miércoles, 25 de octubre de 2023

PUDIMOS SER PALESTINA, por Martín Centurión.

PUDIMOS SER PALESTINA





Demonizamos el espíritu de lucha Palestino evidenciando nuestra cobardía y abdicación en la batalla en pos de un confort dolarizado, un espíritu burgués cada vez más degenerado y corrompido, donde en cambio la hormiga islámica, último bastión teocrático, se bate heroicamente contra el elefante occidental, torpe y perezoso, con toda su artillería democrática.
Tras 13 siglos bajo un Imperium (Otomano), las grandes democracias, con su jactancia de Jueces del mundo, a través de la ONU, inspiradas por Theodor Herzl, decidieron que la idea metafísica de un Sion sea llevada al plano físico en las tierras palestinas. Esto fue efectuado tras la caída del Imperio Otomano (1 Guerra Mundial) en el gran marco de "la infatuación democrática" o "Balcanización" en el cual los grandes imperios fueron disueltos en múltiples republiquetas laicas y sin relevancia, en el cual se impuso la soberanía del pueblo (Democracias) por sobre la soberanía de Dios (Jerarquía Divina) . El tratado Sykes- Picot (decreto Balfour de 1917) fundamentó un colonialismo "maquillado de religión" con fines políticos, generando las primeras oleadas migratorias hacia Tierra Santa, sembrando la discordia.

Tras varias revueltas de resistencia, aplacadas por las fuerzas británicas, sin lograr amainar la animosidad palestina en mayo del '48 se materializa el Estado de Israel, desplazando finalmente gran parte de la población palestina (musulmanes, judía ortodoxa/sefardí y cristianos) en lo que se conoció como al-Nakba (Gran Catástrofe) en una segunda ola migratoria de sionistas askenazíes tras la "victimización" posterior a la 2da Guerra Mundial.

No nos dejemos confundir por esa perspectiva identitaria occidentalista, "heredera" de las cruzadas, pero sólo en el aspecto etnicista.

Palestina actualmente, con todos sus movimientos que reclaman soberanía, representa lo que nosotros los argentinos no somos: religiosos, fieles, ascetas. En una cruenta lucha de resistencia, donde se baten por un orden teocrático y jerárquico, contra el demonismo materialista de Occidente.

Nosotros, sin embargo, después de nuestra última oportunidad de lucha contra el principal representante del materialismo occidental, sólo nos abandonamos al hedonismo, a una persecución eudemónica superflua y laica cambiando nuestra fe milenaria por una fe democrática y progresista. Tras la abdicación en Malvinas el crisma heroico que pudo religar al hombre con lo superior se opacó, así nuestra soberanía fue cedida a la gran decadencia de los tiempos terminales. Nuestro apoyo está, como siempre, con la comunidad islámica, porque no nos dejamos convencer por la malversada "Guerra de Civilizaciones" nosotros creemos en la unidad trascendente de las religiones con lo cual se nos hace claro que el verdadero significado de la "Guerra de Civilizaciones" es entre Tradición y Modernidad, entre la soberanía recabada de lo superior y no de lo inferior.

¡Dios está con Palestina!



Martin Centurión

Bahía Blanca

21 de Octubre del 2023

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