lunes, 23 de junio de 2014

RAMÍREZ: LA TRADICIÓN COMO POTENCIA POLÍTICA

LA  TRADICIÓN  COMO  POTENCIA POLÍTICA

    
   El pensamiento de Julius Evola es de una riqueza insoslayable. En numerosas ocasiones nos dice que su exposición es sucinta pero que puede ser desarrollada y ampliada. En una de sus últimas obras, “ El arco y la clava” escrita en 1968, en el artículo “¿ Qué es la Tradición?” critica a un autor que incursionó en el tema y cayó en divagaciones abstractas teológico-espiritualistas que alimentan “ una especie de rechazo por las formas de la realidad política, por lo  tanto también por todo lo que es Estado, jerarquía política e en conformidad con ciertas concepciones desfasadas espiritualistas cristianas…En vez es un hecho que la Tradición se manifiesta en su plena potencia formativa y animadora justamente en el dominio de  la  organización política y social…” ( obra cit. Ed. Heracles pág. 271).
     Todo esto viene a cuento porque observamos que, por ejemplo, en el tradicionalismo católico se mantienen posiciones abstractas y de orden especulativo teológicas y espiritualistas, sin vínculo alguno con la realidad terrenal. Se carece de una doctrina del Estado a quién se relega a un simple papel de administrador del bien común cuando no de servidor y ayudante de la Iglesia.
     Esta concepción tiene su origen en la herencia judeocristiana de separación abismal entre Dios y el hombre, rectificada parcialmente durante el Sacro Imperio Romano Germánico, pero que se frustró por el triunfo del güelfismo.
     Conforme a la doctrina tradicional, el Estado se construye a partir de una sociedad de varones y es el intermediario entre el Cielo y la Tierra con supremacía del primero que es el que debe dar la preponderancia sobre el todo.  Y ahora en el mundo moderno ocurre lo contrario, la materialización ocupa todo el lugar. Pero tampoco es cuestión, de mirar al Cielo y olvidarse de la Tierra, que es precisamente lo que hacen ciertos tradicionalistas católicos que siguen mirando para arriba e ignorando lo que ocurre abajo, olvidando que la realidad es un todo.
     René Guénon decía con razón que el hombre por conquistar la tierra ha perdido el cielo. Nosotros agregamos, ahora de lo que se trata es desde el cielo dominar la tierra y en eso se manifiesta, como decía Evola en la frase citada más arriba, la potencia política de la Tradición.
     Por ese motivo nosotros los evolianos apoyamos toda manifestación de la Tradición que se dé en cualquier parte del mundo. Porque en esas manifestaciones se comienza a alumbrar la Tierra con la luz de lo alto.
     En este sentido la Tradición es acción pura sin búsqueda de ningún interés personal o material. Y de esa manera buscamos unir el Cielo con la Tierra, sin divagaciones especulativas o teológicas.
     Ya ha pasado la hora de las discusiones con quienes no hay una base común para debatir. Hoy más que nunca vale la acción heroica, guerrera y viril.

San Carlos de Bariloche, 17 d junio del 2014.

JULIÁN  RAMÍREZ     
       



lunes, 16 de junio de 2014

RAMÍREZ: VOLVER A BROTAR

VOLVER  A  BROTAR

    

