lunes, 31 de enero de 2011

ANTE EL REQUERIMIENTO DE ALGUNOS LECTORES RELATIVO A LA EXISTENCIA DE AGENCIAS PERIODÍSTICAS ALTERNATIVAS RESPECTO DE LA SITUACIÓN INTERNACIONAL RECOMENDAMOS CALUROSAMENTE LA PÁGINA DE NUESTRO COLABORADOR WALTER PREZIOSI, LA AGENCIA INFORMATIVA KALI-YUGA http://agenciainformativakaliyuga.blogspot.com

sábado, 29 de enero de 2011

TÚNEZ Y EGIPTO: ¿TRIUNFO DE LA DEMOCRACIA O DEL FUNDAMENTALISMO?


La revolución de los jazmines triunfante en Túnez hace apenas unos diez días, tal como anticipara nuestro colaborador Walter Preziosi, se ha ido expandiendo hacia distintos países del norte del África y del Medio Oriente en modo tal de poderse ya hablar de un hecho realmente fundacional y determinante de nuevos acontecimientos. Así pues hoy presenciamos cómo dicha revolución hoy se expande hacia Egipto poniendo ya casi al borde del colapso al régimen corrupto de Mubarak, principal aliado de Israel y de los EEUU en el Medio Oriente, y que era mantenido por este último país a un promedio de 1500 millones de dólares anuales para ‘mantener el equilibrio en la región’. A estos acontecimientos se le suman otras revoluciones similares que han comenzado a estallar también en Jordania y Yemen y ya son inminentes otras en Argelia y Mauritania, todos países con regímenes dictatoriales afines que existen tan sólo con la finalidad precisa de impedir que en tales territorios se instauren regímenes islamistas similares al de Irán, pero con caracteres aun más duros y riesgosos debido a la presencia muy activa de la organización de Bin Laden en toda la región. A título de simple ejemplo recordemos que el régimen que hoy existe en Argelia es el producto de un golpe de Estado, apoyado calurosamente por el ‘occidente’, que anuló una elección que había dado el triunfo multitudinario del partido islámico (FIS) cuya consigna principal era la instauración de la ley Islámica (Sharia), tal como está impuesta actualmente en los territorios controlados por el Emirato de Afganistán.
Ahora bien, en el análisis de tales acontecimientos podemos decir que nunca como ahora han coincidido tanto liberales y marxistas en sus diagnósticos demostrando así una vez más su comunidad de intereses en lo moderno. Tomamos aquí como punto de referencia a dos notas diferentes relativas a los mismos hechos, una de un tal Luigi Cremonesi, corresponsal en Egipto del Corriere della Sera, es decir un conocido medio liberal, y otra un reportaje al filósofo marxista magrebí Sami Nair, profesor de la Sorbona en París, aparecido ayer en Página 12, matutino enrolado abiertamente en dicha corriente.
En ambos casos los autores ven con optimismo tales acontecimientos destacando que, en función de las consignas que se levantan, se trata de revoluciones democráticas que pueden asociarse sin más a movimientos similares como los acontecidos en América Latina cuando en la década del 80 ésta se deshizo de sus dictaduras militares o con la situación de la ex Europa del Este cuando se derrumbó el comunismo. Al respecto Cremonesi llega a decir que tales revoluciones estarían llevando a cabo pacíficamente el sueño no realizado por Bush de instaurar una democracia en el Medio Oriente a través de sus guerras fallidas de Irak y Afganistán. El bolchevique Nair trata de ser más histórico y exultante. Además de dar por sentado de que tales revoluciones son laicas y que no tienen nada de islamista, lanza una serie de piropos a su interlocutor de su misma ideología de Página 12 cuando, recordándolo implícitamente a Tocqueville cuando decía que América es el lugar donde las cosas suceden antes, cree ver en tal continente el inicio de todas las grandes revoluciones que modificaron al planeta para mejor. En efecto así como la Norteamericana preludió la Francesa, la Mexicana a la Rusa, las ‘revoluciones’ (sic) democráticas de América Latina serían el anticipo de lo que hoy acontece en el mundo islámico.
Sintetizado de la mejor manera el verso liberal marxista, vayamos ahora la realidad.
1) La democracia que Bush quería crear en el Oriente no era muy distinta de las que tanto su nación como sus aliados europeos crearon previamente en países como Túnez, Argelia, etc. Se trata en todos los casos de regimenes laicos y modernos y por lo tanto represores, de la misma manera que los marxistas, de cualquier tipo de manifestación popular por lo trascendente. El régimen tunecino de Ben Alí por ejemplo vedaba cargos públicos, como la docencia, a aquellas personas que usaran la barba islámica. Por otra parte si bien la democracia fue una excusa esgrimida en la guerra de Irak, en realidad la razón principal fue la destrucción del peligro fundamentalista islámico que había atacado a Norteamérica y se temía que Saddam Hussein, resentido por lo hecho por Bush padre en la guerra de Kuwait, se vengara con su hijo presidente facilitando estructura logística a las huestes de Al Qaeda para atentar nuevamente. (1)
