martes, 24 de febrero de 2015

GHIO: EL ISIS MATÓ AL FISCAL NISMAN

EL ISIS MATÓ AL FISCAL NISMAN

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Queremos aportar a la investigación a la cual está abocada la sociedad argentina en su totalidad formulando la hipótesis que hasta ahora nadie ha manifestado. Para ello enumeraré los siguientes antecedentes.
  1)  La agencia Wikileaks, que ha difundido una serie de documentos confidenciales de la inteligencia norteamericana, se ha referido especialmente a la investigación que el fiscal Nisman llevaba a cabo para develar el atentado de la AMIA en 1994, en connivencia con el Mossad israelí y el servicio de investigaciones argentino. Puede decirse al respecto que, de acuerdo a todo lo que allí se dice, era interés de la misma no tanto resolver la autoría del atentado sino poder aprovechar la existencia del mismo y la trama de la investigación para inculpar abiertamente al gobierno iraní en aquel entonces -y hablamos de hechos acontecidos desde 2006- reputado como el principal peligro para los EEUU en tanto se consideraba entonces que Al Qaeda había sido derrotada en Irak. Es de recordar al respecto que tal gobierno había evolucionado hacia posturas radicalmente contrarias respecto del sionismo, especialmente con el régimen de Ahminadejad, quien negaba abiertamente la existencia del holocausto judío y sostenía la necesaria desaparición del Estado hebreo. Es de destacar que cuando el fiscal Nisman en algún momento quiso apartarse de tales orientaciones precisas que recibía de esos servicios de inteligencia intentando por ejemplo incriminar al ex presidente Menem por encubrimiento, inmediatamente, tal como se desprende de la aludida documentación, recibió una dura reprimenda indicándosele que tal hipótesis carecía de fundamento y que debía abocarse a lo esencial que era inculpar al régimen iraní de tal atentado.
 2)  EEUU, junto a su aliado Israel, buscaban de esta manera utilizar argumentos de desprestigio y descalificación hacia el régimen de Irán a fin de poder tener en un mañana una serie de razones que pudiesen justificar una acción incluso militar en su contra en razón de que se le temía por la posesión de eventuales armas nucleares, lo cual era materia de severa preocupación para ambos países. En tal sentido Nisman cumplió fielmente con lo encomendado pues se encargó de juntar 'pruebas' en contra de prominentes figuras de tal régimen entre ellos hasta a un presidente.
 3) Todo marchaba bien para el fiscal hasta que en 2014 sucedieron dos hechos para él sumamente complejos que ponían en severo riesgo la operación y la causa en la cual venía trabajando desde hacía nueve años. En primer lugar que en Irán cambió el régimen radical de Ahminadejad por el reformista de Rouhani. El mismo sostenía cosas muy diferentes del anterior. No negaba el holocausto hebreo y no solicitaba la desaparición del Estado de Israel. Es más hasta reputaba al mismo como un eventual amigo y aliado. Y lo principal, estaba dispuesto a negociar su programa nuclear para desinflar cualquier hipótesis de conflicto. Sin embargo este cambio no era aun del todo reputado como creíble para los sectores más duros del sionismo y del régimen norteamericano quienes consideraban aun que no había que mostrarse blando con quien podía estar mintiendo. El hecho fundamental que hizo cambiar todo fue la aparición del Isis que es también el resurgir de Al Qaeda en su versión más radical al que se daba por finiquitado luego de su aparente derrota en Irak y la muerte de su líder. La aparición de un Estado Islámico con capacidad de controlar gran parte de Siria e Irak, junto a su ya demostrada capacidad de expandirse a otras partes, como Libia, Nigeria y Egipto, ha hecho cambiar los planes totalmente. Irán ha dejado así de ser el enemigo, sino por el contrario resulta ser ahora el aliado indispensable para hacer frente a este nuevo y más peligroso y letal para sus intereses. Por ello Obama ha derogado su proyecto de derrocar al sirio Assad, aliado de Irán, y en cambio lo ayuda bombardeando las zonas controladas por el Isis y Al Qaeda en el territorio en el que ha dejado