martes, 15 de diciembre de 2015

ELECCIONES ARGENTINAS EL TRIUNFO DEL LIKUD


ELECCIONES ARGENTINASEL TRIUNFO DEL LIKUD


Tal como explicamos en anteriores notas el proceso conocido como 'elecciones democráticas argentinas' no ha sido otra cosa que una puja en la cual las dos tendencias que hoy se disputan la hegemonía en el Estado de Israel dirimen sus diferencias principales en esta etapa crucial de guerra de civilizaciones.
El dilema que ha contrastado a estas dos fuerzas, el Likud, mal conocida como la derecha, y el Laborismo, la izquierda progresista, consiste en lo siguiente: ¿Cómo hacer para que nuestro enemigo, el mundo musulmán fundamentalista, pueda ser derrotado y por lo tanto obtener el fin tan preciado que es que el Estado de Israel pueda seguir existiendo en un universo de pequeñas republiquetas inofensivas? Al respecto las dos fuerzas proponen puntos de vista diferentes. El Laborismo, representado principalmente en nuestro país por el anterior ministro de Relaciones Exteriores Timmermann, sostiene que hay que dividir a las fuerzas fundamentalistas 'pues si éstas se unen nos terminarán aplastando por ser una gran mayoría'. Por eso propone aceptar la creación del Estado palestino y principalmente concordar con Irán en un gran frente en contra del Isis y de Al Qaeda. El Likud, que lo tiene entre otros al rabino y ministro de medio ambiente actual Bergman, al intelectual Kovadloff y ahora también al ministro de la Suprema Corte Rosenkranz como sus principales exponentes, opina lo contrario. 'Si hacemos esto', dice, daremos signos de debilidad frente a un enemigo que finge estar dividido para exigirnos siempre más. La mejor forma es mostrarnos intransigentes y no aceptar ningún tipo de acuerdo con éste'. Así pues tras el triunfo del Likud en las recientes elecciones las inmediatas medidas tomadas han sido las siguientes. Primero: romper cualquier acuerdo con Irán en relación a la investigación del atentado de la Amia. Segundo: reputar sin más a la muerte del fiscal Nisman no como un suicidio, tal como se venía sosteniendo hasta ahora en la justicia, sino como un asesinato cometido por Irán en contra de un miembro del Likud para poder obtener la constitución del gran frente en contra del Estado Islámico. Es de destacar que éstas han sido las primeras medidas adoptadas y con urgencia a pocas horas de haber asumido el nuevo gobierno.

lunes, 14 de diciembre de 2015

RAMÍREZ: EL VALOR DE LA VIDA

   EL  VALOR  DE  LA  VIDA


          Los acontecimientos se precipitan. Cumpliendo con una ley cíclica los últimos tiempos de una era se aceleran y se transforman en una caída libre.  Se trata de la desintegración de la modernidad. Antes era crisis, después fue decadencia, ahora el edificio se derrumba. Las acciones de guerra llevadas a cabo en París el 13-11 por el Estado Islámico se enmarcan en esta aceleración de los tiempos. Un grupo de ocho heroicos yihadistas conmovió las bases del mundo moderno y llenó de pánico no solamente a París sino también a una buena parte de Europa y de EE.UU.. La orgullosa y opulenta Ciudad Luz, madre del iluminismo y de la revolución francesa, se cubrió de tinieblas. Los medios de comunicación y las redes sociales se llenaron de parlanchines que trataban de dar una explicación de estos sucesos, pero era inútil: no daban con la tecla. Las mentes modernas están tan encerradas en toda clase de ideologías y sometidas a concepciones tan materiales que les impiden toda perspectiva superior, y no advierten que en estos hechos hay un factor religioso, que hay un vínculo con lo sobrenatural, con una realidad que el hombre moderno ha perdido.
     Se suceden los lamentos y los lloros. Desde Obama a Francisco es un coro que clama por las vidas perdidas, puesto que el mundo moderno ha erigido a la vida como el valor máximo, cuando por el contrario, para las doctrinas tradicionales, metafísicas y religiosas la vida en esta tierra es un tránsito para ganarse la inmortalidad en el “post mortem”. En consecuencia la vida carece de  valor si no está orientaba hacia lo sobrenatural y se tiene presente a Dios en todos los actos de la cotidianeidad. No lamentamos pues para nada a los muertos en esas acciones de guerra, que en forma despectiva y peyorativa los modernos califican de “atentados terroristas”. Y en última instancia no son más que legítimas respuestas a los salvajes bombardeos que las potencias mundiales llevan a cabo contra el EI.
     En el comunicado del Estado Islámico está claramente presente el espíritu religioso que animó a los heroicos jóvenes, que, dice el comunicado, “se apartaron de la vida mundana en apoyo de su religión” e hicieron temblar a París, “capital de la prostitución y del vicio”.
     Dice también el comunicado que atacaron el teatro Bataclán donde centenares de paganos asistían a un concierto de “prostitución y vicio” a cargo de una banda yanqui de “heavy metal”.
     Del comunicado del Estado Islámico rescatamos dos apreciaciones de orden militar y estratégico que pueden ser muy útiles en la actual guerra de civilizaciones. Una se refiere al hecho de llevar la guerra al territorio enemigo. Las agresiones de los imperialismos modernos se han basado en agredir en tierras ajenas sin que la población propia sufra la guerra y se mantenga ajena a los campos de batalla. La caída de las Torres Gemelas, Atocha, el subterráneo de Londres y ahora París nos indican la importancia que tiene luchar en la propia casa del enemigo con el consiguiente temor y miedo de la población local. Ello constituye una importante arma psicológica que sin duda alguna debilita, máxime en poblaciones carentes de toda concepción superior del mundo y de la vida.
     La otra apreciación de orden estratégico es la mención que hace el comunicado de la inutilidad de la aviación en las calles y callejones de las grandes ciudades con población propia como es el caso de París.
     Finalmente hagamos una crítica al documento. Se refiere a la mención que se hace de Francia como “conductora principal de la Cruz en Europa”. Desde hace siglos Francia no conduce ninguna Cruz. Por el contrario es fundadora del mundo moderno y enemiga del catolicismo gibelino que sostenemos. Esto de ningún modo invalida la acción heroica llevada a cabo por los ocho yihadistas a quienes rendimos nuestro homenaje y que se han ganado la inmortalidad.

