martes, 28 de junio de 2016

A 50 AÑOS DE UNA EXPECTATIVA FALLIDA

28/06/1966

A 50 AÑOS DE UNA EXPECTATIVA FALLIDA


La imbecilidad mediática, constituida a los solos fines de desinformar y constituir una humanidad parecida a un ganado vacuno, ha elaborado una mitología respecto del importante hecho revolucionario vivido por nuestro país hace 50 años en un día como hoy por el que se destituyera del poder a un gobierno fraudulento desprestigiado ante la totalidad de la población y al cual se había bautizado como 'la tortuga' debido a su ineficacia.
La leyenda ornada por cintas morbosas, tales como la República Perdida entre otras, nos pinta a un gobierno sumamente querido por el pueblo, el cual al enterarse de su caída habría acudido masivamente a la Plaza de Mayo para protestar por su destitución violenta y por la pérdida de la democracia que tanto había costado conseguir.
La realidad ha sido en cambio muy diferente de lo contado. El gobierno de Illia había subido al poder con apenas el 23% de los votos computados a través de la proscripción del peronismo que representaba aproximadamente el 40% del electorado que votara en blanco. Carente de cualquier legitimidad tuvo que soportar permanente protestas, sea del sindicalismo peronista que le efectuara una serie de planes de lucha, como del activismo estudiantil marxista que tomara varias unversidades en señal de protesta. La imagen de tal gobierno fue siempre de ineptitud ante la población que se burlaba incesantemente de su presidente a quien se retrataba como alimentando palomas en la Plaza de Mayo. Por supuesto que Illia comparado con los gobiernos civiles que vinieron luego, que además de la ineptitud le agregaron su afición al robo y corrupción, sería el equivalente a la Madre Teresa de Calcuta, pero ello no quita que haya sido un presidente inepto. Y la realidad fue también que, lejos de haber sido ciertas todas las imágenes propaladas por la propaganda atontadora, NO HUBO UNA SOLA MANIFESTACIÓN DE APOYO A SU PERSONA CUANDO FUE DERROCADO. Se recuerda solamente a unos 40 radicales gritando a su alrededor cuando las fuerzas armadas se lo llevaban detenido. Eso fue todo. También debe recordarse que desde el exilio Perón brindó apoyo a tal revolución militar que recibiera el nombre de Argentina mediante la consigna de 'Desensillar hasta que aclare'. Es decir abrir un período de expectativa positiva el cual será luego quebrado tres años más tarde cuando al ver que tal gobierno quería perpetuarse suplantando a la democracia liberal por un régimen de corte corporativo mandó a sus huestes a sublevarse, lo cual ya es otra historia y explica en parte del fracaso de dicha Revolución a la cual queremos rendirle un cálido homenaje en contraste con la propaganda idiota del sistema hoy en vigencia.
(En la foto puede verse el momento es que Illia es derrocado rodeado por la escasa cuarentena de sus seguidores)

lunes, 27 de junio de 2016

LA FRUSTRACIÓN DEL GRAN COCTELERO

LA FRUSTRACIÓN DEL GRAN COCTELERO


Tal como manifestáramos en otra oportunidad el demócrata, es decir el moderno en sus tiempos terminales, es también creyente como todos nosotros. Su Dios es como un gran coctelero que, a partir de elementos contrarios y hasta contradictorios como son los distintos egoísmos que alimentan a las grandes masas, produce una exquisita bebida consistente en el progreso, el bienestar general y la felicidad de pueblos y naciones. Convencido a si mismo por su infalible eficacia, el dios bueno que vela incensantemente por todos nosotros agitó otra vez con fuerza el cóctel de la voluntad general en la seguridad de que el pueblo nunca se equivoca ya que una mano invisible, es decir el dios bueno, lo mueve y conduce con oficio hacia su propio bien sin que éste pueda percibirlo. Pero henos aquí que sorprendentemente en el reciente plebiscito británico el pueblo votó en contra de si mismo y por lo tanto del dios bueno. Y como consecuencia de ello el Reino Unido empieza a disolverse, y pareciera ser que también la Unión Europea, la gran obra de la divinidad bondadosa. Esto ha obligado a tremendas agitaciones por parte de los sacerdotes de tal religión. ¿Y si de aquí en más limitásemos la democracia y solamente la aplicásemos en aquello que no pone en riesgo nuestro sistema? ¿Y si volviésemos a la indirecta por la cual serían sólo los 'representantes del pueblo', es decir una élite, los que de aquí en más resolviesen qué hacer? A lo que otros teólogos contestaron que esto significaría violentar los dogmas y la ortodoxia de tal religión y creer en cambio en otra. Ante semejante conflicto en los principios los demócratas parece ser que han convocado a un gran concilio en el que se dispondrá si la voluntad del pueblo es siempre soberana o si sólo lo es algunas veces. Y de aceptarse esta última opción se elegiría a un papa que interpretará las señales por las cuales es o no conveniente votar.

sábado, 25 de junio de 2016

REFLEXIONES SOBRE EL BREXIT

REFLEXIONES SOBRE EL BREXIT


Más allá de los distintos entusiasmos y romanticismos que han generado en muchos los resultados de la última contienda electoral inglesa, queremos considerar aquí lo siguiente.
1) No es cierto que los que promovieron el Brexit fuesen antieuropeos, sino en todo caso antihegemonía de Alemania respecto de Europa. Han manifestado varias veces que no era justo que un país que ganara la guerra tuviese que aceptar el liderazgo europeo del vencido. Por lo tanto en realidad aquí lo que hubo ha sido un conflicto de intereses y no de principios. La Europa mercantil cuyo espíritu ha informado a la Unión Europea es la misma que pergeñó la Inglaterra capitalista a través de todas sus distintas filosofías, tales como el utilitarismo, el liberalismo, el pragmatismo, etc. Lo que no se acepta es que deba ser otro país y no quien generó tales concepciones el que asuma el liderazgo.
2) No es verdad que tal medida haya terminado beneficiando al Reino Unido tal como se han cansado muchos de decir. A las pocas horas de conocerse los resultados electorales el separatismo escocés e irlandés del norte, alegando que en sus territorios había triunfado abrumadoramente el sí a Europa, solicitó en forma inmediata convocar a un plebiscito independentista para disolver el Reino Unido y retornar a los antiguos reinos o Estados que lo precedieron. Por lo tanto un fuerte debilitamiento y disolución de Inglaterra.
3) Lo consiguiente será que en otras naciones se impulsarán procesos similares de separatismo reputándose las distintas regiones como europeas por sobre todas las cosas y de este modo la Europa de los mercaderes no necesariamente se verá debilitada.
4) A nosotros como tradicionalistas que bregamos por el fin del mundo moderno nos resulta simpático el Brexit, pero principalmente por dar como resultado, más que la separación respecto de Europa, la disolución de Inglaterra, una verdadera anomalía como EEUU y Rusia, naciones emblemáticas de la gran decadencia y cuyo fin deseamos pro sobre todas las cosas como paso previo e imprescindible para constituir una nueva edad.

jueves, 16 de junio de 2016

POLÍTICA Y DINERO


POLÍTICA Y DINERO



Tiempo atrás en un medio muy importante se decía que la labor de los políticos debía ser bien remunerada pues de lo contrario se iba convertir en un pasatiempo de las oligarquías, es decir de personas que hacen política porque ya tienen dinero y por lo tanto habría sucedido que muchas mentes superlativas y eficaces habrían buscado en otra parte y no en la función pública su medio de realización privando a la sociedad de sus valiosos talentos. Esto ha hecho que en la Argentina, habitualmente confrontada entre bandos antitéticos (morenistas vs. saavedristas, unitarios vs federales, peronistas vs. gorilas, etc) hoy se haya dividido una vez más en dos partidos enfrentados: el de aquellos que acceden a la política para hacer dinero, en este caso serían los kirchneristas y el de los que la hacen ya teniéndolo de antes, estos serían los macristas. Pero no está garantizado ni que los que no lo tenían de antes no se enriquezcan desmedidamente en la función pública ni que los que lo tienen no quieran seguir incrementándolo pues el dinero es en algunos casos como una droga que se quiere consumir siempre más. En contraste con todas esta disyuntivas falsas la política debe disociarse del dinero, debe ser efectuada como un arte, así como cuando se redacta un poema o se pinta un cuadro. No se lo hace por el dinero que se recibirá sino por la vocación que se tiene de crear.

