viernes, 29 de enero de 2021

Francisco Galarza: La Iglesia Romana y el Papado hacia el final del camino

La Iglesia Romana y el Papado hacia el final del camino





El deterioro de las religiones en general en todos sus aspectos hasta niveles casi inimaginables apenas hace 50 años, ha sido sorprendente, y al mismo tiempo, casi inadvertido para la gran mayoría de los grupos sociales que conforman a las distintas religiones, y que simplemente van con la corriente. Queremos por ahora enfocarnos en la Iglesia Católica.

Poca gente sabe qué fue, o siquiera que existió el Concilio Vaticano II (“CV II”), y menos aun de qué trató y que consecuencias tuvo. Para llegar al tema que queremos abordar, solo señalaremos que el CV II fue toda una traición a la herencia espiritual, ritual y doctrinal a la Iglesia, con consecuencias nefastas, que están por alcanzar su punto mas oscuro. En algún artículo anterior señalábamos que la Iglesia se convirtió en una especie de “ong” promotora de la modernidad, y con una agenda ecuménica invertida.

Sin embargo, a pesar de todo esto, el relevo papal se siguió realizando de forma válida y tradicional hasta Benedicto XVI, que es donde el tema se complica. Para casi todo la cristiandad, y aquí nos referimos no solo a los llamados católicos, sino también ortodoxos, protestantes y demás, pasó casi por completo desapercibida la relevancia de su renuncia, destacando solo como la 1ra renuncia en mas de 600 años, por su salud, por escándalos internos, etc., sin poner atención en la fórmula que utilizó para renunciar, que es la clave del asunto.

Fue sustituido por el ahora papa Bergoglio, que ha demostrado ser mas nefasto que todos los papas postconciliares anteriores a él. Aunque ahora parezca que nos desviamos del tema, es necesario hacer una breve digresión.

En diferentes medios escritos y programas cuando ocurrió la renuncia de Benedicto XVI, rápidamente hubo quienes asociaron, recordando la profecía de San Malaquías, a Bergoglio con el último papa de la lista de dicha profecía, Pedro Romano. Incluso algún “experto” señaló que seguro era así, y por eso Bergoglio eligió el nombre de Francisco, ya que el santo cristiano tenia como 2do nombre el de Pedro. Sin embargo, esas “explicaciones expertas” ni siquiera se acercan un poco a la realidad de las cosas. El papa Bergoglio desde luego que no es Pedro Romano. Esperamos poder abordar este tema posteriormente.

Así que, algunos se preguntan, es o no es Pedro Romano, ¿la profecía de San Malaquías acertó, falló, es una falsificación, los papas seguirán indefinidamente uno tras otro, y quedará atrás esa profecía como tantas otras? Si fuera así, la profecía de San Malaquías y lo transmitido en Garabandal, simplemente no tendrían sentido.

Queremos recordar un hecho significativo. Cuando ocurrieron las apariciones de la Virgen en Garabandal, entre 1961 y 1965, una de las cosas que transmitidas a las 4 niñas testigos, fue que, sin contar al papa de aquel momento (Juan XXIII), antes del Fin de los Tiempos habría 4 papas más, aunque a uno no lo contaba en realidad. Así que en una sola frase la Virgen señaló 3 cosas fundamentales que casi nadie ha notado. Cuatro papas posteriores a Juan XXIII, fueron Paulo VI, Juan Pablo I (que es al que no contaba, y ahora se entiende por qué), Juan Pablo II y Benedicto XVI.

