miércoles, 5 de agosto de 2009

EL FORTÍN Nº 48 (JULIO-AGOSTO 2009)

EL FORTÍN
Publicación de pensamiento tradicional alternativo

Nº 48 (Julio-Agosto 2009)

LA CLAVA XIV (Columna de combate doctrinario)

1) ACABAR CON EVOLA
por Marcos Ghio


Cuando el premier israelí Ariel Sharon, en los inicios de este nuevo milenio, recibía en Jerusalén al post fascista italiano Gianfranco Fini, como paso imprescindible para apuntalar su ascendente carrera política a fin de que se convirtiese en el seguro sucesor de Berlusconi, con suma claridad y sin ningún subterfugio le dio a entender que, como colaboración principal hacia la causa moderna que ambos compartían, no era suficiente con endosar el kipá, tampoco lo era obtener que el nuevo fascismo europeo que él representaba declarara a Israel como el bastión de los valores de la raza blanca en el Oriente. Había que hacer algo mucho más importante, había que terminar con la herencia de Evola en el seno de tal movimiento. Esa figura tan molesta de la cual Israel venía ocupándose desde hace tanto tiempo. (SIGUE)

2) NO ES VERDAD QUE EL ISLAM NO SEA UNA CIVILIZACIÓN TRADICIONAL

por Mahdi Ibn Ullman Al Afghani

En ocasión de haberse publicado en otro medio una nota de un asiduo colaborador nuestro de carácter crítico respecto del Islam al que no se considera una concepción tradicional y se califica de ‘pasiva’, hemos querido que alguien, quien fuera comandante del movimiento Talibán en la guerra contra la ex Unión Soviética, formulara su réplica oportuna. Queremos también agregar que esta redacción comparte los puntos esenciales de esta nota. (SIGUE)

15 AÑOS DE PENSAMIENTO EVOLIANO

REFLEXIONES DESDE EL TAWANTINSUYO
EL DINERO ESTIERCOL DEL DEMONIO
por Massimo Fini
GARCÍA MORENO Y NOSOTROS
por Francisco Müller (Quito, Ecuador)

REPORTES DE LA AGENCIA KALI-YUGA
por Walter Preziosi

LAS GUERRAS QUE PIERDE EL MUNDO MODERNO

HEIDEGGER Y LOS CRÍMENES DE BUSH

TODOS CONTRA EL FUNDAMENTALISMO


DOCTRINARIA:

EVOLA Y EL JUDAÍSMO (Segunda parte)

por Eduard Alcántara (Barcelona, España)

LA ORDEN DE LA CORONA DE HIERRO

por Julius Evola


ACABAR CON EVOLA


Cuando el premier israelí Ariel Sharon, en los inicios de este nuevo milenio, recibía en Jerusalén al post fascista italiano Gianfranco Fini, como paso imprescindible para apuntalar su ascendente carrera política a fin de que se convirtiese en el seguro sucesor de Berlusconi, con suma claridad y sin ningún subterfugio le dio a entender que, como colaboración principal hacia la causa moderna que ambos compartían, no era suficiente con endosar el kipá, tampoco lo era obtener que el nuevo fascismo europeo que él representaba declarara a Israel como el bastión de los valores de la raza blanca en el Oriente. Había que hacer algo mucho más importante, había que terminar con la herencia de Evola en el seno de tal movimiento. Esa figura tan molesta de la cual Israel venía ocupándose desde hace tanto tiempo.
En 1998, es decir once años atrás y algunos antes de que Fini recibiera estas perentorias indicaciones por parte del líder hebreo, gracias al internet que estaba comenzando a imponerse como modalidad de debate, un grupo judío ortodoxo con sede en Buenos Aires aunque en un foro de la ciudad española de Valencia (1) y fanáticamente guénoniano, si bien perteneciente a lo que Evola calificara en vida como la 'escolástica' de tal sector, así argumentaba respecto de quienes objetábamos el dominio de Israel tomándolo al pensador italiano como nuestro principal mentor.
"Existen figuras 'voluntaristas' e 'historicistas' como Evola y su seguidor argentino Marcos Ghio quienes, incurriendo en un 'satanismo'(2), consideran que la historia posee una realidad de la que carece por completo, al igual que toda manifestación en su conjunto que es nada más que ilusión en tanto producto de un acto de apartamiento respecto de Dios...
Jehová, que creó el mundo, tuvo que hacer frente a la rebeldía de Adán que consistió en apartarse de la verdad y generar un universo de ilusiones y temporalidades por el cual el hombre pasa de su condición de 'Rey del mundo' para el que había sido generado a 'Polvo de la tierra'...
Es indispensable pues, para salir de tal situación que, en vez de revolcarse en el polvo de la historia y la temporalidad, tal como hacen los aludidos, se trate de 'retornar al Paraíso del que Adán fue expulsado'. En el mismo es Jehová y no el hombre el que gobierna; lo cual en el fondo no deja de ser una ilusión, tal como lo dice la Biblia, en la que, en tanto transmuta la naturaleza más íntima de Abram y Sarai convirtiéndolos en Abraham y Sarah, demuestra de tal manera la imprescindible mediación de una influencia supra-humana (la de Jehová)."
Y frente a los que 'satánicamente' nos oponíamos a tal 'mediación' ésta era la sabia respuesta de los ortodoxos guénonianos:
"Hasta que algo similar ocurra (es decir la aludida acción suprahumana) pretender que nuestra vieja época 'engendre' (es decir que la humanidad intente liberarse de Israel) es tan ridículo como suponer que una anciana pueda parir... La dignidad del viejo (es decir de todos nosotros) consiste en cambio en prepararse (más bien resignarse) para la muerte inevitable." Es decir que, a través de una verdadera falsificación y acomodamiento a los propios intereses de la obra de Guénon, el argumento del grupo judío ortodoxo resulta el siguiente. "No es verdad que Israel pretende gobernar el mundo, porque se trata todo de una ilusión como el tiempo mismo. Frente a la misma debemos mantenernos en un estado de pasividad, sin hacer nada ni protestar contra sus pretendidos atropellos pues ello sería satanismo, voluntarismo, historicismo, es decir querer revolcarse en un polvo de ilusiones".
Por último, y para hacer frente a nuestras 'preocupaciones morales' por querer evitar la aludida esclavitud, reputan oportuno recurrir al pensamiento de su filósofo Maimónides para el cual, siempre interpretando la Biblia, el bien y el mal son categorías que existen solamente cuando el hombre se aparta de Jehová. Antes de la rebeldía, en el Paraíso solamente se conocía el árbol de la Verdad, pero cuando Adán se aleja de Dios pasa a conocer solamente el 'árbol del bien y del mal', lo cual es el producto de una imperfección. Pues lo que el hombre deja de ver tras la caída es que todo lo que existe es en el fondo querido por Jehová y producto de su voluntad, aun los mismos desórdenes que son en el fondo necesarios en tanto forman parte del orden total. Él no comprende que, a pesar de su rebeldía, Dios, que es absoluto, sigue rigiendo el mundo haciéndolo incluso a través de esos desórdenes que hacen a su sabio gobierno de las cosas. Por ejemplo, protestar porque Israel masacra al pueblo palestino y decir que por ello mismo es malo, es el producto de 'la incapacidad de considerar las cosas desde un punto de vista más elevado', el del orden universal para el cual todo es querido por Jehová aun lo que se nos aparece como malo.
Pero no nos creamos que, a pesar de haber sucedido esto en 1998, el grupo haya dejado de actuar y se haya llamado a silencio; la máxima de acabar con Evola sigue más vigente que nunca. Tiempo atrás, siempre en Buenos Aires, y hasta con la colaboración de algún 'neofascista' del estilo de Fini, se ha comenzado a publicar una Revista de Estudios Tradicionales que no es otra cosa que una traducción de la que se editara en la ciudad de Turín, Italia, entre las décadas de 1960 y 1970. Esta revista resulta difícil de conseguir pues no se halla en librerías, aunque sí se la puede encontrar en la sede central de la Masonería argentina de la calle Cangallo (hoy Perón). La misma reproduce frecuentemente artículos que llevan la firma de un guénoniano masón y sufí que utiliza entre otros los pseudónimos de Giovanni Ponte y Pietro Nutrizio (3). El contenido de sus artículos es muy similar a los sustentados por el grupo judío ortodoxo antes aludido. De acuerdo a sus escritos, Evola se trataría de un mago negro, titánico, satanista, voluntarista y falsificador del concepto de tradición que según él solamente Guénon habría sustentado de manera correcta. Lo que sí es notorio en todos estos artículos es la profunda mala fe que campea en los mismos por la cual se le atribuyen a nuestro autor cosas que jamás dijo e intenciones que nunca ha tenido. Como las que aparecen en la nota firmada por Nutrizio, Guénon contra Evola, en donde se acusa a este último de querer utilizar a la figura del francés con finalidades políticas que en ningún momento sustentó en tanto que en la totalidad de sus obras ha manifestado expresamente la apolieia, es decir la prescindencia absoluta de participar en cualquier tipo de actividad partidista. Lo que sí es que en ningún caso, utilizando los argumentos antes mentados, el hecho de sostener tal prescindencia debe implicar el silencio y la renuncia a efectuar una tarea rectificatoria de los acontecimientos, tal como sugieren aquellos que, al querer acabar con Evola, como sostenía Sharon, desean tener las manos libres para seguir cometiendo sus tropelías por el mundo sin que haya personas que se le opongan.

(1) Esto se editaba en una página de internet titulada "Difusión Traditio" de Valencia y que dirigía un tal Paco Miñarro, en ese entonces guénoniano y masón, y que manifestara expresamente estar de acuerdo con lo dicho por sus pares judíos. Hoy ya no pensaría exactamente lo mismo en tanto que, posiblemente cansado por la espera de una 'mediación sobrehumana' que nunca habría llegado, habría decidido convertirse sin más al ateísmo. El n.º de nota que aquí citamos es el 64. Ignoramos si se puede todavía encontrar en internet.
(2) Siempre en consonancia con la postura judío-ortodoxa de calificar a Evola como satanista por no querer reconocer el dominio de Jehová en el universo, debe recordarse un calificativo similar emitido por la revista lefevrista Iesuscristus en 1997 simplemente porque el autor no quería que la Italia fascista se sometiese al influjo del Vaticano como ellos en cambio deserían que sucediese en todos los países.
(3) Julius Evola tuvo ocasión de rebatir al aludido grupo a raíz de un artículo malicioso y falsificador que, bajo la firma de Ponte, intentaba malinterpretar su fundamental obra sobre el buddhismo pâli, La doctrina del Despertar. Esta crítica fue luego refutada por otro escrito del mismo tenor, titulado Evola o el rinoceronte en el asfalto. Debido a que en ambos casos se utilizaba un pseudónimo esto hizo confundir a nuestro autor quien creyó que el aludido Ponte se trataba de un juez en actividad. (Véase J. Evola, René Guénon y la escolástica guénoniana, en El Arco y la Clava, Ed. Heracles, 1999, pg. 277).

Marcos Ghio



NO ES VERDAD QUE EL ISLAM NO SEA UNA CIVILIZACIÓN TRADICIONAL

Quiero manifestar en primer término que abrazo los principios de Guénon, Evola, así como de Schuon y Burckardt, hallándome enrolado con todos ellos en la corriente tradicional.
Como musulmán quiero manifestar que el Corán, nuestro libro sagrado, fue redactado por Allah y recibido por el Profeta Muhammad, actuando como vehículo de tal revelación el ángel Jibril; por lo tanto considero que el poder viene de Dios descendiendo hacia su elegido el profeta, no existiendo cuestionamiento respecto del mismo por parte de la masa.
En ocasión de la batalla de Foso, un hipócrita le preguntó al profeta si tal decisión era una Orden de Dios o un criterio propio, a lo que el Enviado le contestó que si fuera orden de Dios así se haría y si hay lugar para una consulta es que no habiéndola debe ser resuelta por los humanos.
Por lo tanto el Islam es antidemocrático y antirrepublicano; no avala el principio del gobierno de la cantidad, sino el de la calidad. Por el contrario valorar lo cuantitativo es característica del mundo moderno quien ensalza lo masivo por encima de lo selecto y para ello hay que remontarse al mundo griego, más que al árabe.
Precisamente fueron griegos y romanos quienes abusaron de este criterio político. A su vez el Conde de Gobineau apreció en el Islam su característica heroica y martirial y como bien se sabe no era un autor moderno ni liberal. Y en nuestro mundo los autores fundamentalistas, desde Ibn Taymiya en la Edad Media hasta los grandes gigantes del siglo veinte como Sayid Qotb, Jomeini o Mawsudi lo expresaron de la misma manera. Es una norma de la sociedad tradicional islámica que resulta indiscutible la prevalencia de los selectos sobre el vulgo y por eso no es casual que los únicos Estado actuales en que no se reivindica la democracia o la república sea en los musulmanes. En efecto Arabia Saudita, El Katar, los Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Oman, Brunei y Kuwait no conocen el sistema que en cambio rige en Europa ni lo han conocido jamás.
Dejo de lado la enumeración a aquellos que habiéndolo conocido lo han abandonado, como Sudán, Somalia y Afganistán. En ellos existe una autoridad política y militar y otra religiosa y jurídica. En cambio los que no lo han abandonado conciben que la segunda abarca también a la primera, tal como sucede en el gobierno Talibán. Tal régimen es análogo a las grandes civilizaciones tradicionales, como el Egipto faraónico, la India Tradicional, la China Imperial, los Reinos Africanos islámicos como Ghana y Malí, o los Americanos Inca, Mayas y Aztecas.
Afganistán ha sido el mejor modelo de civilización islámica. El Shura, máximo poder del Estado es el gobierno de una orden religioso militar, el más perfecto que puede existir en este plano. Ejerce su poder en nombre de Allah, no de los hombres, en pos de la Umma (un Estado que debe gobernar a todos los musulmanes, aunque circunstancialmente se limite a Afganistán y Pakistán). Hago notar que los musulmanes afganos han vencido a la ocupación Rusa y destruido a la Unión Soviética, luego a los hipócritas de la Coalición del Norte y por último lo están haciendo con los Estados Unidos, Inglaterra y otras treinta y ocho naciones, pues como se ve no es la pasividad ni el fatalismo lo que caracteriza al Islam religioso. Y además, pese a todas sus fallas, el nacionalismo laico en el mundo islámico se ha mostrado también heroico en Palestina y en Irak.
La actual crisis europea y norteamericana deriva de los intentos opresores del imperialismo anglosajón y la usura internacional. La caída del liberalismo como antes del marxismo es debida a los musulmanes que hemos derrotado a los imperios más poderosos del mundo.
Con respecto a las naciones de origen ario que sigue el Islam son aquellas en donde el ideal democrático y republicano ha tenido más fuerza. La India, Bangladesh, Pakistán, Irán, El Líbano y Palestina. No son las naciones de origen semítico las que tiene presidentes electos por el pueblo y el ballotage como Irán, o en parlamentos como en el caso de Pakistán, o primeros ministro en un aun más ridículo sistema parlamentario como en la India. De modo que los arios han cambiado mucho desde Ariamenbarejo o Arianbaiji, lo cual lamento, pues esta tendencia prevalece no casualmente en Estados Unidos y Europa que tiene precisamente el antedicho origen y tal régimen no ha sido impuesto por el Islam. Lo reitero: la democracia y la república son de origen griego y romano, estos conceptos no provienen de Arabia, África, Asia o América originaria, sino en cambio de los pueblos cuya reivindicación se realiza en el texto del Sr. Alcántara.
En cuanto a los valores nórdico solares fueron olvidados hace mucho tiempo, al menos desde la introducción del judaísmo y del cristianismo pues ambas doctrinas se han caracterizado por ser hostiles a tales valores. El Islam por el contrario se parece a la antigüedad nórdica, ¿en dónde sucede que el hombre se inmola por su fe del mismo modo de lo que sucediera con los antiguos germanos? Allí se combate en la Jihad para obtener la victoria o el paraíso. Yo encuentro más similitudes entre el paraíso islámico y el Walhala: el Trono de Allah y el Asgard y las Valkirias y nuestras Huries por lo que me atrevo a afirmar que si de solaridad hablamos existe más cercanía entre los años de la antigüedad occidental primigenia y el Islam que la aceptación más que pasiva de los europeos del Judaísmo bajo la forma exterior de un Cristianismo despojado de los valores sublimes de un Jesús objetivamente heroico y martirial.
Es de hacer notar también lo impropio del apelativo de mahometano que nos endilga Alcántara. Dicho vocablo es inapropiado y un signo de ignorancia muy característico del etnocentrismo occidental. Nuestra religión se llama Islam y los fieles somos musulmanes o islámicos, el profeta Muhammad es venerado como lo es el Mesías Jesús, mas no adorado pues esto se reserva solamente a Allah (Dios) y su palabra expuesta en el Corán.
Por ello en materia religiosa los musulmanes no reconocemos rey, sacerdote o autoridad alguna que pueda conducirnos hacia Dios, no hay quien pueda regirnos en la relación con éste, pues el Islam es libertad, estando el hombre incardinado a Dios, el libre albedrío a la Providencia. Por ello no existe en la Tierra poder capaz de sujetarnos cuando se viola la Tierra Sagrada del Islam o la Sharia, nuestra legislación religiosa y jurídica. Pese a la evidencia de maestros o doctores de la ley, su función es enseñar pero no mandar: tras la muerte del Profeta y hasta la llegada del Mahdi, nadie puede modificar la enseñanza o innovar en materia de fe. Recordemos además que cada musulmán se rige por su relación directa con Dios la que admite diferencias de grado. La de aquellos cuyos límites exigen el cumplimiento de aspectos exotéricos como única posibilidad y los que en cambio podemos entender el pensamiento esotérico y en consecuencia dialogar con Dios de otra manera tal cual lo enseñaron los profetas Jesús y Muhammad. Existen aquellos que solamente pueden escuchar parábolas y cumplir las formas, otros podemos, como los Apóstoles del Mesías y los Compañeros del Profeta, ocuparnos del fondo metafísico que une a las culturas y religiones tradicionales por la vía que unifica en la diversidad la adoración a Dios.
Es por tal razón que la ejecución del Sufí Al Hallaj que tanto lo horroriza al Sr. Alcántara, fue un hecho justo y correcto y se trató de una lúcida acción. ¿Cómo puede entenderse que un esoterista se dirija a las multitudes explicando a aquellos que no son capaces de comprender sembrándoles así confusión y mezclando democráticamente los roles entre las personas, confundiendo así a los simples? De acuerdo a una sociedad jerárquica como aquella en la que creemos, existen verdades que sólo los iniciados pueden vivir y pensar y que en cambio provocan daños en aquellos que no se encuentran dotados de condiciones para comprender la metafísica que une a las religiones en una dimensión esotérico.
Algo similar a lo de Al Hallaj se produjo en el territorio europeo. La Iglesia católica guardaba un interesante reservorio de pensamiento tradicional; Lutero, Calvino y otros lo llevaron hacia el vulgo introduciendo entre las masas la idea de que ellas son capaces de interpretar a Dios, al cosmos o al hombre, no existiendo así autoridades capaces de iluminar. El paso posterior fue dado luego por los liberales, marxistas, utilitaristas y materialistas que provocaron que el ideal tradicional se derrumbara. Si el Islam no sufrió tales deformaciones es porque supo preservar que tales deformaciones no sucedieran como el caso que tanto perturba al Sr. Alcántara, descansando así sus valores en una civilización tradicional, lo que hoy ha producido la reacción moderna representada por el fundamentalismo. Lamentablemente ha sido necesaria la conquista occidental para intentar llevarnos por el mismo camino, pero ha sido imposible por cuanto nuestra doctrina no admite la aceptación del mundo moderno y sus antivalores. Esto es lo que permite comprender por qué el Islam se salvó a sí mismo de este cáncer y aun puede ayudar a los fundamentalistas de otras religiones a hacer lo propio en sus sociedades,

Mahdi Ibn Ullman Al Afghani


15 AÑOS DE PENSAMIENTO EVOLIANO


1) Introducción al tema

Si bien el lanzamiento oficial del Centro de Estudios Evolianos se produce en el año 1997 en la ciudad de Buenos Aires, habría que hallar sus verdaderos inicios en 1994 cuando por primera vez en nuestra lengua se edita la obra fundamental de Julius Evola, Rebelión contra el mundo moderno.
Fue justamente la meta principal de este nuevo nucleamiento la de difundir en el vasto mundo de habla hispana el pensamiento tradicional alternativo del cual dicho autor había sido en el pasado siglo el más importante exponente junto al francés René Guénon. Por tal causa, a través del sello Ediciones Heracles, nos abocamos a traducir y publicar la totalidad de la obra de Julius Evola junto también con la de otros autores totalmente o casi desconocidos en nuestro medio, tales como Atilio Mordini, Michel Vâlsan, Emanuel Malinski, entre otros, así como algunos textos del mismo René Guénon que habían sido pasados por alto.
Hoy en día, al haber transcurrido los primeros 15 años de vida, es bueno realizar un resumen de nuestra labor. Tras haber llegado a traducir una treintena de obras de Julius Evola, a un promedio de 2 por año, la situación es ahora la siguiente. Gracias a esta labor, sumada a la de otras editoriales de habla hispana que lo hicieran con otros textos de dicho autor tales como La Tradición Hermética, Metafísica del Sexo, El misterio del Grial y El Yoga de la potencia, ha prácticamente quedado editada en nuestra lengua la casi totalidad de la obra del mismo o por lo menos todos los libros más importantes representando así nuestro contexto cultural aquel que, salvando el obvio caso de Italia, más obras de Julius Evola ha editado.