2) No es cierto que el continente americano haya sido el lugar originario de todas las grandes revoluciones, en todo caso lo que ha acontecido con las liberales y marxistas fue se ensayaron primero allí, pero su matriz originaria fue europea pues provinieron de tal continente sus principales filósofos e ideólogos.
3) Y en relación a que las democracias latinoamericanas prenuncian las del Medio Oriente, se trata de otro novelón de los que tanto gustan a los calenturientos frecuentadores de las clases de Nair en la Sorbona. Acá en América la democracia no se impuso por ninguna revolución popular, sino que como en Europa, fue la Royal Navy la que la instauró tras nuestra derrota de Malvinas. Los angloyanquis, cuando fomentaron nuestras dictaduras militares, lo hicieron para hacer frente al peligro comunista. Pero una vez que éste desapareció, no sólo se hacían inútiles y costosas, sino que daban cabida al surgimiento de un nuevo peligro y mucho más serio cual es el del fundamentalismo. En efecto con la guerra de Malvinas se inició por corto tiempo en nuestro suelo una guerra cultural por la que, además de repudiarse todo lo británico y yanqui en nuestra cultura, se llegó de hablar de una Cruzada del Rosario en contra del protestantismo sajón. Aunque reconozcamos que este conato de fundamentalismo se coartó desde sus inicios en razón de que los mandos militares sucumbieron rápidamente ante el primer obstáculo al no haber estado a la altura de los principios que se habían convocado y principalmente porque contamos con un papado nefasto que sirvió al mundo moderno bregando por la rendición en plena contienda bélica. Es de imaginar qué hubiese pasado si en Afganistán en vez del Mullah Omar o por encima de éste hubiese estado el papa Wojtila o Ratzinger, cuáles hubiesen sido los resultados. La democracia latinoamericana fue pues el correctivo necesario dado por parte de los angloyanquis a fin de ponerle un freno a nuestro incipiente fundamentalismo. Las consignas levantadas aquí desde sus inicios de ingresar a la modernidad, interdependencia más que independencia, ‘con la democracia se come y se cura’, la paz a cualquier precio que determinara nuestra entrega de las islas del Beagle, etc., fueron los sustitutos adecuados de los gobiernos militares. Por contagio de este virus logrado imponer en la Argentina por los angloyanquis el resultado siguiente fue la caída de la dictadura chilena, la cual se alimentaba de la existencia de la Argentina. Como esta última intentaba ser nacionalista, Chile se sentía obligado a tener un gobierno similar para defender sus fronteras, lo cual dicho sea de paso, le dio mucho resultado.
Es decir que mientras que la democracia latinoamericana fue impuesta por los angloyanquis, la de los países islámicos emerge como consecuencia de su crisis y decadencia y no es promovida en manera alguna por éstos. El régimen de Ben Alí fue apoyado por los EEUU hasta el último día de su existencia y respecto del de Mubarak tan sólo se ha dicho que debe dar mayores concesiones al pueblo, el cual hasta el momento que escribimos ha dicho rotundamente que lo único que desea es que el tirano abandone el poder.
La razón de tales apoyos es que la alternativa a éstos no es ya la democracia, sino la aparición de nuevos regímenes fundamentalistas.
Al respecto, para disgusto de nuestros liberales y bolcheviques recordemos una serie de acontecimientos que ponen en peligro la estabilidad democrática por ellos anhelada.
1) Al Qaeda, si bien no condujo la revolución tunecina, la apoyó públicamente. En tal zona existe el grupo Al Qaeda en el Magreb que combate con gran éxito a las fuerzas armadas argelinas, de Malí y Mauritania junto a una división especial del ejército francés que los ‘ayuda’.
2) Tras la caída de Ben Alí en Túnez ya han comenzado movilizaciones a favor de la libertad religiosa para los islámicos, es decir uso libre del velo, la barba, etc.
3) En Egipto existe el movimiento de la Fraternidad Islámica que es una fuerza poderosa y principal enemigo de Mubarak. Varios de sus principales dirigentes están presos y de la misma ha emergido la plana mayor de Al Qaeda.

