lunes, 14 de noviembre de 2022

La decrepitud democrática alcanza a EEUU, por Francisco Galarza (México)

La decrepitud democrática alcanza a EEUU



Más que un análisis específico del resultado de las elecciones, queremos aportar una explicación de la situación interna de EEUU en particular y la democracia en general, con los posibles efectos que pudieran observarse en el corto plazo.

El año pasado comentábamos con nuestros amigos de esta Agencia que, tras la derrota y salida de EEUU de Afganistán, no sería difícil pensar que este país siguiera la misma suerte de la URSS después de haber salido de Afganistán, en 1989. Ha pasado poco mas de un año de este evento, el cual por cierto agrega otra derrota a EEUU en su muy larga lista de derrotas militares desde que terminó la 2da GM, y Yanquilandia ya no puede ocultar su irreversible deterioro, que no es de hace un año: lleva décadas, pero se ha acelerado de manera exponencial desde septiembre de 2001.

Es evidente que la nefasta ideología de la democracia está en crisis en todo el mundo (los eventos del 2001, 2008, 2010 y la reciente pandemia), deteriorando progresivamente lo único que valora: la economía, y entre otras cosas, provocando procesos electorales cada vez más caóticos y gobiernos cada vez más demagogos, represores, tiránicos, corruptos e inestables, justo como hace 2300 años lo anticiparan Platón y Aristóteles, al señalar que la democracia es la peor forma de gobierno y termina degenerando en tiranías. Y EEUU no es la excepción.

Para aquellos que no lo hayan notado, EEUU ha ido mutando desde 2001 de una nefasta democracia liberal capitalista que presumía de haber “ganado la guerra fría” en 1989/91 a un país de corte totalitario, persecutorio y aun más intolerante de lo que siempre había sido. Sin ir muy lejos, cada vez se parece más a esos dos que tanto denuncia y provoca en las últimas fechas como los enemigos de las libertades y la democracia: Rusia y China. Son más que obvias y notorias las contradicciones en las que ha caído desde que inició el conflicto en Ucrania, a la que supuestamente ayuda, pero que no le importa en lo mas mínimo, pues sólo se trata de hacer negocios rentables en armas, gas y todo lo que se pueda, y de paso quitarle a Rusia su creciente influencia en Europa, vamos que, a EEUU no le gusta que una potencia rival le esté ganando terreno económico en la UE, su gato mas servicial, claro, gato de angora. Nos parece que si se vieran en un espejo estos cuatro, sería difícil que se distinguieran uno de otro. Son tiranías postmodernas de diferentes tonalidades.

En estas elecciones intermedias que se acaban de celebrar en aquel país, está claro que las cosas siguen empeorando al interior y ello se debe a una razón fundamental: EEUU es un país artificial, sustentado en las falsedades del mundo moderno que impone con propaganda y dinero o por la fuerza, y el sistema ya dio todo de sí. EEUU nunca ha experimentado carestía, ni limitaciones de consumo, y con la actual situación, que ellos mismos agudizaron junto con Europa con su supuesta ayuda a Ucrania, -con todas esas sanciones contra Rusia, que no sirvieron de casi nada-, la inflación no la pueden contener, y su gigantesca e impagable deuda del pasado reciente se los está comiendo vivos, en otras palabras, están siendo víctimas de lo que le provocaron a incontables países en el pasado, y el gobierno gringo sabe que el ciudadano común simplemente no va querer hacer ajustes a “su nivel de vida”, y en el país más armado del mundo, no es un buen augurio que aumente la gente descontenta y la polarización.

En Yanquilandia las opciones “democráticas” por las cuales votar reflejan su limitado horizonte de opciones en la vida, votar por el partido demócrata o el republicano, es como elegir entre una hamburguesa con o sin queso, (comida rápida y mala) y aun así no son capaces de ver que esa democracia que tanto adoran ha sido un factor muy significativo en su proceso de descomposición.

Las divisiones se ensanchan y profundizan en un país, que ya no impresiona a casi nadie, salvo a los serviles gobiernos europeos (en cuyos países hay cada vez mas descontento social día con día), ni en lo político, ni lo económico, ni en lo militar.

Quizás por eso el gobierno yanqui encabezado por Tutankabaiden hizo todo lo posible para seguir apoyando a Ucrania y provocar a Rusia, y también a China con el asunto de Taiwán. Les urgía otra gran distracción fuera de EEUU para evitar que todos esos problemas se queden en casa y exploten, pero parece que no fue suficiente. Con el resultado de las elecciones, habrá que ver cómo cambia esa dinámica interna “de apoyo a Ucrania”, y en especial, cómo va a incidir para aumentar las divisiones y las tensiones políticas y sociales, en tanto ya casi no tiene maquillaje que oculte su verdadero rostro: la tiranía de la economía consumista sin mas propósito que imponerle a todos ese estilo de vida vacío al costo que haga falta.

Desde hace décadas ha habido tensiones internas en EEUU con estados que ya no quieren formar parte de la “Unión”, como Texas, California, Oregón, entre otros, y la actual crisis económica-energética-financiera está empujando a estos y otros estados a considerarlo seriamente, y con los resultados electorales, quedaron resaltadas las tensiones, diferencias y divisiones en un 50-50, cuyas primeras consecuencias se conocerán en lo que queda del periodo de Biden, un desgastado Trump que quiere regresar y el gobernador de Florida que podría ser el nuevo caballito para las elecciones en 2024 por parte de los republicanos.

Hace pocos días, Biden declaró que su país es el mas singular en el mundo. Y estamos de acuerdo con él, pero al revés. El lo dijo como una distinción positiva y sobresaliente. Nosotros como lo opuesto: EEUU es un país totalmente artificial, sin ninguna Tradición ni cultura verdaderamente propia, ni valores ni principios, siempre se ha guiado sólo por intereses, por el dinero y el rendimiento, y como en ese sentido iba moviéndose el péndulo del Kali Yuga, hacia lo más bajo y fugaz, EUA se pudo colocar a la “exitosa cabeza” de la degradación, de esta tendencia llamada (Post)modernidad por los últimos 120 años, pero como se trata de un camino sin retorno y sin metas trascendentes, todo lo que logró ahora se le revierte, y al mismo tiempo. Este reciente “ejercicio democrático” no ayudó a liberar presión, sólo definió con mas claridad lo polarizado que está el país.

No sería nada extraño que EEUU en esta misma década acelere aun más su ya explícito y evidente proceso de disolución, pues aunque lo quiera negar, sus dos grandes rivales, y quien sabe si después enemigos, Rusia y China, tienen una gran ventaja, sus poblaciones están mucho mas acostumbradas a periodos económicos difíciles y hasta de gran carestía, y la población de EEUU no, y eso hará toda una diferencia en los siguientes meses y próximos años.

Por último, queremos señalar que a diferencia de EEUU, Rusia y China sí tienen un pasado y una cultura Tradicional, enterrada y olvidada, pero ahí está; así que estos dos, podrían llegar a reaccionar de un modo positivo en algún momento, en cambio EEUU no tiene nada de eso, se va a hundir en su postmodernidad autodestructiva más pronto que tarde y de la peor manera. Sólo habrá que ver si con ellos, arrastran al resto de la postmodernidad terminal.



Francisco Galarza

Noviembre de 2022.






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