2) Nuestro pretendido 'nazismo'

Nos queda pues por hacer un análisis de las resonancias que ha tenido en nuestro medio dicha labor. El Centro de Estudios Evolianos tuvo como objetivo central una actividad estrictamente doctrinaria y de difusión de ideas en un medio lamentablemente dogmático, carente de cualquier tipo de espíritu crítico tanto en el espectro de lo que es la izquierda como en el de la pretendida derecha. Hoy en día rige el pensamiento único y totalitario por el cual ciertas consignas y principios son sustentados de manera categórica y absoluta no admitiendo ningún tipo de cuestionamiento y menos aun uno que fuera radical como el caso del sustentado por nuestro autor. Nadie por ejemplo hoy en día discute la validez de la Democracia, a la cual se ha instituido como 'el menos malo de los sistemas posibles' y en caso de hacérselo con alguna de sus manifestaciones más extremas, sin embargo se sigue defendiendo alguna forma de la misma, lo cual se lo ha visto por ejemplo en las distintas expresiones del nacionalismo güelfo que se basa para ello en las Encíclicas papales pre-conciliares, el cual resulta importante no tanto por su influencia y número, sino por haber fungido por tantos años como alternativa al sistema.
Ha sido por lo tanto una actitud coherente con el pensamiento único, en tanto nos ha percibido como su enemigo absoluto, la de habernos demonizado cada vez que ha habido ocasión de hacerlo. Desde habernos agraviado en diferentes libros editados con los epítetos más inverosímiles y groseros, hasta con haber intentado por medios que incluso ingresaron en la ilegalidad de impedir nuestro normal desplazamiento por diferentes países en nuestra labor de difusión del pensamiento tradicional alternativo. Es bueno al respecto una vez más, ya que nos hemos cansado de decirlo aunque sepamos con antelación que nos movemos en un medio dogmático e irreflexivo y en muchos casos malicioso, en el que las razones carecen de cualquier peso, explicar que es absolutamente falso el anatema de nazi o neo-nazi con el cual se nos ha adjetivado tantas veces en los distintos intentos por silenciarnos y descalificarnos.
No somos nazis porque no somos racistas, aunque ello no tenga que significar que seamos necesariamente ambientalistas. Consideramos que las razas existen y que la pertenencia a las mismas produce en el sujeto un condicionamiento, pero no somos deterministas en tanto creemos en la libertad del hombre, por la cual éste es capaz, en lo más profundo de su ser, de efectuar una selección de herencias, descartando aquello que es negativo y ensalzando y desarrollando lo más positivo de la propia raza.
No somos pues supremacistas. No creemos en la existencia de razas superiores, sino simplemente diferentes. Es más, consideramos que en los tiempos actuales de profunda decadencia representa un profundo error seguir considerando todavía la primacía de la raza blanca, tal como hacen ciertos sectores nazis a los que refutamos oportunamente. Hoy en día es justamente en el seno de este grupo racial, en culturas tales como la europea, la yanqui y la sionista israelí, en donde se expresa más que en cualquier otra el espíritu moderno de la decadencia, habiendo las mismas constituido una civilización en donde la máquina es más importante que el hombre, en donde la materia, el consumo, la economía, el dinero y el desenfreno hedonista representan las categorías supremas. En cambio paradojalmente es en el seno de ciertas razas de color en donde se está produciendo hoy en día la gran reacción anti-moderna a través de movimientos tales como el fundamentalismo que se ha desarrollado principalmente entre pueblos semitas y de cultura islámica.
Lo que nuestros lobotomizados críticos no podrán comprender nunca debido principalmente a que se han vedado a sí mismos la función de la razón, para sustituirla en cambio por la diatriba descalificatoria, consecuencia todo esto de que previamente sus antecesores lo hicieran con la del intelecto, es que no por no ser nazis debamos necesariamente coincidir con ellos en sus pretendidas críticas al nazismo. Digámoslo francamente. A pesar de todas sus tediosas peroratas en contrario, en el fondo ellos no reniegan de tal ideología en tanto que comparten con ésta un mismo contenido moderno que los informa a todos por igual. Esta es la razón que explica que hayan sustituido una crítica radical al mismo por una serie de calumnias fantasiosas y de falsedades históricas notorias que tan sólo han servido para crear fetiches descalificatorios respecto de las personas que no piensan como ellos. Al nazismo no se lo combate con el a todas luces falso anatema del Holocausto y con su conversión en el mal absoluto, del cual por otro lado ellos también participan sin darse cuenta, tal como lo hemos visto especialmente en estos últimos tiempos en países tan anti-nazis como Israel, sino rechazando la ideología moderna en el que el mismo se sustenta: el determinismo.
Es característica fundamental del hombre moderno la de reducir la existencia en este mundo a su participación en los distintos fenómenos vitales vedándole en cambio al sujeto su elevación hacia una dimensión superior a la de la mera vida física, es decir hacia la esfera metafísica que hace propiamente a lo que es espíritu y libertad. Y así como la materia está sujeta a determinaciones, tanto físicas como biológicas, las distintas ideologías modernas, en tanto fiel reflejo de las mismas, discrepan de acuerdo al fetiche que han elegido como destino que gobierne al sujeto. Nazismo, marxismo, liberalismo, freudismo, etc. entre las más distintas variables de la modernidad se oponen entre sí meramente en considerar cuál es el ídolo al cual se le debe rendir reverencia. Mientras que el nazi considera que hay que hacerlo con la Raza, la que determinaría al hombre a ser de una cierta manera de la que no se podría evadir, el marxista y el liberal consideran en cambio que es la Economía o el apetito económico y materialista lo que hace al desarrollo de las naciones convirtiendo a las personas en simples individuos masificados por tal fatalidad; el freudiano en cambio piensa que es el Sexo aquello que lo determina, el historicista que es la Historia, el socialista que es la Sociedad, y así sucesivamente. En todos los casos lo que se niega es la libertad en el hombre y falsamente se considera que ésta consista en adherir a una cierta fatalidad pues en caso contrario, utilizando una categoría hegeliana, nos convertiríamos en 'conciencias infelices' a las cuales, como en nuestro caso especialmente, se las hace pasible de las peores demonizaciones inquisitoriales en tanto se trataría de seres que no creen en tales 'verdades' irrebatibles. Los modernos son como aquellos esclavos encadenados de la caverna platónica que disputan entre sí respecto de cuál es el determinismo que hace que su mundo de sombras se desenvuelva de una cierta manera. Al haberse vedado a sí mismos la dimensión del espíritu ignoran profundamente lo que es la libertad y el anti-determinismo y consideran en forma totalitaria que su propio esquema es la única realidad que existe, reputando como un verdadero absurdo que se pueda dudar de todo ello. Las consecuencias del fatalismo moderno las vemos en nuestra vida cotidiana en cosas tan banales como suponer que las crisis económicas como la que estamos viviendo en el planeta son fatalidades cíclicas inevitables, hasta pensar que es imposible tener gobernantes que no roben ni sean corruptos pues, en tanto es la economía el destino del hombre, siempre lo convertirá en un ser egoísta. En síntesis: somos antinazis en la medida en que estamos en contra del nazismo profundo del cual participa este sistema y sus distintos exponentes, obviamente que sin poder darse cuenta de ello debido al alto grado de bestialización en que ha incurrido el mundo moderno en sus etapas terminales.

3) Perspectivas actuales

Hecha esta necesaria salvedad y puesta a punto, digamos que consideramos como un verdadero acierto haber utilizado la denominación de 'evoliano' para nuestro Centro. El profundo caos semántico al cual nos ha reducido la modernidad ha hecho que muchos términos que antiguamente tenían un significado preciso hoy en día, debido a las grandes confusiones en las que estamos viviendo, hayan dejado de tenerlo. Tal el caso de la palabra tradicional o tradicionalista que ha pasado a convertirse en una denominación que admite diferentes usos. Pensamos que evoliano no llama a confusión, aunque reconozcamos que no estamos tampoco totalmente a salvo debido a que este término lo han querido utilizar algunos que han tratado de desvirtuar el pensamiento de Julius Evola de manera muchas veces intencional con la finalidad de sabotear la constitución de un polo de pensamiento contrario a la modernidad. De todos modos -y esto vaya dirigido especialmente a nuestros detractores- no consideramos que haya que hacer una escolástica evoliana ni tampoco ello debe significar que tengamos que estar de acuerdo absolutamente en todo lo que afirmara dicho autor. Consideramos que Evola ha sido aquel que de la mejor manera expresara con las categorías propias de nuestros tiempos una doctrina milenaria que existiera siempre y que tan sólo la anomalía moderna estructurada de manera siniestra y aluvional especialmente a partir de la Revolución Francesa de 1789 ha intentado vanamente de sustituir.
Esta es la razón por la cual nosotros no somos un grupo político en tanto no pensamos participar absolutamente de nada que pertenezca a esta sistema frente al cual nos consideramos convidados de piedra. Somos antidemocráticos y jerárquicos y consideramos que solamente una vez que el mundo moderno de masas y máquinas haya agotado sus últimas energías será posible la instauración de una nueva edad normal. Mientras tanto nuestra labor es meramente la de mantener encendida la llama de la idea a fin de que ésta no se apague y que después del final sea posible un nuevo comienzo.
Habiéndose cumplido pues los primeros 15 años de existencia de nuestro Centro las conclusiones finales a recabar son las siguientes.
1) Hemos concluido con la etapa primera de publicación de las obras principales del pensamiento tradicional alternativo, aunque ello no significará cesar con nuestra labor editorial, la que pasará a un segundo plano.
2) Hemos podido percibir con sumo agrado que, a pesar de todas las campañas vertidas en nuestra contra desde los más diversos espectros de un mismo sistema moderno, nuestras ideas han prendido en un importante sector especialmente de la juventud.
3) Que las mismas se han desarrollado de manera sumamente prometedora en distintos países de América habiendo así dejado de ser nuestro Centro exclusivamente argentino, tal como lo había sido anteriormente.
4) Que de manera sintomática el pensamiento evoliano se está desarrollando en forma más notoria en países con un pasado histórico más intenso que el argentino, como el caso de Perú y Ecuador, en los cuales la herencia imperial, sea hispánica como precolombina, es mucho más rica que en el nuestro. Por lo cual es desde los mismos en donde hoy se enfatiza más que en cualquier otro en la consigna alternativa a la democracia: el Imperio.
5) Por tal razón es intención compartida entre los diferentes miembros de este Centro modificar a partir de este aniversario el rumbo impreso a nuestra organización la que dejará de aquí en más de ser exclusivamente argentina para convertirse en americana. Asimismo y desde esta misma óptica se enfatizará en la aplicación de los principios evolianos a nuestra tradición histórica compartida en el continente.
Ello implicará promover un vasto movimiento revisionista que pretenderá reivindicar nuestro pasado imperial americano milenario remontándonos a las antiguas civilizaciones precolombinas. Por lo cual nos contrapondremos tanto a nuestra historiografía liberal que hace surgir nuestro historia con los distintos movimientos emancipadores del siglo XIX, así como también al revisionismo güelfo que la reduce a la acción evangelizadora iniciada en 1492. De la misma manera que nos opondremos con el mismo vigor al indigenismo marxista que pretende reducir la era precolombina a un comunismo primitivo y matriarcal.
6) Por tales razones hemos resuelto en lo sucesivo cambiar el nombre de nuestra organización denominándola de aquí en más CENTRO EVOLIANO DE AMÉRICA, rechazando como capciosos y erradamente enunciativos los términos latino-americano, hispano-americano, ibero-americano o indo-americano, o cualquier otro similar que se haya querido utilizar. Menos aun aceptaremos, tal como se hace en otras partes, asimilar dicho nombre con el de esa profunda aberración que es la sigla USA o EEUU. América es la denominación asumida por este espacio geográfico y cultural y es en su seno que efectuaremos la selección de tradiciones distinguiendo a lo largo de toda su vasta historia aquello que hace a lo moderno y lo que en cambio pertenece propiamente al mundo de la Tradición levantando la consigna de que en nuestro continente el Imperio es milenario mientras que la democracia aun no ha cumplido los 200 años.

Marcos Ghio
Buenos Aires, 27/07/09

Acercándonos al bicentenario
REFLEXIONES DESDE EL TAWANTINSUYO

a) A la manera de una introducción
Compartimos la desazón por la democracia que expresara Simón Bolívar tras 20 años de gobierno: “América es ingobernable para nosotros. El que sigue la revolución ara en el mar. De continuarse así este país caerá fácilmente en manos de la multitud desenfrenada, para después pasar a tiranuelos de todos los colores y razas.” (Carta al Gral. Flores, 8/11/1830).
Ahora que estamos en vísperas del bicentenario y que se han cumplido con creces los pronósticos del ‘Libertador’, al estar atravesando por la era final de los ‘tiranuelos’, queremos expresar nuestras propias conclusiones.
Quizás haya sido un error profundo, consistente en confundir el principio con su representante, haber quebrado la unidad imperial tras constatar que nos regía un monarca indigno. Mientras que éste tarde o temprano pasa, si es en cambio el principio el que desaparece pueden llegar a transcurrir siglos enteros antes de producirse el retorno a la normalidad e incluso esto podría llegar a no acontecer nunca.
En medio de la miasma de la partidocracia en que nos hallamos nos declaramos metapolíticos, no en el sentido de que nos guste divagar sobre la política, sino porque consideramos que esta disciplina debe regirse por la metafísica. Porque creemos que así como el espíritu debe determinar a la materia, el Estado debe hacerlo con la Nación y que el que gobierna no debe ser el ‘representante del pueblo’, sino su ente formativo y rector, aquel encargado de transformarlo para convertirlo de masa o individuo en persona.
Somos pues revisionistas en el más cabal sentido de la palabra. No podemos aceptar que este sistema sea el único posible, ni ‘el menos malo de todos’, de acuerdo al dogmatismo instalado por el pensamiento único. Así como no creemos que nuestra historia comience apenas en los albores del siglo XIX con las diferentes ‘revoluciones emancipadoras’, del mismo modo y con la misma intensidad de convicciones tampoco concebimos que lo que hoy se llama América haya empezado en 1492. Nuestro revisionismo es radical. Para nosotros la Tradición no se reduce al Occidente cristiano, ni al ‘legado de la Iglesia’. Se trata en cambio de un fenómeno universal, de algo que es propio de nuestra misma especie y que siempre ha existido aun cuando estemos viviendo 200 años de intensa anomalía generada en Europa y expandida desde allí hasta el resto del mundo a partir de la Revolución Francesa.
Ante la Democracia contraponemos su antítesis absoluta, el Imperio. No creemos en el dogma moderno de que la libertad consista en un universo de átomos acotados, en un comunismo de derechos igualitarios. Somos en cambio jerárquicos y creemos que es la libertad del soberano la mejor garantía para el despliegue de las naturalezas propias de las personas.