Por último quedaría por agregar, pues los analistas mencionados no lo dicen, cuál o cuáles fueron los acontecimientos que desencadenaron las revoluciones. Es de destacar aquí que no pueden olvidarse dos hechos fundamentales. El primero aunque no en importancia, es la tremenda crisis económica que vive el ‘mundo libre’ y el no tanto. Europa, principal receptor de inmigración magrebí, debido a su desempleo galopante, no solamente ha cerrado sus fronteras a la inmigración, sino que ha comenzado a expulsar a muchos ilegales de tal nacionalidad.
A todo lo cual no puede obviarse el hecho principal. La victoriosa guerra talibán en Afganistán así como la heroica y victoriosa resistencia en Somalia, en Irak y en Pakistán, para mencionar los lugares más resonantes han puesto en duda la estabilidad de los principales avales en que se fundaban tales regímenes respaldados calurosamente por EEUU e Israel.
La mejor manifestación de esta gran preocupación que los invade está dada por el editorial del Jerusalem post del díade la fecha. “Con Mubarak se le va el principal sostén que tiene Israel en la región, el futuro es sombrío pues el islamismo radical se encuentra en las puertas.”

(1) Los marxistas y ‘geopolíticos’ de derecha o de tercera posición para los cuales el hombre es una gran panza repleta de intereses materiales, la guerra habría sido hecha por el petróleo. Reconozcamos sin embargo que puede haber sido una causa, pero no la principal, De hecho el mismo Bush dijo que el petróleo iraquí iba a financiar la guerra. No ha sido así en manera alguna y hoy la economía yanqui ha pasado de ser de acreedora del planeta entero al país más endeudado de todos en razón de que ni el petróleo iraquí ni el opio afgano pudieron financiar unas guerras que han ya superado lo gastado en la 2ª guerra mundial.