de estar presente. Por si todo esto fuera poco en el día de ayer el Mossad, que se mostraba aun reacio en creer totalmente en la metamorfosis iraní y en este cambio significativo en la política internacional ha manifestado que ya no representa un peligro severo en materia nuclear y por si todavía quedara alguna duda, luego de algunas escaramuzas ocasionadas por lo sorpresivo del cambio tan contundente Israel está dejando que Hezbollah que es la fuerza iraní que está presente en el Líbano esté también en la región limítrofe del Golán ayudando, junto a los mismos iraníes, a hacer frente a Al Qaeda en la región. Es decir que ahora Israel tolera la presencia de Irán en sus propias fronteras en aras de una lucha en común contra el nuevo enemigo que ha aparecido.
   4) Preocupado por estos sorpresivos cambios que convertían ahora en totalmente prescindible su investigación y enculpamiento al ahora aliado régimen de Irán, Nisman hizo un último y desesperado esfuerzo para salvar su trabajo y reputación. Acusó al gobierno de la Kirchner de haber sido el responsable de haberle saboteado la investigación por haber acordado un acuerdo con los iraníes, cosa que ignoraba que ya lo estaban haciendo los mismos norteamericanos y sionistas a los cuales él servía. Al regresar al país y cuando esperaba presentar ciertas pruebas que le habían prometido cuando aun el tema del Isis no estaba en la palestra se encontró con la total indiferencia de sus anteriores mandantes quienes, a través de una de las líneas telefónicas a nombre de su doble agente Stiusso, con las cuales se comunicó de manera desesperada, lo levantaron en peso y le echaron en cara porque no siguió vacacionando. Entonces frente al ridículo que le esperaba tomó la última decisión de quitarse la vida pero de la manera más sospechosa a fin de que se pudiese pensar que alguien lo hubiese haber podido matar. Al respecto el periodismo venal compuesto por los habituales deformadores de opinión pública tales como Morales Solá de La Nación y Van der Koy de Clarín, llegó a decir, para que nos sigamos creyendo el relato fantasioso, que fueron agentes iraníes los que lo mataron. En realidad eso no era necesario pues Irán había dejado de ser el enemigo, para convertirse en un aliado necesario e indispensable.
   5)  A todo esto tenemos que señalar que Cristina ha tenido por supuesto más olfato político que el finado Nisman y los aludidos ‘periodistas’ que motorizan también a la caricaturesca ‘oposición’ argentina. Ya desde hace mucho viene diciendo que el Isis es el gran problema y no Irán. En una ocasión dijo que la pensaban matar y otra vez en las misma Naciones Unidas se animó a manifestar que era una creación de los mismos EEUU, lo cual recibió tácitos agradecimientos hasta del mismo Obama quien de este modo encontró por primera vez a alguien que en tal estrado tan importante dio argumentos a favor de quienes quieren combatir al Isis sin ser tachados de proimperialistas.
Conclusión. De no haber aparecido el Isis en escena, Irán seguiría siendo el gran enemigo y con seguridad lo hubiéramos tenido todavía a Nisman ‘investigando’ y llamando a juicio a los eventuales culpables. Pero la aparición repentina de esta fuerza cambió el tablero y convirtió en totalmente inútil tal investigación.
Nos queda simplemente entonces efectuar las siguientes recomendaciones a quienes quieren vengarlo a Nisman. La primera de ellas es que así como antes lo creyeron todo respecto de Irán, ahora hagan lo mismo respecto del Isis. Acepten que es cierto que prostituye a las mujeres luego de haberles arrancado el clítoris y que trafica con los órganos de aquellos a quienes previamente ha quemado vivos. Que mata, viola y crucifica a todo lo que está a su alrededor, tal como se decía también de los japoneses en la última gran contienda hasta que se puso coto a tales 'bestialidades' con dos prodigiosas bombas atómicas que nos trajeron la paz y respecto de las cuales hubo luego multitudinarias manifestaciones de adhesión en el mundo entero. Quizás cuando se haga esta nueva marcha se lo recordará también al aludido fiscal injustamente ‘asesinado’ por el Isis.