b) La lucha entre la Democracia y el Imperio en América

Estando revestido de estos principios esenciales, contrapuestos a los que rigen en el mundo moderno, nos abocamos a viajar hacia lo que fuera el Tawantinsuyo, el último imperio que existiera en la América originaria, antecedente del que se continuara luego con Carlos V en donde se pasara a formar parte del vasto territorio ‘en donde no se pone el sol’. Lo efectuamos para celebrar a nuestro modo y de manera ‘bolivariana’ los 200 años de democracia americana.
El Imperio Inca, surgido en el tiempo en lo que fuera la Edad Media europea, es la última manifestación en Sudamérica de un antiguo orden milenario que se remonta al menos hasta Tihuanaco, teniendo por antecedentes otras manifestaciones, sustentadas en un mismo principio, relativas al carácter divino y trascendente del poder político. El Inca, como su predecesor señor de Sipán, del mismo modo que el Emperador gibelino en Europa, no era el administrador de los bienes de la comunidad, no era el árbitro que regulaba el tránsito de las personas sin modificarlas. Él era principalmente un pontífice, un hacedor de puentes desde esta vida hasta la que es superior a ésta; era el encargado de conducir a los hombres hasta los caminos del Cielo. Gobernar consistía pues en transformar a los súbditos convirtiéndolos en personas. La casta guerrera y sacerdotal de los Incas vivía en altas cumbres apartadas, en templos pétreos en donde se veneraba al Sol, símbolo del principio metafísico inmutable. Así como tal astro regía en el universo físico, el emperador lo hacía en el mundo humano: se trata pues de un ente rector, de un motor inmóvil que todo lo ordena sin moverse mientras que el resto se agita a su alrededor.
Hemos levantado esta consigna: en América el Imperio es milenario, en cambio la Democracia aun no tiene 200 años, habiendo habido también diferentes reacciones en su contra, tales como Rosas en la Argentina y García Moreno en Ecuador.
Dispusimos entonces, en concordancia con tales principios, ‘celebrar’ el bicentenario en Cusco y Quito, las ciudades de elevada cumbre en donde gobernaron los dos últimos monarcas incas: Huáscar y Atahualpa y en Guayaquil en donde se frustrara el sueño de la democracia bolivariana, brindando en todas ellas una misma conferencia en la que se contrastaban las dos organizaciones antitéticas que conociera nuestro continente.
Imperio y Democracia son dos sistemas antagónicos en tanto basados en principios contrapuestos que se han combatido entre sí a lo largo del tiempo y desde el mismo ‘descubrimiento’ de América, como proyección de una larga lucha que se iniciara en el continente europeo y que culminara con el triunfo de esta última a través de la Revolución de 1789.
Mientras que el Imperio resalta el carácter divino del hombre personificado paradigmáticamente en la figura del gobernante comprendido como la persona absoluta que tiene por función principal transformar al pueblo (ello es lo que significa propiamente el gobierno), la Democracia lo hace en cambio con su aspecto telúrico, masificado, ‘pecador’ y físico y meramente ‘administra’ en la medida que no pretende modificar la ‘naturaleza’ del hombre.
En plena Edad Media europea, en el acontecimiento conocido como la querella por las investiduras, el Imperio fue calificado por la Iglesia güelfa como la manifestación del Anticristo y el gobernante ya no fue concebido como un pontífice, sino como el encargado de dispensar el ‘bien común’ a los habitantes, en la medida que, en función de una democracia comprendida primero en un plano espiritual, no existían jerarquías en tal esfera y todos eran ‘iguales ante Dios’. Es de resaltar además que el papado repudiaba del emperador gibelino su corte ecuménica en donde las religiones eran concebidas como caminos diferentes para buscar el mismo Dios.
Transferido este conflicto secular a nuestro continente, el exclusivismo güelfo, es decir el primer antecedente de la Democracia, operó en dos frentes aparentemente contrapuestos. Por un lado combatió a la religión autóctona como satánica y supersticiosa, promoviendo la destrucción de sus templos sagrados y por otro fue a lo largo de toda la colonia un foco subversivo permanente en contra del Imperio español. La prédica disolutoria de clérigos tales como Fray Bartolomé de Las Casas condenando la conquista por el pretendido ‘genocidio’ de nativos fue un claro procedimiento dirigido hacia el desprestigio de la corona y un intento indubitable por obtener que fuera el clero el encargado de ocupar su lugar. Esta maniobra consistió en una operación distractiva que apuntaba a desviar la atención de la obra deletérea efectuada respecto de los rastros de las grandes civilizaciones pre-colombinas. La apropiada expulsión de la Compañía de Jesús, clara avanzada del güelfismo democrático, será una medida defensiva agónica del imperio español ante el proceso subversivo iniciado en pleno período colonial. Los movimientos emancipadores posteriores contarían con clarísimos apoyos de esta institución. (1)

c) El nazi-güelfismo y el marxismo sabotean nuestra visita al Tiwantisuyo

Nuestra primera etapa debía consumarse pues en la ciudad del Cusco en los primeros días del mes de junio en unas jornadas preparatorias efectuadas en consonancia con el Centro de Estudios Tradicionales Andino en aras de la realización de un congreso a realizarse en el mes de noviembre en donde el presidente de dicha institución, el prof. Rubén Pillares, habría de efectuar una ponencia magistral titulada Julius Evola y el Tawantinsuyo, representando ello el primer encuentro, tras 500 años de dogmatismo exclusivista y pensamiento único y güelfo, entre un autor gibelino europeo y la milenaria tradición incaica.
Pero la Democracia no habría de permanecer inmóvil ante este hecho realmente revolucionario. Henos aquí que una repentina acción aleve en contra de nuestra persona intenta impedir nuestra visita y de este modo sabotear el evento. Durante al menos 10 días la prensa del Perú dedica masivamente vastos titulares referidos a nuestra llegada a ese país denunciándonos como un pretendido ‘líder nazi’ que vendría con la finalidad expresa de organizar la violencia. Simultáneamente a ello se reciben en nuestro teléfono amenazas de muerte instándonos a no viajar al lugar y, para coronar la epopeya, un líder nazi peruano (a quien identificaremos de aquí en más con la sigla V.) nos llama insistentemente suplicándonos no concurrir pues se desataría una feroz represión en contra de su familia y afiliados. Resultaba curioso constatar aquí la afinidad de intenciones demostrada entre representantes de fuerzas de izquierda como de ‘derecha’, mancomunadas ambas en un mismo fin aunque con argumentos diferentes para evitar nuestra visita.
Develaremos en lo que sigue el meollo de este curioso acontecimiento. El Sr. V., además de ser el jefe de un grupo nazi peruano, es miembro asiduo de la secta güelfa que responde a Monseñor Lefebvre. La misma, a pesar de haberse manifestado durante muchos años (no ahora) en contra de la conducción del Vaticano, en el fondo representa sus mismos intereses y realiza ciertos trabajos sucios que la sede central no se anima a hacer públicamente por prudencia. Por ejemplo en 1992, al celebrarse los 500 años del ‘descubrimiento’ de América, los lefevristas realizaron un encuentro en Buenos Aires en donde entre otros conceptos se alabó expresamente la destrucción de los templos incaicos inspirada por el clero güelfo inquisidor. Cosa que por supuesto y por prudencia política no iba a hacer el Vaticano en forma pública, el cual en cambio, en simultaneidad con ello, por la izquierda ‘pedía perdón’ por el genocidio de aborígenes (2) producido en el continente americano.
Ya hace 13 años, cuando concurrimos por primera vez a Lima a brindar una conferencia relativa al pensamiento tradicional alternativo representado por Julius Evola, los lefevristas contraatacaron en una nota aparecida en su revista Iesuchristus acusando a dicho autor y al suscripto como ‘satanistas’. El grupo nazi del Sr. V., en una página de internet titulada El Observador Popular Nacional Socialista, reprodujo el artículo infame agregando a su vez una serie de notas injuriosas y ridículas en contra de tal autor. Ahora bien, algunos se preguntarán qué es lo que tienen en común el lefevrismo católico que cree en la existencia de una dimensión metafísica y el paganismo nazi inmanentista y biológico que reduce al hombre a su mera raza. Pues bien, ambos son exclusivistas y supremacistas. Así como el güelfo cree que solamente su religión es la verdadera y que todas las demás son herejías satánicas y escandalosas a las que hay que destruir o cuanto más tolerar como errores, el nazi inmanentista cree en la superioridad de su propia raza, considerando a las otras como inferiores (3).
Pero continuemos con el despliegue de esta trama inverosímil y con los resultados obtenidos. El Sr. V., como un perfecto operador bien entrenado, enterado de nuestra visita al Perú, nos ofreció dar unas conferencias en la Universidad de Trujillo en donde nos decía que tenía influencias especiales. La realidad es que utilizó el procedimiento astuto consistente en hacer así creer que, en tanto era su grupo el que realizaba tal actividad, el suscripto también habría pertenecido a su mismo espectro ideológico y de esta manera dar así los argumentos para una feroz campaña de la prensa en nuestra contra con la aviesa finalidad de impedirnos la visita al país. A su vez y para completar la acción deletérea fue el encargado de brindar nuestro teléfono a los grupos de extrema izquierda para que efectuaran las amenazas de las que habláramos antes.
Ahora bien, es interesante explicar aquí en qué concuerdan tanto el Vaticano, en su variante lefevrista, como la extrema izquierda tercermundista que motorizó los ataques en nuestra contra a través de la prensa. Pues bien la visión indigenista que expresa tal corriente es perfectamente afín con la estrategia güelfa. En ambos casos, sea a través de la destrucción de templos, como de la exaltación de un cierto comunismo primitivo telúrico y lunar, se rechaza la visión imperial y solar de la religión autóctona habida en estas tierras. Los marxistas reducen el incario a un mero culto por la naturaleza física, a la Pachamama o Madre Tierra, y consideran torpemente que las grandes civilizaciones americanas habrían esculpido montañas, erigido templos de pesadas moles a grandes alturas, nada más que para calcular los tiempos de las cosechas. Por su lado los lefevristas están de acuerdo también, aunque por otros medios, en negar la presencia de una esfera metafísica en tal contexto cultural al que reducen a una mera manifestación supersticiosa y ‘satánica’.

d) Conclusión
Lamentablemente para ellos la jugada les salió muy mal. A pesar de la intensa campaña de la prensa que contara hasta con un programa televisivo dedicado a nuestra persona en el cual se nos acusaba de haber instigado el atentado de la AMIA y que incluso se nos amenazara con encarcelarnos por ‘haber negado el Holocausto’ y otras cosas similares, decidimos igualmente concurrir al país en tanto consideramos todo esto como una prueba a la que se nos sometía. En la ciudad de Cusco contamos con la digna colaboración de los representantes del Centro de Estudios Tradicionales Andino quienes tampoco se dejaron amilanar por las amenazas. Es cierto que el Instituto Nacional de Cultura de tal localidad, dirigido por un miembro del Opus Dei, nos impidió dar nuestras conferencias en el local que previamente nos había otorgado alegando que cuando lo hizo ‘desconocía nuestro nazismo’, y de este modo demostraba así la confluencia de intereses y operativa entre los diferentes sectores del güelfismo. La Iglesia oficial no iba a negar nunca la realización de un evento en el que se exaltara el incario desde un punto de vista tradicional, salvo que un sector de la misma no hubiese previamente preparado el terreno para obtener la censura. Tal como vemos ahora los templos se queman con procedimientos más sofisticados.
Gracias a la buena colaboración antes aludida pudimos igualmente efectuar nuestra actividad en otra sede. Más tarde nos dirigimos al Ecuador y, sin tener afortunadamente los problemas vividos en Perú, en Guayaquil y en Quito pudimos dar normalmente nuestras conferencias en distintas sedes universitarias. En esta última ciudad se ha constituido un grupo tradicionalista que realiza una importante labor de revisionismo histórico en el sentido radical antes aludido.
Faltaría relatar todavía una anécdota relativa a nuestra estancia en Perú. Viajamos desde Lima hasta Quito en un largo viaje en bus pasando por la región norte de este país. Estando ya en Ecuador nos enteramos de que, justo luego de nuestra salida, estalló una feroz revuelta campesina con al menos 55 muertos y que el régimen de Alan García, que gozaba hasta ese momento de gran estabilidad, comenzaba ahora a trastabillar. No faltó quien nos dijera que era un castigo propinado por el operativo que se había efectuado en nuestra contra y que los espíritus convocados en nuestro encuentro realizaron la acción correspondiente.

(1) Es interesante constatar al respecto cómo en nuestro país los jesuitas, especialmente a través de la obra del padre Furlong, luego continuada por diferentes autores revisionistas güelfos, manifestaron que la revolución de Mayo fue en verdad una venganza de esta orden en contra del absolutismo monárquico Borbón que la había expulsado. Alegan que cuando los revolucionarios hablaban de ‘contrato’ se referían no a Rousseau, sino al jesuita Suárez, quien formulara la muy democrática doctrina, no muy distinta en lo esencial de lo formulado por el anterior, de que el monarca recibía el poder desde Dios, pero por la intermediación del pueblo.
(2) Resulta llamativo cómo en la crítica a la acción colonizadora efectuada por España en América se haya puesto el acento en la pretendida matanza de aborígenes, (cosa nunca comprobada pues lo que sí es un hecho es que estos últimos murieron por las enfermedades traídas por los europeos y no por una expresa voluntad de exterminio) más que en la indudable e intencional acción destructora del patrimonio cultural de las grandes civilizaciones precolombinas.
(3) Es interesante señalar aquí la obra efectuada por el autor nazi francés radicado en la Argentina J. M. de Mahieu en relación a las grandes civilizaciones precolombinas. Para éste, de acuerdo a lo expresado por su maestro Gobineau de que sólo las razas arias y blancas eran las creadoras de civilizaciones, los Incas habrían sido vikingos europeos bronceados por el sol.
Marcos Ghio
Buenos Aires. 3/07/09



EL DINERO ESTIERCOL DEL DEMONIO

Cuando en 1998 publiqué para Marsilio Editori “El dinero –Estiércol del demonio-”, que Mondadori, para quien entonces trabajaba como autor, había rechazado considerando que era excesivamente pesimista, el mundo occidental, a pesar de algunos ruidillos sordos, bien perceptibles para esas personas que tienen oídos para entender, tenía todavía plena fe en si mismo, en el modelo de desarrollo que había impetuosamente abrazado a partir de mediados del siglo XVIII, con la Revolución industrial, basado en la Economía, la Tecnología y el Dinero que, como escribe Simmel, “es la técnica que une todas las técnicas” y hace que se puedan realizar.Han pasado solo diez años y el panorama ha mutado completamente. Todo el mundo industrializado, desde los Estados Unidos hasta Europa, está atravesando una muy profunda crisis económica que, a despecho de los optimismos de fachada y de conveniencia de los jefes de estado y demás, no tiene salida. Este hecho es particularmente inquietante y grave para un sistema como el nuestro que ha apuntado todo en la economía y ha hecho del dinero el único valor realmente compartido: el “Dios Dinero”. Si efectivamente este Dios fracasa no queda más que el desierto .La globalización, que empezó en silencio al amanecer de la Revolución industrial, que se ha acelerado vertiginosamente en los dos siglos sucesivos ha alcanzado su completa madurez con la adhesión a nuestro modelo económico de países como Rusia, India y China, enfatiza y dilata de hecho enormemente las devastadoras potencialidades del dinero que, siendo inmaterial, abstracto, conceptual, no conoce fronteras, barreras, obstáculos y allí donde logra imperar sin molestias devora al hombre así como sucedía en los circos de un tiempo donde la boa devoraba al conejo tembloroso y acorralado en el rincón y del cual, por un poco de tiempo y por detrás del cristal, se entreveía la silueta completa en la garganta monstruosamente dilatada del reptil. Nosotros ya estamos en las mismas condiciones que el conejo, ya no somos hombres, sino siluetas de hombres, estilizaciones, trágicas parodias, degradados a consumidores, a tubos de digerir, a lavabos, a inodoros por donde tiene que pasar en el tiempo más breve posible todo lo que con la misma rapidez producimos para complacer al omnipotente Moloch que domina sobre nosotros. Ya no somos patrones del mecanismo, que sin embargo hemos creado nosotros mismos, sino sus servidores cada vez más dóciles. Porque el dinero no destruye solo nuestras economías además de las del así llamado Tercer Mundo, lo que es solo una paradoja en apariencia, sino que disgrega al hombre desde su interior, en sus núcleos constitutivos, antropológicamente existenciales, éticos, volviéndole cada vez más débil.El hecho es que el dinero, en su esencia extrema, es futuro, proyección del futuro, representación del futuro, imaginación del futuro, expectativa en el futuro. Y nosotros hemos introducido en el sistema una cantidad tan colosal, imaginaria (la moneda, que a su vez es también una abstracción pero que tiene por lo menos una consistencia física, ya casi no existe), como para hipotecar este futuro hasta épocas tan lejanas sideralmente que hacen que en realidad sea casi inexistente. Este futuro orgiástico que nos hace destellar como la Tierra Prometida, retrocede constantemente ante nuestros ojos con la misma inexorabilidad que el horizonte cuando alguien corre como loco intentando llegar hasta él.Esta broma atroz dura desde hace demasiado tiempo como para que pueda durar mucho más. Hace diez años yo concluía así mi libro: en cualquier caso, este futuro inexistente “que nuestra fantasía y nuestra locura ha dilatado a dimensiones monstruosas, un día se nos caerá encima como un presente dramático. Ese día ya no habrá dinero. Porque ya no tendremos futuro, ni siquiera para poderlo imaginar. Nos lo habremos devorado”.Ese día ya está aquí.
Massimo Fini
(de Ex Roma Lux)