Marcos Ghio

sábado, 22 de enero de 2011

DEMOCRACIA EUROPEA

LA PACIENCIA DE NAPOLITANO


Lo que expondré ahora, si bien es importante, carece de carácter documental pues no hubo testigos presenciales. Volvía, en el año 1995, de un viaje a Italia por razones familiares y políticas. No recuerdo si fue en San Pablo o en Río de Janeiro en donde tuve que hacer una larga escala esperando el trasborde con otro avión que iba a Buenos Aires. Fue en esa circunstancia que entablé conversación con una persona mayor que yo que estaba sentada a mi lado y que era de origen italiano. Sin que mediara presentación alguna de mi parte se me hizo conocer como un senador de ese país del partido Comunista, pero que estaba en ese entonces a punto de cambiar el nombre por algo más potable y democrático. Se trataba de un tal Napolitano quien diez años más tarde iba a ser presidente de la república. Como lo encontré sumamente accesible en la conversación aproveché la circunstancia para exponerle mis puntos de vista sobre mi reciente viaje a Italia. Le comenté que venía de una familia de partisanos afiliados al partido comunista que, por razones laborales, había emigrado a la Argentina y que yo había abjurado de tal tradición haciéndome fascista, y que incluso había respaldado desde la Argentina a aquel sector de Rauti de la Fiamma Tricolore que manifestara mantenerse fiel a sus principios en contraposición de la postura postfascista de Fini de integrarse al sistema; pero he aquí que al volver de tal país lo hacía sumamente defraudado por todo lo que había visto. En primer término le manifesté que la política italiana me resultaba sumamente aburrida y confusa. La gente se la pasaba hablando de Berlusconi casi todo el tiempo, pero no de cuestiones relativas a los principios. Se lo criticaba mucho, se decían de él las peores cosas, pero se lo terminaba votando. Había estado en vísperas de un acto electoral y constataba cómo los debates televisivos eran realmente monótonos e insulsos y en realidad, a pesar de haberse dicho varias veces que en Europa había más madurez y conocimientos políticos que en nuestro país, de hecho nadie sabía con exactitud por qué iba a votar. Había un plebiscito por el que se debían aprobar unos 12 asuntos, pero el único del que se sabía certeramente era el relativo a si Berlusconi podía o no tener tres canales de televisión. Los otros once asuntos eran una verdadera incógnita y yo que había presenciado los debates televisivos nunca había podido entender de qué trataban. Pero mi defraudación mayor fue cuando me invitaron a hablar en Milán en el local del partido de Rauti para explicarles la situación argentina. Resulta que esa gente de fascista tenía muy poco y en cambio mucho de comunista. Reivindicaban a los montoneros de la Argentina llegando a decir que los 30.000 desaparecidos eran sus camaradas, endiosaban la figura del Che Guevara y, tras leer su programa, en vez de encontrarme con una postura crítica hacia lo modernidad y el consumismo propia de una derecha tradicional, me hallaba con una plataforma en donde lo que se enfatizaba era en las reformas sociales, rivalizando así con los comunistas ortodoxos respecto de quién era más de izquierda.
Napolitano me escuchó muy atentamente sin siquiera inmutarse y seguidamente me contestó lo siguiente. “Mire qué cosa curiosa, nuestro periplo personal, si bien le llevo a Ud una generación completa, ha sido exactamente a la inversa. Vengo de una familia fascista y yo mismo a los 20 años lo era, pero después, cuando el régimen se desplomó, me di cuenta de que era algo definitivo y de que tenía que reubicarme socialmente. Nunca me gustaron mucho los norteamericanos, y en ese entonces comprobé que ser comunista era una gran ventaja. La burguesía italiana siempre fue muy miedosa y si fue fascista lo fue no porque creyese en el Imperio, sino porque se le garantizaba su existencia. Luego, como el comunismo ganó la guerra, precisaba de alguien que fuese su embajador en el país y que le garantizase seguir estando a cambio de concesiones. Nosotros nunca quisimos tomar el poder, sino ser alimentados por éste actuando como contrapeso. Éramos pues, contrariamente a lo que se piensa, los garantes necesarios de la existencia del sistema burgués y democrático y no sus pretendidos destructores. Claro que las cosas empezaron a cambiar un poco para todos cuando el comunismo cayó; entonces se nos terminó por un tiempo el negocio de la representación y una vez más tuvimos que adaptarnos a la nueva situación creando una izquierda democrática y progresista que captara las voluntades de un electorado que no quisiese ser católico y de derecha como tantos burgueses temerosos de que una libertad extrema concluya con aquella de la que tanto se aferran. Por eso ahora nos estamos cambiando el nombre, pero seguimos en el fondo siendo lo mismo, nuestro papel es el de representantes. Con los fascistas del movimiento social pasó algo parecido a nosotros, pero a la inversa. Ellos la jugaron siempre como el mejor antídoto contra el comunismo, respecto del cual decían que no había que creernos y que en el fondo queríamos hacernos con el gobierno. ¿Y qué ha pasado luego cuando este cuco desapareció? Bien, como nosotros se tuvieron que readaptar. Fini buscando dentro del sistema a una derecha que sin ser progresista tampoco quisiese volver a la Edad Media, se diría una derecha pragmática y sin principios como la representada hoy por Berlusconi y los otros los de Rauti vieron el negocio por el lado izquierdo que nosotros les dejamos vacante. Por eso quieren ser ahora los revolucionarios que nosotros no somos más ni siquiera de palabra. Tal como verá, mi amigo, vivimos en la tierra de Maquiavelo y la política es en última instancia un gran negocio, él supo separarla adecuadamente de la ética. Son dos terrenos distintos lo público de lo privado. Y con respecto a que la política italiana lo aburre pues no tenemos un Menem como Uds. No pierda las expectativas. Déle un tiempo más a Berlusconi y ya va a ver cómo los superamos en abundancia.”
No puedo dejar de reconocer lo acertadas que fueron las apreciaciones de Napolitano y comprender ahora las razones por las cuales hoy ha llegado a presidente. Desde hace días que no puedo dejar de leerme el Corriere della Sera en lo relativo a los distintos escándalos sexuales en que ha incurrido el proxeneta que hoy gobierna tal país. Primero fue con una joven a la que engalanó con joyas y a cuya casa concurría con conocimiento de los padres, los que a su vez se retrataban con ésta por los medios públicos en señal de aprobación; todo lo cual terminó provocando el divorcio con su esposa y ahora una serie de escándalos sexuales con otras menores de edad de distintas nacionalidades, demostrando así que la inmigración al menos en Italia tiene su razón de ser, y con otra serie de escándalos que hacen palidecer los que nosotros a diario vivimos en la Argentina, con una verdadera cuota de humor y entretenimiento de la que, reconozcámoslo ahora, gracias a la paciencia que nos sugería Napolitano, podemos disfrutar.
Pero además, ratificando nuevamente lo dicho por el aludido presidente, es cierto que la política también allí se encuentra disociada de la ética. A pesar de que Berlusconi sigue cometiendo alevemente sus fechorías, no solamente sexuales, a pesar de que se niega a presentarse ante los jueces y a pesar del clamor sea de la Iglesia, como del parlamento y hasta de su mismo partido para que deje el cargo, las encuestas más recientes indican que la gente no desea en el fondo que se vaya en tanto que lo principal para ella, que es la situación económica, no le va todavía tan mal. Es decir que la panza y el interés es lo más importante de todo. Pero lo más grave todavía es que son muchos los encuestados que, además de no querer que se aleje de sus funciones, en el fondo lo envidian y querrían encontrarse en el lugar de él disfrutando de la pulposa Ruby o de otras prostitutas de 5000 euros. A tal pueblo entonces, tal gobierno, es decir, democracia.