     En uno de sus últimos libros titulado “El arco y la clava” escrito en 1968, Julius Evola plantea la posibilidad de que la Tradición vuelva a brotar al margen de la corriente hiperbórea e indoeuropea. Así nos lo dice refiriéndose al aspecto histórico de las formas tradicionales: “Así de la hipótesis de una tradición primordial hiperbórea y nórdico-occidental por lo que se refiere al grupo de las civilizaciones del área indoeuropea no se puede hacer demasiado uso, por ejemplo, en lo que concierne a las formas tradicionales extremo-orientales, las cuales en verdad deben remitirse a un diferente tronco u origen.”  ( pág. 274 obra citada, ed. Heracles 1999).
     Es decir, que la Tradición primordial de la cual derivan las tradiciones particulares puede manifestarse no solamente en la hiperbórea e indoeuropea o aria sino también en otras vertientes como plantea Evola en el caso de las tradiciones extremo orientales.  ¿Y porqué no se podría dar también en el islamismo o en el hispano-indo-americanismo?
     En el mismo texto Evola se refiere también a la posibilidad de un “volver a brotar” de la Tradición, sin una continuidad visible en el tiempo o el espacio, sin vinculación con la superficie, algo imponderable (pág. 274 obra citada).. Y Evola pone como ejemplos el surgimiento de Roma y a los aspectos tradicionales del catolicismo medieval que rectificó el origen judeocristiano de esa religión. Evola aquí aplica rigurosamente el método tradicional de la correspondencia entre las diversas formas históricas de las distintas civilizaciones.
     Este método tradicional de la correspondencia no es aplicado ni tenido en cuenta por grupos de pseudo-evolianos europeos, como por ejemplo “Septentriones Lux” de España, que se aferran dogmáticamente a una concepción rígida y lineal y consideran que la Tradición primordial se continúa únicamente en la hiperbórea, indoeuropea y aria y por lo tanto niegan toda participación en la tradición a los movimientos fundamentalistas islámicos.
     El método tradicional de la correspondencia seguida por la inducción nos lo explica muy bien Evola en su magna obra “Rebelión contra el mundo moderno” (pág. 28, ed. Heracles 1994).
     Este “volver a brotar” `puede crear alguna molestia y confusión en algunos tradicionalistas, como el mismo Evola nos dice, (pág. 275 de “El arco y la clava”) que se sienten muy seguros en determinada área, pero a los evolianos se nos abren amplios horizontes y la Tradición se nos revela como una eterna fuente de inspiración, libre de todo dogma y escolasticismo.
     Y digámoslo con todas las letras: los que no somos europeos no tenemos porqué seguir las estructuras mentales e ideológicas que han allí nacido y que se reducen a los problemas de la identidad, el racismo, el nacionalismo y la inmigración. Busquemos que la Tradición florezca en nuestras tierras y quitémonos de encima ese lastre. La vieja Europa ha contaminado al mundo entero con sus desviaciones. Algunos podrán intentar corregir esos males, lo tendremos en cuenta y serán aliados, entretanto, mantengamos distancia.

San Carlos de Bariloche, 3 de junio del 2014.

JULIÁN  RAMÍREZ


RAMÍREZ: EL CAMPEONATO MUNDIAL DE FÚTBOL: CIRCO MODERNO

EL  CAMPEONATO  MUNDIAL  DE FÚTBOL:  CIRCO  MODERNO

    

   Con el correr de los días ha ido aumentando el ruido y la baraúnda en torno al campeonato mundial de fútbol que se celebrará en Brasil a partir del 12 de junio. Frente a este hecho no hay nada mejor que desde el punto de vista de la Tradición analizar su significado. Julios Evola en su magna obra “Rebelión contra el mundo moderno” en el capítulo XVIII, primera parte, titulado “Juegos y victoria”, analiza el significado de las justas deportivas en las sociedades tradicionales, y nos dice: “En la antigüedad clásica los juegos tuvieron en parte un carácter sagrado, de modo tal de hacer de ellos expresiones de la Tradición de la acción.”
     A continuación se refiere a los juegos en las antiguas Roma y Grecia señalando que se realizaban en honor de los dioses, con intervención sacerdotal y también en los funerales de un héroe como lo podemos leer en la Ilíada en ocasión de la muerte de Patroclo. Como detalle podemos agregar que las mujeres no podían concurrir a ellos dado el carácter exclusivamente viril de los juegos.
     En la cita que hemos hecho más arriba de Evola, éste se refiere a la “Tradición de la acción”. La Tradición tiene dos vías, la de la acción y la de la contemplación. La acción en sentido tradicional lo es sin esperar de ella ningún beneficio personal o material, sin búsqueda de beneficios, es la acción pura y trascendente. Y esa era la acción en los juegos de la antigüedad, un sucedáneo de la guerra santa.
     Vayamos ahora al mundo moderno y veamos en qué se ha transformado el deporte en la actualidad. Se nos presenta una actividad puramente comercial y financiera en la cual los deportistas son máquinas que buscan beneficios materiales a  través de una actividad corporal de fuerza, vigor, habilidad y velocidad, alentados o denostados por multitudes aullantes, con los comentarios de cronistas deportivos que son una calamidad dentro de la calamidad que es el periodismo. Y todo esto fomentado por los medios de comunicación a través de una propaganda persistente, abusiva y estridente, como si fuera lo más importante en el mundo, y como si se quisiera idiotizar a las masas, aún más de lo que están.
     En las sociedades tradicionales se reverenciaba al héroe, al santo, al mártir; en el mundo moderno se ofrecen al culto del populacho a unos ignorantes que lo único que saben es correr atrás de una pelota y que reciben por ello suculentos ingresos, compartidos por cierto con dirigentes y financistas de oscuro proceder.
     Entretanto los gobiernos hacen de ello una vacua retórica nacionalista esperando obtener de ello un prestigio, incapaces de lograrlo en otros aspectos.
     Nos encontramos frente a una alienación colectiva de nivel mundial, un notable signo de los tiempos como diría René Guénon.
     Y todo esto se hace a la vista y paciencia de toda opinión pública y como si fuera lo más normal y agravado por el hecho que lo de Brasil no es solamente un encuentro deportivo sino también resultará un centro para la drogadicción, la prostitución, la homosexualidad,  el juego y la delincuencia.
     La sociedad moderna ha perdido ya toda capacidad de reacción y vuelven los tiempos de Sodoma y Babilonia, esta vez amplificados.