GARCÍA MORENO Y NOSOTROS (*)
por Francisco Müller

”En la Grecia antigua habría sido espartano, no ateniense;
en Roma, César, no Cicerón;
en la España moderna Donoso Cortés, no Castelar”
Así lo definió -a García Moreno- el Dr. Elías Laso. Magistrado de la Corte Suprema de Justicia.
Gabriel García Moreno, “nació para gran Señor“, un 24 de Diciembre, junto con el solsticio, cuando el Sol se ubica en el ecuador celeste, justo cuando los romanos y celtas celebraban el regreso del Sol, y así sería él… “ERAS SOL, y en medio día brilló la Patria, cuando el Sol lucía”, el cumpliría este verso dedicado a su precursor y guía, Don Vicente Rocafuerte, brotó cuando El mismo Dios decidió hacerse Hombre, 1821 años antes… “De padre español y madre ecuatoriana, debe su formación, después de su hogar, primero a Quito y después a Francia; sin que por esto queramos olvidar que el genio se deba principalmente a la potencia de su espíritu que muchas veces no solo hace caso omiso del medio sino que lo modifica o lo destruye.
Rebelde, demagogo en su juventud, a su madurez se transforma en campeón del orden cristiano. Siempre fue violentísimo,transformado su impetuosidad destructora juvenil en actividad constructora, ordenada y creadora. En la oposición fue irreductible; mordaz; arremetía por igual contra frailes y laicos. Inicia manifiestamente su reacción ordenadora cuando defiende a los jesuitas contra Urbina, para convertirse en su madurez en autoritario que quería ver, dirigir y hacer todo directamente, sometiéndolo al máximo criterio de disciplina, justicia y rectitud moral. En la plenitud de su vida llegó a presionarse de la convicción de que sólo el imperio de la disciplina y de la moral cristianas podían levantar fundamentalmente a un pueblo anárquico e ignorante, donde la mediocridad dominaba. Fue revolucionario desde la oposición y desde el poder; todo quiso crear y culminar en brevísimo tiempo. Adversarios y amigos coinciden en que es la figura más alta de la historia ecuatoriana”. Casi por derecho, su fin material… habría de ser así en Agosto, como el verano que llega a su punto culmine, el más propicio para decidir dejar su vida terrenal, la habría casi necesariamente de terminar en este mes, un día 6 hace 133 años, como queriéndonos retar en esta fecha, justo cuando el Invicto Sol Ecuatorial alumbraría a plenitud su “gran Sombra, que, nos señala con el dedo desde la Eternidad”.
“El sociólogo ecuatoriano Belisario Quevedo de doctrinas opuestas a las de García Moreno en su “Compendio de Historia Patria”, le juzga así: “… genio cual ningún otro en nuestro país, dominante, impetuoso, tenaz y violento de carácter… de inteligencia pronta, profunda y hasta amplia en el saber; desinteresado, exacto y exigente en el deber y movido solo por grandes pasiones; sus creencias religiosas que llegan hasta el último límite de la intolerancia, su temperamento despótico, el sentimiento de su poderosa personalidad, la anarquía en que estaba sumida la República, la insolencia desorganizada del militarismo, la indolencia y pasividad de las clases populares, como el espíritu mezquino y plegadizo de las clases altas, en fin la ruindad y pequeñez del medio circundante debían haber traído a García Moreno al convencimiento de que nuestra patria necesitaba a un fuerte educador del pueblo, un gobierno de rígida disciplina, apoyado en la dirección intransigente del catolicismo…” “…todo por el orden, nada por la libertad…”… podía ser su lema… “Bajo el mandato organizador, activo y perentorio de este célebre gobernante se construyeron la carretera nacional y el ferrocarril central en la sección de la costa. En ésta además, se limpiaron y canalizaron los ríos navegables, se iniciaron vías como las de Pailón y Santo Domingo de los Colorados (después olvidadas), se inició la explotación del petróleo por cuenta del Estado; se edificaron se instalaron en el país escuelas, colegios, universidades, cuarteles, casas de beneficencia; en la capital de la República una escuela politécnica con maestros europeos y jóvenes becados de todas las provincias; casa de artes y oficios, de Bellas Artes y un bien montado observatorio astronómico”…”Un terremoto trágicamente desastroso asoló la región de Imbabura causando un daño que se calculó en 10.000 muertos… García Moreno, en persona con una actividad asombrosa, y haciendo uso de todas sus facultades, inclusive la de fusilar bandidos, al momento restableció el orden en la región desolada (1868). Su administración desde el punto de vista financiero y fiscal es el ejemplo más acabado de rectitud, cumplimiento y honradez…”
“El primer gobierno de García Moreno (1860-1865), fue la reencarnación del episodio bíblico y el similar romano de Cincinato, del empleo del arado empuñando la espada; pues no solo pasó muchos meses en Guayaquil fortificándolo para prevenir nuevos asaltos peruanos, los que se habrían repetido de no mediar el cuerpo diplomático en Lima, sino que sostuvo dos guerras con Colombia y aplastó una decena de revoluciones, habiendo sido la más grave la que organizó Urbina apoyado con dinero, armamento y gente por el Perú, la que terminó con el combate naval de Jambelí y la persecución de los derrotados por la provincia de El Oro, hasta el Perú. Al culminar estos éxitos militares, falleció el general Flores, primer presidente de la República y jefe del ejército de García Moreno.
No obstante esta tremenda actividad militar, el país no contrajo deudas externas y se iniciaron con paso firme las grandes obras nacionales de reforma del clero, de organización de la educación pública, creación de un ejército técnico, moralización de la burocracia y construcción de obras públicas de todo género, especialmente viales y para la cultura.”
“Su segundo gobierno se desarrolla de 1869 a 1875; el que se rige por la constitución de 1869 inspirada por García Moreno, autoritaria, a la manera como la concibieron los prohombres de la mal llamada “independencia” y sostenedora de la condición de ser católico entre las requeridas para la ciudadanía.
Esta disposición, no puede ser comprendida por la generalidad de las gentes, de que muchas décadas de de dominación liberal radical en nuestro país ha cambiado su fisionomía espiritual. Pero entonces, hace cerca de un siglo y medio, no sólo respondió a la concepción que de la realidad nacional tuvo García Moreno, sino al sentir general ecuatoriano de esa época.
En esta administración, libre ya García Moreno de las revueltas, se lanza a la obra constructiva y civilizadora más grande que conoce la historia del Ecuador; de este período datan las grandes realizaciones a que se refiere Belisario Quevedo”. -Tomado de Jorge Luna Yépes, Síntesis Histórica y Geográfica del Ecuador, Quito 1944-.
Terminado este segundo período, en medio de la paz y el progreso y después de haber sido elegido por tercera vez a la presidencia, fue asesinado el 6 de agosto de 1875, primer viernes, a los 54 años de edad, y si, como dije ya, el 6 de Agosto fue un reto, ¡y qué reto! Señores, García El Grande, como dignamente lo debemos conocer, nos lanzó el guante, y nos indicó… ¡Mirad, ¿que estáis haciendo?, no habéis obedecido mi mandato de otro Agosto como este en 1860, allí les ordené a Vds. A todos, ¡QUE MARCHÉIS A LA VICTORIA!, la Victoria de la Santa Causa, la Victoria de los Sacros Pendones, pues la Victoria aún los espera, ¿Vds. Que han hecho o qué hacen para alcanzarla?;- seguramente nos dice él con firmeza desde la celestial morada donde se encuentra. Y nos avergonzamos solos al no responderle.
Aquí cabe señalar que mucho se ha hablado y escrito acerca de la figura insigne de quien fuera el gran formador y conductor de la nacionalidad ecuatoriana, nuestro Dr. y Gral. Gabriel García Moreno, sin embargo a pesar de esto, no se lo ha podido aún comprender en su totalidad histórica, que he querido brevemente dilucidar, y menos aún en su actualidad y en su presencia permanente como ejemplo y como paradigma de una espiritualidad superior, que no solo rebasa lo físico y material, sino que rebasa incluso lo histórico y lo nacional.
Se ha dicho de él, que fue émulo de, César, de Carlomagno, de Godofredo de Bouillon, y Felipe II entre otros, y en verdad fue una figura regia como las mencionadas, su similitud no es otra posible que la que lleva la sangre; “su categoría es la de los grandes caudillos españoles- de los princeps, de los primados y primeros ciudadanos-; por él hablaba la voz de la Raza con un acento inconfundible, formidable”, como diría Jorge Luna Yépes, y esa sangre no podía menos que responder a su llamado, su mismo Régimen nos los comprueba, ha sido pues, nuestro “Sacrum Imperium”, así es, nuestro Sacro Imperio en verdad, Imperial en su verdadero sentido, así como “Roma, -quién nos diera esta palabra-, representaba la idea de Imperium, por cuanto la principal connotación que, desde el punto de vista Tradicional revestía y reviste este término de carácter Trascendente era la definición del mismo como una “unidad de gentes alrededor de un ideal sacro”. Por todo lo cual, tanto la República como el Imperio romanos quedan incluidos dentro de la noción que la Tradición le ha dado al vocablo “Imperium“. Por tanto, y sin discusión posible la República del Ecuador respondió de esta forma como lo hizo Roma, y como lo Hizo el Sacro Imperio al llamado de lo Divino, al llamado de Dios, por medio de nuestro pontífice y caudillo (como diría de él y de Dante, Don Remigio Crespo Toral) “así como la figura del Emperador no podía no estar impregnada de un carácter sagrado que la colocase al nivel de lo divino. Por esto, el César o Emperador estuvo siempre considerado como un dios que, debido a su papel en la cúspide piramidal del Imperio, ejercía la función de ´puente´ o nexo de unión entre los dioses y los hombres”; y nuestro edificador de puentes, nuestro Augusto César, nuestro Imperator entre el mundo de la materia y el mundo del espíritu no fue otro que García el Grande, así lo han visto y lo han descrito….“lugarteniente de Dios” como los Reyes Galos, en palabras de un lírico francés,… partícipe de la Gran Historia Cristiana de origen eusebiano, donde el emperador romano aparece comolugarteniente de Dios en la Tierra, en descripción de un teólogo católico. A este respecto, él mismo se expresó así en uno de sus mensajes al Congreso: “este país es incontestablemente el reino de Dios, le pertenece en propiedad, y no ha hecho otra cosa que confiarlo a mi solicitud. Debo, pues, hacer todos los esfuerzos imaginables para que Dios impere en este reino, para que mis mandatos estén subordinados a los suyos, para que mis leyes hagan respetar su ley”, es decir, para qué su intercesión y persona que ha sido ungida por la misma Providencia Divina, sean un hecho “una y mil veces y más aún”.
El Presbítero Manuel M. Palacios Bravo, en 1921, por el Centenario del nacimiento de García Moreno, compuso estos versos, que delatan el carácter sacral del potente guía:
Nació para Señor… ¿Qué importa, impía
turba, vuestro odio si él os encadena
y os confunde su voz?… Porque Natura
dióle vigor y brios;
reina el león del yermo en las regiones,
despedaza alimañas en la arena,
y deja que, azontando la melena,
rueden sobre sus lomos los ciclones…
El Eterno lo quiere:
nació para Señor ¡Dejad que impere!…
Ni tú lo juro, morirás ¡García!…
Omnipotente como un Dios, la Gloria
te impone, de la Patria en la agonía,
que sobre el horizonte de su historia,
prologues más el día… (bis)
Densa la noche cae en el sendero.
En el nombre de Dios ¡detén el paso!
Noble Falange en la contienda avanza.
Como el Caudillo, te impero:
Párate ¡oh Sol, en el sangriento ocaso;
y alumbra la Victoria
sobre los tercios que el Abismo lanza!”
- Silva Laureada. García Moreno -extracto-.
Don Gabriel en verdad, fue un Coloso, la cúspide de nuestra Tradición, junto a él se yerguen las figuras ignotas de los verdaderos grandes de nuestra Nación, como por ejemplo en el siglo XVI la del quiteño Lope Dí ez de Armendáriz, Marqués de Cadereyta. Primer Virrey criollo de Nueva España, quién formó la Armada de Barlovento, para combatir a los piratas ingleses de esa naciente capitalista que sería conocida como la “Pérfida Albión”, que atacaban la integridad de la Hispanidad-Católica. Su hermano, el también quiteño Luis Díez Aux de Armendáriz fue el pirmer criollo -¿el, único?- Virrey de Cataluña, Obispo de Jaca, de Urgel y Copríncipe de Andorra; entrando al Siglo XVII surgen inconfundibles las formas celestes de la Santa Madre de Dios en la advocación de “Nuestra Señora del Buen Suceso” que se le presentare con predilección a esta tierra a la persona de la Madre Mariana de Jesús Torres y el gran signo y símbolo de su sobrina la Santa Patriota y “heroína nacional” Mariana de Jesús, que ofrendó su vida por la causa de su Patria y la de Dios; o bien a su posterior surgimiento y desaparición; en el siglo XIX los insignes ejemplos de Pedro Ignacio Lizarzaburu, Pacífico Chiriboga, Melchor Costales, el Obispo “el espíritu de García Moreno” Pedro Schumacher, el Cnel. Antonio Vega Muñoz, Aparicio Ribadeneira y tantos otros anónimos “conservadores, terroristas y garcianos” en términos de un historiador liberal que equipararon la invasión de las fuerzas “curuchupas-antiliberales” del sur de Colombia y norte del Ecuador que aún conservaban los ideales garcianos en alto con la fuerza del espíritu, como la Guerra de las Cruzadas, decretada en el siglo XII por Urbano II e iniciada por el ermitaño Pedro de Amiens…” “…los combatientes luchaban y morían con los escapularios en el pecho y la espalda y el rosario en las manos…”, llegando a tan alta tensión espiritual con Dios, que Él no pudo más que demostrar una vez más su predilección por este Su Reino por medio, nuevamente, de su Divina Madre en la aparición de la Santa Virgen de los Dolores de la Patria, el 20 de abril de 1906; así esos “conservadores” del XIX, se horrorizarían HOY EN DÍA, cuando el SER CONSERVADOR SIGNIFICA SER LIBERAL-CAPITALISTA-DEMOCRATA, contra quienes lucharon hasta dar su sangre y vida los conservadores del S. XIX, acérrimos enemigos del contra-orden mencionado. Ya en el siglo XX, aparecen señeras las figuras memorables del Dr. Julio Tobar Donoso, que sacrificó su ser por la Patria y por Dios, la de Wilfrido Loor, que supo hacer conocer y venerar a García Moreno, la de Jorge Luna Yépes que llevó el ideal garciano como forma de vida y de escuela formadora de juventudes, en su lucha constante intelectual y física contra los enemigos de la Nación, de la Religión y de Dios; bien podría extenderme con nombres pero no sería del todo justo pues a lo largo de toda la mal llamada época de la Colonia , que más fue “nuestra edad media en pleno Renacimiento” -en palabras de Armando Pesantes García-… con todas las gracias que eso conllevó, surgieron infinitud de anónimos sacros hombres y mujeres, heroicos y católicos en verdad que dieron la necesaria precedencia a un grande como lo fue García Moreno, basta ver la obra magnífica que la Escuela de Arte Quiteña produjo a lo largo de los siglos, ese arte supra-personal, que con un anonimato y una realización propios de un espíritu superior fueron el reflejo fiel de la Cristiandad y del Catolicismo en serio, de Dios en una sola palabra, de la divino-humanidad. Como en la posterior República del Sagrado Corazón de Jesús también surgirían tantos anónimos que trascendieron dejándonos su legado en forma de gloriosa aureola áurea que ilumina nuestra Nación y nuestros seres y que la Divinidad contempla.
Pues, así, ese reto, del que hablara antes, que nos lanzó el “Hércules Cristiano”, no es otra cosa que el reto de la sangre, de la Patria y de Dios, que claman a nosotros, que urgen nuestros espíritus al ver el caos y la traición que hemos propinado a nuestro país, a nuestro gran líder García Moreno, y a nosotros mismos, o acaso, no hemos sentido eso ya…. vemos todo en ruinas y pensamos y decimos como lo hizo García Moreno alguna vez en su Epístola a Fabio:
“ Huye lejos de aquí, virtuoso Fabio,huye, si quieres preservar del viciotu juventud florida, que los añospresto te robarán. Mira doquieracómo levanta la manchada frentellena de oprobio y de arrogancia el crimen;cómo se arrastra la ambición astutaen fango inmundo, y de repente subecual fétido vapor que infesta el cielo.
…¡Oh vergüenza, oh baldón! Proscrita en tantola probidad se oculta, perseguidapor el delito atroz de su inocencia,sin cesar acosada, expuesta siempre,en inseguro asilo, a la perfidiadel delator vendido que la acecha.Así tu patria está. No tardes, huye.¿Qué esperas? ¿Quieres de tu vida infaustala suerte mejorar con tu paciencia?Te engañas, infeliz. A la fortunala áspera senda del honor no guía.
… Mira en torno de ti y aprende cauto,si a la opulencia aspiras, el secretoque conduce al poder. Miente, calumnia,oprime, roba, profanando siemprede patria y libertad el nombre vano:bajeza indigna, adulación traidora,previsor disimulo, alevosíay sórdido interés por ley suprema,presto te elevarán; y tu infortuniosombra será como el terror de un sueño.¿No ves a Espino el cínico, que entonael hosanna triunfal para el que vence,y, cuando pasa al Gólgota, le insultagritos lanzando de exterminio y muerte?Pues serena su vida se deslizade revuelta en revuelta
En esta tierra maldecida, en estanegra mansión de la perfidia, ¿sirvenpara algo la lealtad, la valentía,la constante honradez, los nobles hechosdel que a la gloria inmola su existencia?De vil ingratitud la hiel amarga,de la envidia el veneno y muchas vecesfatídico puñal… tal es el premioque el Ecuador a la virtud presenta.”
Y continuación proféticamente hasta nos anuncia su propio sacrificio:
“Conozco, sí, la suerte que me aguarda:présago, triste el pecho que me la anunciaen sangrientas imágenes que en tornosiento girar en agitado sueño.Conozco, sí, mi porvenir y cuantasduras espinas herirán mi frente;y el cáliz del dolor, hasta agotarle,al labio llevaré sin abatirme.Plomo alevoso romperá, silbando,mi corazón tal vez; mas, si mi patriarespira libre de opresión, entoncesdescansaré feliz en el sepulcro.”
Entonces, ante esto, ¿qué nos queda?, 155 años nos separan de estas estrofas, y nada ha cambiado, ¿o si?, para peor; ya son la desesperación, la desidia, el olvido y el egoísmo, podrán decir Vds. Pues no, porque de ser así, no estaríamos aquí, el mismo García Moreno, nos da la respuesta:
“Malvado o infeliz: no hay medio, escoge,decide pronto, y antes que te oprimacomo dogal de muerte la desgracia…Mas no: desprecia impávido, animoso,los cálculos del miedo; a la cuchillainclina la cerviz y no a la afrenta;y aunque furiosa la borrasca brame,y ronco el trueno sobre ti retumbe,inmóvil, firme tente, que al cadalsoarrastrarte podrán, pero no envilecerte.” NUNCA ENVILCERTE, NUNCA ENVILECERNOS.
Podríamos ya con esto tener suficientes razones para tomar el reto garciano, pero no, penetremos más todavía, aún creo que debemos escuchar las palabras de un gran e ilustre garciano, el Dr. Wilfrido Loor, célebre historiador, para poder acabar de convencernos y entender, que como dice el evangelio, nuestro deber es ser fríos o calientes:
NOS ENVENENARON -dice Loor, y yo concuerdo -:
“¿No será que nuestros adversarios para destruirnos, nos envenenaron con falsos conceptos de libertad, democracia, independencia, palabras flexibles que se prestan a todas las interpretaciones, que cada cual las entendió como pudo y nos lanzó a la lucha fraticida, sobre ríos de sangre y montaña de incomprensiones hasta colocarnos en una dolorosa esclavitud económica y social, de rodillas ante los grandes pueblos o ante los grandes consorcios o trusts internacionales?”
“…en más de una centuria (ahora ya van para dos) en que hemos vivido peleando sin visión del porvenir, con la sangre en las rodillas, el estómago vacío de pan y la cabeza vacía de los grandes ideales políticos, ciegos ante nuestra propia grandeza, denigrando lo que es nuestro y admirando lo ajeno, en un insensato afán de imitar a otros pueblos.”
“Es tiempo de que comience ya la resistencia. De que volvamos a encontrar los que hemos perdido: nuestro espíritu, nuestra alma, nuestro propio yo…”
“Sino comienza la resistencia, -sigue Loor y todos lo sentimos- la destrucción seguirá adelante, continuaremos atomizándonos más y más, y un día en un lenguaje que no es el de Cervantes y el de la Santa Doctora de Ávila se dirá: por aquí paso un pueblo enfermo de libertad, democracia y anarquía.”
Y ahora les digo, se necesitan más pruebas, o ¿estas bastan?, es tiempo señores, de que abracemos nuestra cruz, es tiempo de que seamos dignos hijos de la Patria que dio a García Moreno, es tiempo de que seamos fieles a nuestra sangre, a nuestra Patria, y a nuestro Dios, el reto lo debemos aceptar, lo debemos tomar y llevarlo con honor y altivez hasta las últimas consecuencias, esperando que se cumpla la sentencia que versaba:
“Me imagino -decía Rubén Darío-, en esa hora del Señor, cuando resurja España, que el lírico tribuno sonríe al escuchar en lo eterno, del lado de la tierra, de lado de las columnas de Hércules, algo semejante a una salutación y a un trueno: un rugido.
· - Platón- ¿Qúe es eso?
· - Castelar- Es mi León.
De lado de nuestra tierra, por encima de la cumbre del Pichincha, se oirá algo semejante a una salutación y a un trueno, apenas estalle la aurora del nuevo Ecuador y del nuevo Mundo.
· - Remigio Crespo Toral- ¿Qué es eso?
· - Gabriel García Moreno- Es nuestro grito: ¡Dios no muere!”
Y la aurora del nuevo Ecuador, es la que ansío, que ansiamos brote a raudales de los espíritus y las mentes de gente como ustedes, que se atrevieron a pensar diferente, a pensar por si mismos, a cuestionarse la “realidad”, a decir NO al mundo moderno (a su sistema, a su forma de vida, a su asquerosa vacuidad) , y afirmarse en el SI de la Verdad, de Dios (esa, “la” verdad que como el fuego, alumbra y quema),en la Luz, la trascendencia y la vida en el espíritu, o mejor aún el espíritu en la vida, que Dios quiso que la cumpliéramos, porque al fin y al cabo a imagen y semejanza divina somos.
Pues, si por perjuro olvidáramos a Don Gabriel, a su divina misión y a la Santa Virgen de los Dolores de la Patria que lo cobijara, si por amor a cosas nuevas, rompiéramos, rompiera el Ecuador las tradiciones nacionales, y rompiera la fidelidad a su ser verdadero:
“Gran Pichincha prevén tu la muerte
De tu Patria y sus hijos al fin”.
Que así sea.
Señores y Señoras, Muchas gracias.
______
(*) Discurso pronunciado el 6 de Agosto de 2008 -fecha de la muerte de García Moreno- en la Academia Nacional de Historia.