EL FORTÍN Nº 80

EL FORTÍN




http://juliusevola.com.ar/Fortin.htm


Nº 80 ( Abril-Junio 2016)


LOS HOMBRES MIMADOS Y LOS DERECHOS HUMANOS


Dijo José Ortega y Gasset: "Mimar es no limitar los deseos, dar la impresión a un ser de que todo le está permitido y que a nada está obligado. La criatura sometida a este régimen no tiene la experiencia de sus propios confines. A fuerza de evitarle toda presión en derredor, todo choque con otros seres, llega a creer efectivamente que sólo él existe, y se acostumbra a no contar con los demás, sobre todo a no contar con nadie superior a él." (SIGUE)


Por Julián Ramírez


DOCTRINA TRADICIONAL EN AMÉRICA


EL 'CATECISMO REAL' DE SAN ALBERTO


QUITO FUE ESPAÑA


por Francisco Núñez Proaño


LA CLAVA


(Columna de combate doctrinario)


LA INTERPRETACIÓN DE EVOLA


ACERCA DE LA UNIDAD TRASCENDENTE DE LAS RELIGIONES


LOS PSEUDOEVOLIANOS Y LA UNIDAD TRASCENDENTE DE LAS RELIGIONES


ALGO MÁS SOBRE LA NEGACIÓN DE LA DOCTRINA DE LA UNIDAD TRASCENDENTE DE LAS RELIGIONES


INICIACIÓN Y SUPERHUMANISMO






REALIDAD ARGENTINA


PERÓN, UN POLÍTICO AMIGO DE LOS ESTADOS UNIDOS


EL PERONISMO ES MARXISMO


MALVINAS Y LOS DOS NACIONALISMOS


DROGA Y DEMOCRACIA


LA MASONERÍA Y LA ARGENTINA


Por Marcos Ghio








domingo, 12 de junio de 2016

GHIO: LA MASONERÍA Y LA ARGENTINA

LA MASONERÍA Y LA ARGENTINA


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Licio Gelli condecorado por Perón en su última presidencia

El pasado 15 de diciembre falleció en Italia, en la cama y a los 96 años de edad, quien fuera sin lugar a dudas el más siniestro y criminal mafioso que diera en el pasado siglo la masonería, el Gran Hermano Licio Gelli.
A pocos meses de tal evento y en consonancia con el mismo acaba de publicarse en nuestro medio por Editorial Sudamericana una obra titulada Propaganda Due, es decir el nombre de la asociación delictiva capitaneada por el aludido sujeto. Su autor, Carlos Manfroni, fue citado por nosotros en una nota anterior en este mismo medio en tanto que, habiendo hecho sus primeras armas en las filas del nacionalismo güelfo, en una de cuyas revistas principales, Cabildo, fuera redactor junto al suscripto, fue posteriormente evolucionando en su pensamiento hasta adherir en el día de hoy al más recalcitrante macrismo liberal, cosa que fue oportunamente criticada por nosotros. Pero soslayando este hecho, debemos señalar que la obra resulta valiosa por los aportes que nos efectúa, proporcionando una documentación inédita y significativa en la cual se hace notar cómo la aludida logia no solamente fue importante en Italia e incluso en el Vaticano, habiendo sido imputada y con pruebas de resonantes asesinatos, como el de Aldo Moro, así como de muertes dudosas como la del papa Juan Pablo I a pocos días de su nominación y ante el pretendido intento que éste había hecho por investigar la corrupción existente en la Curia, promovida y digitada por sacerdotes masones que respondían abiertamente al aludido Gelli; sino que también se demuestra allí cómo esta figura y logia han intervenido activamente en la política argentina, en especial y principalmente en el período que abarca entre 1969 y 1983, no habiéndose tampoco disuelto su accionar ni siquiera en nuestros días. Debido a la importancia de las informaciones proporcionadas procederemos a reseñar aquello que para nosotros resulta lo principal, para concluir luego con algunas conclusiones personales sobre el contenido de la obra.

a) Orígenes de Licio Gelli
Se nos hace notar que en su juventud Gelli fue un activo militante del fascismo italiano en la época de Mussolini pero que, en vísperas de su caída y dando muestras ya desde ese entonces de una gran versatilidad y oportunismo, cambiará abruptamente de bando pasando a colaborar con los partisanos comunistas proporcionando a éstos listas e informaciones de funcionarios del régimen a fin de que fuesen capturados y ejecutados. Sin embargo nos destaca el autor que este hecho, que fue notorio y conocido por muchos, no impidió que con el pasar de los años se lo siguiese reputando igualmente como una persona de derecha y de posición fascista. De acuerdo a Manfroni, Gelli habría sido desde ese entonces agente de Moscú y aprovechando ciertos contactos obtenidos por una reciente afiliación masónica que fue incrementándose con el tiempo hasta arribar a los grados superiores de la organización, pudo entrar en relación estrecha con el alto mundo de la finanza y de la política. Es de destacar que, si bien la masonería italiana respondía a su central británica, tal hecho no obstaculizó en momento alguno su actuación ostensible como agente ruso.

b) Rapto y asesinato de Aldo Moro
Este hecho es reputado como el primer gran golpe maestro de la logia de Gelli y en el cual se aplicó a la perfección su capacidad de poder maniobrar simultáneamente con personas y sectores de ideologías dispares, sea del fascismo como del comunismo en sus variantes más extremas, dirigiéndolas a todas ellas hacia un mismo fin. El notorio político democristiano estaba a punto de consumar una importante acción por la que se permitiría anticipadamente aquello que luego acontecerá unos 10 años más tarde. Para eliminar la influencia que Moscú ejercía sobre el partido comunista italiano, el más importante en el mundo occidental e impulsar así esa independencia que daría lugar al fenómeno conocido como eurocomunismo, Moro pensaba hacerlo entrar en el gobierno, cosa ésta que no le gustaba a Moscú pues significaba la pérdida de un indispensable aliado. Con el secuestro y posterior asesinato esta maniobra fue así coartada de cuajo. Se destaca en la obra cómo la investigación con el tiempo llegó a demostrar que, si bien los autores materiales del hecho fueron miembros del grupo ultraizquierdista Brigadas Rojas, sin embargo desde altas esferas del gobierno y de las fuerzas de seguridad se proporcionó una total cobertura a la acción para que pudiese llegar a buen puerto hasta la consumación del asesinato. Estas personas que así actuaron eran todos secuaces de la logia capitaneada por Gelli y varios de ellos incluso militantes de grupos neofascistas.