San Carlos de Bariloche, 10 de junio del 2014.

JULIÁN  RAMÍREZ
    




lunes, 2 de junio de 2014

RAMÍREZ: TRES TIPOS DE HOMBRES

     TRES  TIPOS  DE  HOMBRES


     En estos días estamos en presencia de una propaganda masiva, insistente e insolente promoviendo el campeonato mundial de fútbol. Del circo de los tiempos de la decadencia romana, se ha pasado al circo moderno. Toda una gigantesca operación evasionista y escapista para embrutecer a las masas mundiales aún más de lo que están, para que la trágica realidad diaria pase lo más desapercibida posible mientras la humanidad se adentra cada día más en la degradación y la irrealidad.
     Hay tres tipos de seres humanos. En unos el rasgo distintivo es el espíritu y la inteligencia, en otros predominan los sentimientos y las emociones, en los terceros se destaca su apego a lo material y lo físico; y  son estos últimos los que predominan en la civilización moderna. Lo material se ha transformado en una especie de segunda naturaleza y son la base de las democracias. Los medios de comunicación actúan constantemente sobre estas masas promoviendo ideologías, costumbres banales y frívolas, consumismo y corrupción.
     La influencia que podemos ejercer sobre estas masas es muy limitada por no decir nula. Es imposible disputarle al conjunto de los medios de comunicación el control sobre sus mentes y sus corazones.
     La tarea de los tradicionalistas evolianos debe centrarse pues en los dos primeros tipos de hombres, en aquellos en los que manda el espíritu y la inteligencia y, parcialmente, en gente cuyos sentimientos y emociones los hagan proclives a lo que es más que mero materialismo.
     Se trata entonces de una minoría a la que debemos dirigirnos. No debemos proceder como los partidos políticos que lo que buscan es número, es decir, cantidad para así juntar votos. Nuestra tarea es cualitativa porque necesitamos agrupar; porque con ella aunaremos a los que deben formar la Orden. Así como un millón de ignorantes no hacen un sabio, un millón de seres dominados por lo material, lo físico y lo corpóreo no podrán nunca reemplazar a un héroe viril y guerrero, antes bien, podrán ser dominados por éste cuando asome la catástrofe y la desesperación.  Una aristocracia no necesita de los débiles, sino lo contrario, son los débiles los que necesitan de ella.
     Todos los grandes movimientos políticos, religiosos y sociales nacieron de muy pocos, pero cuando llegó la hora del desastre los pueblos recurrieron a ellos. cuando las democracias demuestran su inutilidad para afrontar las circunstancias.
     No basta pues teorizar contra la democracia sino prepararse para cuando se derrumbe Ahí se enfrentarán dos fuerzas: la minoría que pretenderá con brutalidad e inhumanidad continuar con una situación insostenible, y la minoría de quienes buscan una superación de las falsas alternativas del mundo moderno. En ese momento las grandes masas, fieles a su  naturaleza femínea, se inclinarán por el ganador, en la lucha entre los Titanes y los Héroes.

San Carlos de Bariloche, 27 de mayo del 2014.