San Carlos de Bariloche, 16 de noviembre del 2015.

JULIÁN  RAMÍREZ



RAMÍREZ: ACLARANDO LAS PALABRAS

ACLARANDO  LAS  PALABRAS


     Alguien ha dicho que las palabras sirven para engañar, y algo de verdad encierra esta afirmación. Las más profundas realidades no se pueden expresar con palabras, para ello es necesaria una facultad superior que está más allá de la razón y del discurso, se trata de la intuición intelectual, la “intelectuallis intuitio” de las doctrinas tradicionales.
     Un clásico también ha dicho “que de la confusión de las palabras nació la confusión en la ciudad”. En el mundo moderno el significado de las palabras se ve constantemente transformado y cada día con mayor aceleración. El simbolismo de la torre de Babel se repite, aquella vez para humillar la soberbia de los hombres, ahora para distraerlos del final catastrófico del Kaliyuga.
     Pese a todo ello la palabra sigue siendo un medio de comunicación necesario para expresarnos con nuestros semejantes, pero para ello tiene que haber un acuerdo en su significado. Hoy día escuchamos expresiones tales como la palabra “fascismo” para referirse a todo aquello que contradice a las concepciones modernas.
     Hemos escuchado usar las palabras “islamofascismo” y “nazislamismo” para referirse en general a los movimientos fundamentalistas islámicos con lo cual aumenta la confusión, El punto de vista    tradicional no parte de consideraciones relativas a tiempo y lugar, es un punto  de entre vista metahistórico porque así es la tradición. El islamismo se ha desarrollado a partir de determinada circunstancia de tiempo y lugar por lo cual es totalmente inapropiado vincularlo con los fascismos europeos que se desarrollaron entre las dos guerras mundiales. No negamos la existencia de correspondencias entre ambas corrientes porque en ellas existen y existieron indudables aspectos tradicionales, pero la vinculación de los fascismos con la tradición es distinta a la del fundamentalismo islámico, especialmente en  lo que respecta a la religión. Los fascismos ya pasaron, su restauración es imposible y quedan librados a los nostálgicos, sus limitaciones los llevaron a la derrota. Distinto es el caso del fundamentalismo islámico que pone  en primer  lugar a la religión y cuya lucha se encuentra vigente y presente, pese a sus limitaciones.
     El que esto escribe es hombre de montaña. Ha practicado desde su juventud el andinismo – lo que los europeos llaman alpinismo -, y la montaña le ha enseñado que más importante que llegar a la cumbre es luchar por hacerlo, esa lucha es la que nos transforma y nos transfigura.
     La lucha de los yihadistas cualquiera sea su futuro ya es victoriosa, porque como dice el “Baghavad Gita”, “si triunfas ganarás la tierra, si eres derrotado ganarás el cielo, es decir,  que de todas maneras triunfarás.”
     No somos musulmanes somos cristianos, y más allá de ello Tradicionalistas Evolianos, pero rescatamos lo que de tradicional tiene la yihad, que es la única manifestación actual y visible, aunque sea en forma parcial, de la Tradición Eterna.
     Muchas otras palabras deben ser aclaradas, tales como “derecha”, “reaccionario”, “retrógrado”, “medieval”, “obscurantista” y otras por el estilo que los modernos marxistas y progresistas aplican a todos los enfrentamos sin concesiones al mundo moderno, pero la brevedad de la nota nos obliga para dejar la cuestión para futuras oportunidades,