c) Rapto y asesinato del General Aramburu

Una de las pruebas aportadas por la obra es la de mostrarnos la similitud en el accionar respecto del asesinato de Moro y el de Aramburu en donde una vez más actuarán personas de ideologías contrastantes convocadas y dirigidas con maestría hacia un mismo fin propuesto con antelación. Al respecto cabe reseñar aquí lo siguiente. Era propósito de Moscú lograr que en la Argentina pudiese instaurarse un régimen que le fuera favorable a sus intereses y para ello había apostado a la figura de Perón respecto del cual notaba una serie de factores que resultaban sumamente rescatables para sus fines. En primer término porque se trataba de una personalidad oportunista y abierta como Gelli a las más dispares y contrastantes ideologías a las cuales no tenía escrúpulo alguna en utilizar en provecho propio. Y además lo principal de todo, Perón era un notorio afiliado a la masonería, como se prueba en la obra y con estrechos contactos con la figura de Gelli, tal como luego se verá. Para obtener que tal político alcanzara el poder la maniobra consistió en lo siguiente. En 1970 gobernaba en el país un militar de ideología corporativista que quería instaurar un sistema de tal corte inspirado en el que se aplicaba en Portugal. El sector liberal de las fuerzas armadas con la finalidad de impedir tal proyecto había apostado a la figura del Gral. Aramburu para que impulsara junto a civiles un proceso de democratización en donde no estuviese presente la figura de Perón contando para ello con el respaldo muy numeroso de la clase media. Es de recordar al respecto que ya en 1955 el aludido había dirigido un golpe en contra de su par Lonardi, un militar de corte nacionalista católico con una orientación similar a la de Onganía. Para evitar una reiteración de tal medida se pergeñó contando con la complicidad de sectores pertenecientes al mismo gobierno el secuestro y posterior asesinato del aludido militar, pero para ello se acudió al accionar de un grupo que en la superficie era de orientación ideológica nacionalista de derecha siendo en ese momento su jefe un ex secretario de redacción de la revista Azul y Blanco, es decir el antecedente de lo que luego fuera la publicación Cabildo. Es de destacar que al frente el ministerio del interior se encontraba en ese entonces un conocido militar de orientación lonardista que, de la misma manera que en el caso de Moro, no intervino y dejó actuar al grupo libremente, tal como se muestra en la obra. Pero lo curioso del hecho es que el grupo Montoneros que ejecutó la acción tenía similitudes notorias con la figura de Gelli. Si bien en la superficie era de orientación fachista, en lo interno en cambio comulgaba con el marxismo en sus vertientes más extremas. Al respecto es de destacar que luego de este hecho este grupo fue admitido en el movimiento peronista iniciando allí y con el consentimiento del mismo Perón un proceso de notoria izquierdización de acuerdo a los planes de la masonería.

d) El gobierno masónico de Perón
La eliminación de Aramburu y su notoria participación en el mismo en forma indirecta por parte del gobierno de ese entonces logró el objetivo siguiente que fue sacarlo al mismo Onganía del poder en tanto éste pretendía instalar un régimen para nada afín con los intereses rusos gestionados en nuestro suelo por el P2. El paso siguiente fue impulsar, luego de un breve interregno, la llegada de Lanusse al poder, es decir un militar liberal también pero que a diferencia de Aramburu abriría un proceso democrático que permitiría el triunfo de Perón en las elecciones. Si bien el nuevo gobernante intentó impedir que fuera este último el que ganara las elecciones introduciendo una cláusula proscriptiva de su persona, los hechos se fueron luego desarrollando tal como la Logia quería. El primer paso consistió en introducir un gobierno de izquierdas como el de Cámpora que contaba con el apoyo pleno de los Montoneros ya convertidos a tal ideología en forma pública. De esta manera el comunismo tuvo así presencia en la Argentina. Sin embargo la dialéctica marxista utilizada hábilmente por la logia no apostaba a un régimen de tal tipo en su total pureza, a sabiendas de que sería luego derrocado por los EEUU y por los mismos militares argentinos, sino que el procedimiento consistió en lo sucesivo promoverlo al mismo Perón a la primera plana apareciéndose como el líder salvador del peligro marxista en la Argentina, y de tal modo obtener que quien se apareciera primero como el gestor y promotor de tal ideología en su movimiento con la finalidad de ocupar los primeros espacios del Estado, ahora lo hiciese por el contrario como el bombero encargado de apagar el incendio. Procedimiento éste muy usual en la ideología bolchevique aplicada a la perfección por el jerarca masón. Esta hábil maniobra hizo que Cámpora tuviese que renunciar al poco tiempo de haber asumido y que Perón volviera esta vez como presidente y con un porcentaje de votos que se aproximaba al 70%, es decir un 20% más del obtenido por su predecesor. A esta altura de la obra queremos destacar una primera diferencia que tenemos con el autor. Para éste Cámpora y no Perón eran las metas del P2 y sugiere de alguna manera que el viejo caudillo con su actitud firme lo defenestró. No consideramos que fue así de manera alguna. Para Perón, un líder oportunista como no hubo otro en toda nuestra historia, la juventud izquierdista fue el ariete necesario que usó contra los militares para hacerse del poder para luego, una vez que ésta hubiese cumplido tal función, acudir a los mismos militares defenestrados para combatirla y aplastarla. Esto está en última instancia corroborado por los mismos argumentos y pruebas aportados por la obra. No casualmente una de las primeras medidas tomadas por su gobierno fue otorgarle la orden del Libertador Gral. San Martín, es decir el galardón máximo otorgado por nuestro país a un extranjero, al mafioso y delincuente Gelli, tal como figura en la misma tapa de la obra. Indudablemente Perón formaba parte de los planes del masón. Además de ello el autor nos aporta la contundente prueba documentada de la pertenencia de Perón a la masonería y en sus últimos tiempos a la misma logia delictiva del italiano.

