martes, 26 de diciembre de 2017

Hetairas y Prostitutas

Hetairas y Prostitutas

Presidentes Mauricio Macri y Donald Trump durante la visita del mandatario argentino a EEUU.
Relaciones carnales sin discurso nacionalista

La política democrática en su implementación permanente implica una serie de evoluciones y sinceramientos, en especial en lo esencial de la misma que es el hecho de venderse al mejor postor o lisa y llanamente prostituirse. Agreguemos también que tal prostitución es recíproca pues acontece tanto entre los que gobiernan como entre los gobernados los cuales terminan haciendo de la circunstancia de venderse al mejor postor y de renunciar o no tener ningún tipo de principio el motivo principal de tal forma de gobierno y de vida. Aunque tal proceso, como dijéramos, no se ha producido de golpe sino a través de un lento pasaje de lo que se conoce como el hetairismo a la prostitución lisa y llana. Se entiende por hetaira a la cortesana de palacio de la antigua Grecia, es decir aquella mujer que, de la misma manera que las prostitutas, vende su cuerpo, pero que lo efectúa en forma disimulada, disfrazada de persona honesta pudiendo así integrar los palacios de las diferentes aristocracias y ser revernciada como una persona seria y normal. La simple prostituta es en cambio aquella que no finge en su situación, sino que directamente acepta ponerse un precio y no lo disimula en manera alguna. De este modo podemos decir que la política argentina ha pasado en su período democrático del hetairismo a la prostitución. El primer caso lo hemos tenido entre otros y de manera paradigmática con Menem quien, para fingir su condición de ramera, se disfrazó de nacionalista, es decir de persona con principios, para ganar las elecciones. Manifestó así que iba a recuperar con sangre las Malvinas, que iba a erigirse en un adalid en contra de los EEUU y que iba a participar del bombardeo de Tel Aviv junto a los árabes, pero una vez llegado al poder hizo exactamente lo contrario. Le regaló ositos peluches a los kelpers, entró en relaciones carnales con EEUU y defendió al Estado de Israel como modelo de democracia en el mundo. Explicó luego su condición de hetaira. "Si decía la verdad, nadie me votaba", fueron sus crudas palabras. Es decir que si decía lisa y llanamente que era una prostituta no se me dejaba ingresar al palacio, tuve que hacer como las hetairas disfrazándome de mujer honesta *. Distinto es el caso de Macri que representa un grado descendente de mayor involución. Como el pueblo argentino, luego de 35 años del peor de los sistemas posibles, se ha acostumbrado al hecho de que la política es la práctica de una prostitución y como a su vez también en el orden internacional ya se habían producido situaciones de sinceramiento respecto de tal sistema, Macri no precisó nunca disfrazarse de nacionalista o de otra cosa para luego venderse al mejor postor sino que ya puede prostituirse de manera abierta y manifiesta sin recibir por ello reproche de ningún tipo en tanto que su conducta se ha convertido en algo normal. Y a su vez sus clientes eventuales no precisan hoy en día acudir a excesivos disimulos respecto de tal negocio haciéndole como antes la corte a las hetairas estableciéndose así un estado de engaño recíproco. La política se ha convertido así en un comercio liso y llano. Esto lo acabamos de ver en la última asamblea de la ONU en donde se debatía la reciente decisión de Trump de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel. A tal respecto y en armonía con los tiempos actuales de prostitución abierta, la representante de éste ante el organismo manifestó sin mayores circunloquios que aquel país que se negara a aceptar tal situación iba a ser sancionado económicamente, por lo cual contrario sensu estaba diciendo que el que hiciese lo contrario sería recompensado. 128 naciones, en una muestra mínima de dignidad que aun las ennoblece, rechazaron sin más esa amenaza y votaron en contra de los EEUU y por lo tanto de Israel. 9 pequeños e insignificantes países, entre ellos las Islas Marshall, Honduras y Guatemala, lo apoyaron buscando un buen premio. Sin animarse a llegar a tanto pero anhelando una recompensa similar, la Argentina junto a Basutolandia y otros 30 países similares se abstuvieron de votar o no asistieron al debate. Inmediatamente Macri resultó premiado por tal decisión levantándosele los aranceles a 500 productos del país, demostrando así la evolución en que se vive. El presidente argentino no necesita disfrazarse de nacionalista para practicar en forma oculta la prostitución, sino que lisa y llanamente lo hace sin preocuparse por el estilo rufianesco de su par norteamericano. Y henos aquí con el premio recibido de manera inmediata.

* Muchas veces ha sucedido que algunas personas que creyeron que la hetaira lo hacía por amor, tras tomar conciencia del engaño, reaccionaron con suma violencia produciéndo daños significativos. Fue lo que aconteció con los países árabes engañados, alguno de los cuales le había financiado la campaña electoral a Menem creyendo en sus promesas. Fue así que en venganza le fue ejecutado su hijo varón primogénito y se atentó contra la mutual de la AMIA.

26/12/17

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