JULIÁN  RAMÍREZ

GHIO: AL QAEDA Y GREENPEACE

AL QAEDA Y GREENPEACE

Estas dos organizaciones, si bien diferentes en cuanto a sus objetivos y metas, han tenido sin embargo ciertos puntos en común, sea en relación a la eficacia demostrada en sus acciones, como así también en las demonizaciones recibidas por parte de cierta opinión pública debidamente modelada por los medios cibernéticos hoy vigentes.
Con respecto al primer punto nadie puede poner en duda hoy en día  el hecho de que sea Greenpeace como Al Qaeda han sido tremendamente efectivos en los procedimientos empleados en modo tal de haber sido capaces de haber puesto en los primeros planos la causa por la cual los mismos combaten. Y también podría decirse que, si bien las metodologías empleadas han sido y son sustancialmente diferentes, pues en un caso una organización acude a la violencia y la otra en cambio a procedimientos prioritariamente pacíficos, en los dos casos la lucha emprendida es en contra de principios que son propios de la modernidad. Al Qaeda combate en contra de una civilización que ha hecho de la economía el destino del hombre y que ha expulsado a Dios y a lo sagrado de la vida colectiva. La bandera del califato islámico universal significa asociar la política al hecho religioso y trascendente en contraste exacto con la modernidad que la subordina en cambio a la economía y a los grandes grupos del poder financiero. Greenpeace también contrasta con un sistema que, en tanto ha hecho del consumo y la producción el destino de las personas, genera una destrucción desaforada del medio ambiente en función de las metas de un capitalismo voraz para el cual sólo interesa el presente y no la salud y bienestar de las generaciones futuras.
Sin embargo, y quizás ello se deba a lo exitoso de sus acciones, ambas organizaciones, tal como dijéramos, han soportado y lo siguen padeciendo las mil y una descalificaciones. Tiempo atrás, conversando con un funcionario del gobierno argentino que tenía a su cargo la defensa del medio ambiente y que en especial estaba abocado al problema de la contaminación de las reservas acuíferas del planeta, al preguntársele qué opinión le merecían las acciones efectuadas al respecto por Greenpeace, de manera inmediata la descalificó como una organización según él rentada por los grandes grupos económicos internacionales. Sin embargo no me podía contestar cuando se le mostraba que las diferentes protestas efectuadas eran justas y acordes con lo que él mismo estaba reclamando en los grandes foros. Una cosa parecida ha pasado todo este tiempo con Al Qaeda. A pesar de que dicha organización ha sabido combatir con suma eficacia a los dos grandes imperialismos que han flagelado a nuestro planeta en las últimas décadas, el yanqui y el ruso, partícipes por igual de un mismo principio moderno y materialista, habiendo llegado incluso a obtener en la victoriosa guerra de Afganistán la cuasi disolución de este último, sin embargo se sigue insistiendo aun en estos días que se trata de una agencia de los mismos EEUU. Todo esto es dicho a pesar de todas las evidencias que demuestran lo contrario. Así como no puede entenderse cómo un sistema que ha hecho de la explotación irracional de las fuentes energéticas del planeta estaría a favor de que se le pongan límites a lo que ellos mismos hacen, del mismo modo no podría entenderse en qué se pueden haber visto beneficiados los EEUU y el ‘mundo libre’ en su conjunto con una organización que le ha significado una cantidad ilimitada de gastos en materia de seguridad (pensemos en todas las acciones que se emprenden en nuestro tráfico aéreo cotidiano), que le ha producido pérdidas incalculables en materia económica y  militar, habiendo logrado que los EEUU hayan dejado ya de ser la superpotencia que por sí misma y en manera inconsulta podía resolver respecto de todo aquello que pudiese suceder en nuestro planeta. Y más aun tampoco puede entenderse, si las cosas son vistas desde el plano opuesto, cómo puede ser que los que serían agentes suyos, como los miembros de la aludida organización, son sistemáticamente torturados, asesinados, apresados en cárceles secretas o no tanto como la de Guantánamo, perseguidos por el mundo entero con drones y sobre cuyas cabezas pesan altísimas recompensas monetarias y en cambio paradojalmente a aquellos que efectúan denuncias rimbombantes de conspicuas conspiraciones que vinculan a tal organización con los mismos poderes que combate pueden circular libremente por el planeta entero no estando para nada en riesgo el propio pellejo. A su vez: ¿A quién le podría dar ganas de trabajar para la CIA en tales condiciones? ¿Y por qué dicha organización malgastaría tanto su dinero? Salvo que pueda ser al revés: que los verdaderos agentes de la misma sean en cambio los que descalifican con una serie de sofismas ingeniosos a quienes han demostrado suma eficacia en sus acciones.