e) Las últimas acciones del P2 en la Argentina

Manfroni nos hace notar cómo el último gobierno de Perón no significó en lo esencial un cambio sustancial respecto del anterior régimen camporista. Tal es así que prácticamente los ministerios esenciales, en especial el de economía en manos de un judío marxista vinculado con Moscú en manera abierta, continuaron como estaban antes. Lo que sí es que se produce un cambio importante en el momento en que Perón muere y asume su mujer. A sabiendas la logia de que Isabel no estaba en condiciones de llevar a cabo un gobierno mínimamente normal*, pergeñó un nuevo plan. Puso un ministro de economía que le respondía el que produjo una tremenda crisis en la Argentina, conocida como el Rodrigazo, y de este modo favoreció la llegada de un nuevo gobierno, esta vez con la presencia de un militar perteneciente a la logia y en el cual Gelli había depositado todas sus esperanzas como el nuevo Perón, el almirante Massera.
Sería largo reseñar aquí todo los hechos insólitos acontecidos bajo la égida de tal siniestro personaje de nuestra historia responsable de los mil y un asesinatos, muchas veces hasta por cuestiones sentimentales, por lo que remitimos a la amplia documentación aportada. La realidad es que finalmente el aludido no pudo cumplir con su propósito de alcanzar a ser elegido democráticamente y terminó por el contrario sus días en prisión. Pero eso es ya otra historia.
Por último el autor considera a nuestro entender con razón que con la caída del comunismo en Rusia no se ha terminado con la intromisión de las logias en la vida política de las naciones. Indudablemente la figura de Putin, la cual no es mencionada en la obra, sería una ratificación de lo dicho. El comunismo, tras su colapso, ha cambiado nada más que la vestimenta, pero la antigua nomenklatura sigue en pie. A su vez con tal cambio de perspectiva se han modificado también los protagonistas en los cuales debe basarse para operar la logia. Ya no serían más los grupos marxistas, habiendo el marxismo caído en desuso y en estado de apoltronamiento democrático, sino los sectores fundamentalistas islámicos, en especial los vinculados con Irán. Aquí es donde hallamos una nueva objeción. Debe hacerse un distingo esencial entre el fundamentalismo chiíta el cual hoy se ha convertido en protagonista del tablero político como aliado entrañable de Moscú y a veces también de Washington, tal como hoy se lo ve en la guerra de Irak, y el fundamentalismo sunita representado principalmente por Al Qaeda y el ISIS los cuales no casualmente son condenados por los distintos periodistas vinculados a tal logia. Se puede agregar también que una vez más desde los ámbitos del nacionalismo güelfo hay actitudes de seguimiento y adhesión a los intereses de Moscú, del mismo modo que con el surgimiento de Montoneros y el asesinato de Aramburu. Podemos recordar al respecto la obra del padre Sáenz de enfática promoción de la figura del déspota Putin y la reciente visita a nuestro suelo del principal asesor de Putin, promovido desde el mismo peronismo y con la presentación de un notorio exponente del güelfismo.
Por último cabe destacar también que el autor señala la vinculación de Gelli con la figura de Berlusconi quien le debería a la pertenencia a tal logia su escalamiento sea en el mundo de las finanzas como en el de la política y que a través del mismo habría mantenido su influencia e impunidad a lo largo de la historia política italiana. Consideramos factible también pensar que tal cosa pueda haber sucedido con los Macri. Recordemos la peculiaridad de que el papá de Mauricio llegó al país desde Italia casi sin dinero y en corto tiempo se convirtió en uno de los principales grupos económicos con un hijo presidente. Pero tal cosa es difícil que la diga una persona adherida a tal corriente política.
Finalizamos esta nota con un par de reflexiones. La primera de ellas es que a la luz de todos los hechos contundentes que se detallan en la obra hay que ser realmente una persona sin carácter, y es lo menos que podemos decir, para reputarse aun peronista. La segunda es que el peligro que conllevan textos de este tipo es el de estimularnos a pensar que el mundo está totalmente gobernado por tales poderes ocultos y secretos por lo que nuestra acción independiente resultaría totalmente inútil cuando no contraproducente pues terminaría favoreciéndolos sin proponérnoslo en razón de su capacidad dialéctica que los mismos denotan en saber reconvertir en provecho propio aquellas acciones que tan sólo en apariencias se les opondrían. Pensamos lo contrario. El poder de tales logias viene, más que del dinero que poseen, del sutil lavado de cerebro efectuado por el que se ha convencido a muchos de que son omnipotentes y de que nada se puede en su contra. Y el fundamentalismo islámico con sus heroicas acciones, vituperadas todas ellas por los distintos laderos de tal logia, nos está hoy demostrando lo contrario.
Pero no nos podemos ir todavía sin manifestar nuestro inmenso repudio al hecho de que una excrecencia como la que aparece en la tapa de la obra haya muerto de viejo y sin ser molestado y que no haya existido un solo tribunal capaz de condenarlo a muerte o a prisión de por vida en una cárcel común. Una prueba más de que en el mundo democrático y crepuscular en el que vivimos la justicia no existe.

  • Extrañamente el autor soslaya un hecho que merecería una investigación especial cual fuera la presencia de una nueva logia en el seno del gobierno de Isabel, la logia Anael, integrada entre otros por López Rega. La misma, como du par italiana, si bien en lo externo era de derecha, adhería a la postura conocida como nazimaoísmo al considerar a la revolución cultural china como un elemento importante en la liberación de los pueblos. No fue una casualidad que los grupos maoístas de la Argentina fueron los que más respaldaron al gobierno de Isabel calificando al golpe del 76 que apoyara la P2 con la finalidad de impulsarlo a Massera en el poder, como un golpe proruso.

Marcos Ghio

12/06/16

lunes, 6 de junio de 2016

RAMÍREZ: UNA GRAN MENTIRA MODERNA: LA SUPREMACÍA DE LA VIDA FÍSICA

UNA  GRAN  MENTIRA  MODERNA:  LA  SUPREMACÍA DE  LA VIDA  FÍSICA

     En tren de analizar las mentiras de la sociedad moderna hoy nos ocuparemos de la desmesurada importancia que se da a la defensa de la vida terrenal como si fuera lo más importante en la existencia.
     Todos los días nos enteramos de llamados a su defensa. Tanto instituciones religiosas - incluídos el mismo Papa Francisco - como sociedades civiles y personalidades de las más diversas tendencias e ideologías compiten en demostrar quien lo hace mejor. Todo ello va unido a constantes llamados a la paz invocando un pacifismo llorón y sentimental ya que la guerra siega muchas vidas. No hay héroes guerreros y se critica que los niños se entretengan con juguetes que tengan relación con alguna fantasía bélica.
Se supone que un policía por el solo hecho de serlo esté inclinado a matar, que las FF.AA. son instrumentos de toda inclinación a la muerte, que el servicio militar obligatorio prepara militares que se dedicarán al daño contra la vida, y hasta  las organizaciones de boys scouts preparan enemigos de la vida y de la paz inculcando el militarismo. A todo esto no escapa la aversión hacia los uniformes, los desfiles con tono marcial y las marchas militares.
     Nos encontramos frente a una ideología sostenida principalmente por el marxismo cultural y por el progresismo cuyo objetivo es la destrucción de la sociedad civil y que se ha difundido desde Gramsci y la "escuela de Frankfurt". La negación de toda realidad sobrenatural ha llevado a la hipervaloración de la vida natural, física y biológica y frente al hecho fatal de la muerte se mira hacia otro lado como si no existiera, como si fuera una pesadilla pasajera frente a la cual es mejor divertirse y pasarla bien. Preguntando a una persona que pensaba hacer después de la muerte, me contestó: "cuando llegue el momento lo pensaré." Esta es la actitud del hombre moderno.
     Muy otra es  la concepción del espíritu tradicional. Desde el punto de vista tradicional la vida física es un tránsito durante la noche en medio de la obscuridad, y aquí estamos para en su transcurso construir la posibilidad de la inmortalidad, que no es don gratuitamente otorgado a todos, sino a unos pocos. Como se decía: "la vida en la tierra es milicia", es lucha y combate para ganar lo que es más que vida, de esta forma muriendo se vive. Santa Teresa de Jesús decía alentando a los varones de su época: "ya no durmáis, ya no durmáis, que no hay paz sobre la tierra." La vida a la que aspira el hombre moderno es la burguesa, placentera y consumista, que en realidad es la paz de los sepulcros, ama esa vida que en realidad es la verdadera muerte.
     La verdadera vida es la de los que han salido de la caverna del mito platónico: los héroes, los santos, los mártires, los kamikazes, los shahid, los caídos en la guerra santa o en las Cruzadas o combatiendo en las órdenes de caballería de nuestro mejor medioevo y los samurais. También alcanzan la verdadera vida los contemplativos que en la Tradición siguen esa vía, pero el tratamiento de  esa alternativa escapa a la brevedad de esta nota.
     Lo dicho hasta ahora respecto de la negatividad de los defensores de la versión moderna de la vida tiene su aspecto positivo. Consiste en que con su mentalidad vitalista y pacifista debilitan todo espíritu de lucha contra los verdaderos guerreros de la Tradición. Por defender su vida terrenal no quieren arriesgarla en ningún tipo de enfrentamiento contra quienes consideran que la vida futura es la más importante, facilitando así las tareas de estos últimos. Que la guerra la hagan los mercenarios y que se usen bombardeos y drones pero ni pensar en ir ellos. "Animémosnos y vayan" decía un pensador político. Es que la defensa de la vida física es producto de la cobardía implícita en la vida de los modernos y eso los matará. "Quien quiere salvar su vida la perderá", dice la sentencia evangélica.
     Ningún moderno defensor de la vida terrestre la va a entregar en defensa de la democracia, de los derechos humanos, de la constitución o de la civilización. En cambio hoy día tenemos el maravilloso ejemplo de quienes en el fundamentalismo islámico lo hacen por su religión, convencidos, como lo estamos nosotros, que así superan la muerte y logran la inmortalidad.
     "Si ganas tendrán la tierra, si pierdes ganarás el cielo; de todas maneras triunfarás", dice el Bhagavad Gîta" en la epopeya hindú Mahabarata. Eso es lo que metafísicamente enseñan todas las tradiciones en contra de lo sostenido por los últimos hombres.