Marcos Ghio
22/01/11

jueves, 13 de enero de 2011

A propósito de un reciente artículo de Aguinis
LA HIPOCRESÍA SIONISTA



En un artículo publicado en el diario La Nación (1) hace un par de días el escritor judío argentino simpatizante del sionismo, Marcos Aguinis, efectúa una serie de reflexiones respecto de los ataques padecidos por las comunidades cristianas en el Medio Oriente poniendo un énfasis especial en el acontecido recientemente por parte de la congregación copta de Alejandría (Egipto) en donde en un atentado contra su principal iglesia murieron unos 17 fieles de dicha religión.
Tales hechos desgraciados son utilizados por el articulista para enfatizar en una postura de solicitud de mayor colaboración entre la Iglesia católica y el Estado de Israel, al que identifica con la colectividad judía del mundo, a fin de que unan sus baterías en una confrontación abierta en contra del Islam, respecto del cual, si bien nos reconoce que existen sectores moderados y afines a su posición, considera que en el fondo tienen poco peso en el seno de su civilización ya que no han podido evitar las grandes persecuciones que la misma estaría efectuando por igual sea de cristianos como de judíos. A todo esto por supuesto que Aguinis, para consolidar su postura, no nos deja de señalar en abundancia los grandes ‘logros’ que habría significado la modernidad a la que adhiere fervorosamente y que se encontraría constituida luego de este gran entendimiento acontecido entre cristianos y judíos a partir de la Revolución Francesa y consolidado en especial luego de que, tras el último Concilio, la Iglesia se ha debidamente domesticado ante tales proyectos seculares.
Pero, tal como acontece con un propagandista reacio a cualquier atisbo de objetividad como el aludido Aguinis, las cosas son aquí vistas desde un solo cristal. Por más que quiera despertar en nosotros sentimientos contrarios al Islam y que favorezcan a la causa de Israel poniendo el dedo en la llaga respecto de los atentados padecidos por miembros de nuestra misma religión, acotemos que no logra en manera alguna hacernos olvidar el hecho de que previamente a los mismos han sido ‘cristianos’, por supuesto que muy aliados del judaísmo de Israel, aquellos que han cometido matanzas y genocidios con armas con uranio enriquecido, bombas de fósforo blanco, bombardeos inteligentes, etc. -y que por supuesto es minuciosamente silenciado por nuestro autor-, en contra de humildes campesinos de poblaciones de religión islámica a las cuales convengamos que les resulta muy difícil solicitarles que comprendan que ni todos los cristianos son como Bush o el papa que ha hecho un sistemático silencio hacia tales genocidios (2), ni todos los judíos son sionistas como Aguinis, Lieberman y Netanyahu. Es comprensible entonces que, así como a un japonés bombardeado en Hiroshima era muy difícil explicarle, a través de un discurso, que en Norteamérica, además de Truman o Bush, existieron también Pound y Poe, a un islámico que ha venido padeciendo por décadas tales genocidios cotidianos, que también lo es que entienda que no todos los cristianos y judíos son como esas personas que los matan y bombardean.
A tal respecto nosotros consideramos que ayuda mucho más a la causa de la paz, que tanto pregona el Sr. Aguinis con una verdadera dosis de hipocresía, hacer esfuerzos hasta sobrehumanos para que las distintas comunidades comprendan que no todo el cristianismo forma parte del frente establecido con el sionismo capitaneado por Europa, EEUU y el papado de Roma, ni los judíos son por igual todos sionistas, sino que cada vez más en el seno de tal comunidad aparecen voces en contra de tal aberración. El recientemente constituido Frente Cristiano Islámico aquí en la Argentina tiende justamente a cubrir tal laguna y es una verdadera ayuda para obtener la paz. Varios islámicos fieles a su religión comienzan a entender ahora gracias al aporte efectuado por católicos que se rebelan ante la apostasía de Roma que las invasiones efectuadas hoy en día en el Oriente islámico no son una Cruzada ni una lucha del bien contra el mal, sino una torpe intromisión genocida efectuada por la civilización moderna que quiere imponerse por la fuerza. Y ya que hemos mencionado al Japón nosotros queremos saludar al glorioso ejemplo dado por el Islam que, a pesar de haber recibido bombardeos similares o peores que los del pueblo japonés, no ha sucumbido como éste y ha respondido, en especial en Afganistán en donde le está produciendo una severa paliza a la invasión moderna demostrando así ser una civilización con mayor dignidad y valor que las restantes capaz de sobrellevar sus desgracias con honor y principalmente no rendirse ante la superioridad militar y tecnológica, tal como lamentablemente hiciéramos nosotros en la guerra de Malvinas.
Entre los hechos más risueños del artículo de Aguinis constatamos que se molesta porque las naciones islámicas expulsaron a 600.000 compatriotas suyos de sus territorios y quiere asimilar tal hecho a las persecuciones que hoy padecen los cristianos. Claro, una vez más él ve las cosas desde un solo cristal, olvida decirnos que la causa de ello fue la previa expulsión de palestinos efectuada por el sionismo israelí que obligó por décadas a vivir como parias a millones de árabes arrancados de su terruño.
Por último y para evacuar cualquier duda, volvemos a declararnos en contra de la violencia en la resolución de los conflictos interreligiosos, sea en el Medio Oriente, como en el mundo entero y como cristianos nos sentimos dolidos por los ataques padecidos por nuestra colectividad en Egipto e Irak así como en ex colonias africanas, pero no nos dejaremos atrapar por los cantos de sirena del sionismo que quiere sacar provecho de los mismos haciéndonos olvidar que han sido ellos los causantes principales por sus incesantes políticas genocidas adoptadas en el Medio Oriente. Si el papa hubiese condenado la invasión a Irak y a Afganistán, si hubiese aclarado que Bush no era la encarnación de Ricardo Corazón de León en el siglo XXI, tal como nos quería hacer creer, quizás las cosas hubieran sucedido de otra manera.