REPORTE DE LA AGENCIA KALI-YUGA JUNIO Y 1ª QUINCENA DE JULIO 2009

LAS GUERRAS QUE PIERDE EL MUNDO MODERNO



Retomamos, luego del receso de un mes, nuestros habituales reportes internacionales relativos a lo que ha dado en llamarse por nosotros como guerra de civilizaciones.

1) REINTRODUCCIÓN AL TEMA

Si bien es una temática ya planteada en su momento no viene mal, debido al profundo caos semántico en el cual estamos viviendo, retomar el concepto principal relativo a nuestro enfoque.
A) A diferencia de la postura igualitaria y masificadora que rige en nuestro medio, consideramos que existen dos tipos de hombre que contrastan entre sí desde los mismos orígenes de nuestra historia. El hombre moderno, que ha puesto como eje principal de su existencia a esta vida y el tradicional que por el contrario lo ha hecho con lo que es más que ésta, la supra-vida, la esfera meta-física.
b) Que estas dos humanidades han dado lugar a través del tiempo a dos tipos de civilizaciones, con independencia del contexto cultural en que las mismas se desenvuelvan: la civilización moderna y la tradicional como su contrapuesta exacta. Ambas han contrastado entre sí a lo largo del tiempo, pero ha habido ciertas épocas en las cuales tales antagonismos han alcanzado un carácter crítico y decisivo pudiendo darse el caso del pasaje abrupto de un tipo de forma a otra.
c) El 11 de septiembre de 2001, a pesar de todas las campañas de desprestigio que han lanzado en su contra los modernos con la finalidad de menoscabar el valor de este hecho -y en lo cual han coincidido sectores de todas las vertientes y pelajes-, ha significado el comienzo de la guerra de civilizaciones, es decir el pasaje del mero conflicto latente entre las dos humanidades coexistentes a la guerra abierta en función de la instauración de un nuevo tipo de orden tradicional como sustituto del moderno.
d) Esta guerra se consumó al mes siguiente de este hecho con la invasión americana y de otros 50 países, que componen esa gran farsa que es la ONU, en contra de Afganistán. Pero luego, con el transcurso del tiempo, la misma se ha ido expandiendo hacia otros territorios, tales como Irak primero, luego Somalia, después Pakistán y el Cáucaso ocupado por Rusia. Todo ello sea dicho sin descuidar otros conflictos menores en intensidad pero no en importancia como Líbano y Palestina y otras zonas que representan verdaderos polvorines a punto de estallar como el Norte del África y el Asia Central, abarcando aquí los Estados satélites de Rusia que componen el Turquestán y el sector chino de esa misma región en donde ha estallado la rebelión de los uigures.
e) Esta guerra, si bien se desarrolla en territorios nacionales, trasciende totalmente las fronteras pues lo que está en juego en la misma son concepciones del mundo. Mientras que la modernidad sostiene el Estado laico, secular y democrático, el fundamentalismo, en este caso el islámico aunque no puede excluirse el surgimiento en otro contexto religioso y cultural como podría ser el budismo y el catolicismo, levanta la bandera del Imperio bajo la figura del Califato, es decir el carácter sagrado y transnacional del Estado, sometido a un ideal religioso y espiritual y no económico y materialista como lo es el moderno.
f) Obviamente que para los materialistas de todos los sectores, en tanto consideran a las ideas como un producto de la materia y por lo tanto las ideologías que se sustentan serían simplemente el ropaje sustentado para disimular ciertas conveniencias, estas cosas no podrían ser de ninguna manera en la medida que, como buenos burgueses e igualitarios que son, solamente pueden concebir que las personas se movilizan en función de intereses y no de principios. Los que somos desigualitarios en cambio consideramos que existen posibilidades diferentes de ser.

2) LOS ÚLTIMOS ACONTECIMENTOS

Hecha esta necesaria puesta a punto a fin de no olvidar o evitar confundir al que nos lee por primera vez, vayamos a los hechos de los últimos 45 días.

a) Ha quedado definitivamente en claro que la diferencia entre Bush y Obama es puramente circunstancial. El primero fue un cabal representante de la propaganda norteamericana estereotipada especialmente en las cintas de Hollywood o en los actuales videojuegos. Al respecto muchos han creído erróneamente que todo esto se ha tratado de una simple ficción, en cambio es de destacarse que esto es lo que los yanquis han considerado respecto de sí mismos. Por ello siempre han reputado que las guerras se resuelven principalmente con recursos tecnológicos en los cuales el hombre cumple un rol sumamente secundario. Que a su vez, debido a esta gran superioridad, las mismas deben definirse de manera rápida y fulminante, tal como aconteciera con la Guerra del Golfo o la de Seis Días en el caso de Israel. Claro que esto puede ser así si de lo que se trata es de gobernantes modernos los que confrontan por cuestiones propias de intereses y para los cuales, tal como dijéramos, la vida representa el bien supremo. Es por ello que, cuando Norteamérica o Israel tuvieron ante sí a gobernantes como Saddam Hussein o Nasser, todo resultó sumamente fácil y breve. Muy diferente es cuando se tiene enfrente al kamikaze para el cual la muerte no es el final de un proceso sino un medio de realización espiritual. Los mejores ejemplos de ello los hemos tenido en Líbano y Gaza. Cuando el Estado hebreo tuvo que confrontar con organizaciones fundamentalistas se encontró con la sorpresa de que las guerras no eran fulminantes y los resultados eran siempre ambivalentes.
Desconocedor de esta circunstancia, en tanto infatuado por la propaganda que ellos mismos habían creado, el presidente Bush, alentado por su rápido éxito en Afganistán, se lanzó a una segunda guerra contra Irak cayendo en una trampa que le tendiera el jefe de Al Qaeda y de lo cual habláramos en anteriores notas. En razón de su concepción igualitaria y moderna aquel no comprendía que estaba haciendo frente a un concepto diferente de guerra. Mientras que para este último la misma es un medio en función del logro de un fin como puede ser la conquista de un territorio o de un bien económico, como en este caso podría haber sido el petróleo, para el hombre de la tradición en cambio la misma es un fin en sí mismo cuyo incremento, lejos de disminuir las energías, por el contrario las aumenta. Así pues, gracias a la guerra de Irak, el movimiento talibán, que había sido en un primer momento derrotado, volvió súbitamente a la palestra y hoy en día ya controla la casi totalidad del país y tiene acorralados a los americanos en sus bases. Y esta victoria en tal lugar ha hecho que la rebelión se expandiese hacia Pakistán, Somalia y Cáucaso, de lo cual obviamente la prensa idiotizadora que nos 'informa' no dice nada.
Obama no ha modificado al respecto la estrategia de Bush, simplemente ha modificado ciertas tácticas en función de las circunstancias cambiantes. Sigue considerando al fundamentalismo como su principal enemigo y en esto hay que considerar a ambos presidentes como sumamente realistas. Lo que sucede es que es el encargado de hacer ciertos cambios necesarios. El primero de ellos ha sido profundizar lo que predecesor ya había hecho de manera más encubierta: buscar nuevos aliados en dicha guerra. El tejano, para resolver la situación iraquí, ya había concertado de manera no muy pública con Irán a fin de que se encargara de mantener la seguridad en tal país a través de un gobierno chiíta que le resultaba afín, el de Maliki. No obstante había todavía una serie de factores que impedían la consumación de tal alianza plena. Por un lado la presencia de tropas americanas e inglesas y por otro que se mantuviesen detenidos a funcionarios de tal país acusados de haber colaborado con los sectores chiítas antiamericanos. En estos días se ha procedido a liberarlos y -lo principal- a retirar las tropas yanquis de las principales ciudades como un paso previo a un retiro definitivo en dos años.
La idea de Obama es pues la de volver a la política inicial de Bush de concentrar el esfuerzo en Afganistán y encomendar al gobierno títere de Zardari en Pakistán, con pertinentes 'ayudas' de la aviación inteligente americana, a liberar de talibanes la región del noroeste de ese país, lo cual es el foco principal que alimenta la guerra en el vecino Afganistán. Lamentablemente para él tales esfuerzos no han dado hasta ahora ningún resultado.
a) Afganistán: La ofensiva yanqui lanzada en el sur con apoyo británico y canadiense ha sido hasta ahora un estrepitoso fracaso. Se ha debido reconocer que fue imposible encontrar los escondites talibanes y las tropas inglesas han tenido las bajas más elevadas en lo que va de la guerra. A su vez noticias llegadas desde el este anuncian que ya en tal región se ha instituido un gobierno talibán, que cobra impuestos y que varios destacamentos militares afganos han entregado sus armas al nuevo régimen. Es de destacar que en la primera quincena de junio los aliados tuvieron que reconocer la realización de 400 acciones de guerra por parte del talibán. Un hecho inédito que ni siquiera aconteciera en Vietnam en los peores momentos de la guerra.
b) Pakistán: Pero no resulta más alentador lo sucedido en tal país. El régimen de Zardari (famoso por su apelativo de Mr. 10% por ser lo que cobra en coimas de todas las concesiones) ha lanzado una ofensiva en las regiones en manos del talibán, con especial énfasis en la de Swat en donde se encuentra uno de los principales líderes de tal movimiento, el legendario Maulana Falzullah. Lo principal de todo es que, a pesar de que esta ofensiva ya lleva más de un mes, dicho territorio no ha podido ser recuperado y lo único que se ha dicho, aunque no pudo ser corroborado con ninguna prueba, es que el Maulana, sobre el cual pesa una suculenta recompensa en dólares, fue herido. Casi como expresando un sentimiento de profunda frustración los aviones inteligentes sin piloto americanos han recrudecido sus bombardeos sobre diferentes regiones del país generando una verdadera masacre de civiles inocentes, de lo cual obviamente ningún tribunal internacional tomará cartas (pues bien sabemos que los 'derechos humanos' son una verdadera farsa utilizada sólo para enjuiciar a los enemigos del 'mundo libre'), pero como consecuencia ha recrudecido el odio hacia EEUU entre la población, logrando así engrosar las filas del movimiento talibán con nuevos reclutas. El resultado de tal fracaso militar es que no se ha podido restablecer el tránsito de pertrechos para las tropas de la Otan que luchan en Afganistán debido a que los camiones que intentan cruzar la frontera son sistemáticamente destruidos.
c) Irak: Lejos de haber mejorado la situación con el retiro de tropas americanas de las ciudades, la misma ha empeorado notoriamente con la realización de importantes atentados especialmente contra la comunidad chiíta. A esto se agrega el hecho de que la grave crisis que atraviesa Irán luego de las elecciones lo ha obligado a descuidar la situación en tal país. Esto ha sido aprovechado por el jefe del Estado Islámico de Irak, Al Baghdadi, a quien la propaganda había dado por muerto varias veces, quien hizo un llamado a todos los sunitas a hacer frente para el combate final contra la alianza yanqui-iraní para expulsarla del país.
d) Rusia y el Cáucaso: Es en este punto en donde se encuentra el principal 'éxito' diplomático de Obama. Las relaciones entre los dos grandes 'enemigos' están pasando por el mejor momento de la historia. En la reciente reunión de la pasada semana entre el presidente negro y el premier ruso Medvediev quedó perfectamente en claro que el fundamentalismo islámico es el principal enemigo que tienen las dos 'potencias'. Rusia se comprometió a incrementar su colaboración en su lucha contra el talibán en Afganistán. Por su territorio pasarán de aquí en más no solamente pertrechos no bélicos hacia tal país para las tropas de la Otan, como la indispensable cuota de cerveza para los alemanes y de pastasciutta para los italianos, sino armas y municiones en la cantidad que se necesite. Pero lo más insólito ha sido el hecho de que se haya hablado de utilizar los puertos del Cáucaso para hacer pasar por allí los pertrechos. Esto obedecería a las siguientes razones. La situación en tal región se ha agravado sobremanera y Rusia teme perder sus repúblicas confederadas. El mes pasado se atentó contra el presidente satélite de Ingushetia dejándolo inválido de por vida. A su vez en una acción combinada de la insurgencia se eliminaron 48 soldados rusos en Chechenia poniendo en grave crisis al gobierno títere de Kadyrov y preanunciándose así una tercera guerra en tal región. La presencia de tropas de la Otan en la misma transportando 'pertrechos' hacia Afganistán estaría en consonancia pues con la guerra generalizada en contra del fundamentalismo, la que ya no reconocería fronteras. Muy posiblemente, para aceitar la situación, se destituya al presidente georgiano Shakashvili utilizándose de aquí en más los puertos de tal país para la recepción de armamento.
e) Somalia: El régimen islámico moderado que ha sido impuesto por los americanos luego de la fuga de los etíopes del país controla apenas unas 20 cuadras de la ciudad de Mogadiscio encontrándose rodeado por las milicias de Al Shebaab que responden a Al Qaeda. Es defendido por una fuerza de 4.500 hombres de la Unión Africana, la cual en cualquier momento va a sucumbir tal como aconteciera meses atrás con los etíopes. Se espera luego de ello y la toma definitiva de Mogadiscio la proclamación del Emirato de Somalia, el que sería el primer territorio con gobierno efectivo del fundamentalismo.
f) El show de Berlusconi: Ya ingresando al terreno del humor y la parodia no podía haber sido más sintomático lo acontecido en Europa en esta semana que concluye. El poderoso Grupo de los 8 se reunió para resolver los problemas del mundo. Ya el lugar elegido para ello, la destruida ciudad de L'Aquila, en ruinas tras un terrible terremoto, no podía haber sido un mejor signo de la situación en la cual se encuentra un régimen moderno globalizado demolido por todo tipo de crisis: económica, ecológica, moral, religiosa, así como también militar. El primer día de la reunión tuvo que ausentarse de urgencia el premier chino para hacer frente a un grave conflicto en la provincia uigur con cerca de 200 muertos en una sublevación popular. La pobreza de los debates y las inconclusiones alcanzadas estuvieron matizadas por los shows mediáticos relativos a las incontinencias verbales y físicas del premier italiano Berlusconi del que se llegó a decir que salió 'fortalecido' tras el encuentro, es decir que, luego de esto, se incrementarán sus escandalosas manifestaciones de mal gusto, y de las distintas mujeres modelos de los premier que dieron mucho más que hablar que lo obtenido en tal reunión por sus maridos.
Tal como vemos estamos ante un mundo en crisis terminal pero no meramente por un problema intrínseco al mismo, sino por todas las guerras que está perdiendo.

Walter Preziosi
Buenos Aires, 13/7/09


HEIDEGGER Y LOS CRÍMENES DE BUSH

No creamos por lo que escribiremos ahora que Obama se trata de una buena persona preocupada por el derecho y el bienestar de la ‘humanidad’. Él también es un asesino como su predecesor el presidente Bush, pero con la diferencia de que, como ahora está tratando de que la gente no hable de los crímenes que está cometiendo a diario en Afganistán y en Pakistán con sus bombardeos inteligentes que eliminan a un promedio de 30 ‘talibanes’ por día, disfrazados todos ellos de ancianos, niños y campesinos, le conviene en cambio que se empiece a hablar de los delitos cometidos por su predecesor. Y esto convengamos que nos beneficia sobremanera pues es una prueba clara de que el Estado norteamericano es una verdadera institución mafiosa aunque con la diferencia de que camufla sus delitos bajo la farsa de la democracia y el respeto de los derechos.
En la semana que ha pasado nos hemos enterado de algo que ya se venía denunciando desde hacía mucho tiempo pero que ahora ha sido por fin aceptado oficialmente. Es lo relativo a los crímenes de guerra cometidos por EEUU durante la invasión a Afganistán en el 2001. El diario New York Times, en su pasada edición del 10/7, informó que se está investigando -y bajo la precisa indicación de Obama- la matanza de al menos 1000 prisioneros talibanes cometida por el Gral. Rachid Dostum bajo la expresa inducción del régimen de George Bush. Reseñemos brevemente, debido a la profunda desinformación que hoy reina, qué fue lo que sucedió y quién era el aludido militar, hoy importante funcionario del régimen títere de ocupación del presidente Karzai. Dostum había sido años atrás un estrecho colaborador de los rusos durante el período en que dicho país ocupara Afganistán y por lo tanto ya desde ese entonces un feroz enemigo sea de los talibanes como de Al Qaeda que luchaban en su contra. Pero luego de que el Imperio soviético se desmoronó tras la derrota propinada en febrero de 1989, Dostum, quien posiblemente debe haber sido un profundo lector de Heidegger y debe haber compartido con éste la idea de que la antigua URSS y los EEUU eran ‘metafísicamente iguales’, pasó rápidamente a colaborar con este segundo país y con su agencia de inteligencia la CIA formando parte de la organización que cobijara esta superpotencia junto con la Unión Europea, la Alianza del Norte del legendario gral. Massud, quien fuera eliminado por Al Qaeda dos días antes del famoso atentado del 11S.
El destino de Dostum parecía entonces sellado luego de este hecho cuando la oportuna invasión americana, junto a la de otras cuarenta naciones que componen lo que se conoce como la ISAF, le salvaron la vida permitiendo así que su movimiento alcanzara el poder que no podía obtener por sus propios medios, tal como le había sucedido años atrás con sus amigos los rusos. Fue así que, ante la desproporción de fuerzas existente tras la sorpresiva invasión de octubre de 2001 y ante sucesivas promesas de amplias amnistías, muchos talibanes decidieron rendirse a los americanos. Pero éstos imitando un acontecimiento similar al que sucediera en el vecino Líbano con los campamentos palestinos, resolvieron entregarlos a la custodia de carceleros como el heideggeriano Gral. Dostum. Los informes que da el diario neoyorquino sobre el hecho ponen verdaderamente la piel de gallina. Resulta ser que el aludido encerró a al menos un millar de ellos en varios containers que mantuvo bajo el sol y sin brindarles ni alimentos ni agua durante unos cuatro días. Luego procedió a abrirlos y a comprobar el resultado de su experimento. Como constató que algunos talibanes todavía estaban vivos procedió a ejecutarlos minuciosamente.
Por supuesto que no hubo nadie que protestó por el hecho pues la desgracia de los talibanes es la de que tienen la contra no sólo de los americanos y europeos, sino también de los rusos e iraníes. Por ello no ha habido periodismo internacional que se ocupara de ellos para defenderlos y hasta hubo canallas que los han acusado de ser agentes de los ingleses. Ahora nos enteramos del hecho no por una razón de defensa de la democracia y la justicia, sino porque se trata como decíamos de buscar chivos expiatorios que hagan creer que con el nuevo gobierno se están defendiendo los derechos humanos.
Por supuesto que Dostum sigue siendo a pesar de todo ministro en el gobierno de Karzai y sigue aplicando puntualmente la filosofía de su maestro germánico hasta sus últimas consecuencias. Sería actualmente uno de los principales gestores de la nueva alianza rusa americana para combatir de manera conjunta al fundamentalismo islámico. Tal como manifestáramos en nuestro anterior informe Moscú ha resuelto facilitar su territorio para que por allí transiten los pertrechos bélicos para combatir al talibán.
Y esto porque, de acuerdo a su aguda formación filosófica, debe considerar que lo físico debe convertirse en la expresión simbólica de lo metafísico.