San Carlos de Bariloche, 25 de abril del 2016.

JULIÁN  RAMÍREZ
    




RAMÍREZ: LOS TIEMPOS QUE VIENEN

     LOS     TIEMPOS  QUE  VIENEN

          Vivimos tiempos en los cuales con una creciente velocidad se precipitan los acontecimientos. Los hechos se suceden rápidamente y sufrimos un bombardeo continuo de imágenes del mundo exterior. Así debe ser en estos últimos tiempos de la era del Kaliyuga, la edad oscura, en la cual la decadencia, la degradación y la ya visible disolución del mundo moderno es imparable. A los que tenemos en el conjunto del mundo moderno al verdadero enemigo esta situación debe alegrarnos, pero al mismo tiempo debe ser un llamado a nuestra responsabilidad. El mundo moderno no se va a derrumbar por sí solo. Así como el comienzo de la caída lo fué por el mal uso que el hombre hizo de su libertad, así también la restauración del espíritu tradicional debo serlo por voluntad del hombre, por su libre acción  en ese sentido.
     Las grandes masas de hombres modernos están incapacitados para esa tarea. La materialización del mundo moderno se ha incorporado a ellos como una segunda naturaleza. Solo unos pocos podrán encarar ese desafío, y para esos pocos debe ser dirigido nuestro mensaje.
     Esa imposibilidad de la inmensa mayoría hace totalmente ilusoria toda actividad democrática e inútil todo esfuerzo dirigido en esa dirección. Por eso el correcto camino es organizar a la minoría  en la cual los valores tradicionales son plenamente asumidos construyendo una aristocracia del espíritu. Rescatamos así el  verdadero sentido de la palabra "aristocracia" que significa gobierno de los mejores, rescatándola de la deformación de la misma por obra de  los subversivos liberales, marxistas y progresistas que intentan confundirla con "oligarquía", que es el gobierno fundado en el dinero.
     En esta nota nos limitaremos a considerar el espacio histórico y cultural íberoamericano en estos tiempos que vivimos. Lo que vemos a primera vista es la caída de los gobiernos populistas. Cayó en la Argentina el peronismo, tambalean los populismos de Brasil y de Venezuela. Antes lo hizo el de Paraguay, se aplacaron los de Uruguay y Chile. Los de Bolivia y Ecuador se desenvuelven en crecientes dificultades. Es que los populismos son producto del mundo moderno, se sustentan en un nacionalismo con base en el estado-nación, idea por la cual ya doblan las campanas. Se caracterizan por aceptar y difundir plenamente la democracia invocando constantemente al pueblo, por la demagogia y las promesas incumplidas, asumen el gobierno pero no el poder que sigue siendo detentado por sectores oligárquicos de la economía y las finanzas, la corrupción los domina y al fin no resuelven ningún problema. Con este proceder son fácil presa de restauraciones oligárquicas. Las restauraciones oligárquicas llevan al gobierno al liberalismo nacional e internacional instaurando el poder de la plutocracia con su afán desenfrenado por el dinero y las finanzas. Estos gobiernos saquean a los pueblos y se provoca el retorno de los populismos, y vuelta a empezar. En este círculo vicioso transcurrió la historia de nuestros países durante 200 años. Por la brevedad de esta nota tenemos que remitirnos a la idea central sin entrar en excepciones y en detalles, pero vistas las cosas en su trayectoria histórica y a vuelo de pájaro no deja de ser verdad lo expresado. Agreguemos que tanto populistas como oligarcas aceptan y desarrollan las pautas del marxismo cultural: feminismo, drogadicción, agnosticismo, estado laico, rebajamiento de las jerarquías, falta total de un sentido superior de la vida, consumismo y degradación de la naturaleza y el medio ambiente. Liberales, marxistas y populistas coinciden en todo esto.
     En líneas generales este es el drama de nuestros pueblos, y ya se ha jugado demasiado con repetir siempre lo mismo. Se pretende seguir aplicando las mismas fallidas soluciones que reiteradamente fracasan. En nuestro país, la Argentina, tenemos el ejemplo del peronismo, que durante los últimos 70 años llegó varias veces al gobierno para ser desalojado otras tantas por oligarquías. ¿Hasta cuando se van a seguir repitiendo estas tonterías que en realidad son tragedias?
     Solamente la formación de una Orden aristocrática, jerárquica y que sustente los valores de la Tradición podrá superar todas estas falsas alternativas, sin concesión alguna a la modernidad ya que con la subversión no se transa. Estamos en un mundo en que la única manifestación visible de la Tradición se encuentra, en forma parcial y con limitaciones debidas a su exclusivismo religioso, en el fundamentalismo islámico. La Orden debe apoyar y defender este movimiento, pero en la civilización occidental no tenemos nada en qué apoyarnos, pero en la variante íberoamaricana en que vivimos podemos recurrir a nuestras mejores tradiciones históricas como ser la idea de Imperio muy antigua en nuestras tierras americanas: imperios maya, azteca, incaico y español. También al revisionismo histórico rescatando figuras como García Moreno, Juan Manuel de Rosas y otros. Y lo más importante de todo: la transformación interior que nos haga inasequibles a los tiempos revueltos que nos esperan.

San Carlos de Bariloche, 2 de mayo del 2016.