(1) El cristianismo, objeto de persecución, Marcos Aguinis, LA NACION, Lunes 10 de enero de 2011.
(2) Lejos de haber condenado las matanzas en contra de ciudadanos de pueblos islámicos invadidos, con un cinismo a prueba de todo, el papa actual, que ha declarado a los judíos como sus hermanos mayores, ha también condenado como violento al Islam. Indudablemente debe estar queriendo que tales pueblos se queden de brazos cruzados mientras que su gran amigo Bush y ahora Obama se encargan de masacrarlo meticulosamente, o que incluso los feliciten por tales acciones 'democráticas' y 'humanitarias', tal como nos sugiere el aludido Aguinis.

Marcos Ghio
13/01/11

sábado, 8 de enero de 2011

ARTÍCULO ACLARATORIO PARA CONSUMO DE LOS CENSORES DE LA ENTIDAD ISRAELITA (DAIA) QUE CON TANTO EMPEÑO CUSTODIA NUESTRA PRENSA

Como estoy sumamente preocupado por una nota aparecida en diferentes medios en el día de ayer relativa a la figura del investigador español preso por pensar distinto, Pedro Varela, y porque conozco la fina pluma de la entidad sionista DAIA, asociación filantrópica encargada de custodiar lo que leemos en la Argentina a fin de que no nos contaminemos con ideas inconvenientes (para ellos), quiero hacer la siguiente precisión. Cuando en el artículo del día de ayer manifesté expresamente que había alguien que consideraba a los judíos como no humanos en tanto generados por una divinidad mala, el dios Tifón Jehová, no era yo el que lo decía, sino el autor chileno Miguel Serrano y de paso aclaro también que no comparto tal punto de vista pues mi enemistad es hacia el sionismo y no hacia el judío, cuya religión respeto y con la cual colaboro a fin de que ella también, combatiendo la perversión sionista, como nosotros los católicos, se libere del virus del modernismo que, además de haber invadido a nuestra Iglesia, también lo ha hecho con nuestra misma civilización.
Alguien podrá decir que estaba sumamente claro en la nota que me estaba refiriendo a otra persona cuando efectuaba tal aserto, pero tengo razones de sobra para ponerme sumamente puntilloso pues no es la primera vez que me ha sucedido tal curiosa confusión.
Así pues el Informe sobre antisemitismo de la Daia de 2003, al referirse a una nota nuestra publicada en El Fortín en octubre de 2001, manifestaba textualmente:

Entre las temáticas desarrolladas durante este período por El
Fortín, se destaca la supuesta autoría del atentado del 11 de septiembre
de 2001 a las Torres Gemelas “por parte de los judíos, para
que EE.UU. les brinde más apoyo en Medio Oriente”;