Marcos Ghio

24/02/15

lunes, 9 de febrero de 2015

RAMÍREZ: DEL “RIGOR MORTIS” A LA PUTREFACCIÓN

DEL “RIGOR  MORTIS”  A  LA  PUTREFACCIÓN


     En el mundo moderno se cumple lo que ocurre con todos los cuerpos vivos: producida la muerte física el cadáver, por unas pocas horas, se endurece, se trata entonces  del “rigor mortis”. Pero después comienza el ablandamiento, la descomposición, y finalmente la putrefacción. Este es el estado en que se encuentra hoy la sociedad moderna.
     El nihilismo negativo del que nos hablaba Nietzsche hace alrededor de 130 años está llegando a etapas terminales. Del período del positivismo, el evolucionismo y el materialismo, ahora la descomposición está avanzando en todos los niveles.
     Tomemos por ejemplo lo que ocurre en el plano religioso, y vemos así lo que ocurre en Europa con el desarrollo del neopaganismo y en América con la incipiente restauración de ancestrales cultos indígenas.
     Durante la alta edad media el catolicismo gibelino, heroico, viril y guerrero, presidió el crecimiento  de una gran civilización, que a partir de los siglos XII y XIII fue perdiendo terreno frente al catolicismo güelfo. Este catolicismo fue abandonando su carácter heroico y guerrero, se debilitó, se ablandó y ya se encuentra en plena descomposición. Excede los límites de esta breve nota analizar más en detalle dicho proceso, pero los que quieran conocer más pueden recurrir a autores tradicionalistas como es el caso de Julius Evola en su magna obra “Rebelión contra el mundo moderno”.
     Esa descomposición también comprende al conjunto del protestantismo y a la iglesia cristiana ortodoxa. Ahora afloran por doquier movimientos religiosos como el neopaganismo que se desarrollan en todos los países europeos y que pretenden una restauración de cultos precristianos.
     En América asistimos a una creciente presencia de cultos indígenas anteriores a la llegada de los europeos.  Llamó la atención que el presidente de Bolivia, Evo Morales, el día anterior a la asunción de su cargo como presidente, fue consagrado en una ceremonia religiosa como jefe espiritual de los indígenas americanos. La ceremonia fue oficiada por amautas – sacerdotes indígenas - en las ruinas de la antiquísima civilización de Tiahuanaco, y conforme a ritos religiosos vigentes antes de la llegada de los españoles. Esto no quita que Evo Morales tenga un claro perfil neomarxista y progresista, pero resulta que las aguas de la historia, por lo general, son turbias.
     Ya el historiador Arnold Toynbee, en las primeras décadas del siglo XX, ya había considerado una posible restauración de cultos indígenas ante el estancamiento y decadencia del catolicismo. Por su parte Oswald Spengler, había tratado el tema de la segunda religiosidad, cuestión también considerada por Julius Evola.
     Ahora bien, esta segunda religiosidad  es lo contrario de la religión que preside el nacimiento de una nueva civilización. Se trata de religiones de la decadencia, de la etapa terminal.  Por eso la segunda religiosidad a la que responden los movimiento citados en curso en Europa y en América son de carácter pacifista, legalista, democrático y que se adaptan al mundo moderno, de ningún modo se enfrentan con él.
     Totalmente distinta es la posición que planteamos desde el Frente Cristiano Islámico. Lo hacemos desde la unidad trascendente de las religiones en una perspectiva tradicional, heroica, viril y guerrera, en lucha contra el mundo moderno y no conciliando con él.
     Todos estos movimientos neopaganos e indigenistas están invitados a participar en el Frente Cristiano Islámico en la medida en que se pongan de pié contra el mundo moderno y escapen a la putrefacción que los rodea y amenaza con asimilarlos. Que no caigan en la segunda religiosidad y junto a nosotros aspiren a construir el mundo tradicional, trascendente y heroico.

San Carlos de Bariloche, 2 de Febrero del 2015.

