jueves, 24 de octubre de 2013

RAMÍREZ: METAFÍSICA DEL ODIO

METAFÍSICA  DEL  ODIO  Y  LA  MUERTE DE  PRIEBKE

   

    Con motivo de la muerte del ex capitán de las SS Erich Priebke se han suscitado diversas reacciones que nos han llevado a reflexionar sobre el tema. No vamos a considerar su vida y sus acciones cosas bastantes conocidas por loe lectores. Simplemente diremos que residió durante más de cuarenta años en mi ciudad de San Carlos de Bariloche, en la Patagonia Argentina y lo conocí como vecino que no se escondía y hacía una vida pública común; en ocasiones que mantuve  algunas breves charlas con él me pareció una persona de firmes convicciones.
     Pero es el caso que la Argentina por boca de su ministro de relaciones exteriores, el sionista Héctor Timerman, ha prohibido el ingreso de sus restos a nuestro país, lugar en que se encuentra la tumba de su esposa. Por su parte autoridades italianas y el Vaticano a través de la curia romana han prohibido su entierro en Roma y la propia Alemania rechaza su inhumación allí. Demás está decir la actitud de entidades judías tanto de la Argentina como de Italia, igual actitud de rechazo se expresa a través de personas y entidades de varios otros países. Ahora bien, ¿a qué se debe este rechazo, es solamente por el temor a que la tumba se transforme en un lugar de peregrinación de nazis nostálgicos?
     Creemos qu hay mucho más y debemos calar en profundidad y muy hondo para acercarnos a la verdad: se trata de un odio de carácter metafísico, insondable, no humano, que desde un punto de vista religioso sería satánico. Del odio de que nos habla Emanuel Malinski en su excelente obra “La guerra Oculta”. Julius Evola  tratando el tema de la guerra oculta nos dice que hay que presentir su accionar cuando dos más tres no dan como resultado cinco, sino siete o diez.
    Se intenta privar de la tumba a un militar fiel a su patria que cumplió órdenes de sus superiores. Los mismos códigos militares dicen que deben ser enterrados con dignidad los enemigos y por lo contrario aquí vemos un ensañamiento de seres poseídos por fuerzas inferiores a las humanas. Se trata pues de un odio sin límites, un odio metafísico e insondable que se cuela por todos los vericuetos del tejido social.
     Ese odio a los cadáveres ha tenido muchas expresiones. En nuestro país un poeta liberal y masón dijo del gran gobernante don Juan Manuel de Rosas, fallecido en el exilio en 1877:  “Ni el polvo de tus huesos la América tendrá”. Tuvieron que pasar 113 años antes que sus restos descansaran en la Argentina.
     Y en un caso más reciente los yanquis hicieron desaparecer en el mar el cadáver de Osama Bin Laden. Es que muchos restos humanos asumen el carácter  de símbolos y los que fueron sus enemigos no pueden soportarlos ni enterrados ni cremados siquiera.
     Recordamos también el caso de los ejecutados en Nuremberg: los cuerpos fueron cremados y arrojadas sus cenizas en una cloaca.
     Tenemos que conocer a fondo a nuestros enemigos, es la primera condición para derrotarlos. Serán implacables con nosotros, seamos nosotros implacables con ellos.

San Carlos de Bariloche, 15 de octubre del 2013.


JULIÁN  RAMÍREZ  

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