Walter Preziosi
Buenos Aires, 18/7/09



TODOS CONTRA EL FUNDAMENTALISMO

La segunda quincena de julio y el primer día hábil de agosto han sido una vez más pródigos en acontecimientos relativos a lo que esta agencia califica como Guerra de civilizaciones, es decir aquel antagonismo que contrapone de manera bélica a dos concepciones del mundo contrapuestas, la moderna, representada principalmente por los EEUU, Rusia, China y Europa, y la tradicional hoy expresada principalmente a través del fundamentalismo islámico.
Éstos han sido los hechos más notorios de los últimos días:
1) A pesar de lo que los distintos analistas desinformadores nos han venido anunciando, China no ha salido del patrón dólar, sino por el contrario acaba de firmar en la semana pasada un acuerdo en Washington con Obama en donde ratifica el respaldo a tal moneda haciéndose a su vez cargo de un bono emitido por el tesoro yanqui a fin de sostenerla. A cambio de ello EEUU se aviene a hacer silencio respecto de la sistemática violación de los derechos humanos en la provincia de Turquestán del Este, también conocida como Xing-Yang, en contra de la minoría uigur de carácter islámico. Lo mismo acontecerá por vía transitiva con las restantes violaciones que el régimen comunista capitalista chino efectúa con la minoría tibetana y con todos aquellos que en el resto del país se opongan a tal tiranía. Es que la alianza contra el fundamentalismo exige tales ‘sacrificios’.
2) Este acuerdo con China había sido precedido una semana antes con el que Rusia, la Unión Europea y EEUU concertaron en la última reunión de la Otan por el cual, mientras que el primer país facilita su territorio para que por allí transiten los pertrechos para las fuerzas de la Isaf que combaten contra los talibanes en Afganistán, los países del ‘mundo libre’ no presentarán inconvenientes a que Rusia efectúe la segunda guerra de Georgia para obtener el resultado que no consiguiera con la primera, la destitución del régimen de Shakasvili y su sustitución por uno afín a Moscú, similar al que estaba antes con Schavernadze. Esto es buscado especialmente por los rusos pues quieren consolidar su presencia en el Cáucaso debido a la creciente influencia que en tal zona está adquiriendo el fundamentalismo a través del poder paralelo que allí existe representado por el Emirato Islámico que pone en riesgo su dominio en las repúblicas de Chechenia, Ingushetia, Daguestán y otras menores. Putin le ha prometido especialmente a Obama que, una vez que se imponga en tal país un régimen títere de sus intereses, los puertos georgianos del Mar Negro serán utilizados para el transporte de pertrechos hacia Afganistán.
3) En el día de la fecha este plan ha obtenido una nueva confirmación. Acaba de asumir la jefatura de la Otan el danés Anders Rasmussen, conocido líder fanáticamente anti-islámico, principal responsable de la grotesca provocación de años anteriores con la publicación de caricaturas jocosas respecto de la figura de Mahoma, especialmente instrumentada para polarizar el continente en una fobia contraria al fundamentalismo. En su discurso de asunción ha manifestado textualmente que Rusia no debe considerar a su organización como enemiga. Esto dicho en medio del conflicto por Georgia es una clara invitación a que invada. Efectivamente Moscú no ha esperado ni siquiera un segundo luego de tal amable auspicio. De manera inmediata una columna de 400 tanques de guerra se ha dirigido hacia la zona de Osetia del Sur con la finalidad expresa de invadir dicho país alegando una vez más que el mismo previamente la ha provocado. Para ello contará también una vez más con una legión de periodistas a sueldo que, aunque ahora no sean comunistas, exaltarán igualmente el valor positivo de los delitos patrióticos y ‘antimundialistas’ del asesino Putin.
4) Pero el hecho más trascendente de los últimos días ha sido el discurso emitido por Al Baghdadi, respecto del cual todos aquellos que se remiten a leer solamente los diarios ni siquiera saben de quién se trata. Nos estamos refiriendo al presidente del Estado Islámico de Irak, poder paralelo existente en tal país y sostenido principalmente por la organización Al Qaeda en la Mesopotamia. Baghdadi resulta famoso en ciertos medios porque le ha pasado lo mismo que a Bin Laden: lo han dado por muerto muchísimas veces demostrando así la gran impotencia de quienes no pueden cumplir con los modelos holliwoodianos en los que siempre han creído. Si bien los conceptos del mismo han sido resumidos por nuestra agencia informativa, debido a su trascendencia, sintetizaremos aquí lo esencial. Baghdadi ha manifestado que EEUU, al retirarse de las principales ciudades de Irak y recluirse en zonas desérticas, así como a través de su anuncio de un retiro definitivo a corto plazo, ha efectuado un claro reconocimiento de su derrota irreversible en tal país. Ha agregado también que esta circunstancia ha sido la causa principal de la crisis que hoy vive tal superpotencia y por extensión el mundo entero debido a que la guerra de Irak le ha insumido una sangría de 150.000 millones de dólares anuales, lo cual seguramente debe haber sido un elemento mucho más determinante que las ‘crisis inmobiliarias’ que nos relatan nuestros obtusos economistas. Agrega también que Obama ha resuelto irse de Irak para concentrar en cambio su guerra en Afganistán y Pakistán, país este último que lo atemoriza sobremanera pues al poseer armas atómicas tiene miedo que las mismas caigan en manos del fundamentalismo.
5) Pero Bagdhadi ha indicado además -y de ello nuestra agencia es el mejor testimonio- que no es verdad que EEUU se haya retirado de Irak porque tal país se encuentre pacificado. Que sí es cierto que EEUU ha disminuido notoriamente sus bajas en tal guerra, pero ello se ha debido justamente al hecho de que se ha retirado de las principales zonas de combate. En donde en cambio las bajas se le han cuatriplicado ha sido en Afganistán. Lo importante a destacar es que considera que Irak ha sido entregado a Irán, país al cual, a pesar de todo lo que la prensa diga en contrario, representa la mejor garantía para Obama a fin de poder llevar a cabo su ofensiva en el Asia Central contra el movimiento talibán. El régimen que hoy existe en Irak es totalmente dependiente del iraní y ello ha sido testimoniado en los últimos días con las recientes incursiones del gobierno de Maliki en el campamento de refugiados iraníes de Camp Ashraf eliminando y arrestando a varios opositores responsables de las manifestaciones contrarias al gobierno de Ahminajedad. Aquellos que consideran que Obama quiere invadir Irán son nuevamente los desinformadores de siempre (1).
6) Finalizando el trascendente discurso de Baghdadi es interesantes señalar que ha manifestado que la crisis que está viviendo Norteamérica por la que se ha debido retirar de Irak y renunciado por razones presupuestarias a incrementar su industria armamentista a fin de que su sistema económico no se le desbarranque es una clara señal anticipatoria de un colapso parecido al de la fenecida Unión Soviética. Indudablemente de esto el fundamentalismo que participara de la guerra que acabara con tal nefasta institución debe entender muchísimo.

(1) Quien sí considera que hay que invadir Irán es el régimen israelí que considera que la actual crisis que vive actualmente tal país hace propicio un ataque preventivo para destruir sus plantas nucleares. Sin embargo eso es rechazado por Obama quien sabe que una intervención de tal tipo agravaría las cosas en tanto uniría a los dos fundamentalismos, el chiíta y el sunita, en un mismo frente.
Walter Preziosi
Buenos Aires, 3/8/09

EVOLA Y EL JUDAÍSMO (Segunda parte)


