viernes, 19 de junio de 2015

LA METAFÍSICA DEL SEXO


LA METAFÍSICA DEL SEXO




Una de las obras más importantes de Evola y muchas veces malentendida es Metafísica del sexo. Texto salido en la postguerra y -tal como explicara el autor en un reciente reportaje editado en internet- el mismo representa un tratado anti-Freud. En tal obra se intenta desarmar tanto la tesis convencional respecto del sexo según la cual el mismo se reduce simplemente a la vía que la naturaleza utilizaría para perpetuarse a través de la reproducción de la especie, como al pansexualismo introducido desde Freud para el cual el mismo se comprende simplemente en la búsqueda del placer y en tanto tiene que ver con la felicidad y la 'vida' que es reducida a un plano biológico, representa la energía primordial que debe ser desplegada en manera irrefrenable, tal como vivimos en nuestros días. Sin descartar ninguna de las dos cosas (el principio del placer y de la reproducción) a las cuales sin embargo no se asigna un sentido preferencial, el sexo en el pensador italiano tiene en cambio una dimensión metafísica, comprendiendo a tal disciplina no como una nebulosa existente en otro universo y respecto de la cual se trataría simplemente de efectuar una serie de disquisiciones, muchas de las cuales realizadas para ponernos en evidencia respecto del resto, se trata en cambio de un sentido trascendente y superior dado a nuestra misma vida cotidiana. En tanto la naturaleza no es una cosa en sí misma sino que es el símbolo de una realidad superior, el hecho de tener un sexo físico determinado no representa en este caso una mera circunstancia azarosa, sino que es una vía para alcanzar un fin trascendente y elegida de acuerdo a nuestra misma manera de ser. Las dos vías posibles son la potencia y el acto, la materia y la forma, lo activo y lo pasivo, simbolizados ambos en las formas físicas del hombre y la mujer, entidades que se solicitan recíprocamente y expresan en los dos casos un sentimiento de carencia que debe ser plenificado a través de la sexualidad comprendida como un camino. En tal caso el sexo tendría que ver con la búsqueda de la restauración del hombre primordial antes de la caída que era andrógino, en tanto poseedor de los dos sexos y por lo tanto no carente de un contrario, aunque desde una óptica tradicional se trataría de uno de los tantos caminos aunque no excluyentes pues también es lícito el de aquel que por vía ascética renuncia totalmente a la sexualidad por reputarla como innecesaria.

3 comentarios:

Antitacta dijo...

Saludos,
¿Cuál es la dirección donde se puede ver el artículo que se menciona al inicio de la nota?
Gracias de antemano.

centro evoliano de américa dijo...

https://www.youtube.com/watch?v=1Vq1p71KO30&feature=youtu.be
Acá tiene la dirección web del reportaje a Evola.

Antitacta dijo...

Excelente, gracias.