JULIÁN  RAMÍREZ 

RAMÍREZ: LA PATOLOGÍA DEL ECONOMICISMO

     LA  PATOLOGÍA  DEL ECONOMICISMO

     

       Una grave enfermedad se ha apoderado de la modernidad: se trata del economicismo. El Estado, las instituciones, la legislación, la política, la vida cotidiana y cada una de las personas se encuentran infectadas con este virus. Cada día va desplazando toda otra preocupación, todo otro interés, todo se va concentrando en la economía, todo lo demás no importa, el "homo sapiens" se transforma en el "homo economicus" que ha asumido lo económico como una verdadera naturaleza. Esta cuestión se ha apoderado totalmente de la actividad principal de los Estados. es el tema principal de todas las preocupaciones, la cuestión económica está presente en las reuniones internacionales, en los tratados, en la geopolítica, es decisiva en las elecciones y en la suerte de los gobiernos cuyo éxito o fracaso depende del estado del bolsillo de los votantes. Recordemos la frase del presidente yanqui Clinton cuando dijo, contestando a un crítico: "¡Es la economía estúpido!"
     El marxismo clásico ha hecho de la economía el tema central de su política. Lenin sintetizó bien la cuestión: "La economía es nuestro destino", sentenció, y a partir del "Manifiesto comunista" los marxistas interpretaron a la historia como el desarrollo de la lucha de clases, hasta el extremo fracasado de llevar a la cuarta casta, la de los trabajadores al poder del Estado. Pero ese frustrado intento no ha disminuido la presencia absorbente de la economía en la vida diaria. El hombre moderno, que es unidimensional, busca toda explicación, de muchas cosas que ocurren, en el factor económico y se llega a la tontería de considerar que las actuales guerras en varias partes del mundo, en especial en medio oriente, son fruto de obscuras conjuras por apoderarse de las fuentes de petróleo y de otras materias primas, sin sospechar siquiera en  el origen religioso y cultural de ellas, algo muy superior a las pueriles preocupaciones economicistas.
     La era burguesa es pues una era economicista. La burguesía, cuya razón de ser es la de un sector social dominado por el lucro y el afán de riqueza, ha impuesto esta forma de ser al mundo moderno. La casta de los trabajadores ha seguido estas pautas, y disputa a la burguesía el reparto de los bienes. De ahí el enfrentamiento entre gobiernos populistas y gobiernos oligarcas que se alternan en el poder estatal.
     La desaparición de las castas cuya razón de ser no era la economía, casta guerrera y casta sacerdotal, ha conducido a este desorden. Si la humanidad tiene la posibilidad de restaurar una sociedad normal en la cual la economía esté sometida a principios superiores y tradicionales, de orden metafísico y religioso, ése es el gran tema de la actualidad.
     No negamos la relativa importancia de los problemas económicos, pero debemos ubicarlos en su justa dimensión. Ya en 1850 el tradicionalista español Juan Donoso Cortés advirtió que si bien para el Estado las cuestiones económicas son importantes, de ningún modo son las más importantes.
     En tiempos más recientes, Julius Evola expresó más contundentemente que "la instancia política se legitima con valores espirituales y supraindividuales", o sea que siendo la instancia económica inferior un Estado dedicado casi totalmente a la economía pierde toda legitimidad, y ésta es la situación actual.
     Ahora consideremos: ¿Qué cabe hacer a los que tenemos el punto de vista tradicional, especialmente en los países iberoamericanos, siempre sujetos a los vaivenes de los movimientos políticos economicistas? En primer lugar tener siempre presentes los principios de la Tradición y no dejarse arrastrar por las falsas alternativas que inevitablemente surgirán en países como Argentina, Brasil y Venezuela, sea lado marxista, progresista o nacionalista y frente a la ola de neoliberalismo que se implanta en la región.
Pero esto no significa mirar hacia otro lado y mantenerse como simples observadores de la situación. Al mismo tiempo hay que ser convidados de piedra pero presentes en el banquete, y con nuestra presencia incidir en los mejores y marcar la posibilidad de una superación de las falsas alternativas que ofrecerán los movimientos puramente economicistas. Será como andar por el filo de una montaña, con precipicios a cada lado, pero siempre arriba.

San Carlos de Bariloche, 16 de mayo del 2016.


JULIÁN  RAMÍREZ         

RAMÍREZ: CARLOMAGNO, MERKEL Y FRANCISCO

CARLOMAGNO,  MERKEL  Y  FRANCISCO


     En primer lugar digamos qué nos ha llevado a incluir en forma conjunta los tres nombres que encabezan el título de esta nota. Ocurre que el pasado 6 de mayo el Papa Francisco ha recibido de manos de Angela Merkel el premio Carlomagno que se otorga anualmente a quienes han hecho un gran aporte en favor de la paz, la libertad y la justicia en Europa, y por su autoridad moral sobresaliente como mediador. Todos estos calificativos corren por cuenta de las autoridades europeas que entregaron la distinción y responden a sus puntos de vista, aunque desde el punto de vista nuestro, que es el tradicional, todos son discutibles, y aún más, son contrarios a la verdad.
Recordemos un poco de historia. Carlomagno fué el fundador del Sacro Imperio Romano Germánico. En la Navidad del año 800 fué coronado por el Papa León III como "Imperator Romanorum" - Emperador de los Romanos - , y trás la coronación, León III se arrodilló ante él y lo adoró, reconociendo de esa manera su supremacía.
     De esa manera se restauraba la tradicional idea de Imperio, trás algunos siglos de  tiempos revueltos, transcurridos desde la caída de César Augústulo, último emperador romano, en el año 476.
     El Imperio tradicional, en el cual se unía en una misma persona  el poder político y la autoridad espiritual, volvía a tener vigencia en Europa. Nacía la civilización occidental y cristiana. El primitivo judeo-cristianismo de los orígenes, rectificado por el viejo paganismo romano, realizaba una formidable síntesis que dió así forma a una portentosa civilización. Quedaba así restablecida la unidad entre el Cielo y la Tierra siendo el Imperio tradicional el puente entre los dos, y su principal tarea, elevar las almas hacia lo trascendente.
     Este logro superior fué luego lentamente socavado por la Iglesia que a lo largo de los siglos promovió la desconsagración del Estado, especialmente en el período que se conoce como el "conflicto de las investiduras" de los siglos XII y XIII. Es el triunfo de la concepción católica güelfa sobre la tradición católica gibelina.
     Veamos ahora la situación actual. Un estado laico dedicado exclusivamente a los cuestiones temporales y una Iglesia convertida en una mera institución dedicada a la asistencia social y a la caridad pública y cada día más alejada de toda función sagrada, mientras llora y se lamenta de lo que ocurre en el mundo. ¡Qué lejos estamos de la encíclica "Quanta cura" - año 1864 -  del papa Pío IX, cuyo apéndice "Syllabus" condenaba los errores y desviaciones del mundo moderno, tales como el liberalismo,  el marxismo, el naturalismo y muchos más! Todo eso ha sido olvidado y hoy la Iglesia convive alegremente con la modernidad. Y no sólo eso: Francisco poco a poco va insinuando el futuro papel de la Iglesia que consistiría en ser una especie de pegamento pseudo-espiritual integrador de diversas fuerzas de la modernidad, en una especie de pseudo-religión propia de la decadencia y la disolución de la civilización occidental, que alguna vez fué cristiana. En la encíclica de Francisco "Laudato si" es fácil advertir esta tendencia y en algún momento nos ocuparemos de ella.
     Vemos entonces que otorgar al papa un premio llamado Carlomagno es mancillar la figura de ese Emperador que echó las bases de la civilización cristiana y que fué todo lo contrario de Francisco y de los últimos papas que, como Juan Pablo II, también recibió el premio. No en balde quién o quiénes otorgan el premio son altos representantes del mundo moderno y miembros conspicuos de la Unión Europea, entidad puramente economicista carente de toda instancia superior, y en sintonía con Francisco a juzgar por los discursos. Asistimos pues a una verdadera inversión de polaridad de orden contratradicional, a la que no vacilamos de calificar como luciférica.
     En lo que respecta al discurso del Papa en esa oportunidad, elogió el pasado de Europa, pero no de la tradicional sino de la humanista, de la del arte, la de los pintores,  escritores y músicos. También alabó a los "padres fundadores" de la Unión Europea que desde 1950 comenzaron a edificar ese ente moderno, materialista y  economicista. Tampoco dijo nada que Europa difundió por el mundo todas las subversiones modernas: racionalismo, humanismo, liberalismo, masonería, democracia, marxismo, evolucionismo, positivismo, imperialismos y muchos más "ismos", y hoy día combate a la única manifestación visible de la Tradición, como es el fundamentalismo islámico. ¡ Cómo iba a hacerlo, si lo que busca es conciliar con la modernidad !
     En conclusión: pera compensar tanta mentira, vaya nuestro homenaje a Carlomagno, "Imperator Romanorum".