No hace mucho publicamos bajo este mismo título un texto en el que se trazaban las coordenadas que al decir de Julius Evola definían la esencia del pueblo judío, sus grandes (y/o a menudo diversificados) rasgos actitudinales, las causas profundas de su/s manera/s de actuar y el papel que el judaísmo podía haber ejercido en los procesos de decadencia por los que se ha visto arrastrado -especialmente- el llamado Occidente en los períodos que la historiografía oficial conoce como la edad moderna y la contemporánea. Quedó bien clara entonces la profundidad de los análisis realizados por nuestro egregio autor, que le alejaba drásticamente de cualquier intención y proceder panfletarios y demagógicos. En esta línea nos fue dado afirmar que: "Julius Evola, impregnado de ese sentido Superior y Metafísico de la existencia inherente a la Tradición, abordó desde sus más genuinas raíces todo tipo de cuestión doctrinal y de asunto político, social o cultural. Y para la cosmovisión Tradicional estas genuinas raíces se sitúan en un plano Suprasensible y tienen, por tanto, mucho que ver con el hecho espiritual. Es así que el mismo tema de la cuestión judía fue analizado por Evola abordando en primer lugar y como causa primera, y más importante, de toda su problemática los avatares religiosos por los que ha ido pasando el judaísmo a lo largo de su devenir. Evola, pues, nos ofrece un enfoque del tema judío mucho más completo e integral que la mayoría de las interpretaciones al uso. Y es que puede ser que se haya tenido acceso a detallados y acertados estudios sobre el psiquismo y la caracterología de los judíos pero difícilmente estos estudios abordan las causas con las se pueden explicar las peculiaridades de la psique de la generalidad de los judíos; y si se han embarcado en la tarea de discernirlas no han mostrado competencia para adentrarse en el ámbito de lo espiritual, que es el que nos da las claves originales del accionar del judío. Sobre esta indispensable base Evola, con su singular agudeza, desgrana los principales episodios y las más influyentes corrientes “culturales”, de pensamiento, políticas y científicas que han ejercido un papel de acelerador de los procesos de decadencia y de disolución por los que transita, de manera vertiginosa, “nuestro” deletéreo mundo moderno. Y en este desgrane el gran intérprete italiano de la Tradición nos muestra el contundente protagonismo que ha tenido el elemento judío en la obra de demolición de los vestigios que del recto Mundo de la Tradición pudiesen subsistir; protagonismo que representa un hecho fehaciente independientemente de que los primeros procesos disolventes por los que empezó a discurrir el llamado Occidente haya que buscarlos en parámetros, e incluso personajes, ajenos al judaísmo." No vamos, obviamente, a volver a incidir en lo que ya explicamos en el anterior artículo dedicado a este tema, sino que con esta segunda parte pretendemos darle al asunto de estudio una vuelta de tuerca más para poder, así, ofrecer el análisis y el examen que Evola efectuó sobre cuestiones concretas en las que el judaísmo ejerció (o ejerce) un papel determinante. Pasemos, pues, a tratar de ellas:
Conexiones entre la masonería y el judaísmo (*) Como aperitivo de las posibles interrelaciones que hayan podido (y/o puedan tener) la masonería y el judaísmo nos recuerda Evola que el personaje al que se le atribuye un papel fundamental en el ordenamiento interno de la masonería no es otro que el judío Elías Ashmole (1.617-1.692). Personaje que vive en un s. XVII en el que la masonería va configurándose en la forma que resultará tan perniciosa para la salvaguarda de los resquicios que del Orden Tradicional pudieran pervivir en los siglos venideros. Va, por aquel entonces, dejando de ser la masonería operativa que podemos hacer remontar a los ´Colegios romanos de Artífices´ (arquitectos) y que en el Medievo conservó su carácter iniciático en el seno de los gremios relacionados, sobre todo, con las construcciones de catedrales (arquitectos, canteros, picapedreros,...) para ir transformándose en su imagen contrapuesta: la de la ´masonería especulativa´ que tan papel decisivo ejerció, con su defensa del libre examen y del relativismo más destructivo, en el triunfo de las revoluciones liberales que encumbraron a los mercaderes (la burguesía) al poder político. Una masonería especulativa que se considera formalmente constituida con la fundación de La Gran Logia de Inglaterra en 1.717. Existe, nos escribe Evola, una sospechosa y especial inclinación expresada por muchos masones de que la masonería se erija en garante, de manera especial, de los derechos del pueblo judío. Buen ejemplo de lo cual sería el del masón Otto Hieber (primera mitad del s. XX). Y en este abanderamiento de la lucha por los derechos humanos -tan central en la religión del cosmopolitismo- muchos personajes judíos adoptan un papel predominante. Éste sería el caso de un Elie Eberlin, que aboga porque Israel asuma el papel de "Mesías colectivo" en pos de los derechos del hombre y en favor del "régimen igualitario y nivelador de las repúblicas". Para Eberlin se han de suprimir "patrias, cortes, ejércitos y aristocracias hereditarias" (no es espacio éste para comentar el estado de decrepitud en el que muchas monarquías y la nobleza se hallaban ya por aquel entonces y no vamos a ser nosotros quienes neguemos esta evidencia; otro asunto bien diferente es el de la intencionalidad de Eberlin…). Nos sigue escribiendo Evola que el también judío Ludwig clamaba por el aniquilamiento de las formas imperiales y monárquicas. Y, en total coincidencia, por la "destrucción de las formas imperiales y monárquicas", además de por la constitución de la Sociedad de Naciones (precursora de la universalista O.N.U.), se declaró el congreso internacional masónico celebrado en París en 1.917 (durante el transcurso de la Primera Guerra Mundial). Una Sociedad de las Naciones (establecida en Ginebra) que, al decir del hebreo Fritsch, "no es tanto una creación del presidente de los EE.UU. Wilson sino una obra magnífica del judaísmo". En total concordancia con la filosofía humanitarista y pacifista de que hacía gala la institución ginebrina (eso sí, no tan pacifista contra los Estados en los que sobrevivían, según sus criterios, sistemas políticos no "democráticos") interpretaba el ya citado Fritsch las palabras del profeta Isaías cuando profetizaba que "las espadas deberán ceder el lugar a las carretas". Por lo expuesto hasta ahora se van haciendo patentes las concomitancias entre los objetivos de la masonería y los de un buen número de miembros del pueblo hebreo. A estas alturas se tercia una pregunta de calado: ¿Esta ideología de los derechos humanos por la que abogan muchos personajes del pueblo judío es anhelada para todos los pueblos del mundo sin excepción o es querida para todos menos para el suyo? La legitimidad de esta pregunta viene dada porque otros judíos (al igual que lo que ya dijimos del mencionado Elie Eberlin) también defendían la idea del pueblo judío como "Mesías colectivo", pero con intenciones esclarecedoras y nada "beneficiosas" para el resto de la humanidad, pues, así, el rabino y masón Baruch Levi aspiraba a que "el pueblo judío, en tanto que colectividad, fuera su propio Mesías" y que por medio de la unión de las otras razas (no la suya...) -buen precursor, Baruch Levi, de la promoción del mestizaje actual-, la eliminación de las fronteras, de las monarquías, de cualquier otro elemento o cualquier otra institución garante de las diferencias, de la supresión de la propiedad privada y del acaparamiento en manos judías de los bienes del mundo acabara –el pueblo hebreo- dominando el mundo y realizando, de este modo, las promesas del Talmud. Baruch Levi escribe todos estos propósitos en carta que dirige a Karl Marx; del cual era confesor... ¿Podemos creer en la honradez ideológica y de intenciones de Marx cuando éste aboga por el ateísmo y anatemiza a la religión como "el opio del pueblo" si, por otro lado, tenía un confesor espiritual...? ¿o se trata tan solo de tretas de cierto judaísmo para hacerse con el control político y económico mundial? Este presumible doble rostro de cierto judaísmo empuja a Evola a preguntarse si tras este presunto judaísmo laico desgajado de su tradición religiosa y que converge con la masonería no existe, oculto, en realidad un judaísmo fiel a su tradición y, por tanto, a la ley mosaica. En esta línea nos recuerda nuestro romano autor que un historiador de la masonería como lo fue Schwarz-Bostunitsch (de la minoría alemana de Ucrania durante aquella época de los años ´30 y ´40 del pasado siglo) afirmó que "el secreto de la masonería es el judío"; en definitiva, quien mueve los hilos de aquélla. Al igual que nos recuerda que un especialista en sociedades secretas como lo fue Leon de Poncins (1) escribió en su libro "La Vérité Israélite" que "el espíritu de la masonería, es el espíritu del judaísmo". En la misma línea de todo lo anterior se enmarcan las palabras del también (como Baruch Levi) rabino M.J. Merrit cuando afirmó, en el transcurso de una reunión o tenida masónica, que no había mejor lugar para realizarla que ése en el que se estaba llevando a cabo, que no era otro que una sinagoga, pues sostenía, textualmente, la convicción de que "la masonería había nacido en Israel". A pesar de todo lo dicho hasta ahora y de todo lo, por pura lógica, deducible Evola no cierra las puertas a la posibilidad de que la similitud de objetivos perseguidos por la masonería especulativa y por cierto judaísmo no se deba tan solo a una acción planeada por un judaísmo que, en realidad, seguiría fiel a su tradición religiosa (como aquél que hemos visto que echaba mano del profeta Isaías), sino que también podría deberse a que si la masonería promueve el internacionalismo homogeneizador es normal que muchos judíos laicos se sientan identificados con este ideal que no entiende de patrias, de razas, de identidades o de pertenencias, pues al judío que se ha alejado de la ley mosaica no le queda ningún símbolo de identidad con el que se sienta atraído e identificaddo: pues su origen racial es variadísimo y desconocido para muchos judíos, sus referencias originales geográficas también y sus costumbres lo son otro tanto. Por esto, en un mundo sin referentes ni peculiaridades él se siente más a gusto. Las concomitancias entre masonería y judaísmo afloran igualmente en su común anticatolicismo, que en el judaísmo religioso encuentra su explicación en esa visión hereje que del cristianismo tiene desde el mismo momento de su aparición, mientras que en el judaísmo laico se basa en esa especie de sentimiento de venganza quasi atávico que contra las Iglesia Católica conserva debido a las persecuciones que por mor de ésta, y a manos de la misma, padeció el pueblo judío en diferentes épocas y lugares y, finalmente, en la masonería encuentra su razón de ser en el obstáculo que le supuso secularmente la Iglesia Católica de cara al proyecto y al anhelo masónicos de implantación de sus postulados librepensadores y relativistas. Nuestro gran intérprete italiano de la Tradición concluye planteando la disyuntiva de que o bien luchando contra la masonería se lucha "simplemente" contra una organización que pugna por el triunfo del igualitarismo nivelador o, en cambio, lo que se puede conseguir si se sale victorioso en esta lid es eliminar uno de los resortes que utiliza el judaísmo para llevar a buen puerto sus deseos de hegemonía mundial.
El judío y los movimientos políticos, culturales y científicos de los siglos XIX y XX (**)
Evola nos ofrece una extensa relación de destacados personajes de extracción judía cuyo papel acelerador de los procesos de disolución acaecidos en Occidente, a lo largo de las dos últimas centurias, ha resultado decisivo. Es así cómo nos recuerda que el mismo fundador del marxismo -Karl Marx- no era otro, en realidad, que el hebreo Mardochai. Nos dice, igualmente, que todos los cabecillas del bolchevismo que triunfó en la Revolución de Octubre de 1.717 en Rusia eran también, a excepción de Lenin, judíos; León Trotsky sería también un claro ejemplo de ello. En Alemania el mismo fundador del Partido Socialdemócrata fue el judío Lasalle (quien ya en su momento había trabajado, políticamente, con los redactores de "El Manifiesto Comunista" (1.848): Marx y Engels). La misma extracción compartía la líder del Partido Comunista Alemán: Rosa Luxemburg; máxima responsable de las revoluciones espartaquistas que sacudieron duramente la Alemania inmediatamente posterior al final de la Primera Guerra Mundial. Y lo mismo sucedía con todos los principales dirigentes de este partido: Liebneckt, Kautzky o Haase. En el campo de la filosofía no nos hemos de olvidar del francés Henry Bergson. Filósofo que en su justa crítica al racionalismo y al intelectualismo no adopta la postura restauradora de superarlos por lo Alto sino que se aleja de ellos bajando un peldaño más de la escalera involutiva y clamando, así, por la religión de la vida y de lo irracional: la religión de los instintos más primarios y la del turbulento e incontrolado mundo del subconsciente. Haciendo malabares de un sincretismo contranatura, artificioso y de intencionalidad diáfanamente niveladora, igualitarizante y cosmopolita el judío Samenhof (o Zamenhof), nacido en territorio del Imperio Ruso (hoy perteneciente a Polonia), elabora, en el siglo XIX, un nuevo idioma (apelotonando elementos lingüísticos de lenguas diferentes) que pretende convertir en idioma universal: el esperanto. La música no se ve exenta de influencias deletéreas provenientes de compositores de origen hebreo, tal como sucede con lo que Evola define como ironismo operístico (humorístico e irreverente) del decimonónico alemán Offenbach; que en sus obras intenta ridiculizar cuanto pudiera subsistir, en su época, de lo que, en su día, pudo considerarse acorde con la Tradición. O tal como ocurre con el alemán Schonberg y su música dodecafónica atonal que rompe con la escala musical tradicional de ocho notas (o, como se la suele denominar, de una octava). Escala de ocho notas utilizada durante siglos por todos los compositores, en Occidente, porque es el fruto de reconocer que la distancia y diferencia de sonido que, de este modo, existe entre una nota y otra es la que de manera más natural puede percibir el oído humano. Distancias de sonido que son conocidas como tonos; o como semitonos (entre la nota mi y la fa y entre la nota si y la do) en los casos de notas cuya diferencia de altura (más o menos agudas o graves) es menor que la habitual existente entre la mayoría de notas que se sitúan en la escala musical de manera correlativa. Pues bien, en esta línea, tan común entre muchos autores judíos, consistente en romper referencias y en desangelar cualquier atisbo de vida, de institución o de actividad ordenada Schonberg crea el dodecafonismo e introduce otro elemento de caos más en el seno de la cultura Occidental de su época. Elemento de caos, al decir de Evola, acorde con la misma naturaleza caótica del judío que le vendría dada por la amalgama racial tan dispar de la que procede (2). Schonberg verá cómo su dodecafonismo será abrazado por, entre otros, el también judío -en este caso ruso- Strawinsky, cuya música será definida por Evola como rítmico-orgiástica. A nuestro gran intérprete italiano de la Tradición no se le pasa por alto la enorme influencia (casi podríamos mejor afirmar: el tremendo monopolio) que los judíos ejercían ya en su época en el mundo del cine. Concretamente nos recuerda que es en manos de hebreos en quienes estaban compañías cinematográficas como la Paramount, la Metro Goldwin Mayer, la United Artists, la Universal Pictures o la Fox Film. De todos es sabido que dicha influencia ha ido in crescendo arroyadoramente hasta la situación en que se encuentra en la actualidad (especialmente en Hollywood) y por esta razón se haría interminable la lista no sólo de compañías sino también de productoras, de artistas,... La teoría de la relatividad
Antes de pasar a comentar las críticas que Evola realiza a esta teoría, nuestro autor nos recuerda las fuentes de las que bebe el judío Albert Einstein para formularla y el eco que ellas tuvieron inmediatamente en el mundo de la física moderna. Es así que Einstein se basa, para su elaboración, en la teoría del espacio creada por el judío Minkowsky y en reformas del cálculo infinitesimal como las llevada a cabo por el igualmente judío italiano Levi-Civita. El principal desarrollo que ha tenido esta teoría de la relatividad, con posterioridad a ser formulada por Einstein, ha venido de la mano del hebreo Weyll y entre los principales seguidores de la misma nos encontramos al judío italiano Enriques o al también judío (en este caso alemán) Born. La teoría de la relatividad elaborada por Einstein supone, tal como nos expone Evola, un salto enorme en el abismo al que nos conducía la física moderna desde hacía ya unos cuantos siglos. La ruptura es total con respecto a la esencia de las ciencias sagradas Tradicionales. Unas ciencias sagradas que concebían los fenómenos naturales como la exteriorización del accionar de las fuerzas sutiles que componen el entramado suprafísico del cosmos y que explican la armonía consustancial de éste. Bajo este prisma las Ciencias Tradicionales entendían que lo que acontecía en el microcosmos era un reflejo de lo que sucedía a nivel macrocósmico. La modernidad, por el contrario, rompe sus vínculos con lo Alto y, por esto, las ciencias modernas se centran en los estudios, análisis, experimentación y formulación -exclusivamente- de lo fenoménico o superficial. Y siguiendo esta línea descendente la teoría de la relatividad se desvincula incluso de lo natural y de lo fenoménico y los sustituye por fórmulas matemáticas o los somete a ellas. Fórmulas matemáticas que son el producto de elucubraciones mentales que rozan el pensamiento abstracto más extremo y se alejan de cualquier tipo de realidad; inclusive de la material. Para la física elaborada por Einstein, de este modo, el ente tiempo y el del espacio son superados y no tienen validez como tales. El físico judío "crea" una nueva realidad (paradójicamente irreal): la de la noción espacio-temporal; una especie de todo continuo que no tiene otro sustento que el de las disquisiciones mentales de su autor. Si la física profana había reducido cualquier idea de realidad a la meramente material, la física de Einstein no tiene otro soporte que el mental: el de sus elucubraciones mentales. ¿Nos debe extrañar esta reducción de la física a fórmulas matemáticas de lo más abstracto? ¿Nos debe, en definitiva, sorprender esta matematización de la física? Pues la respuesta que nos da Evola es que no, pues nos recuerda que no sólo el judío sino que en general el alma semita (3) ha demostrado siempre tener una inclinación especial hacia el número y la matemática. El álgebra nos vino introducida a través de los árabes. La numerología actual tiene esta procedencia y por ello también las cuatro operaciones básicas; por contra, por ejemplo, en la Antigua Roma se empleaban otros sistemas diferentes para calcular. La inclinación del judío, en particular, hacia la matemática y el número puede hallar su explicación en su percepción cuantitativa, igualitarista y masificadora de la realidad y de la existencia. Esta vocación hacia el número se encuentra en la base de su querencia hacia la cábala; que, por otro lado, nos dice Evola que es de lo mejor que ha cultivado el judaísmo. Una cábala desarrollada especialmente por unos judíos sefardíes (como sería el caso de un Maimónides) que al decir de Houston Stewart Chamberlain ha representado siempre lo mejor y más granado del pueblo hebreo (4).
La psicología criminalística judía En el Mundo de la Tradición la noción de orden que se tenía carecía de puntos en común con la idea de orden burgués tan en uso desde hace varias centurias. No se limitaba, pues, a aspectos sociales sin nexos con lo Superior, sino que, al contrario, hacía referencia al anhelo de reflejar aquí abajo -en la forma del Regnum o, mejor, del Imperium- el ordo que regía, equilibrada y armónicamente, arriba. El Orden a establecer y por el que se luchaba debía sustentarse sobre una serie de pilares, uno de los cuales era el de la Justicia. El maestro romano nos señala cómo en esa línea de actuar y pensar tan cáustica y propia de cierto judaísmo la misma institución y el mismísimo concepto de la Justicia reciben fuertes impactos en su línea de flotación. Es por esto por lo que algunos literatos judíos llegan a hacer aseveraciones del tipo de que "todo el mundo es culpable excepto el criminal" (Aschaffenburg) o de que "el culpable no es el asesino sino el asesinado" (Werfel). En la misma línea el escritor judío checo Franz Kafka nos relata en su obra "El Proceso" el cómo un acusado de un delito, que no es consciente de haber cometido, se enfrenta a un juicio en el que una Justicia deshumanizada, que no conoce ni de eximentes ni de atenuantes, le dicta sentencia condenatoria. El protagonista no es consciente de cuál será su destino dictado por esta sentencia hasta justo antes del momento en que ésta sea ejecutada (5). Los más destacados psicoanalistas y/o psicocriminalistas judíos reman en la misma dirección de debilitar los fundamentos y la institución de la Justicia. De este modo los adscritos al marxismo (de fines del s. XIX y principios del XX) siempre han defendido la idea de que el criminal no es más que una víctima del sistema opresivo capitalista y que, por ende, no merecería punición alguna. El judío italiano César Lombroso (cuyas peregrinas ideas asociaban y relacionaban, intrínsecamente, genio, criminalidad y epilepsia...) se posicionaba en su certidumbre de que los impulsos criminales tenían un origen genético y que, por esta razón, el criminal no podía nada contra ellos, pues constituían una especie de fuerza superior a él. Por lo cual Lombroso, también, pensaba que el criminal no merecía recibir ningún castigo. Evola nos sigue recordando que en la misma línea de debilitar la potestad de la Justicia nos topamos con el judío austríaco (de Viena) Alfred Adler (discípulo de Freud) que postulaba el que en el seno de la sociedad, por mera lógica estadística, existe un porcentaje de personas con tendencias criminales y que, por este motivo, al individuo que tenga la desdicha de formar parte de este desgraciado porcentaje no hay que condenarlo sino que hay que ponerlo en manos de un psicoanalista, ya que aquél no ha pedido formar parte de este desdichado segmento de la población… También nos hace saber Evola que Adler afirmaba que el criminal es un individuo que padece de complejo de inferioridad y que si se le castiga por sus actos delictivos se sentirá, a causa de sus complejos, humillado y su reacción será la de vengarse de dicha "humillación" volviendo a delinquir. Por lo tanto Adler aboga por que no se le castigue para evitar, así, su reincidencia delictiva. Igualmente nos hace saber el gran maestro italiano de la Tradición que Sigmund Freud defendía la idea de que el potencial delincuente es un ser que padece de un sentimiento de culpabilidad a causa de un complejo de Edipo no superado y que para intentar atenuar la culpa que siente buscará que se le castigue. ¿De qué manera?: delinquiendo. La "brillante" solución que aporta Freud es la de suprimir el castigo porque de esta manera el potencial delincuente no delinquirá al saber que si sí lo hiciera no le correspondería el ser castigado por la Justicia (que es lo que perseguía); una Justicia, por otro lado, que pierde, así, todo poder, toda respetabilidad y toda razón de ser.
Los libros sibilinos Hemos querido, de la mano de Evola, dejar al descubierto el papel deletéreo que cierto judaísmo ha protagonizado en elseno de las sociedades del llamado Occidente a lo largo, especialmente, de las dos últimas centurias, pero igualmente de la mano del maestro italiano echaremos la vista mucho más atrás para comprobar cómo dicha acción disolvente no es ajena a épocas bastante lejanas en el tiempo. Es así, que ya en la antigua Roma se puede vislumbrar. Un buen ejemplo de ello sería el de los Libros Sibilinos que, según cuenta la tradición, le fueron dados por una vieja señora al último rey etrusco que reinó en Roma (en su primera etapa histórica: la de la monarquía): a Tarquino el soberbio. Se trata de unos libros en los que, a través de la sibila, supuestamente el dios Apolo comunicaba las profecías que daban respuesta a una serie de cuestiones que, normalmente, las gentes le habían formulado a la divinidad. Sin duda, atendiendo al contenido de las "profecías" emitidas, no podía tratarse del Apolo Solar e hiperbóreo que tan fidedignamente encarnaba los principios inmutables de la Tradición. Se puede deducir que el nombre de Apolo fue utilizado para introducir en Roma toda una serie de cultos exóticos, orientales, antirromanos, antisolares y antiolímpicos e introducir, además, todo tipo de divinidades de carácter telúrico y directamente emparentadas, por tanto, con la percepción sensual y emotiva de la vida y con cosmovisiones de tipo matriarcal y lunar. Las profecías transmitidas por las sibilas exigían al pueblo fidelidad a este tipo de cultos -extraños a las más genuinas esencias de Roma- si se quería evitar el padecimiento de calamidades. Historiadores como Tito Livio ya advertían en su época de que muchas mujeres romanas hacían abandono de los tradicionales ritos romanos (oficiados por el pater de familia) para acudir, en cambio, a escuchar a la sibila en plan meramente devocional y gregario. En el s. I d. C., por culpa de un incendio en el Capitolio, se quemaron y su posterior "reconstrucción" rezuma, como muy bien nos hace ver Evola, el sello del judaísmo, pues estos Libros Sibilinos "reconstruidos" destilan un odio hacia Roma cargado con ese cariz apocalíptico tan consustancial a la religiosidad hebrea. Visión apocalíptica que advierte de terribles calamidades para los opresores, en general, del pueblo judío (así, a las claras; sin disimulos) y, en particular, para contra Roma. Por estas y otras razones muchos son los que han venido a llamar a estos Libros Sibilinos "reconstruidos" como los Libros Sibilinos Hebraicos. No es para menos, pues son continuas las referencias que en ellos se hacen al dios único (a buen entendedor léase Yahvé) como el que será venerado exclusivamente. Las evidencias de estos mensajes intentan, en ocasiones, ser disimuladas con referencias a un supuesto Apolo que en realidad tiene mucho de dionisíaco y antiviril y nada de apolíneo, mayestático y sereno. Sólo estas referencias a un supuesto Apolo podían evitar cualquier lógica reacción en contra de estos Libros por parte del segmento más genuino, sano, viril y uránico de la sociedad romana. La mano del judaísmo se pone también al descubierto cuando los Libros hablan del pueblo que, según las profecías, orará en el templo (huelga decir que se trata del templo de Salomón y del pueblo judío) y que dominará al mundo con sus espadas. También cuando uno de los oráculos, en boca de la sibila, exigió la genuflexión de los que a su escucha habían acudido. Genuflexión inconcebible en los ritos Tradicionales romanos enraizados en un tipo de Espiritualidad Solar. Así escribíamos en cierta ocasión que "la conciencia que se tenía, en el Mundo de la Tradición, de la potencialidad divina existente en el interior del hombre hacía que éste orara y se dirigiera a sus divinidades casi de tú a tú, en pie, con dignidad y no, como se hacía y se hace en el marco de las religiones que surgieron en el seno del mundo semita, arrodillándose, humillado y con el pesado sentimiento de culpa que, por ejemplo y significativamente, desprende la idea del pecado original." Fue enorme la influencia que los Libros Sibilinos Hebraicos ejerció, en Roma, entre los siglos I y III d. C. Como colofón a esta evidencia diremos que ellos fueron introduciendo en la cosmovisión de amplios sectores de la población romana una concepción lineal de la existencia (a través de la idea de un Apocalipsis que acababa con el Juicio Final) contrapuesta a la cosmovisión cíclica del tiempo propia de la Tradición (6).
Conclusión Tal como ya señalamos en el artículo que se ha de considerar como la primera parte de éste que estamos a punto de concluir es bien evidente que un buen número de judíos llevan protagonizando, en los últimos siglos, un papel de catalizador de los procesos destructivos a los que se ve abocado, principalmente, "nuestro" mundo occidental, pero también debe quedar claro que nadie obliga a nadie a transitar por estos nefastos derroteros. Ni al llamado Occidente, en general, ni a nadie en particular se le ha obligado a ello. No vamos a repetir las tesis de Evola al respecto pues, en caso de hacerlo, se trataría de reiterar algo que ya explicamos en la mencionada primera parte de este tema. Pero, en relación al principio de la libertad profunda del hombre para elegir entre el camino de la alienación total o el del autodominio interno, recordemos lo que en alguna ocasión habíamos escrito (7): "Nadie como el gran Tradicionalista romano defendió el principio de la Libertad del Hombre. El Hombre Reintegrado no es esclavo ante nada. No es esclavo de sí mismo: no es un títere manejado a antojo por sus pasiones, pulsiones, bajos instintos o por sus sentimientos engordados. No está sujeto irremediablemente a sus circunstancias. No se halla determinado ni por presuntas dinámicas históricas (el determinismo característico del historicismo, basado en el materialismo dialéctico, que postula que la historia se hace a sí misma: tesis+antítesis=tesis; o, lo que es lo mismo, igual a cambios históricos irremediables) ni se encuentra mediatizado por condicionantes sociales ni por ningún tipo de dios omnipotente que haga y deshaga a antojo sin la posibilidad de que uno pueda trazar su propio rumbo y sin que el ser humano pueda llegar a ser tratado como algo más que una simple criaturilla que no pueda albergar en su seno la semilla de la eternidad sino que tenga que resignarse bovinamente a postrarse devocionalmente antes su “creador”. El Hombre Superior no se encuentra tampoco cercenado en sus potencialidades por ninguna especie de determinismo ambiental-educativo. Ni tampoco por otros de orden cósmico en la forma de un “Destino” cuya fatalidad lo tenga irremisiblemente programado de antemano." En el mismo sentido también afirmábamos que: "Evola le dio una especial relevancia a la idea de que la involución –con respecto a lo espiritual e imperecedero- podía ser frenada e incluso eliminada antes del final de un ciclo cósmico, humanidad o manvantara; esto es, antes del ocaso del kali-yuga. Y sostuvo firme y ocurrentemente esta idea porque creía en la libertad absoluta del Hombre. Porque creía que el Hombre, así en mayúscula, aparte de tener la clara potestad necesaria para conseguir su total transustanciación o metanoia también tenía en sus manos la posibilidad de devolver a sus escindidas y desacralizadas comunidades los atributos y la esencia que siempre fueron propios del Mundo Tradicional. Porque Evola creía, en definitiva, en el Hombre Superior o Absoluto, Señor de sí mismo." (8) No hay, pues, que buscar chivos expiatorios a los que responsabilizar de estos procesos de caída, porque aunque hayan existido personajes nefastos pertenecientes a un determinado pueblo –el judío- también ha demostrado ser igual de nefasto aquél que se ha dejado "conducir" por los derroteros enajenantes que han trazado los primeros. Y esto lo comentamos sin olvidarnos del hecho incontestable de que fuera del ámbito del pueblo aludido podemos encontrar, desde mucho tiempo atrás, numerosos y significativos ejemplos de personajes que también han trazado senderos de aquéllos que acaban precipitando al abismo más degradante a quienes cometen la irresponsabilidad de recorrerlos. ...................................................................................
NOTAS:(*) Las tesis de Evola sobre este asunto se pueden leer en su artículo "Acerca de las relaciones entre el judaísmo y la masonería", que ha sido traducido al castellano, por un lado, por Ernesto Milà y, por otro, por Marcos Ghio; el cual, junto a otros artículos de nuestro autor por él mismo traducidos, ha sido publicado por Ediciones Heracles en un libro que lleva por título "Escritos sobre masonería" y que fue publicado en el año 2.001. (**) Tanto el presente capítulo como todos los siguientes de este escrito y las reflexiones que nosotros hemos creído conveniente verter se basan en lo expuesto por Julius Evola en una serie de artículos que Marcos Ghio tradujo y publicó, en 2.002, bajo el sello de Ediciones Heracles -junto a otros escritos de nuestro autor- en un libro intitulado "Escritos sobre judaísmo". (1) Leon de Poncins redactó junto a Emmanuel Malinsky otra imprescindible obra titulada "La guerra oculta", que pone al descubierto lo que se esconde tras las bambalinas de los escenarios mundiales. Obra que fue traducida al italiano por Evola y que también tiene edición en castellano traducida por Marcos Ghio y editada por Ediciones Heracles. (2) Esta tesis planteada por Evola ya fue explicada en la que se puede considerar como la primera parte que precede al presente artículo y que ya hemos comentado, en las primeras líneas, que llevaba por título el mismo que el de nuestro actual escrito. (3) Evola, hablando de pueblos semitas, nos hace una pequeña acotación para comentarnos cómo ciencias Tradicionales como la astrología en civilizaciones como la asiria, la babilonia o la caldea (de extracción semita) se basaban en la observación de la luna y de los planetas -tal como corresponde a un tipo de "espiritualidad" lunar- y no en el estudio del Sol y las estrellas como, en cambio, sucedía en otras civilizaciones caracterizadas por una espiritualidad de índole solar. Tengamos presente que la "espiritualidad" lunar no concibe la posibilidad del Despertar a la Realidad Suprasensible ni al Principio Supremo que se halla en el origen del Cosmos. No admite, pues, la posibilidad de que determinados Hombres puedan llegar a Ver la Luz (a la Gnosis de lo Absoluto; además de a la Identificación Ontológica del Hombre con Ello); una luz propia de la que carecen la luna y los planetas y que sí poseen el Sol y las estrellas objeto de la observación y del estudio de la Espiritualidad de tipo Solar. La de naturaleza lunar se ha, pues, de contentar con la mera fe y devoción hacia lo Alto. (4) Seguramente la mayoría de judíos sefarditas son de origen hispanorromano. Se trataría de hispanorromanos que en los primeros siglos del cristianismo se convirtieron al judaísmo, bien abandonando sus debilitadas creencias politeístas o bien renunciando a un cristianismo recién abrazado. No ha de extrañar este segundo caso debido a las semejanzas existentes entre el judaísmo y un cristianismo de los orígenes de corte humanitarista, igualitarista y muy dado a la pusilanimidad.
Es lógico pensar que estas conversiones al judaísmo existieron y no, precisamente, en pequeña escala puesto que sabemos que el número de personas de religión judía existente en la España de los Reyes Católicos (concretamente a fines del s. XV) era elevado, pues con motivo del Decreto de Expulsión de 1.492 tuvieron que abandonar el Reino un mínimo de 200.000 personas (algunas cifras barajadas llegan incluso hasta hablar de 400.000) a las que hay que añadir un nada desdeñable número correspondiente a los supuestamente conversos al cristianismo que pudieron continuar viviendo en España.
Esta elevada población no podía ser, de ninguna manera, el resultante de la Diáspora que se originó en Palestina, a partir del año 70 d. C., tras las destrucciones del templo y de la ciudad de Jerusalén por orden del general romano Tito, ya que la población total existente por aquel entonces en la semidesértica Palestina era poco numerosa y, además, por lógica de distancia, no sería a la provincia más alejada del Imperio Romano, en relación a Palestina, a la que llegaría, precisamente, el mayor contingente de exiliados. A estos razonamientos hay que añadir el hecho de que no todos los judíos tuvieron que abandonar Palestina tras el citado año 70 d. C., como lo demuestra el hecho de que en el s. II d. C. se tienen noticias fehacientes de revueltas judías contra el poder y la autoridad de Roma, como es el caso de la encabezada por Bar Kohba y cuyo episodio final tuvo lugar en la fortaleza de Massada o Masadá.