JULIÁN  RAMÍREZ





RAMÍREZ: LA MARCHA DE LOS BLASFEMOS

LA  MARCHA  DE  LOS  BLASFEMOS


     Los recientes acontecimientos sucedidos en París con amplia resonancia mundial son de una magnitud todavía insospechada. En primer lugar y para poner las cosas en su recto sentido digamos que no se trató de un atentado, sino de una acción de guerra, de un acto legítimo. Y decimos acción de guerra ya que la palabra atentado tiene un sentido peyorativo. Esta acción de guerra llevada a cabo contra el blasfemo pasquín Charlie Hebdo, publicación de neto corte ateo, marxista y “progre”, no es un acto aislado de algunos delirantes y fanáticos. Esta acción debe enmarcarse en el creciente desarrollo de la tercera guerra mundial que comenzó el 11-9-01 con la destrucción de las Torres Gemelas, guerra que enfrenta al espíritu tradicional contra la civilización moderna.
     El espíritu tradicional tiene como fundamento los valores supremos metafísicos y religiosos, mientras que la civilización moderna está hundida en el materialismo, el economicismo, el democratismo y en la mescolanza de parias que gobiernan que ya ni siquiera se sabe si son liberales o marxistas, sino simplemente marginales, sin principio alguno y sometidos al imperio  mundial de las finanzas y la usura.
     El burlarse de las religiones solamente es concebible en este tipo de sociedad que ya ha perdido todo rumbo hacia lo superior y trascendente y toda referencia hacia lo sagrado. Por el contrario la ofensa a lo divino es el crimen más grave en una sociedad tradicional en las cuales la pena de muerte era el mínimo castigo que se aplicaba a los transgresores, considerado un delito más grave que cualquier otro de los sancionados por las leyes penales.
     Hemos visto las aberrantes marchas de manadas de millones de bárbaros defendiendo a la blasfemia bajo el pretexto de la libertad de expresión y a su frente los máximos dirigentes europeos sin que faltaran Netanyhau y  Abbas. Todos unidos para defender la blasfemia, mientras los ejércitos de muchos de esos países cometan toda clase de crímenes combatiendo a los que defienden su religión y su patria.
     Francia, el país que ha sido teatro de este acto de justicia, está organizando en África a las fuerzas con las cuales pretende combatir a los yihadistas y participando ella misma, mientras sus aviones colaboran con los yanquis en los salvajes bombardeos en Irak y Siria. Sobre esto ni una palabra, lo más importante es defender a los que ofenden a la religión.
     No dudamos que este es un episodio más en la tercera guerra mundial y que se irán incrementando los hechos bélicos, incluso de mayor magnitud y en varias partes del mundo.
     Están ya surgiendo varios publicistas que una vez más intentarán demostrar que esto es obra de una conspiración de la CIA, el Mossad y quién sabe qué otro grupo de malvados. Este será un cuento viejo que vienen haciendo desde el 11-9-01 para consumo de los tontos. Como dijo el filósofo Plotino, los viles serán gobernados por los malvados, y el mundo moderno se encuentra plagado de viles como lo demuestran las masivas marchas a favor del delito de blasfemia.
     Acotemos también que los heroicos mártires yihadistas no solamente han cumplido con su religión sino que indirectamente han prestado un servicio al cristianismo:  el número de los días de Navidad del pasquín Charlie Hebdo se dedicó a ofender y a burlarse del Niño Jesús.
Estamos pues agradecidos a estos héroes: hicieron lo que tantos cristianos son incapaces de hacer.

San Carlos de Bariloche, 12 de enero del 2015.

JULIÁN  RAMÍREZ

  

     

lunes, 2 de febrero de 2015

J. SANGUINETTI: DEFENSA DEL SIONISMO EUROPEO

Reproducimos aquí este texto de un ex presidente uruguayo por el interés que el mismo genera en tanto es una clara demostración de cómo la ideología masónica y liberal, y de la que participan actualmente los diferentes sectores del catolicismo, caracteriza al Islam y al Estado de Israel como bastión de la democracia en el medio Oriente. Tal como puede verse este artículo podría haber sido perfectametne escrito por Marine Le Pen y los distintos identitarios europeos.
En Europa, con la pluma y la espada
Por Julio María Sanguinetti 
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Nos explicamos que a Europa, vieja, culta, rica (pese a un mal momento), abroquelada detrás de su cómodo Estado de Bienestar y su tolerante democracia liberal, le costara asumir que está en guerra. Lo entendemos, porque es triste y doloroso. Pero, como dijo Giovanni Sartori al diario español El Mundo en octubre de 2007, "el islam ha declarado la Guerra Santa a Occidente, que no sabe defenderse". Ya en 1996, Samuel Huntington había publicado El choque de las civilizaciones, que fue mal leído como belicista cuando se trataba, lisa y llanamente, de una desesperada advertencia sobre lo que se venía.

Lo de Europa, entonces, no nos sorprende, pero es irreal. La declaración de guerra se la gritan en la cara todos los días y nadie debería entenderlo mejor, porque el enfrentamiento dura siglos. Cuando Charles Martel, en 732, detuvo en Poitier a los musulmanes (poderosos en España), ya había comenzado. Proseguía mil años después, cuando en 1571, en Lepanto, la gran armada que comandara don Juan de Austria (y donde perdiera la mano el autor de El Quijote) enfrentó a Solimán El Magnífico. Al mismo tiempo, Europa vivía su propia guerra de religión y sólo diez meses después de Lepanto, París sufrió la horrible masacre de San Bartolomé, en que los cristianos católicos asesinaron al líder de los protestantes, el almirante Coligny, y a miles de sus seguidores. Estas guerras de religión envenenaron Europa durante tres siglos, y nuestros grandes monarcas, Carlos V y Felipe II, malgastaron la plata de América en esos sangrientos empeños.