JULIÁN  RAMÍREZ


GHIO: LA INTERPRETACIÓN DE EVOLA

LA INTERPRETACIÓN DE EVOLA

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Tiempo atrás, en un debate con el director de una revista de orientación tercerista, sostuvimos, ante una serie de dislates que el mismo profería respecto de Evola, como el de calificarlo como un autor ‘muy moderno’, que el maestro italiano tenía un lenguaje preciso que no necesitaba interpretaciones especiales. Que su estilo era claro y reiterativo de una corriente de pensamiento de carácter tradicional hallable en todas las grandes civilizaciones y que en lo único en que se había diferenciado era en la formulación de tales principios en la época en la cual le había tocado vivir durante las primeras tres cuartas partes del siglo pasado.
Hecha esta previa acotación, queremos ahora proceder a precisar los términos de la misma. Consideramos que si bien la doctrina formulada por Evola es contundente, no precisando interpretación alguna, sino simplemente su formulación en total pureza haciendo conocer principalmente sus textos y sus aclaraciones sobre la exposición de la totalidad de los múltiples temas tratados, en especial a través de su biografía espiritual, El Camino del Cinabrio, donde sí es necesario efectuar las explicaciones pertinentes es en lo relativo a sus últimos escritos durante la época del recrudecimiento del Kaliyuga en la cual había vivido y cuyos efectos principales apenas se insinuaban en el momento en que muriera.
Estas dos obras son Metafísica del sexo y principalmente Cabalgar el tigre. Textos estos últimos, y en especial el segundo, escritos no para todo el mundo sino para un determinado y muy especial grupo de personas, de aquellos que, en medio de los estertores del caos, resultan ser no solamente capaces de sobrevivir al mismo, sino que además pueden  ‘cabalgarlo’, es decir de convertir lo que en el mismo resulta deletéreo y venenoso en remedio y punto de apoyo para realizar el fin primordial del hombre verdadero. Al respecto queremos señalar aquí que, si bien tales obras han sido escritas principalmente para un hombre diferenciado, lo cierto resulta ser que, en tanto el mismo no tiene una señal especial que lo diferencie de los otros, acontece así que cualquiera, aun sin serlo, puede creer pertenecer a tal categoría, por lo cual ha acontecido en algunos casos que tales obras han recibido interpretaciones de lo más contrarias a los fines formulados por el autor. Vayamos a ejemplos muy concretos y especiales empezando por la primera obra.

Metafísica del sexo, tal como su nombre lo indica, pretende señalar una vía superior del sexo, no meramente física sino de carácter espiritual. Parte de la premisa de la existencia de un tipo de hombre anterior al actual, el andrógino, es decir un ser que poseía los dos sexos. Esta formulación está presente en todas las grandes tradiciones. Por ejemplo en la nuestra, Adán antes del pecado, tenía en su seno también al sexo femenino, la famosa ‘costilla’ de la cual surge Eva, y la división sexual que sobreviene luego representa propiamente la caída y por lo tanto un elemento que se asocia al mundo de lo mortal, siendo éste propiamente el sentido del pecado, más que significar una mera categoría moral como se lo entiende habitualmente.
Ahora bien, la metafísica del sexo, a diferencia de lo que acontece habitualmente cuando alguien se refiere a tal disciplina, no se trata de una mera descripción y de un conocimiento de tal realidad previa, ínsita en la sexualidad, sino que implica también una parte operativa, que es la magia (comprendida como metafísica práctica) por la cual, a través de una serie de ritos y de ceremonias especiales, se produce tal retorno al estado androgínico multiplicado y enriquecido por la superación del estado de caída. Esto fue comprendido y practicado por otra tradición de carácter oriental, cual fuera el tantrismo. Para producir tal unión superior en el ámbito de la sexualidad, debía lograr suscitarse, sea en el hombre varón como en la mujer y de manera absoluta, sus dos condiciones propias: lo activo en el primero y lo pasivo en lo segundo, o también metafísicamente, la forma en un primer caso y la materia en el otro. Tal movimiento hacia la estereotipación de la distinción entre los sexos es propiamente lo opuesto de lo que acontece en el mundo moderno en donde las diferencias entre ambos tienden cada vez a desaparecer totalmente en un plano superior y solamente están presentes de manera por lo demás distorsionada en uno de carácter simplemente físico y materialista y resultando muchas veces intercambiable e indiferenciado mediante la asunción de roles diferentes en un mismo ser. Al respecto se destaca también que los tiempos últimos se han caracterizado por haber pasado de una etapa en donde el sexo era casi demonizado y reprimido, recluido en una esfera incluso clandestina, para convertirse por el contrario en algo cada vez más público, cuando no en una verdadera y propia manía y obsesión por parte de esta época. Pero en tal desenfrenado demonismo de esta etapa última, que bien se ha caracterizado como postmoderna en tanto no representa la negación sino por el contrario la confirmación de la modernidad, el sexo no ha perdido su carácter puramente material y físico, sino por el contrario lo ha agudizado aun más, habiendo cambiado simplemente la actitud asumida frente al mismo. En un primer caso ello fue a través de su represión y ocultamiento y en el segundo en cambio, a través de su eclosión compulsiva, exasperada incluso por posturas como el freudismo que lo han concebido como una energía originaria y creadora del orden social que debe sin más desencadenarse para lograr la realización de la especie humana. Y de acuerdo a una vieja máxima de que la decadencia última no es simplemente la negación de lo superior sino una imitación simiesca y pervertida de ello, tenemos aquí también experiencias androgínicas pero invertidas y distorsionadas a través de la exaltación de fenómenos patológicos como la homosexualidad o la bisexualidad. Como el sexo ha sido reducido a sus dimensiones más bajas e inferiores, referidas exclusivamente a la búsqueda del placer en su mayor intensidad, se considera que, asumiendo las dos funciones, la activa y la pasiva, el mismo es alcanzado en su mejor forma de realización. Cuando en cambio lo contrario es lo verdadero: tal estado superior acontece únicamente cuando las dos polaridades, masculina y femenina, alcanzan el grado más alto de diferenciación generándose de este modo la verdadera atracción entre los opuestos y por lo tanto la más plena realización de la sexualidad.
Volviendo ahora a lo formulado inicialmente, digamos que no han faltado casos en los cuales la metafísica del sexo, así como la experiencia tántrica, en vez de haber sido concebidos como una acción sublimadora y elevadora de la sexualidad a una esfera superior, se han visto en cambio reducidos a lo que es propio de esta época de disolución en forma aun más multiplicada, pensado que de lo que se trataba era por el contrario de estimular y practicar al máximo tal actividad y en forma multiplicada, apareciendo aquí lo metafísico como un agregado y llegando así a formar parte sin proponérselo del mismo proceso de la decadencia.