San Carlos de Bariloche, 7 de diciembre del 2015.


JULIÁN  RAMÍREZ 

RAMÍREZ: EL EJÉRCITO DE FRANCISCO

 EL  EJÉRCITO  DE  FRANCISCO


     Los papas modernos nos tienen acostumbrados a una retórica fundada en el pacifismo, la caridad, el amor al prójimo, en medio de lamentaciones y deseos. Pero todo esto es una máscara, detrás de ella se oculta el verdadero rostro que nos revela toda una maquiavélica diplomacia a la que debemos desenmascarar.
     Esta introducción viene a cuento de ciertos movimientos de Francisco en el plano internacional y que vamos a analizar a través de informaciones de diversos medios a lo largo de los últimos años, y que nos revelan un Papa preparando una guerra, una guerra de las peores, destinada a sostener el mundo moderno y apoyando a las potencias que preparan un gobierno mundial. Veamos entonces como ha ido actuando la diplomacia vaticana y de a poco insinuando y preparando el terreno para una guerra mundial, con el clásico método de no ir de frente sino en forma oblicua y torcida.
     El 2-9-13 Francisco publicó un documento titulado “Nunca más a la guerra”, con las consabidas frases retóricas y abstractas. En noviembre del mismo año Putin viajó al Vaticano y agradeció al Papa por sus deseos de conseguir una solución pacífica al conflicto en Siria.
     El 8-11-14 el arzobispo Silvano Tomasi, representante del Vaticano ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en declaraciones por Radio Vaticana y refiriéndose al medio oriente, dijo que “una acción militar en este momento quizá sea necesaria” (ver Libertad Digital).  Aquí ya se nota un cambio en la política internacional de Francisco. Por boca de un subordinado comienza una vuelta de tuerca y se sondea el ambiente.
     A continuación el 16-3-15 la agencia Europa Press publica una información titulada “El Vaticano se muestra partidario de una intervención militar contra el Estado Islámico”. El ya citado arzobispo Silvano Tomasi presentó ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU una declaración elaborada en forma conjunta con Rusia y el Líbano, proponiendo una coalición militar contra el ISIS, ya que si no es posible una solución pacífica “entonces será necesario usar la fuerza”. Tal coalición deberá incluir países musulmanes ya que de lo contrario aparecería como una pura iniciativa de los occidentales y ello sería contraproducente. Concede una entrevista al periódico católico “Cruz” en donde expresa que “a las Naciones Unidas y sus estados miembros, especialmente el Consejo de Seguridad, les corresponde determinar la forma exacta de la intervención”. Agrega que la declaración fue una iniciativa de Rusia y que la petición se basa “en los comentarios de Francisco que consideran que el uso de la fuerza es legítimo para detener a un agresor injusto.” La misma información trae “Infocatólica” y la agencia informativa TELAM de la Argentina. Otra vuelta de tuerca, ahora más definida, que Francisco adelanta a través de un subordinado.
     El fundamento de esta política es la doctrina de la guerra justa elaborada por la Iglesia Católica y la filosofía escolástica desde hace siglos, pero esa doctrina tenía fundamentos en la Tradición y estaba orientada hacia la defensa de lo sobrenatural y lo superior. En la actualidad Francisco en una inversión copernicana y totalmente contraria a lo que fue la doctrina tradicional, la vuelca para la defensa del mundo moderno y para combatir a la única manifestación de Tradición hoy visible y presente en el fundamentalismo islámico. Una verdadera estafa doctrinal y con el pretexto de defender a los cristianos perseguidos por los malvados. Se olvida que esos cristianos, si es que son perseguidos, no lo son por su religión, sino en la medida en que son correa de transmisión de la decadente y corrompida aculturación de la modernidad.
     La tendencia que se avisora y que lleva adelante Francisco sería convertir al Vaticano en una especie de factor aglutinante y pseudo-espiritualista del mundo moderno.  Que los católicos abran los ojos: el verdadero enemigo no es el Islam sino el mundo moderno.