Cuando en verdad lo que allí se había manifestado era exactamente lo contrario, es decir una crítica a los que sostenían tal postura, por lo cual la frase había sido maliciosamente arrancada de contexto con la finalidad de imputarme algo que en ningún momento había dicho. Recordemos que en ese entonces nosotros refutábamos un artículo de la publicación nacionalista Patria Argentina, que era la que defendía tal punto de vista, manifestando que atribuirle al sionismo tal atentado, lo mismo que los de Buenos Aires, en el fondo, más que perjudicarlo, lo estaba convirtiendo en una fuerza omnipotente, como una especie de Deus ex machina que lo realiza absolutamente todo aun lo que en apariencias lo perjudica.
Pero hubo también una segunda vez con el informe del año 2008 cuando el censor sionista analizó una nota nuestra titulada La nueva derecha europea en donde analizábamos los triunfos electorales de Sarkozy y Berlusconi y hacíamos notar la gran paradoja existente entre esta derecha que, a pesar de seguir siendo racista y ‘discriminatoria’, sin embargo, a diferencia de lo que sucedía con la de pre-guerra, era favorable al judaísmo sionista. Bien, esta vez el censor ha acudido a otro procedimiento que ha consistido en agregarle a una parte de mi texto otra que yo no he escrito a fin de hacerme decir una vez más lo contrario de lo que manifestara. Veamos:

Y Marcos Ghio manifiesta que “la nueva derecha europea tiene
como pilar la lucha contra el judaísmo y recuerda
que la antigua derecha
ha combatido al judaísmo por su tendencia a la secularización y a
la subversión de los valores en la propia cultura”.


Aclaremos que lo que está puesto en negritas aquí por nosotros y que ha sido entrecomillado por el censor para atribuirme su hechura es un invento de éste formulado con la aviesa finalidad de hacerme aparecer como ‘antisemita’. Jamás pude haber dicho -y basta comparar mi texto para corroborarlo- que Berlusconi, Sarkozy, Fini o Aznar, para dar algunos ejemplos de exponentes de la nueva derecha europea, tengan ‘como pilar la lucha contra el judaísmo’.
Ha sido hecha pues la aclaración, aunque no nos hagamos excesivas ilusiones respecto de que la misma pueda darnos resultado alguno. Estamos acostumbrados ya en la Argentina y en el mundo a padecer el inmenso poder represivo representado por el sionismo y la gran capacidad que tiene en atemorizar jueces, periodistas, políticos, etc. Y esto se debe más que al hecho de que ellos sean muy poderosos, al de que son muchas las personas que les tienen un miedo infernal. Con decir que hasta el día de la fecha no he podido dar aun con un abogado que, con las evidencias que acabo de proporcionar, quiera iniciarle a la institución sionista una demanda civil por daños y agravios.