Todo en nombre de la fe. Todo en nombre de Dios. Todos convencidos. Todos fanatizados. Se precisaron varios siglos para que la Ilustración volteriana, retomando ideas renacentistas, lograra avanzar en un proceso de secularización que fue delimitando los ámbitos del Estado y de la religión. Ese proceso fue una de las grandes conquistas del liberalismo europeo, que también inspiró a nuestra América, donde, si bien los Estados no son tan laicos como nuestro Uruguay, en todos hay libertad de cultos y enseñanza, y un clima de tolerancia que superó aquellos enconados debates del 900.

Lo dicho parece anacrónico frente a lo que vivimos. No lo es. Simplemente demuestra lo largo y profundo que es el conflicto entre el Occidente judeocristiano y el Oriente musulmán, que viven, culturalmente hablando, en siglos distintos. Por supuesto, en ese largo trayecto se mezclan imperialismos, colonialismos, rebeliones nacionales y el adorado petróleo.

Desde hace unos años, luego de que la gran crisis del petróleo en 1973 transfiriera un enorme poder al mundo árabe, estamos envueltos en una vorágine que día tras día cobra víctimas y nuevos enconos. Ahora fue París, pero antes fue Nueva York, y Madrid y Londres, y no nos olvidemos de Buenos Aires. Por cierto, Occidente ha cometido disparates como la invasión a Irak, sustentada en un peligro militar inexistente y en la ingenuidad de pensar que se podía democratizar a un país sin la mínima cultura cívica. Y Europa, acobardada por el peligro interno del que adolece, con la misma ingenuidad (¿o cobardía o cinismo?) reconoce la existencia del precario Estado Palestino, en nombre de un derecho a la autodeterminación que el reconocido niega a su vecino Israel. Era cómodo pensar que el conflicto era musulmán-judío, hasta que comenzó la matanza de cristianos, y los degüellos en vivo y directo mostraron que aun ciudadanos franceses e ingleses eran ejecutores de los crímenes.

Aquí aparece otro sesgo de la ambivalencia: Europa es renuente a entender que Israel es el corazón de Occidente y la única frontera democrática en medio de un mar de dictaduras. Incluso es triste asumir, pero es verdad, que el único refugio de cierta racionalidad laica son los ejércitos (caso Egipto o Turquía).

La pregunta es para Sartori: ¿qué debe hacer Occidente para defenderse mejor? Angelo Pianebanco dice desde el Corriere della Sera que estamos en desventaja, porque el extremismo islámico conoce nuestros puntos débiles y nosotros seguimos sin entenderlos a ellos, creyendo que quien mata en nombre de Dios no es un verdadero "creyente", cuando para ellos es exactamente al revés, se trata del mejor mensajero de Dios, además de un héroe civil.

Está claro que Estado Islámico, Al-Qaeda, Hezbollah y Hamas son cosas distintas. Pero su objetivo es el mismo: imponer su visión del mundo, dogmática, inhumana, despectiva de la mujer; instalar una suerte de teocracia totalitaria y para ello ir, paso a paso, derrumbando gobiernos árabes con cierto pluralismo y liquidar la prenda de la corona, que es Israel. Si éste cayera, o perdiera apenas alguna batalla significativa (Jerusalén, por ejemplo), la oleada en Europa Occidental sería imparable y allí se sumarían, consciente o inconscientemente, todos los que hoy se sienten desamparados por el sistema democrático y capitalista.

La batalla debería comenzar entonces por una real alianza con el mundo musulmán moderado. Alianza no sólo militar, sino doctrinaria, filosófica, educativa, psicológica, dirigida a detener el avance de esa juventud encandilada con el fanatismo. Mientras haya mezquitas y "madrazas" instalando el rencor, habrá combatientes que sustituirán a los caídos. Lo que nos lleva a la inmoralidad de algunos países árabes (Arabia Saudita, por ejemplo) que financian a los terroristas para comprar paz interna mientras mantienen con Estados Unidos una alianza cínica en que se mezclan ventas de armas y de petróleo.

Sería esperanzador otear caminos más sencillos y claros. Pero no los hay. Con todo, ya sería un gran avance asumir la guerra en toda su complejidad y abordarla en conjunto. Toda la emoción de París, si para algo debe servir es justamente para entender que somos más los que estamos de este lado, y que si creemos en las libertades y en la razón, en que al "César lo que es del César y a Dios lo que es Dios", debemos usarlas para defenderlas como fue siempre, con la pluma y -desgraciadamente- también la espada.

El autor fue presidente de Uruguay