Donde el problema resulta más complejo de explicar y comprender y que por lo tanto ha recibido las distorsiones mayores es en su obra a todas luces esencial, Cabalgar el tigre. El punto de partida de la misma es el de analizar propiamente el fenómeno de la decadencia comprendida como crisis. El siglo XX en el que viviera Evola se había caracterizado por la profundización de la profecía de Nietzsche respecto del acontecimiento por él preanunciado como la muerte de Dios y por lo tanto de todos los valores hasta ese entonces aceptados como dogma. Evola al respecto le presta aquí una atención particular a un fenómeno emergente como el del existencialismo el cual es sin lugar a dudas la primera de las respuestas de conjunto dada durante el nuevo siglo a la filosofía de los grandes sistemas que lo precediera. Con el existencialismo el hombre se formula, luego del largo lapso judeo-cristiano, un interrogante que en cambio estaba presente en la tradición anterior: el de la pregunta respecto del por qué uno está aquí; y en consecuencia qué era el yo antes de esta existencia, es decir vuelve a formularse de manera aun oscura y confusa lo que fuera la doctrina de la preexistencia formulada entre otros y especialmente por Platón y Plotino. Los grandes sistemas filosóficos y religiosos habían soslayado este hecho y comprendido al sujeto simplemente como una simple y fatal mediación, como una realidad subordinada formando parte de un proceso que lo explicaba a través de diferentes fetiches o entidades abstractas y superiores a él encargadas de darle un sentido a sus acciones, tales como la Raza, la Economía, la Sociedad, la Historia, el Estado, Dios, etc. En todas ellos el yo se disolvía convirtiéndose en un mero momento o átomo de un proceso superior y necesario respecto del cual su voluntad libre no tenía incumbencia. Ahora bien el existencialismo, y toma aquí a Heidegger, pero principalmente a Sartre, si bien ha puesto el acento en la existencia del yo como previo a esta misma vida, y en contraste con todos los fetiches antes mentados, ha intentado otorgarle a la existencia singular un sentido independiente de los mismos, desde su punto de vista sin proponérselo termina sucumbiendo nuevamente ante un nuevo fetiche, aconteciendo así algo parecido a lo relatado con el fenómeno de  la sexualidad en el mundo moderno, la cual, tal como se mostrara en Metafísica… era negada sólo superficialmente por la postmodernidad. En este caso, tal como viéramos, el redescubrimiento de la misma no había llevado a su trascendencia, sino por el contrario a su exasperación pandémica y compulsiva, tal como acontece ahora. Cuando Sartre y Heidegger reducen la existencia a una condena, a algo fatal y recibido con independencia de nuestra voluntad, en lo cual ‘no fuimos consultados’ por lo que nuestra circunstancia se reduce así a ‘ser en el mundo’ o ‘ser para la muerte’, están sin darse cuenta cayendo en el mismo error y decadencia de la filosofía anterior. También allí el yo quedaba menoscabado en su voluntad y también allí la existencia estaba dada por otro no habiendo sido elegida por nosotros.
Las secuelas últimas del existencialismo no conocidas por Evola, y que son las que rigen en este siglo nuevo recién comenzado, son las que corresponden al postmodernismo. El yo una vez más no ha sabido encontrar en sí algo superior a la simple vida y si antes resolvía tal situación reduciéndose a la condición de átomo intercambiable de un proceso en el cual transcurría y se aturdía sin preguntarse respecto de un por qué superior a ello, hallando en alguna entidad ajena a él una cosa que le otorgaba un sentido a su vivir, ahora con el postmodernismo no existen ya más metas superiores que no sean el carpe diem, el disfrutar el día, el presente, el instante comprendido como el mero momento efímero respecto del cual sólo tenemos la certeza plena. En el fallido intento por superar el nihilismo delatado proféticamente por Nietzsche se ha incurrido nuevamente en otra forma del mismo.
Volver a Platón y a Plotino sería la solución sugerida. Ante ello la respuesta es que nadie nos lanzó a esta vida en contra de nuestra propia decisión, no ‘hemos sido condenados a ser libres’, sino que existe una voluntad más profunda que debemos encontrar en lo más hondo de nosotros mismos, aquella por la cual se produjo la decisión trascendental de vivir y encarnarnos en un antes de esta misma vida. La existencia nos da pistas para hallarla y la misma no es una negación de nosotros y de lo que quiere nuestro ser más pleno, sino por el contrario nuestra verdadera voluntad. Hemos querido estar aquí, lo hemos decidido nosotros libremente porque nos hemos querido dar una prueba de acuerdo a nuestra condición. Reconocerse por lo que se es, es pues es la gran meta que consiste en recordar el porqué se decidió estar aquí. Saliendo de un universo adámico de tiempo infinito quisimos conquistar la eternidad, esto es, el presente sin pasado ni futuro, lo que siempre es y no fluye. Pero tal adquisición implicaba una prueba, cruzar un peligroso mar, el de la muerte y el de la disociación del ser en polos contrapuestos. Los que no lo podrán alcanzar a ver ni a conquistar sucumbirán en la nada postmoderna y  existencialista del carpe diem, en los instantes que no son eternos sino que se agotan en el día a día hasta su conclusión. Los sobrevivientes son en cambio los que lo han comprendido. Entonces de lo que se trata es de asumir esta realidad no negándola ciegamente, sino ‘cabalgándola’ convirtiendo sus procesos disolutorios y extremos en fenómenos catárticos de purificación en función de algo superior y trascendente. Esto mismo que ahora uso y que en otro resulta un alucinógeno para escaparse de sí y por lo tanto de tal dimensión superior, al hombre diferenciado le sirve como medio más idóneo para expresarse y realizar su fin. La gran ciudad con sus masificadas estructuras de cemento, que en los más representan colmenas en donde aturdirse o disolverse, en el hombre diferenciado son en cambio escondites que permiten una soledad y un anonimato que ni siquiera podría encontrar en las más alejadas eremitas. Y se podría continuar con los ejemplos.
Por último las malas interpretaciones de tales obras. Autores como Alain de Benoist, entre otros, calificaron erróneamente a Evola de gnóstico por haber según ellos negado la realidad física concibiéndola como mala y negativa y por lo tanto algunos de ellos han supuesto que Cabalgar sería una forma de estimular la destrucción acelerada del mundo y de sostener una negación nihilista del mismo en función de un duplicado inútil y esquizofrénico del ser, cosa que también le atribuye a una pretendida negación del sexo, cuando lo contrario exacto es lo verdadero. El mundo moderno tiene en cambio un significado superior, de carácter catártico, está allí ante nosotros como una prueba, como un desafío para elevarnos y conocernos a nosotros mismos, para poder vencer el mundo del tiempo y alcanzar la eternidad.

Marcos Ghio
5/06/16