Así que ¿dónde quedó el papa Bergoglio? Los estudiosos mas optimistas de Garbaandal, señalan que simplemente, Bergoglio es el 1er papa del Fin de los Tiempos y que no tiene que ser el último, puede haber otros. Los estudiosos mas puntillosos apuntan en una dirección totalmente diferente, y es la que consideramos mas factible: La Virgen no lo menciona porque no lo reconoce como un sucesor del papado, de otro modo bien pudo decir que habría 5 papas o 6 o los que fueran antes del Fin de los Tiempos. Coincide con la misma aparente omisión en la profecía de San Malaquías, que no lo menciona de ningún modo, y hay que recordar, para aquellos que no lo sepan, que la profecía de San Malaquías señala a papas y antipapas, sin distinciones en ese sentido, así que es por algo mas, que este papa no es mencionado ni por el Cielo, ni por uno de sus santos mas grandes de la época de gloria del cristianismo de la Edad Media. Hay que señalar que, en la profecía de San Malaquías, Benedicto XVI es el papa No. 111, es decir el penúltimo de la lista, y que como todos los anteriores, solo es identificable por una pequeña frase en latín que, como los demás papas anteriores, o hace referencia a su escudo, o a su nombre, o algo que caracterizaría a su papado, y en cambio, el papa 112 y último de la lista, Pedro el Romano es caracterizado de forma muy diferente a cualquier otro Papa.

Si uno pone atención al cambio cualitativo que hay del papa 111 al 112, se puede apreciar que la caracterización descriptiva del papa 111 (como la de cualquier anterior), no guarda ninguna relación con la que es identificado Pedro Romano. Este Papa estará inmerso en un entorno muy grave que parece literalmente cortar por completo con la situación imperante previa.

Terminada esta digresión, y sin extendernos mas en todos los aspectos sumamente graves que rodearon la elección de Bergoglio y de sus consecuencias, señalaremos lo que nos parece explica, al menos en lo fundamental, por qué Bergoglio no es ni papa ni tampoco antipapa, es una extraña anomalía. Y solo para evitar confusiones, este personaje tampoco es el Falso Profeta, aunque parece que le precede.

La razón por la que consideramos, al menos en parte, por qué Bergoglio no es tomado en cuenta como papa o en su defecto como antipapa, es porque 1ro Benedicto XVI sigue siendo Papa, y por eso su título de Papa Emérito y 2do el nombramiento de Bergoglio es tan irregular que ni siquiera alcanza a ser un antipapa. Benedicto XVI solo renunció como Obispo de Roma en sus aspectos administrativos y mas exteriores, para proteger algo fundamental que todo Papa ha tenido como parte de su investidura, y que San Pablo describe de forma enigmática en una de sus cartas, el Papa es el Katejón, “el obstáculo” que impide que surja el Anticristo. Por eso Benedicto XVI sigue siendo el Vicario de Cristo y usa el anillo del pescador, que por cierto no usa Bergoglio. En su carta, San Pablo claramente señala que el Katejón será removido. Y puede afirmarse que al menos Benedicto XVI ha sido removido de la vida pública. En un extraño giro, en cierto modo, su Papado Emérito es mas cercano a la forma antigua de ser papa, sin casi ninguna exposición pública. Por lo extenso del tema no podemos abordar aquí la relevancia cualitativa de estos tiempos y en lo que podrían traducirse en breve, pero creemos haber dado indicaciones suficientes para no perder de vista la relevancia de la situación en el Vaticano y la época en la que estamos, poniendo atención en la figura papal. Bergoglio renunció para, en cierto modo, comprarle algo de tiempo extra a la Iglesia, evitar un cisma, que cada vez es más inminente, (anticipado en muchas profecías) y sobre todo para proteger esa función de “obstáculo” espiritual que señala San Pablo.

Ahora bien, Benedicto XVI va a cumplir 94 años de edad el próximo abril. De acuerdo a una serie de revelaciones tanto públicas como privadas, ese tiempo extra no puede extenderse mucho mas, para que una serie de eventos pudieran dar inicio. Por otra parte, los 3 grandes monoteísmos parecen están convergiendo hacia un mismo punto crítico y de resolución, sin mencionar otras tradiciones que, desde su forma y óptica particulares, también se van acercando a un mismo vértice de convergencia.



Francisco Galarza


Enero 27, de 2021.

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