Marcos Ghio
8/01/11

viernes, 7 de enero de 2011

LA BIROME DE VARELA


Quizás valga la pena aquí recordar los detalles fundamentales que rodearon a ese gran invento que fue la birome que, allá por la década del 50 del siglo pasado, revolucionara en el mundo el arte de la escritura. Laszlo Biro era un técnico húngaro con grandes capacidades inventivas y extremadamente observador. En el año 1938, obsesionado como estaba por la escasa duración que tenía la tinta de las lapiceras a fuente, sintió una verdadera curiosidad por un aparato utilizado por las empresas viales que con una bola cargada de tinta marcaba las rayas blancas en los caminos asfaltados y pensó que quizás era posible, aplicando ese mismo procedimiento, hacer algo tan pequeño como una lapicera que pudiese durar mucho más tiempo en su carga. Lamentablemente ese invento efectuado en el viejo continente y que ponía en riesgo los intereses de industrias ya consolidadas no prosperó en su país y fue tentado entonces a viajar a la Argentina en donde en 1943 pudo llevar a cabo sus proyectos patentándose allí su invento como la conocida birome o bolígrafo, originada en su propio apellido. Tras una corta competencia con la lapicera a fuente fue justamente luego del final de la segunda guerra mundial cuando su invento terminó siendo adoptado universalmente como el principal instrumento de escritura luego de que el mismo ejército norteamericano en el año 1945 encargara a su empresa una monumental compra de biromes para sus efectivos militares.
La birome ha dado mucho que hablar en estos días no sólo porque la seguimos usando con mucha asiduidad, habiendo ya sustituido casi definitivamente a la lapicera a fuente, sino por el recuerdo que nos suscita el procedimiento sumamente científico que llevó a su creación. El inventor es generalmente un observador de cosas usuales, al alcance de cualquiera, pero que pueden llegar a revolucionar la historia por las consecuencias que pudiesen recabarse de las mismas. Indudablemente esa máquina vial que todos observaban en su funcionamiento solamente a una mente brillante y creativa podía inspirarle la creación de la famosa birome. Y esto viene perfectamente al caso porque no hace mucho tiempo el español Pedro Varela, una persona con título universitario en historia, dedicado a la investigación de los acontecimientos de ese trágico período que desencadenara la segunda guerra mundial constató, al observar los originales del famoso Diario de Ana Frank, que en los mismos había rastros de birome que no era el medio de escritura utilizado en esa época, pues recordemos que ese famoso texto fue escrito entre 1942 y 1944 cuando la misma no se comercializaba aun en Europa.
De ser cierto tal fundamental descubrimiento entonces tal pieza literaria resultaría un verdadero fraude ya que quedaba demostrado que no pudo haber sido escrito por la aludida joven. Recordemos al respecto que el mismo hoy ha sido convertido en lectura obligatoria en los principales planes de estudio de las escuelas del antiguo continente y tiene como finalidad dar sustento al famoso mito del Holocausto judío acontecido en Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Con el mismo se pretende brindar una justificación moral al Estado de Israel respecto de sus incesantes genocidios efectuados contra el pueblo palestino.
Hoy en día Pedro Varela, quien además de investigador es dueño de una importante librería de Barcelona especializada en la venta de textos alternativos respecto de los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial, se encuentra preso, pero cometeríamos un grave error si consideráramos que lo está meramente por vender libros que resultan inconvenientes para el sistema. Esto sería lo mismo que decir que a Galileo Galilei se lo enjuició por sostener la teoría heliocéntrica de Copérnico y no por sus investigaciones propias que ponían en duro cuestionamiento la ciencia oficial de la época. De la misma manera la Inquisición, que sigue existiendo en el antiguo continente, es suficientemente inteligente como para no perseguir a simples difusores de ideas, sino principalmente a aquellos que las originan como el caso de Varela con las profundas investigaciones que ha realizado.
En segundo lugar hay personas que también consideran que al investigador catalán se lo persigue por adherir a la ideología nazi. Ése sería un segundo error. No es lo mismo ser nazi que negar el Holocausto o repudiar al sionismo. Es más hay hoy en día varios nazis –y no es por supuesto el caso de Varela- que se codean con judíos sionistas en función de un rechazo compartido que poseen hacia el fundamentalismo islámico (1). Lo esencial en el caso de las persecuciones inquisitoriales que existen en el viejo continente y también en el nuevo se refiere principalmente a contrastar con quienes combaten, como el caso puntual de Varela a los mitos fundacionales del sionismo, como el Holocausto y sus distintos dogmas sagrados respecto de los cuales hoy en día sucede como con la antigua física geocéntrica de Aristóteles de la cual no se podía dudar como en el caso de Galileo sometido a severos vejámenes por haber cometido semejante herejía. Varela ha pues dudado de un dogma sagrado como es la autenticidad del diario de Ana Frank, lo cual es equivalente a que en otras épocas alguien lo hubiese hecho respecto de la inmaculada concepción de la Virgen María. Y creemos que en todos los casos los procedimientos a adoptar deben ser los mismos. En vez de condenar y castigar, una idea debería ser contrastada con otra, una prueba con una contraprueba. Es decir que, a pesar de sus iluminismos y democracias, Europa sigue siendo la misma cuna de la intolerancia y la cárcel de Varela es el mejor ejemplo de ello.
Finalizaremos esta nota por la que queremos sumarnos al pedido colectivo de libertad al investigador español injustamente encarcelado dando a continuación el sitio de Internet donde puede encontrarse su fundamental texto titulado “El fraude del Diario de Ana Frank” http://www.rafapal.com/?p=672

(1) Para el sionismo el nazismo no representa el verdadero enemigo sino que es en todo caso el término que se utiliza para descalificar a las personas. El mejor ejemplo de ello lo hemos tenido con el famoso caso del escritor chileno Miguel Serrano. El mismo, nazi confeso, en una obra titulada ‘Adolf Hitler, el último avatara’, llegó a defender las tesis marcionitas de la antigüedad por las que se afirmaba que los judíos no eran humanos como todos nosotros en tanto creación de una divinidad mala, el dios Tifón Jehová . Y bien, Serrano, a pesar de tal postura radicalmente antijudía, pudo hacer una importante carrera diplomática en su país, jubilándose sin inconvenientes y vivir sin ser molestado mayormente. No ha sucedido en cambio así con personas que, no siendo nazis, sin embargo han manifestado una actitud abiertamente hostil hacia el sionismo y han sugerido, a diferencia de los otros, la necesidad de buscar una alianza con sectores islámicos fundamentalistas para combatirlo. El ejemplo más cabal ha sido el de un muy allegado nuestro que, al viajar a Perú por razones académicas, fue inmediatamente calificado por la prensa de tal país como un importante líder nazi al que se le achacara incluso la voladura de la mutual judía de Buenos Aires. Tal como vemos la palabra nazi es utilizada hoy en día no en su sentido estricto y científico sino como un término de descalificación.

Marcos Ghio
7/01/11