Sabemos que los difusores de conspiraciones suelen acudir a multiplicidad de ‘pruebas’ para difundir sus asertos. Tal como hemos demostrado varias veces la mayor parte de las mismas son irrelevantes e incluso pueden servir para demostrar la hipótesis contraria, es decir que en vez de ‘probarnos’ que tales organizaciones son serviles al sistema, lo que nos prueban es en cambio que es el mismo sistema el que produce tales pretendidas ‘pruebas’ para que se crea que no existe tal enemigo capaz de ponerlo en jaque. Pero además, en el caso específico de Al Qaeda, nunca se ha podido ‘probar’ ni que Bin Laden hubiese sido agente de la CIA, ni que tampoco tal organización hubiese trabajado para sus fines. Todo se ha basado en conjeturas y en la famosa técnica del rumor por la cual, cuando una cosa es repetida varias veces y hasta el cansancio y acudiendo a medios descomunales y masivos para hacerlo, al final todos se lo terminan creyendo. Pero esta vez vamos a suponer que sea cierto lo que dicen los detractores. Vamos a aceptar tanto que Rockefeller financia a Greenpeace como que la CIA haga lo mismo con la red Al Qaeda. Supongamos por ejemplo que Rockefeller ha querido con sus aportes procrear una organización que en nombre del ecologismo ataque a su competencia petrolera y que la CIA, con la excusa del tradicionalismo islámico, use a Al Qaeda para atacar a la gloriosa Unión soviética, hoy Eurasia. De ser así ello demostraría también una limitación propia de nuestro enemigo el cual, del mismo modo que hoy al destruir el planeta en nombre del mayor confort de las generaciones actuales demuestra su irracionalidad y miopía en tanto se estaría también destruyendo a sí mismo, en las figuras de un Rockefeller y de la CIA, estaría también actuando del mismo modo al estar empollando el huevo de la serpiente que una vez que salga a la luz se encargará -y de hecho ya lo está demostrando- más tarde también de dar cuenta de ellos. Así como luego de haberse derrotado a la Unión Soviética, la creación de la CIA marchó contra quien la originó un 11S, para luego batirla en Afganistán, Irak, Libia, Somalia, Malí, Siria, etc., es decir en el mundo entero, hoy Greenpeace, luego de haber reclamado contra petroleras rusas (aunque asociadas a la Shell británica) bajo la sugestión y subsidio del magnate norteamericano, hoy lo hace contra otras que en cambio no lo son y se encuentran también vinculadas a sus empresas. Se trataría pues de la técnica del yudo, consistente en usar la fuerza del enemigo en provecho propio. La misma fue muy bien comprendida por Lenin cuando manifestara: ‘El día en que queramos colgar a la burguesía ésta hará una licitación para vendernos la soga’. Recordemos que Lenin en plena guerra mundial fue transportado a Rusia por un tren blindado alemán. Se dijo entonces, del mismo modo que en los ejemplos aquí aludidos, que se trataba él también de un agente, en este caso de los alemanes. Pero la realidad fue que así como el Kaiser lo usó a Lenin, éste también se sirvió de su promotor y el resultado ha sido que mientras que el imperio alemán dejó de existir al poco tiempo, el ruso pudo constituir uno nuevo que duró más de 70 años. Es la misma situación que sucede en nuestros días. GP y Al Qaeda son usados y a su vez ellos usan a quienes los ayudan o han ayudado pero ¿quién ha salido más beneficiado de tales servicios reportados? Indudablemente sea Obama como Putin están de acuerdo hoy en día, a la luz de los últimos acontecimientos, que fue para ellos un tremendo error histórico haber hecho caer la Unión Soviética para dar cabida a la expansión del fundamentalismo islámico. Y de estar vivo el Kaiser con seguridad que se habría también arrepentido de haberlo ayudado a Lenin a hacer la revolución rusa, un pequeño logro no justificaba para nada una tremenda debacle futura. Rockefeller debe también pensar lo mismo con GP. Podrá quizás haber alcanzado a superar algún nuevo dividendo, pero si el ecologismo progresa como lo está demostrando tarde o temprano también tendrán que verse perjudicadas sus finanzas.

Marcos Ghio

2/06/14