil maravillas con tal indicación. Recordemos además que tras fundar un régimen cuya existencia según él iba a ser de mil años sucumbió luego de apenas una década disolviéndose en forma abrupta con su muerte. Cosa que en cambio no ha acontecido con el fundamentalismo islámico, calificado como el nuevo fascismo de estos tiempos, el cual a pesar de haber visto caer a sus principales líderes sigue vivo y combatiendo en manera multiplicada. Al respecto la religión hitlerista, el nazismo por nosotros denunciado, envidia a tal movimiento y por lo tanto lo denuesta calificándolo de agente de los judíos, cosa que en cambio no lo serían sus explicaciones alternativas que indudablemente llenarían de pavor al sionismo.