martes, 28 de octubre de 2014

RAMÍREZ: LA CULTURA COMO OPIO DE LOS PUEBLOS

     LA  CULTURA  COMO  OPIO  DE  LOS  PUEBLOS



     El marxismo definió a la religión como el opio de los pueblos. Algunos, y con razón, afirmaron que el opio de los pueblos es la economía. Nosotros agregaremos que la cultura moderna en su conjunto es el veneno que en dosis creciente destruye paulatinamente lo poco que queda de superior en el hombre.
     Entendemos por cultura el conjunto de ideas, artes, técnicas, costumbres y pautas de comportamiento propias de un pueblo, de una sociedad o de una civilización. La moderna ha ido desarrollando su propia forma de ser a partir de la pérdida de todo valor metafísico y religioso y de una incesante lucha contra el espíritu tradicional.
     No se puede enfrentar con éxito a la modernidad sin plantear una dura lucha contra el conjunto de la cultura moderna.
     Por todo esto nos parece positiva la denominación que se ha impuesto el Boko Haram, movimiento islámico fundamentalista que lucha en Nigeria y que en idioma hausa significa “la educación occidental es un pecado”  teniendo en cuenta que la educación es uno de los pilares de la cultura moderna y que en lo que al pecado se refiere se trata del occidente moderno y no de lo fue el occidente tradicional. El conocido por el Boko Haram fue el brutal imperialismo inglés.
     El mundo moderno ha privilegiado la cultura economicista si es que a eso puede llamarse cultura. Así como ya no existen los gobiernos burgueses de los siglos XIX y XX sino gobiernes de parias así también la cultura se ha transformado en una cloaca de excrementos. Hace pocos días la legislatura de la ciudad de Buenos ha declarado como personalidad de la cultura nacional a un empresario televisivo que se caracteriza por sus espectáculos soeces, banales y sexistas. Demás está decir que sus espectáculos cuentan con una vasta y masiva audiencia.
     El discurso de la cultura economicista ocupa todos los espacios posibles en los medios de comunicación. Todos los gobiernos se ocupan de esa temática y las preocupaciones de los pueblos pasan por allí.
    Radio, cine, música, televisión, baile, prensa, telefonitos y teléfonos, educación, pansexualismo, y por sobre todo democracia.
     Lamentablemente muchas personas que compartirían estas ideas insisten en aferrarse a ciertos aspectos de la cultura moderna, como por ejemplo la democracia. Mejor harían en imitar al Boko Haram.

San Carlos de Bariloche, 21 de octubre del 2014.

JULIÁN  RAMÍREZ.  



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