(5) Resulta contrastante esta defensa de los atenuantes y eximentes por parte de ciertos personajes judíos si echamos la vista atrás y recordamos el tipo de justicia que regía en el seno del judaísmo fiel a la ley de Moisés: la Ley del Talión; el ojo por ojo y diente por diente... (6) Para un mejor desarrollo de estas cosmovisiones del tiempo tan dispares remitimos al lector a nuestro escrito "Cosmovisiones cíclicas y cosmovisiones lineales": http://www.geocities.com/Athens/Troy/1856/Cosmovisiones.htm (7) Extractado de nuestro documento titulado "Los ciclos heroicos" y subtitulado "La Doctrina de las Cuatro Edades y de la Regresión de las Castas y la concepción de la Libertad en Evola". Se puede leer en su totalidad en http://septentrionis.wordpress.com/2009/02/08/los-ciclos-heroicos/ o bien en http://juliusevola.blogia.com/2009/020605-los-ciclos-heroicos-las-doctrinas-de-las-4-edades-y-de-la-regresion-de-las-casta.php o en http://www.geocities.com/Athens/Troy/1856/Ciclosheroicos.htm (8) Ibíd.EDUARD ALCÁNTARASEPTENTRIONIS LUX septentrionis@hotmail.com


De acuerdo a nuestro punto de vista el autor no aclara de manera suficiente el hecho de que si el antideterminismo en el cual se encuadra con razón abarca a la totalidad de las personas o si por casualidad el judío u otra comunidad serían ajenos al mismo y por lo tanto condenados a ser fatalmente de una cierta manera, es decir en este caso, en una fuerza corrosiva del mundo cultural, social y político. A nuestro entender el autor debería aclarar si considera que también el judío como individuo forma parte de esa humanidad libre con capacidad incluso de poder sortear los elementos de tradición nefasta que ha heredado.
Quizás haya que hacer notar al respecto cómo los mejores análisis en relación al judaísmo desviado y corruptor hayan surgido de las filas de individualidades pertenecientes a tal comunidad. Y ello, tal como hacía ver Evola, acontecía en la medida en que 'lo semejante conoce mejor a lo semejante'. Es decir que quien mejor sabe de un mal es aquel que lo ha tenido viviendo en su propia interioridad y ha debido abatirlo. (Weiniger, Michelstatter, etc.) En pocas palabras habría que hacer notar, a fin de no ser acusados de deterministas, tal como hacía Germinaro en relación con Evola respecto del tema del judaísmo, -y que nosotros refutáramos en una nota ad hoc- y en especial en nuestros tiempos en los cuales no se necesita ser judío para actuar como un elemento disociador y moderno, que también un individuo perteneciente a tal colectividad podría llegar a convertirse en un hombre de la Tradición.
Esto sea dicho además en especial en una época en la cual muchos que han hecho gala del más desaforado antijudaísmo biológico y racista, e incluso teológico, hoy se codean con el Estado de Israel al que consideran la gran avanzada de la raza blanca y del ‘occidente’ en contra de los pueblos de piel oscura y ‘semitas’.
(M.G.)


LA ORDEN DE LA CORONA DE HIERRO
por Julius Evola


Ante la caída del Imperio Romano la necesidad de mantener bajo custodia y defender los valores espirituales en medio del caos político y de la disgregación moral hizo nacer las primeras Órdenes ascéticas.
Hoy, al presentarse una situación análoga, ante la crisis profunda que penetrado al mundo moderno, se hace sumamente oportuna la constitución de formas análogas. En relación con todo esto se había propuesto la creación de la Orden de la Corona de Hierro (1). Esta denominación no tiene referencia alguna a la antigua corona itálica (2).
La misma ha sido sugerida por la idea de una soberanía a ser definida en términos espirituales y al mismo tiempo con relación al metal que mejor puede simbolizar la dureza, el temple y la inflexibilidad que deben ser los rasgos del carácter de los hombres de la Orden en la defensa del espíritu.

I- Los hombres de la Orden tienen sobre todo la tarea de testimoniar en forma personal, defendiéndolos y afirmándolos en las formas más adecuadas, los valores de la espiritualidad pura, comprendida como una realidad trascendente, que se encuentra por encima de cualquier valor simplemente humano, de cualquier vínculo naturalista, ‘social’ e individualista.
II- Las devastaciones que caracterizan al mundo moderno imponen a los hombres de la Orden la asunción y la afirmación de tales valores con desapego de aquellas instituciones o formas históricamente condicionadas. Los hombres de la Orden, al constatar que en la situación actual no existe un ordenamiento social o político que tenga un carácter legítimo, conforme a los principios superiores, mantienen una profunda distancia con respecto a todo esto. Podrán estar presentes, aceptar cargos o funciones, pero tan sólo con la finalidad de ejercer una acción superior, directa o indirecta. En cuanto a la distancia, también, con respecto a cualquier particular forma religiosa, la misma, aparte de la constatación de la decadencia y de de la secularización creciente de tales formas, debe legitimarse con el reconocimiento de los valores fundamentales libres respecto de cualquier condicionamiento.
III- Aparte de lo hasta aquí dicho, es una cosa esencial que los hombres de la Orden actúen sobre el plano existencial con su sola presencia, con la adhesión absoluta a la verdad, con su rectitud, con la capacidad de subordinar la persona a la obra, con la inflexibilidad y el rigor de la idea, con la indiferencia respecto de cualquier reconocimiento exterior y de cualquier ventaja material. En vista de todo aquello que puede derivar de la correspondencia de lo exterior con lo interior, es deseable que los hombres de la Orden sean elegidos entre aquellos que aun en cuanto a su figura física se encuentren sin defecto, más aun, que posean algo que se impone. Por lo demás, esto valió muchas veces como regla en las mismas Órdenes caballerescas.
IV- Al existir distorsiones específicas de la civilización moderna es una premisa natural e imprescindible para la pertenencia a una Orden tomar posiciones irreductibles ante las mismas. A tal respecto es indispensable indicar sobre todo que ante cualquier forma de democracia e igualitarismo debe oponerse un principio espiritualmente fundador de autoridad y de jerarquía.
Más todavía debe ser combatido cualquier mito ‘social’ colectivista y proletario. El desprecio por la así llamada ‘clase trabajadora’ es un punto esencial (3). Los hombres de la Orden se oponen tanto a cualquier prevaricación y a cualquier intento de conquista del poder por parte de las fuerzas de lo bajo, como a todo concepto de rango, de privilegio y de poder que se defina en términos de dinero y de riqueza. Es tarea de los hombres de la Orden la de afirmar la primacía de valores espirituales, heroicos, aristocráticos y tradicionales ante el materialismo práctico, el inmoralismo minúsculo y el utilitarismo de nuestros tiempos. En toda ocasión sostendrán aquello que va en el sentido de los primeros, obstacularizarán y sabotearán todo aquello que se encuentra en contraste con los mismos.
V- La Orden reconoce en la Verdad el arma más poderosa para su acción. La mentira, la mistificación ideológica, la sugestión y la acción narcotizadora ejercida en toda capacidad de sensibilidad superior y de reconocimiento están en efecto en la base de la obra general de subversión y de distorsión en el mundo actual.
VI- Puesto que el centro de gravedad de la Orden no cae ni en una particular confesión religiosa ni en un movimiento político, del mismo modo, en su espíritu, la Orden toma distancia respecto de todo aquello que es ‘cultura’ en el sentido moderno, intelectualista y profano. El fundamento para el hombre de la Orden es en cambio un modo de ser; en segundo lugar una determinada concepción de la vida; en tercer lugar los elementos de estilo para una presencia personal de rectitud de coherencia en la existencia, y la norma para el dominio de la acción.
VII- Ciertas corrientes y órdenes de ideas podrán ser sostenidas, inspiradas o propiciadas, de acuerdo a las oportunidades y situaciones, por parte de la Orden, pero sin identificarse con las mismas. Ésta apuntará a actuar sobre el plano de las causas, pero no sobre el de los efectos y de la exterioridad.
VIII- Detrás de cada hombre de la Orden se encontrará la totalidad de la Orden. Cada miembro tendrá el deber de sostener, con cualquier medio, a cualquiera de los demás integrantes, pero no en tanto individuo, sino como exponente de la organización. Cada miembro de la Orden debería convertirse en un centro de influencia en un determinado círculo, y la unidad de la Orden expresará, convalidará y reforzará la sintonía natural existente en forma potencial entre estos elementos, células o centros de acción orientados de igual manera, formados interiormente por la misma idea.

Sobre las calificaciones

I- Pueden ser admitidos en la Orden solamente hombres, de edad no inferior a los veintiún años, carentes de taras físicas y de todo aquello que sobre el plano psico-somático pueda ser perjudicial para un prestigio natural.
II- La Orden presupone individualidades que, por tener por lo menos potencialmente una misma calificación interior, vocación y mentalidad, en diferente grado se encuentren ya en una misma línea.
La pertenencia a la Orden reclama sin embargo un compromiso preciso y jurado, en cuanto a la prontitud en poner en primera línea, en cualquier campo, la idea con respecto a cualquier vínculo sentimental, afectivo y familiar, a preferencias individuales, a intereses materiales, a ambiciones sociales. A los hombres de la Orden no se les pide ninguna renuncia, sino un desapego interior, es decir una interna libertad, con respecto a la propia situación en el mundo externo, cualquiera que ella sea.
III- La pertenencia a una determinada comunidad o confesión religiosa no es incompatible con la de la Orden, siempre que a la misma le sea asegurado un ‘derecho eminente’ en caso de contraste.
IV- Es deseable que, en su referencia a principios superiores, los hombres de la Orden aspiren a correspondientes realizaciones, en el sentido de buscar aquellos contactos con estadios superiores del ser que han constituido el objeto de disciplinas operativas de carácter iniciático.

Sobre las dignidades y sobre la organización

I- La Orden presenta dos aspectos, el uno interno y el otro externo. Con referencia al primer aspecto, todos los miembros de la Orden revisten una igual dignidad correspondiente a la designación o título de ‘Hombre de la Orden de la Corona de Hierro’. Organizativamente la Orden se encuentra regida y dirigida por un Consejo de los Maestros de la Orden, compuesto por siete miembros, con una ‘Gran Maestro de la Orden’. Entre tales miembros se reparten tareas generales de carácter directivo, operativo y disciplinario, que deben ser definidas en las diferentes sesiones del Consejo.
II- El aspecto interno de la Orden corresponde al dominio puramente doctrinal y comprende tres grados, los que deben ser puestos en relación con los de la realización espiritual de los diferentes miembros. Esta articulación no incide necesariamente sobre el dominio del cual en el punto anterior de que al menos cuatro de los miembros del Consejo de los Maestros deben revestir también el grado más alto de la jerarquía interna. Respecto de ésta y de la labor sobre el plano del conocimiento y de la dignificación según criterios tradicionales trata un capítulo especial.
III- Es el Consejo el que debe decidir cualquier admisión a la Orden, con la elección y la directa investidura de elementos señalados y juzgados como dignos. No son excluidas las adhesiones, por decir así, ‘de oficio’: determinadas personalidades pueden ser declaradas como formando parte de la Orden (y deberán considerarse como tales a cualquier efecto) aun no teniendo relaciones directas con la misma.
IV- La pertenencia a la Orden no implica compromisos financieros. Libres ofrecimientos o donaciones podrán ser admitidas. El Consejo dispondrá de las mismas con exclusiva referencia a las finalidades impersonales de la Orden.
V- El título de ‘Hombre de la Orden’ es potencialmente hereditario en el sentido de que quien lo posee puede decidir que el mismo sea transmitido al primogénito de su familia, siendo la ambición que la tradición de su sangre sea la de una determinada forma e influencia espiritual, en la continuación de la misma acción.
VI- Los miembros del Consejo son los fundadores de la Orden. El Consejo mismo decidirá respecto de la sucesión en el caso de la muerte o de una particular incompatibilidad que se verificara respecto de los distintos miembros. Cada uno de ellos tiene el derecho de proponer a quien él desee que pase su función y sea el continuador de su obra. El Consejo decidirá a tal respecto.

(1) Hace unos años ambientes interesados en la idea de una Orden se dirigieron a J. Evola a fin de que les elaborara un esquema. Éste es el que él redactara en aquella oportunidad (1973).
(2) Con referencia a la antigua corona itálica que inauguraron los soberanos de Italia desde la época longobarda hasta Napoleón (dejada a un lado curiosamente por la dinastía de los Saboya, por los cuales fue recogida de la catedral de Monza tan sólo para los funerales solemnes de Humberto 1º, sobre cuyo féretro fue colocada). En vez fue creada por los Ausburgo la homónima Orden de la Corona de Hierro, con decreto del 1º de enero de 1816 por parte de Francisco I, como Orden dinástica, aun operante y dividida en tres grados de caballeros.
(3) Para comprender bien el significado de esta expresión evoliana es oportuno referirse a lo que fue escrito por éste en la segunda edición de Los hombres y las ruinas (Ed. Heracles 1995), en su apéndice 2º Un tabú de nuestros tiempos: ‘La clase trabajadora’. “Hoy el trabajador se presenta sólo como un ‘vendedor de mercancía de trabajo’, de cuya venta sólo busca recabar el mayor provecho posible, apuntando sin escrúpulos tan sólo a un nivel de vida burguesa. Han pasado los tiempos del proletariado miserable de la primera época de la humanidad… un ‘trabajador’ hoy se encuentra mucho mejor que muchos intelectuales, de un profesor, de un empleado estatal de rango inferior… El trabajador moderno piensa sólo en sí mismo y sus organizaciones se preocupan únicamente en los intereses de su ‘clase’…”