San Carlos de Bariloche, 30 de noviembre del 2015.

JULIÁN  RAMÍREZ


RAMÍREZ: HIJOS PARA LA GUERRA

HIJOS  PARA  LA  GUERRA


     Navegando en la Internet en busca de informaciones acerca de los acontecimientos relativos a la guerra de civilizaciones, algunas valederas, otras no tanto, hemos encontrado un artículo titulado “Las mujeres ganan peso en el engranaje yihadista” (Madrid 18-9-15, Edizioness).
     El articulista cita varios casos de mujeres que participan en la yihad, pero nos hemos detenido en el caso de mujeres que el autor de la nota relata así: “Hay casos de madres que influyen de manera directa sobre sus hijos a la hora de tomar la decisión de irse a combatir a Siria.” Y agrega, que se trata de un “fenómeno en alza”. Menciona el caso de una mujer que ya ha perdido un hijo en Siria y está dispuesta a enviar a otros dos.
     Nos encontramos aquí con hechos que revelan en toda su profundidad la naturaleza femenina: parir hijos y educarlos para que sean guerreros, pero no cualquier guerrero, sino yihadistas, es decir, guerreros de Dios.
     Habría que remontarse a la antigüedad, a Roma y a Esparta, sociedades tradicionales, para encontrar algo análogo. Recordamos el caso del joven guerrero espartano a quién su madre le entrega una espada. El joven se queja diciendo: “Madre, esta espada es muy corta”.La madre le contesta, diciendo: “da un paso más adelante”.
     Hechos de esta naturaleza superan en mucho el vínculo natural entre la madre y el hijo y nos encontramos ya en un plano sobrenatural, nada menos que parir hijos para la guerra.
     El mundo moderno ha hecho de la defensa y exaltación de la vida terrestre y física un pseudo valor supremo. A una cosa finita y perecedera se la valora como el bien más preciado, y hay que usarla para gozarla, pasarla bien y consumir. El ejemplo que brindan esas madres musulmanas es todo lo contrario: la vida que crean la destinan a un fin superior, a un guerrero dispuesto a combatir y a inmolarse llegado el caso, y lograr así la inmortalidad que es también la inmortalidad de ella.
     El mundo moderno nos presenta situaciones que son totalmente opuestas. El Che Guevara decía que los hijos de los revolucionarios debían ser educados en las mismas condiciones que los trabajadores, pensamiento netamente marxista y que toma como ejemplo a la casta inferior. Otro caso es el que ofrecen en nuestro país, la Argentina, asociaciones tales como las Madres de Plaza de Mayo y otras similares, que reivindican el accionar de sus hijos muertos o desaparecidos en la guerra revolucionaria marxista en la que fueron derrotados por las FF.AA. argentinas. Habría que investigar hasta qué punto esa juventud equivocada fue educada en familias que habían perdido toda visión de lo superior y sobrenatural. Estos dos ejemplos son todo lo contrario de las madres que crían a sus hijos para la guerra santa.
     Otro ejemplo de la decadencia moderna lo constituye el sentimentaloide y comercial “día de la madre”, festejo totalmente naturalista alejado de toda consideración superior.
     En la sociedad moderna se cría y se “educa” a los hijos para las más variadas actividades, por lo general, conformes al espíritu burgués. Se los “educa” para tener no para ser, y a ello contribuye todo lo que en el actual mundo se llama educación.
     Por el contrario, el ejemplo que brindan esas madres musulmanas contiene una concepción del mundo y de la vida de signo totalmente opuesto.
     La destrucción a que ha sido sometida la familia en la actual civilización occidental excristiana conspira contra la formación de héroes, de santos y de mártires, ya no hay un sostén para una vida que aspire a lo superior y a lo sagrado. Por lo tanto reviste suma importancia el ejemplo de esas mujeres.
     Nietzsche dijo que el hombre debe ser educado para la guerra y la mujer para el reposo del guerrero. Creemos que este concepto debe ser ampliado de la siguiente forma: el hombre educado para la guerra y la mujer para parir y criar guerreros.
     Mientras existan esas mujeres y cualquiera sea el futuro de esta yihad, habrá guerreros santos hasta el fin de los tiempos, y esos guerreros serán imbatibles.

San Carlos de Bariloche, 23 de noviembre del 2015.


JULIÁN  RAMÍREZ